jueves, 28 de septiembre de 2017

Pequeñas Semillitas 3461

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3461 ~ Jueves 28 de Setiembre de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, cuenta que estando en Pamplona haciendo un retiro, el año 1938, todas las mañanas oía en la  iglesia rectoral de santa Isabel un abrirse la puerta con estrépito y volver a cerrarse. Se propuso saber qué era aquello. Esperó cerca de la puerta y, cuando llegó el autor de aquellos ruidos, lo abordó preguntándole qué es lo que hacía: “Yo, padre, paso todas las mañanas por delante de la iglesia, repartiendo leche por las casas. Abro la puerta, no con mucha delicadeza, y le digo a Jesús que está en el sagrario: Aquí está Juan el lechero.”
A Josemaría le impresionó vivamente el encuentro con aquel hombre y aprendió una buena lección de cómo tratar a Jesús con sencillez. Alguna vez, recordando aquello, dirá en su oración: “Jesús, aquí está este sacerdote, que no sabe tratarte como Juan el lechero”.

¡Buenos días!

Sorprendente conversión
El P. Mateo Crawley, infatigable misionero, narró la siguiente anécdota. Una niña se presentó un día en mi parroquia. Terminada la confesión de sus pecados, me dijo: Padre yo veo todos los días a Jesús. ¿Y cuándo lo ves? Apenas recibo la Comunión y regreso a mi puesto, Jesús se pone a mi lado y hablamos. ¿Y los otros no lo ven también? No lo sé, Padre. ¿Y qué es lo que te dice? Me dice siempre que me quiere mucho y que quiere ser muy amado. ¿En qué forma ves a Jesús? Corno un niño. ¿Y qué cosas le preguntas? Nada, Padre. ¿Qué cosas le puedo preguntar?

Quise entonces cerciorarme de que Jesús realmente se le aparecía a esta niña y, para hacerlo, se me ocurrió una prueba. Le dije: Escúchame, pequeña. La próxima vez que veas a Jesús después de hacer tu comunión, le dirás que yo deseo convertir a un pecador, que me lo mande. Y después vendrás a decirme lo que Jesús te responda.

Al día siguiente, finalizada la Misa, se presentó de nuevo la niña en el confesonario. Padre, ha venido Jesús y me ha dicho que el pecador llegaría enseguida. Entretanto advertí que a la iglesia acababa de entrar una persona. Me dirigí entonces hacia el fondo de la iglesia. Se encontraba allí un hombre de rostro turbado. Daba la impresión de que quería hablarme. Padre, hace muchos años que no entro en una iglesia, pero hace media hora he sentido una voz interior que me urgía a hacerlo. Ha sido tan insistente que me he decidido entrar, pues tengo una sensación de que si no me confieso no podré vivir nunca más en paz. La conversión de este pecador era la prueba más maravillosa de la aparición de Jesús a esa niñita.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?». Y buscaba verle. (Lc 9,7-9)

Comentario:
Hoy el texto del Evangelio nos dice que Herodes quería ver a Jesús (cf. Lc 9,9). Ese deseo de ver a Jesús le nace de la curiosidad. Se hablaba mucho de Jesús por los milagros que iba realizando a su paso. Muchas personas hablaban de Él. La actuación de Jesús trajo a la memoria del pueblo diversas figuras de profetas: Elías, Juan el Bautista, etc. Pero, al ser simple curiosidad, este deseo no trasciende. Tal es el hecho que cuando Herodes le ve no le causa mayor impresión (cf. Lc 23,8-11). Su deseo se desvanece al verlo cara a cara, porque Jesús se niega a responder a sus preguntas. Este silencio de Jesús delata a Herodes como corrupto y depravado.
Nosotros, al igual que Herodes, seguramente hemos sentido, alguna vez, el deseo de ver a Jesús. Pero ya no contamos con el Jesús de carne y hueso como en tiempos de Herodes, sin embargo contamos con otras presencias de Jesús. Te quiero resaltar dos de ellas.
En primer lugar, la tradición de la Iglesia ha hecho de los jueves un día por excelencia para ver a Jesús en la Eucaristía. Son muchos los lugares donde hoy está expuesto Jesús-Eucaristía. «La adoración eucarística es una forma esencial de estar con el Señor. En la sagrada custodia está presente el verdadero tesoro, siempre esperando por nosotros: no está allí por Él, sino por nosotros» (Benedicto XVI). —Acércate para que te deslumbre con su presencia.
Para el segundo caso podemos hacer referencia a una canción popular, que dice: «Con nosotros está y no lo conocemos». Jesús está presente en tantos y tantos hermanos nuestros que han sido marginados, que sufren y no tienen a nadie que “quiera verlos”. En su encíclica Dios es Amor, dice el Papa Benedicto XVI: «El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es ante todo una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial». Así pues, Jesús te está esperando, con los brazos abiertos te recibe en ambas situaciones. ¡Acércate!
Rev. P. Jorge R. BURGOS Rivera SBD (Cataño, Puerto Rico)

Santoral Católico:
San Wenceslao de Bohemia
Mártir
Nació en Bohemia de padre cristiano y madre pagana hacia el año 907. Fue educado en la sabiduría humana y divina por su abuela paterna, santa Ludmila. Fue severo consigo mismo, pacífico en la administración del reino y misericordioso para con los pobres, redimiendo para ser bautizados a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Alrededor del año 925 tomó, como Duque, el gobierno de su país. Enseguida se encontró con la hostilidad de los grandes señores amigos del paganismo todavía reinante en sus tierras, que le impedían el recto y justo gobierno de su ducado y la formación cristiana de sus súbditos. Fue un jefe pacífico y conciliador, promotor de la justicia hacia los desamparados y de las obras de misericordia hacia los pobres, a la vez que profundamente piadoso. Su hermano Boleslao, que capitaneaba la oposición de los violentos, con la colaboración de unos sicarios lo asesinó cerca de Praga el 28 de septiembre del año 929. Enseguida fue tenido por mártir y es venerado como patrono principal de Bohemia.
Oración: Señor, Dios nuestro, que inspiraste a tu mártir san Wenceslao preferir el reino de los cielos al reino de este mundo, concédenos, por sus ruegos, llegar a negarnos a nosotros mismos para seguirte a ti de todo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano     

Palabras del Papa Francisco
“La esperanza es lo más importante para la humanidad. Es la esperanza la que protege la vida, la custodia y la hace crecer… es lo más divino que existe en el corazón del hombre. Si los hombres no cultivan la esperanza, no encontraremos la salida de la caverna en la que se encontraba la humanidad. Dios no se preocupa tanto por la fe o la caridad de los fieles, lo que de verdad le maravilla, lo que le conmociona, es la esperanza de la gente. No tengamos miedo de compartir el viaje, compartir la esperanza. La esperanza no es una virtud para gente con el estómago lleno, porque siempre los pobres son los primeros portadores de la esperanza… Los pobres, los mendigos, son los protagonistas de la historia”

Historias:   
De alcohólico a los altares
Matt Talbot era alcohólico. Su papá era alcohólico. Casi todos sus hermanos eran alcohólicos. No había recibido educación ni formación, y murió en el olvido. Y pronto, si Dios quiere, el venerable Matt Talbot será santo.

Talbot (1856-1925) fue el segundo de 12 hijos de una familia obrera de Dublín en una época en que la comida y el trabajo escaseaban, y la esperanza aún más. La vida familiar de Matt fue inestable y su educación inconsistente. Tras algunos años de ir a la escuela esporádicamente, Matt la abandonó definitivamente para ir a trabajar.

Su primer trabajo fue con un vendedor de vinos, y las degustaciones ocasionales del producto lo transformaron rápidamente en alcohólico. A los 13 años la vida de Matt estaba guiada por su necesidad de beber. Gastaba todo su sueldo en alcohol, y llegó a empeñar sus botas cuando no tenía suficiente dinero. El papá de Matt lo golpeó y lo obligó a cambiar de trabajo, pero ya era muy tarde. El alcohol lo había atrapado, y como su papá sabía bien, no lo abandonaría sin luchar.

Pero Matt no quería luchar. Quería beber, sólo eso. Sus amigos dijeron que “quería sólo una cosa: beber. No sale con nosotros a la fiestas o a la escuela, pero hace lo que sea por beber”. Durante 15 años Matt mendigó, pidió prestado y robó cualquier cosa que necesitara para satisfacer su dependencia, llegando incluso a robarle el violín a un mendigo para venderlo y comprar licor.

Matt era una causa perdida – decían todos.

Un día, cuando tenía 28 años, se dio cuenta de repente de cuán falsa era su felicidad y sus amigos. Si faltaba algunos días al trabajo perdía todo lo que había ganado en el alcohol, y entonces se quedaba afuera de los bares, esperando a que alguno de sus amigos de bebida le ofreciera una copa. Cuando un amigo tras otro pasaban delante de él sin hacerle caso, Matt se empezó a dar cuenta de cuán vacía era su vida.

Enojado con sus amigos y consigo mismo volvió a casa, a una mamá sorprendida de ver a su hijo en casa sobrio a esa hora. Después de la cena anunció su intención de hacer un voto de abstenerse de cualquier tipo de bebida alcohólica. Su mamá, cuyo pesimismo no era sin fundamento, lo exhortó a no hacer un voto de ese tipo a menos que tuviera realmente la intención de mantenerlo.

Pero el corazón de Matt había ya sido tocado, primero por la miseria, luego por el remordimiento y finalmente por el amor. Se confesó por primera vez desde hacía años y volvió a acercarse a los sacramentos. Prometió permanecer sobrio durante tres meses, luego seis, luego durante toda la vida. Trabajó todavía más duro y donó a los pobres el dinero que habría gastado en beber. Iba a misa cada día, vivía sencillamente y realizaba grandes actos de penitencia y ascetismo. Se volvió franciscano de la Tercera Orden. Aprendió a leer para poder estudiar la Biblia y la vida de los santos. Y lo más importante, no volvió a tocar una gota de alcohol.

Pero no dejó nunca de ser alcohólico, porque la tentación de beber permaneció. Al principio de su abstinencia decidió no llevar dinero consigo, porque no quería ser tentado a entrar en un bar y pedir una cerveza. Después del trabajo, cuando sus compañeros iban al bar, Matt iba a la iglesia. Sabía que si no llenaba su tiempo con algo habría recaído. “Nunca seas demasiado duro con el hombre que no logra dejar de beber”, dijo una vez. “Dejar de beber es difícil como resucitar a los muertos. Pero ambas cosas son posibles e incluso fáciles para Nuestro Señor. Debemos sólo depender de Él”.

El domingo de la Trinidad, cuando tenía 69 años, Matt Talbot estaba paseando lentamente por las calles de Dublín para ir a misa. Con el cuerpo debilitado por décadas de trabajo duro, murió de un infarto y fue descubierto sólo después como un anciano no identificado encontrado muerto por la calle. Murió como había vivido, en la oscuridad. Pero ese día nació a la gloria.

El venerable Matt Talbot es la prueba del hecho que ser un seguidor de Cristo no vuelve fácil la virtud, pero sí posible. Jesús cayó tres veces bajo el peso de la cruz para mostrarnos qué significa perseverar en la debilidad, y Matt Talbot hizo precisamente eso, dando ejemplo de qué quiere decir vivir con una adicción. Pedimos su intercesión por todos aquellos que sufren adicciones, para que Dios les dé el valor de perseverar en la difícil vía de recuperación. Venerable Matt Talbot, ruega por nosotros.
© Meg Hunter-Kilmer (Aleteia)

Meditaciones
Cierto individuo de apellido Pérez se hallaba sobre el tejado de su casa durante una inundación, observando el agua que subía y subía, hasta llegarle a los pies. Poco después pasó un hombre, remando en una canoa, y le gritó:
—Señor, ¿quiere que lo lleve a un lugar alto?
—No gracias. Tengo fe en el Señor, y él me salvará. Pasó el tiempo, y el agua le llegó a Pérez hasta la cintura. En eso se detuvo allí una lancha a motor, y desde dentro gritó una voz:
—¿Quiere que lo lleve a un terreno más alto?
—No, gracias. Tengo fe en el Señor, y él me salvará. Poco después se acercó a Pérez un helicóptero, cuando el nivel del agua le llegaba ya al cuello.
—Préndase de la cuerda, y yo lo subiré, le gritó el piloto.
—No, gracias. Tengo fe en el Señor, y él me salvará.
Desconcertado, el piloto dejó a Pérez en el tejado, casi cubierto por las aguas. Al cabo de dos horas de permanecer en ese sitio, el pobre hombre, exhausto, no pudo resistir más. Se ahogó y fue a recibir su recompensa. Mientras aguardaba ante las puertas del paraíso, se halló frente a su Creador, y se quejó de lo que le había ocurrido.
—Señor, yo tenía total fe en que tú me salvarías, pero me abandonaste. ¿Por qué?
Y el Señor le respondió:
—¡Te mandé una canoa, una lancha y un helicóptero! ¿Qué más querías?  
Este cuento expresa una realidad muy repetida. Mucha gente supone que todo lo tiene que hacer Dios, olvidando el viejo dicho español: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Tenemos que rezar como si todo dependiera de Dios, pero actuar como si todo dependiera de nosotros.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. 

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Amira B. vda. de V,, quien falleció el día de ayer en Colombia. Que el Señor dé consuelo y fortaleza a la familia.

Pedimos a Dios que apoye y sostenga la obra "Centro Pastoral de Evangelización Santa Rita de Cascia". Una familia del distrito de Pacasmayo-Trujillo-Perú, donó un terreno y las religiosas agustinas, viendo la necesidad del pueblo, decidieron construir un hogar para ancianos, un hogar para niños, una casa de retiro y una Capilla. Le pedimos al Todopoderoso que ilumine estos planes y señale los mejores caminos para poder lograr la realización de este proyecto.

Pedimos oración para Marisa, de Buenos Aires, Argentina, que hace un tiempo fue operada de cáncer de mama de lo que se recuperó. Luego se cayó y se fracturó  un tobillo, también se recuperó, pero la osteoporosis y la debilidad producida por la quimioterapia, hicieron que una nueva caída, la semana pasada, le haya producido la fractura de cadera. Está internada, esperando la llegada de la prótesis para poder operarla, que demorará, según le explicaron, aproximadamente diez días, con mucho dolor físico y espiritual. Elevamos nuestra plegaria al Señor Jesús por su pronta recuperación.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
Setiembre 28
La relación de María con el Espíritu Santo era de una siempre creciente docilidad y entrega al poder deificador del Espíritu.
La obra del Espíritu conduce a María a la contemplación de Dios en todas las cosas, y a nuevos niveles de conocimiento de su unidad en la Trinidad con todo el universo creado.
El Espíritu de Dios obra igualmente en nosotros aunque no siempre nos damos cuenta de lo que es capaz de hacer en el corazón del cristiano.
María, Madre de la Iglesia, abre nuestro corazón a la acción transformadora del Espíritu.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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