PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3772 ~ Domingo 16 de Setiembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús
llamó a la gente y a sus discípulos para que escuchen bien sus palabras. Las
repetirá en diversas ocasiones. No las han de olvidar jamás. "Si alguno
quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y
que me siga".
Seguir
a Jesús no es obligatorio. Es una decisión libre de cada uno. Pero hemos de
tomar en serio a Jesús. No bastan confesiones fáciles. Si queremos seguirlo en
su tarea apasionante de hacer un mundo más humano, digno y dichoso, hemos de
estar dispuestos a dos cosas. Primero, renunciar a proyectos o planes que se
oponen al reino de Dios. Segundo, aceptar los sufrimientos que nos pueden
llegar por seguir a Jesús e identificarnos con su causa.
¿Nos
decidimos a seguirlo?
¡Buenos días!
Invitación especial
La Reina de la paz te invita a convertir y salvar al
mundo. Ella puede llevarte a vivir un amor muy intenso a Dios. “Ustedes saben
que los amo, que ardo en amor. Por eso, queridos hijos, decídanse a amar, a
arder de amor. Aprendan a conocer día tras día el amor de Dios”. Trata de vivir
sus mensajes y verás los milagros del divino amor en tu vida cotidiana.
“¡Queridos hijos! Hoy
quisiera decirles que los amo. Yo los amo con mi amor maternal y los exhorto a
abrirse completamente a mí, a fin de que a través de cada uno de ustedes yo
pueda disponer de los medios para convertir y salvar al mundo donde hay tanto
pecado y tantas cosas malas. Por eso, mis queridos hijitos, ábranse
completamente a mí para que yo pueda llevarlos más y más hacia el amor
maravilloso de Dios, el Creador, quien se revela a ustedes día a día. Yo estoy
a su lado y les muestro al Dios que los ama. ¡Gracias por haber respondido a mi
llamado!”
La Virgen María invita a todos a amar, con el mismo
amor de Dios. Así tu vida será más hermosa y desinteresada. Comprenderás que
Dios se te da de la manera más sencilla y maravillosa, por amor.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Is 50, 5-9a
♥ Salmo: Sal 114, 1-6. 8-9
♥ Segunda Lectura: Sant 2, 14-18
♥ SANTO EVANGELIO: Mc 8,27-35
En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia
los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus
discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos,
que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él
les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú
eres el Cristo».
Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca
de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser
reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y
resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte,
Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos,
reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus
pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».
Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos,
les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su
cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien
pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará».
♥ Comentario:
Hoy día nos encontramos con situaciones similares a
la descrita en este pasaje evangélico. Si, ahora mismo, Dios nos preguntara
«¿quién dicen los hombres que soy yo?» (Mc 8,27), tendríamos que informarle
acerca de todo tipo de respuestas, incluso pintorescas. Bastaría con echar una
ojeada a lo que se ventila y airea en los más variados medios de comunicación.
Sólo que… ya han pasado más de veinte siglos de “tiempo de la Iglesia”. Después
de tantos años, nos dolemos y —con santa Faustina— nos quejamos ante Jesús:
«¿Por qué es tan pequeño el número de los que Te conocen?».
Jesús, en aquella ocasión de la confesión de fe hecha
por Simón Pedro, «les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él»
(Mc 8,30). Su condición mesiánica debía ser transmitida al pueblo judío con una
pedagogía progresiva. Más tarde llegaría el momento cumbre en que Jesucristo
declararía —de una vez para siempre— que Él era el Mesías: «Yo soy» (Lc 22,70).
Desde entonces, ya no hay excusa para no declararle ni reconocerle como el Hijo
de Dios venido al mundo por nuestra salvación. Más aun: todos los bautizados
tenemos ese gozoso deber “sacerdotal” de predicar el Evangelio por todo el
mundo y a toda criatura (cf. Mc 16,15). Esta llamada a la predicación de la
Buena Nueva es tanto más urgente si tenemos en cuenta que acerca de Él se
siguen profiriendo todo tipo de opiniones equivocadas, incluso blasfemas.
Pero el anuncio de su mesianidad y del advenimiento
de su Reino pasa por la Cruz. En efecto, Jesucristo «comenzó a enseñarles que
el Hijo del hombre debía sufrir mucho» (Mc 8,31), y el Catecismo nos recuerda
que «la Iglesia avanza en su peregrinación a través de las persecuciones del
mundo y de los consuelos de Dios» (n. 769). He aquí, pues, el camino para
seguir a Cristo y darlo a conocer: «Si alguno quiere venir en pos de mí (…)
tome su cruz y sígame» (Mc 8,34).
Rev. D. Antoni CAROL i
Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
Palabras de San Juan
Pablo II
“El Concilio Vaticano II da un paso de gigante tanto
en la doctrina como en la devoción mariana. No es posible traer aquí ahora todo
el maravilloso capítulo VIII de la Lumen Gentium, pero habría que hacerlo.
Cuando participé en el Concilio, me reconocí a mí mismo plenamente en este
capítulo, en el que reencontré todas mis pasadas experiencias desde los años de
la adolescencia, y también aquel especial ligamen que me une a la Madre de Dios
de forma siempre nueva. María, además de ser la Madre cercana, discreta y
comprensiva, es la mejor Maestra para llegar al conocimiento de la verdad a
través de la contemplación”
Predicación del
Evangelio:
Encuesta
En nuestra época, las encuestas ocupan un lugar
destacadísimo pues, gracias a la información que nos dan, permiten detectar las
expectativas que tiene la opinión pública: Las empresas las utilizan para poder
conocer cómo son aceptados sus productos y servicios, así como los de la
competencia. Los partidos políticos las analizan con mucha atención para hacer
un seguimiento de las tendencias del electorado. En pocas palabras, estos
estudios son esenciales para poder tomar decisiones acertadas.
Pues bien, el Evangelio de hoy nos muestra cómo
Jesús, anticipándose 2.000 años a los estudios de mercado, aplicó una pequeña
encuesta, que constaba de dos preguntas:
- La primera pregunta está formulada de la siguiente
manera: “¿Quién dice la gente que soy yo?” Al hacerla, Jesús quería tener
información sobre la manera como era percibido por sus contemporáneos. No
olvidemos que existían muchos imaginarios alrededor de la figura del Mesías.
- La segunda pregunta es mucho más directa: “Y
ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Al incluir esta pregunta dentro de la
encuesta que aplicó a sus seguidores, Jesús exploró qué tan exitosa había sido
la formación que había dado a sus discípulos.
Han pasado 2.000 años después de que Jesús aplicara
esta encuesta a un reducido número de seguidores. En la actualidad, el número
de los cristianos constituye un segmento muy importante de la población
mundial. ¿Qué sucedería si volviéramos a aplicar este mismo cuestionario a los que se dicen cristianos dentro de las
diversas Iglesias? Para ellos ¿qué significa llamarse cristianos, cómo
entienden el seguimiento de Jesús?
En esta breve meditación dominical no podemos
desarrollar en profundidad este tema. Me referiré, de manera esquemática, a
tres maneras de entender el Cristianismo, las cuales han tenido un gran
impacto.
Empecemos por la primera de ellas. Hay personas que
han utilizado el Cristianismo para
perpetuar sus privilegios económicos, sociales y políticos:
- Consideran la miseria como un hecho sociológico
normal, que es parte del plan de Dios. Rebelarse contra este modelo de
organización es insubordinarse contra un orden establecido por Dios.
- Además han utilizado la promesa del cielo como un
anestésico contra las reivindicaciones sociales. A los que sufren en este valle
de lágrimas les está garantizada la felicidad eterna.
- Como lo podemos ver, se trata de una interpretación
torcida del hecho cristiano, pues así perpetúan un sistema injusto y bloquean
cualquier proceso de cambio.
Pasemos a una segunda interpretación del
Cristianismo, que está en las antípodas del modelo que acabamos de enunciar. Se
trata de la interpretación de Cristo como un líder político que asumió las
luchas de su pueblo contra el invasor romano:
- Esta imagen de un Cristo guerrillero y
contestatario estuvo de moda en los años 70 y 80, y fue el motivo por el cual
algunos sacerdotes y jóvenes universitarios soñadores emprendieron el
desafortunado camino de la lucha armada. Recordemos a Camilo Torres, al cura
Pérez fundador del ELN, y a tantos otros...
- Los que se identificaron con esta interpretación
del Cristianismo quisieron juntar lo que era incompatible: la buena noticia del
Reino con el materialismo marxista. Este modelo se derrumbó al mismo tiempo que
caía el muro de Berlín.
En la actualidad hay una tercera interpretación del
hecho cristiano, la cual tiene gran fuerza, particularmente en las nuevas
generaciones que viven en los grandes centros urbanos. Para ellos el
Cristianismo es una religión hecha a la
medida de cada cliente o simpatizante. ¿De dónde surge esta comprensión tan
cómoda y facilista de la religión?
- En nuestra cultura, el individualismo ha tomado
muchísima fuerza. El argumento del “libre desarrollo de la personalidad” ha
servido como justificación para una legislación cada vez más permisiva.
- En este contexto, la vivencia religiosa está teñida
de subjetivismo, lo cual lleva a rechazar cualquier forma de institucionalidad.
Las decisiones se toman, no como respuesta a la interpelación de unos valores
objetivos, sino siguiendo la conveniencia del momento.
- Para muchos de nuestros contemporáneos, las normas
éticas y las expresiones religiosas dependen de los sentimientos subjetivos,
dependen del “me nace o no me nace”.
Hagamos una pausa en nuestra reflexión. Hemos dicho
que unos usan la religión como una justificación para un modelo de sociedad esencialmente
injusto. En el otro extremo, encontramos a los que pretenden manipular la
religión como apoyo a unas opciones políticas radicales. Y hay una tercera
manera de ver el Cristianismo; se trata de aquellos que se inventan su propia
religión, en la cual el criterio es el
capricho subjetivo del individuo.
Las lecturas de este domingo, en particular el texto
de Marcos y las palabras de Isaías sobre el siervo de Yahvé, nos muestran una
realidad muy diferente:
- El seguimiento de Jesús no es compatible con un orden injusto y excluyente, ni con la
lucha de clases; la religión no puede servir de justificación para hacer lo que
nos da la gana.
- Jesús pronunció unas palabras que no permiten una
lectura maquillada: “El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser
condenado por los senadores, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y
resucitar el tercer día”, “el que quiera venir conmigo, que se niegue a sí
mismo, que cargue con su cruz y me siga”.
Es hora de terminar nuestra meditación dominical.
Jesús, adelantándose a los profesionales que hacen estudios de opinión, aplica
una breve encuesta a sus seguidores. Estas dos preguntas hechas por Jesús nos
hacen pensar en la forma como vivimos nuestra religión, que no puede ser puesta
al servicio de intereses económicos y
políticos. El seguimiento de Jesús es muy exigente y exige un compromiso de
vida. No existe la posibilidad de vivir un Cristianismo “light”, que se acomoda
a mi conveniencia individual.
© Padre Jorge Humberto Peláez S.J.
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internet.
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"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes
acceder en la dirección:
Ofrecimiento para
sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que
atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que
llegan en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y
en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega
ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
♡ Desde
Manizales, Colombia, nuestro querido amigo el Padre Mario Barenzano RCJ
(Rogacionista del Corazón de Jesús) escribe hace un par de días y dice: “me comprometo a rezar Cinco Santas Misas (a
partir de mañana) para que tú, pequeño sembrador, puedas seguir adelante con tu
OBRA EVANGELIZADORA. Que el Señor Jesús y su Madre, la Virgen Santa, te siguen
acompañando y bendiciendo. Un gran abrazo y Bendiciones. P. Mario RCJ.” ¡Muchas gracias Padre Mario!
♡ Recibimos un
mensaje de Sor María Ignacia que copio textualmente: ”Las Agustinas Misioneras estamos muy felices porque el día 8 de
diciembre, el día de la Inmaculada Concepción, beatificarán en Orán (Argelia) a
nuestras mártires Caridad y Esther. Dad gracias a Dios con nosotras”
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Setiembre 16
El Espíritu Santo puede enseñarnos a disfrutar de las
cosas lindas de la vida, pero en la presencia de Dios. Él nos enseña a gozar,
encontrando al Señor también en los placeres cotidianos.
Por ejemplo: Si uno aprende a disfrutar de la ducha,
si es capaz de detenerse a disfrutar el roce del agua caliente, si deja que su
cuerpo se alivie con el agua, y se detiene sin prisa a gozar de ese contacto.
Entonces, puede empezar a imaginarse a Dios como agua viva, agua que sana, agua
que alivia. Dios como fuente de vida, manantial infinito.
Si está escuchando música que le gusta, ¿por qué no
puede detenerse un minuto a disfrutarla? Y mientras la escucha, puede poco a
poco dejar que el ritmo y la armonía vayan tomando todo su ser. Y así empieza a
imaginar a Dios como una música infinita, que lo envuelve y le hace bailar por
el universo.
Si está ante un paisaje, puede detenerse un rato, sin
apuros. Hay gente que pasa ante los paisajes como si estuviera mirando fotos, y
no se queda aunque sea unos minutos disfrutándolo. O ignora las flores, o un
árbol, o el cielo. En cambio deteniéndose en esas cosas, poco a poco, uno puede
comenzar a contemplar a Dios como belleza infinita.
Podemos intentarlo. Alguna vez que estemos
disfrutando de algo, invoquemos al Espíritu Santo para poder elevarnos en medio
de ese placer. No se trata de renunciar al placer, sino de darle un sentido
infinito.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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