PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3811 ~ Sábado 3 de Noviembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Es
sorprenderte el poder que cada uno ejerce en la vida que se descubre ante
nosotros. La inclinación de nuestros pensamientos provoca aquello que se
presenta, lo cual, a su vez, es lo que esperamos encontrar. Sólo nuestra
imaginación limita lo que podemos experimentar o en lo que podemos
convertirnos. Nuestros sueños brillan como faros en la oscuridad de nuestras
mentes.
Así
como nuestros pensamientos alimentan nuestras experiencias y nuestros
resultados positivos, pueden también provocar episodios negativos. Podemos
estar seguros de que ese poder individual lo utilizamos para crear el sabor de
cada día.
Nuestra
actitud es un subproducto de nuestros pensamientos. En ella descubrimos fortaleza
o debilidad, esperanza o ansiedad, determinación o frustración. Nosotros
determinamos individualmente si nuestra actitud consistirá en amar o sentir
envidia.
Hagamos
pues que nuestros pensamientos sean siempre positivos, claros y puros... y de
esa manera estaremos creando días santos y felices para nuestras vidas.
¡Buenos días!
El sol y el viento
“Urbanidad y buenos modales abren puertas
principales”, dice un refrán español. La convivencia humana se hace más fácil y
agradable si, además de la sinceridad y sencillez del trato, procuramos no
molestar con modales o expresiones que hieren la sensibilidad de los demás. Un
talante afable, sereno, respetuoso es bien recibido por todos.
El Sol y el Viento
discutían sobre cuál de los dos era más fuerte. Mientras discutían, vieron que
por el camino avanzaba un hombre.
Propusieron probar sus fuerzas contra él.
—Vas a ver - dijo el
Viento- cómo le desgarro sus vestiduras. Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero
cuantos más esfuerzos hacía, el hombre más oprimía su capa, sin dejar de
caminar. El Viento encolerizado, descargó lluvia y nieve, pero el hombre más
cerraba su capa. Comprendió el Viento que no era posible arrancarle la capa.
Sonrió el Sol mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra y el pobre hombre,
regocijado con el dulce calor, se quitó la capa y se la puso sobre el hombro.
—Ya ves –le dijo el Sol al Viento– cómo con la bondad se consigue más que con
la violencia.
Los santos han visto en la cortesía como el perfume y
la crema de la caridad. La presentan como un efecto del verdadero amor por los
demás. Resulta a veces que ciertas expresiones ordinarias, ciertos modos
descomedidos ofenden tanto como injurias. Que el respeto al prójimo sea tu
norma.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Flp 1, 15. 18b-26
♥ Salmo: Sal 41, 2-3. 5bcd
♥ SANTO EVANGELIO: Lc 14,1.7-11
Un sábado, sucedió que, habiendo ido Jesús a casa de
uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando.
Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola:
«Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer
puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y
viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: ‘Deja el sitio a éste’, y
entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas
convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el
que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Y esto será un honor para ti
delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se
ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».
♥ Comentario:
Hoy, ¿os habéis fijado en el inicio de este
Evangelio? Ellos, los fariseos, le estaban observando. Y Jesús también observa:
«Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos» (Lc 14,7). ¡Qué manera
tan diferente de observar!
La observación, como todas las acciones internas y
externas, es muy diferente según la motivación que la provoca, según los
móviles internos, según lo que hay en el corazón del observador. Los fariseos
—como nos dice el Evangelio en diversos pasajes— observan a Jesús para
acusarlo. Y Jesús observa para ayudar, para servir, para hacer el bien. Y, como
una madre solícita, aconseja: «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no
te pongas en el primer puesto» (Lc 14,8).
Jesús dice con palabras lo que Él es y lo que lleva
en su corazón: no busca ser honrado, sino honrar; no piensa en su honor, sino
en el honor del Padre. No piensa en Él sino en los demás. Toda la vida de Jesús
es una revelación de quién es Dios: “Dios es amor”.
Por eso, en Jesús se hace realidad —más que en nadie—
su enseñanza: «Se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se
hizo semejante a los hombres (…). Por eso Dios lo exaltó y le dio el nombre que
está por encima de todo nombre» (Flp 2,7.9).
Jesús es el Maestro en obras y palabras. Los
cristianos queremos ser sus discípulos. Solamente podemos tener la conducta del
Maestro si dentro de nuestro corazón tenemos lo que Él tenía, si tenemos su
Espíritu, el Espíritu de amor. Trabajemos para abrirnos totalmente a su
Espíritu y para dejarnos tomar y poseer completamente por Él.
Y eso sin pensar en ser “ensalzados”, sin pensar en
nosotros, sino sólo en Él. «Aunque no hubiera cielo, yo te amara; aunque no
hubiera infierno te temiera; lo mismo que te quiero te quisiera» (Autor
anónimo). Llevados solamente por el amor.
Rev. D. Josep FONT i Gallart (Tremp, Lleida, España)
Santoral Católico:
San Martín de Porres
Religioso Dominico
Peruano
Nació en Lima (Perú) el año 1579, de un funcionario
real español, Juan de Porres, y de una joven de origen africano, Ana Velázquez,
que no se casaron: Martín era mulato e hijo ilegítimo, lo que le causó muchas
dificultades. Fue educado cristianamente por su madre y aprendió de joven el
oficio de barbero-cirujano. En 1603 fue admitido en la Orden de los dominicos
como hermano converso, después de vivir ocho años en el convento como donado.
Desde el principio se le confió el oficio de enfermero que ejerció, con gran
competencia y mayor caridad, en favor de los frailes y de los numerosos pobres
que acudían al convento; además instituyó varias obras caritativas. Supo
conjugar la incesante actividad asistencial con el recogimiento de un
contemplativo. Llevó una vida de mortificación y de humildad, y tuvo una gran
devoción a la Eucaristía. Murió en Lima el 3 de noviembre de 1639.
Oración: Señor,
Dios nuestro, que has querido conducir a san Martín de Porres por el camino de
la humildad a la gloria del cielo, concédenos la gracia de seguir sus ejemplos,
para que merezcamos ser coronados con él en la gloria. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Palabras del Santo Padre
Pío
"Camina con alegría y con un corazón
lo más sincero y abierto que puedas;
y cuando no puedas mantener esta santa alegría,
al menos no pierdas nunca el valor y la confianza en
Dios"
Grandes Biografías:
Martín de Porres
Martín era un mulato producto de la relación de un
hidalgo español y una liberta peruana. Como la relación era estable existió,
también, una hermana. No podía darse casamiento debido la condición social de
ambos.
El español, que había sido trasladado a otra ciudad no
lejana a Lima, no dejaba de apoyar mensualmente, con dinero, a la madre de sus
hijos. Pese a ello las penurias por las que debía pasar la mujer y sus dos
hijos eran notorias.
Aunque la suya no era una situación extraordinaria en
aquella época una de sus grandes penurias eran producidas por el hecho de tener
hijos bastardos lo que, increíblemente, resultaba una mancha difícil de
aceptar.
Martín tenía quince años cuando ingresó, en calidad
de “donado” al convento de los dominicos. Por más que su deseo era poder llegar
al sacerdocio sabía no podría acceder a ello por su condición de mulato.
En su calidad de “donado” realizaba las tareas más
humildes dentro del convento. Es evidente que decir que era “el negrito de los
mandados” era realizar una ponderación de las actividades que debía realizar.
Durante nueve años realizó las humildes tareas que se
le asignaban conforme las costumbres conventuales del momento. En un
determinado momento, cuando el convento pasaba por momentos económicos muy
difíciles y el prior decidió poner a la venta algunos de los bienes del
convento, Martín se apersonó al prior para sugerirle lo pusiese a la venta como
esclavo para no perder bienes del convento.
Este gesto fue rechazado por el prior y poco tiempo
después se le hizo perder su calidad de “donado” para ser aceptado como lego
dentro de los frailes. Allí comenzó su tarea dentro del convento como
despensero y enfermero.
Son muchas las anécdotas que se relatan que ponen de
manifiesto las virtudes de Martín. Siempre manifestaba su deseo de convertirse
en misionero. Tal vez por ello es que, en diversas oportunidades, se constató
su presencia en África, China y Japón pese a su nunca haber salido de Lima
(Perú). Reiteradamente se manifestaba el hecho de constatar su poder de bilocación
pese a que él, desde su humildad, restaba importancia a tal cosa.
Entre otras virtudes que se le atribuyen es el poder
tener una relación extraordinaria con los animales existentes en el convento.
Se relata que día a día daba de comer a un grupo de ratones con la condición de
que no comieran los alimentos depositados en la alacena del convento.
Era notoria la solidaridad que manifestaba en la
atención a los más pobres. Solidaridad desde el brindar ayuda alimentaria como,
también, ayuda en el cuidado de los enfermos. Se dice que tenía el poder de
sanación y que muchos eran los que lograban la salud con el solo hecho de
encontrarse con Martín.
Pese a que había recibido el apellido de su padre
jamás aceptó un cambio en su condición de lego. Allí se sentía útil para los
pobres de la ciudad y los frailes del convento. Su amor por los pobres le llevó
a la fundación de un hogar para los más necesitados de la ciudad.
Fue contemporáneo de Rosa de Lima y en diversas
oportunidades se encontraron en largas conversaciones que se mantuvieron en
silencio. Muchos, muchísimos, han sido los contemporáneos de Martín que acudieron a él en busca de sus consejos,
sus oraciones o su ayuda.
A su muerte todo Lima se dispuso a llorarlo con la
certeza de haber podido conocer un santo.
Pasó mucho tiempo para que la iglesia lo proclamase,
oficialmente, como santo. Juan XXIII fue quien lo ascendió a la consideración
de los fieles como un camino que conduce a Cristo.
Su fiesta es hoy y está bueno poder pedirle que ayude
a esta nuestra América a crecer en solidaridad y servicio para con esos muchos
necesitados de nuestro hoy. Sin duda que lo suyo no ha perdido vigencia y
necesitan manos para que su propuesta siga sirviendo.
Mensaje de María Reina
de la Paz
Mensaje de María Reina
de la Paz del 2 de noviembre de 2018
"Queridos hijos, mi Corazón materno sufre
mientras miro a mis hijos que no aman la verdad y que la esconden, mientras
miro a mis hijos que no oran con los sentimientos y con las obras. Estoy triste
mientras hablo a mi Hijo de tantos hijos míos que ya no tienen fe y que no le
conocen a Él, mi Hijo. Por eso os invito a vosotros, apóstoles de mi amor:
tratad de mirar hasta lo profundo del corazón humano y allí encontraréis con
seguridad aquel pequeño tesoro escondido. Mirar de esta manera es la
misericordia del Padre Celestial. Buscad el bien también donde domina el mal,
tratad de comprenderos los unos a los otros y no juzgaros. Esto es lo que mi
Hijo os pide y yo, como Madre, os invito a escucharlo. Hijos míos, el espíritu
es más potente que el cuerpo y sostenido con el amor y con las obras supera
todos los obstáculos. No lo olvidéis: mi Hijo os ha amado y os ama. Su amor
está con vosotros y en vosotros cuando sois una cosa con Él. Él es la luz del
mundo y ninguno y nada logrará detenerlo en la gloria final. Por eso, apóstoles
de mi amor, no tengáis miedo de testimoniar la verdad. Testimoniadla con
entusiasmo, con las obras, con amor, con vuestro sacrificio y sobre todo con
humildad. Testimoniad la verdad a todos aquellos que no han conocido a mi Hijo.
Yo estaré a vuestro lado, yo os fortaleceré. Testimoniad el amor que no pasa
nunca, porque proviene del Padre Celestial que es eterno y que ofrece la
eternidad a todos mis hijos. El Espíritu de mi Hijo estará a vuestro lado.
Nuevamente os invito, hijos míos, a orar por vuestros pastores. Orad para que
puedan ser guiados por el amor de mi Hijo. Os doy las gracias".
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Felizmente, la inmensa mayoría de la humanidad ha
creído siempre en Dios. Para los creyentes, la vida tiene sentido en Dios y
vale la pena vivir bien en esta vida para ser felices eternamente. Dios es un
Padre amoroso, que nos pedirá cuentas de nuestra vida, lo cual nos impulsa a
vivir con seriedad y responsabilidad cada momento. Pensar que hay un cielo y un
más allá de la muerte, nos estimula a vivir con amor de cara a la eternidad,
que nos espera.
Pascal decía: “Prefiero equivocarme, creyendo en un
Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que sí existe. Si
después de la muerte no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda
en la nada eterna. Pero, si hay Alguien, tendré que darle cuenta de mi actitud
de rechazo y habré perdido mi vida”.
O Dios existe o no existe. O existe el más allá o no
existe. Tienes que apostar por una de ambas opciones. No puedes permanecer
indeciso. Si no quieres apostar, ya estás apostando por el No. Piénsalo bien.
Si pierdes (porque Dios no existe), no pierdes nada; pero, si ganas (porque
Dios sí existe), lo ganas todo: una eternidad feliz.
Por ello, está bien que te preocupes por las cosas de
la vida diaria, pero debes pensar que son pequeñas cosas comparadas con todo lo
que te aguarda después de la muerte, por los siglos de los siglos. Debes pensar
en la eternidad y vivir bien, pues tu felicidad o infelicidad eterna dependerá
de tu vida presente. Aquí vas a vivir pocos años, allá eternamente… ¿Puede
haber algo más importante que pensar en lo que será toda tu eternidad? ¿Acaso
te da lo mismo ser feliz o infeliz eternamente?
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para el joven Isak O., de 19 años, de Whasington, USA, detenido por tráfico de
drogas, y para su mamá Carmen, que
está pasando momentos muy duros. Que el Señor misericordioso les conceda alivio
en el dolor y las cosas se resuelvan de la manera más justa según corresponda.
Pedimos oración para el pequeño niño Alex, de Buenos Aires, Argentina,
nacido el 19 de setiembre pasado y que está con una afección pulmonar con mucha
secreción mucosa. Lo encomendamos a las Santas Manos de Jesús para que le
conceda una pronta recuperación.
Pedimos oración para Gilberto L., 70 años, de Bogotá, Colombia, que se encuentra
hospitalizado por una dolencia cuyo diagnóstico es desconocido. Rogamos al Señor
que se descubran las causas de su dolencia para que se dé inicio a un
tratamiento acertado y efectivo. Con fe y esperanza estamos seguros de la
intercesión de nuestra Madre, la Virgen Santísima.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias
que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Noviembre 3
“Ven Espíritu Santo. Tu mirada luminosa todo lo
penetra, con paciencia e inmensa compasión. Mis infidelidades no destruyen tu amor,
que siempre vuelve a buscarme, para que mi vida espiritual pueda crecer feliz
en tu presencia. Quisiera que todas mis acciones te agraden, que mi vida ya no
se aparte de tu santo proyecto para mí, que todo lo que haga refleje tu luz, tu
alegría y tu amor. Pero tú conoces mi
debilidad. Por eso te ruego una vez más que me toques con tu poder divino. Sin
tu auxilio nada puedo. Ven Espíritu Santo. No dejes que me dominen las malas
inclinaciones. Triunfa en mí, Espíritu Santo. Triunfa con la generosidad, con
la alegría, con la pureza, con el perdón. Triunfa con la bondad, con la paz,
con el servicio. Triunfa con la esperanza, el fervor, los buenos deseos. Ven Espíritu Santo, para que no me vuelvan a
arrastrar las viejas costumbres, para que no me dominen otra vez las malas
inclinaciones, los rencores, la melancolía. Ven Espíritu Santo, para que todo
en mí sea luminoso. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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