PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3238 ~ Jueves 12 de Enero de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
A
veces nos puede suceder que al vivir habitualmente en gracia de Dios y ya no
cometer pecados graves, ya nos creemos en el Cielo, y pensamos que no
necesitamos tanto de la oración.
Nada
más lejos de la verdad que esto. Porque si nos mantenemos en gracia de Dios no
es sólo por mérito nuestro, sino especialmente por la ayuda de Dios, que nos
mantiene en la gracia y no deja que caigamos en pecado, y esta ayuda del Señor
la obtenemos por medio de la oración. Así que si dejamos de orar, poco a poco
volveremos a la esclavitud del pecado y del demonio.
Entonces
nunca debemos decir “basta” a la oración, sino todo lo contrario, puesto que
cuando más alto estemos en la vida espiritual, tanto más debemos rezar, para no
caer, para seguir avanzando sin retroceder, y para mantener lo que ya hemos
logrado.
Si
supiéramos todas las gracias que recibimos a través de la oración, no
dejaríamos de rezar tan fácilmente como lo hacemos ahora.
Un
ejemplo claro: Jesús y María. Ellos no tenían la necesidad de orar porque eran
perfectos. Sin embargo no hay personas que hayan rezado más que ellos dos.
¿Y
nosotros tenemos en tan poca estima la oración? Verdaderamente debemos
reconocer que el demonio nos ha engañado un poco y nos ha entibiado en el
fervor y la oración. Es tiempo de empuñar nuevamente el arma de la oración.
“Y
no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio
de la oración.” (Diario #146 – Santa Faustina Kowalska)
Sitio
Santísima Virgen
¡Buenos días!
Decídete a servir
Hay
personas que al organizar su propia vida se plantean la pregunta ¿dónde puedo
ser más útil a los demás? Es un buen planteo desde el vamos, porque han dejado
a un lado la propia comodidad y ventaja, para centrarla en el prójimo. Es un
enfoque que pone el servicio en primer lugar.
Pocos son los hombres que construyen ciudades; la
mayoría las habita. Pocos son los que proyectan la construcción de un puente;
la mayoría lo utiliza. Pocos son los que levantan rascacielos y fábricas; la
mayoría trabaja en ellos. Igual que esos pocos privilegiados, la felicidad
llegará a ti cuando te atrevas a poner los cimientos de grandes estructuras,
para satisfacer las necesidades de tus semejantes. Desarrolla dentro de ti el
magnífico sueño de guiar a los hombres a
desarrollar y utilizar todo su potencial, y así les ayudarás a levantar
estructuras gigantescas con sus propias vidas. Cuando te hayas atrevido a
ayudar a tus semejantes, habrás descubierto el significado de una vida feliz,
más rica y abundante. ¡Te reto a que lo hagas!
La
situación difícil que atraviesa la Argentina
—economía fluctuante, inflaciones periódicas, falta de trabajo,
crecimiento de la pobreza, etc.— ha generado un hecho digno de admiración: el
voluntariado. Personas que, dejando la queja estéril, entregan su vida a las
necesidades urgentes que perciben a su alrededor. Son vocaciones de servicio.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, vino a Jesús un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le
dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó
y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra y
quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no
digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación
la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio».
Pero
él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia,
de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino
que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a Él de todas
partes. (Mc
1,40-45)
Comentario:
Hoy,
en la primera lectura, leemos: «¡Ojalá oyereis la voz del Señor: ‘No queráis
endurecer vuestros corazones’!» (Heb 3,7-8). Y lo repetimos insistentemente en
la respuesta al Salmo 94. En esta breve cita, se contienen dos cosas: un anhelo
y una advertencia. Ambas conviene no olvidarlas nunca.
Durante
nuestro tiempo diario de oración deseamos y pedimos oír la voz del Señor. Pero,
quizá, con demasiada frecuencia nos preocupamos de llenar ese tiempo con
palabras que nosotros queremos decirle, y no dejamos tiempo para escuchar lo
que el Buen Dios nos quiere comunicar. Velemos, por tanto, para tener cuidado
del silencio interior que —evitando las distracciones y centrando nuestra
atención— nos abre un espacio para acoger los afectos, inspiraciones... que el
Señor, ciertamente, quiere suscitar en nuestros corazones.
Un
riesgo, que no podemos olvidar, es el peligro de que nuestro corazón —con el
paso del tiempo— se nos vaya endureciendo. A veces, los golpes de la vida nos
pueden ir convirtiendo, incluso sin darnos cuenta de ello, en una persona más
desconfiada, insensible, pesimista, desesperanzada... Hay que pedir al Señor
que nos haga conscientes de este posible deterioro interior. La oración es ocasión
para echar una mirada serena a nuestra vida y a todas las circunstancias que la
rodean. Hemos de leer los diversos acontecimientos a la luz del Evangelio, para
descubrir en cuáles aspectos necesitamos una auténtica conversión.
¡Ojalá
que nuestra conversión la pidamos con la misma fe y confianza con que el
leproso se presentó ante Jesús!: «Puesto de rodillas, le dice: ‘Si quieres,
puedes limpiarme’» (Mc 1,40). Él es el único que puede hacer posible aquello
que por nosotros mismos resultaría imposible. Dejemos que Dios actúe con su
gracia en nosotros para que nuestro corazón sea purificado y, dócil a su
acción, llegue a ser cada día más un corazón a imagen y semejanza del corazón
de Jesús. Él, con confianza, nos dice: «Quiero; queda limpio» (Mc 1,41).
* Rev. D. Xavier PAGÉS i Castañer (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Margarita Bourgeoys
Fundadora
Nació
en Troyes (Francia) el año 1620. Huérfana de madre, tuvo que cuidar a sus
hermanos pequeños. Al mismo tiempo comenzó a visitar enfermos, dar el catecismo
a los niños y hacer otras obras de apostolado. En 1653 marchó como misionera a
Canadá, invitada por el gobernador de aquella tierra, para hacerse cargo de la
educación de las niñas de padres franceses en la colonia de Ville-Marie, futura
ciudad de Montreal. Su dedicación a la enseñanza y a otras tareas de apostolado
atrajo en torno a ella numerosas jóvenes, llegadas de Francia, con las que
fundó la Congregación de Nuestra Señora, a la que desde pequeña había profesado
una gran devoción. Pronto se multiplicaron las vocaciones, las escuelas y los
hospitales. Murió en Montreal el 12 de enero de 1700. Fue canonizada el año
1982.
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa Francisco
«Yo
veo claramente qué es lo que más necesita la Iglesia hoy: la capacidad de curar
las heridas y de calentar los corazones de los fieles, la cercanía y la
proximidad. Yo veo a la Iglesia como un hospital de campo después de una
batalla. ¡Es inútil preguntarle a un herido grave si tiene alto el colesterol o
el azúcar! Hay que curar sus heridas. Después podremos hablar de lo demás.
Curar las heridas, curar las heridas... Y hay que comenzar desde abajo».
Temas Médicos:
Depresión del domingo a la tarde
Todos
conocemos esa sensación de tristeza o
melancolía de los domingos a la tarde… cuando comprobamos que se termina el
descanso del fin de semana y tenemos que aprontarnos para reiniciar las
actividades laborales o de estudio. En este artículo se dan algunas sugerencias
para tratar de superarla:
1 – Evitar la ansiedad y la nostalgia
Si
te sientes deprimido, sin duda hay algún elemento inevitable típico de la tarde
de un domingo, pero tal vez haya otros temores tangibles que se cuelen en este
momento de vulnerabilidad. La ansiedad paraliza, transforma los obstáculos en
montañas y no es el estado idóneo para afrontar con eficacia y serenidad la
semana que entra.
Si
vienes de pasar un fin de semana idílico, recuerda que esos días son valiosos
precisamente porque son pasajeros, y que el fin de semana próximo está a solo
cinco días de distancia. Incluso puedes empezar ya a organizarlo, a enviar
invitaciones y darle así un sentido especial al transcurso de la semana.
Lo
mejor que puedes hacer también es centrarte en el lado bueno de tu trabajo ─si
te gusta lo que haces─, en vez de en lo malo. Tener responsabilidades, sea al
nivel que sea, es gratificante. Si no es el caso, siempre está en segundo plano
la satisfacción de ganarse la vida o de cubrir las necesidades de la familia.
2 – Pensar la semana en positivo
Repasa
todos los halagos que hayas recibido o las buenas acciones que hicieras la
semana anterior. Si no hubo ninguno, reflexiona sobre un medio para generarlos
y encontrar más satisfacción personal y de cara al contacto con los demás.
Esta
semana siguiente es también la ocasión para corregir los errores o las
omisiones de la semana anterior, o tal vez quieras repetir o excluir alguna
actividad. Ten prevista alguna cosa que no hagas habitualmente, sencilla pero
agradable. Puede estar relacionada con mejorar la calidad de tus trayectos
diarios, u ocupar tus tardes, o volver a ver a un amigo.
Si
tienes muchas ideas en la cabeza, escríbelas en un papel por orden de
importancia o cronológico; vuélvelo a leer únicamente al día siguiente y
durante la semana.
3 – Descansar sin aburrirse
Hay
quienes prefieren mantenerse muy ocupados para no pensar en la semana que
viene, y hay otros que no hacen nada en absoluto, a la espera de retomar el
ritmo. La mejor alternativa es estar activo, pero de manera apacible. Al igual
que los boxeadores tailandeses que realizan su danza de guerrero para bajar su
ritmo cardíaco y prepararse para el combate, es bueno calmarse antes de atacar
una semana nueva.
Ve
una película relajante o divertida, pero no una boba; o lee ese libro que te
está esperando en la mesita de noche o en la estantería desde hace semanas.
Elige
alguna cosa que te apetezca, que te permita concentrarte en vez de dispersarte,
que te sirva de sustento interior, aunque no necesariamente esté relacionado
con tu trabajo o los problemas de la sociedad. Es importante marcar una
división con el trabajo, conservar esos límites, por el riesgo de quedar
invadido por la vida laboral. El domingo por la tarde es buena ocasión para ir al
teatro, al cine o para descubrir un lugar nuevo antes de que llegue la noche.
4 – Establecer un ritual
En
familia, puedes inaugurar un ritual nuevo con motivo de una comida familiar.
Alguna otra manera de cenar, tal vez más festiva, cambia el estado de ánimo y
reconforta el corazón. Puede tratarse de un cambio de lugar o marcar el final
de la comida con un juego, o cualquier otra idea que amenice la convivencia.
Entre amigos podríais organizar una cena que no termine demasiado tarde, con el
mismo espíritu de convivencia. Cuídate, cuida a tu cuerpo, haz deporte (que por
cierto te ayudará a dormir mejor) y por último, disfruta un poco más de la
ducha o del baño insistiendo en el aspecto del bienestar.
Disponer
de una actividad reservada para el domingo por la noche permite también
prevenir las malas vibraciones, incluso si es necesario aprender a domesticar
esa melancolía, que puede ser muy útil para las personas más artísticas o
creativas.
5 – Acostarse después de rezar
Después
de hacer la lista de tus miedos, deseos, expectativas, turbaciones, y una vez
identificados los frutos de tu examen de conciencia, confía todo ello a la
oración, abandónalo todo, lo positivo y lo negativo. No dudes en hacer
peticiones y preguntas, es un acto que te implica y que te hace no afrontar
solo tus batallas. Da gracias por todos los buenos momentos del fin de semana y
demás, y añade intenciones particulares (por ejemplo, en favor de aquellos que
se sienten melancólicos esa noche). Ahora ya puedes dormir tranquilo y con ganas
de despertar al día siguiente.
©
Louise Almeras
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para dos personas de Bogotá, Colombia, que son: Jesús Orlando M. S., quien se ha fracturado una clavícula, y se
encuentra muy impedido por ello; y Luis
Eduardo M. F., con diagnóstico todavía reservado. Confiamos a ambos a la
Misericordia del Señor, con la intercesión de nuestra Señora de Lourdes, para
que su dolencias sean superadas.
Pedimos
oración por el sacerdote salesiano Thomas
Uzhunnalil SDB, quien fue capturado por los fundamentalistas islámicos en
Yemen hace ya más de diez meses. Que María Auxiliadora lo proteja y pronto
tengamos buenas noticias de él.
Pedimos oración por María del Pilar (Pili), de Córdoba, Argentina, que tiene una fractura en un pie, para que Jesús la ayude a tener una pronta recuperación.
Pedimos oración por María del Pilar (Pili), de Córdoba, Argentina, que tiene una fractura en un pie, para que Jesús la ayude a tener una pronta recuperación.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Enero 12
La Virgen Santísima, que vivió en una permanente
contemplación de Dios, no descuidó sin embargo el cumplimiento de sus deberes
diarios, la atención de Jesús y de José, que integraban su hogar, las tareas
domésticas, el arreglo de su pobre casa.
Todo
eso lo hizo y lo hizo perfectamente, y lo hizo sin perder por ello la comunicación
personal y afectiva con su Dios.
Mucho
tendremos que aprender nosotros, tanto en un sentido como en otro.
María, ayúdanos a vivir con la mirada dirigida al
cielo y los brazos extendidos hacia nuestros hermanos.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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