PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3672 ~ Sábado 26 de Mayo de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Definitivamente,
esfuérzate por no juzgar a los demás.
Cada
cual trata de ser y hacer lo mejor que puede, en lo que puede o en lo que sabe
hacer... lo mismo que vos.
Cada
persona se equivoca… lo mismo que vos.
Cada
uno está aprendiendo, experimentando… lo mismo que vos.
Nadie
es perfecto… lo mismo que vos.
Esfuérzate
por no juzgar… aprende a comprender, a tolerar, a respetar y a perdonar… lo
mismo que a vos.
¡Buenos días!
Santo muy simpático
Felipe
Neri, huérfano de madre, siendo joven fue enviado por su padre a casa de un tío
muy rico, el cual pensaba dejarlo heredero de todos sus bienes. Pero allá
Felipe se dio cuenta de que las riquezas le podían impedir el dedicarse a Dios,
y un día se alejó de la casa del riquísimo tío y se fue para Roma llevando
únicamente la ropa que llevaba puesta.
San Felipe Neri había recibido de Dios el don de la
alegría y de la amabilidad. Como era tan simpático en su modo de tratar a la
gente, fácilmente se hacía amigo de obreros, de empleados, de vendedores y
niños de la calle y empezaba a hablarles del alma, de Dios y de la salvación.
Una de sus preguntas más frecuentes era ésta: "Amigo ¿y cuándo vamos a
empezar a volvernos mejores?". Si la persona le demostraba buena voluntad,
le explicaba los modos más fáciles para llegar a ser más piadosos y para
comenzar a portarse como Dios quiere. A aquellas personas que le demostraban
mayores deseos de progresar en santidad, las llevaba de vez en cuando a atender
enfermos en hospitales de caridad, que en ese tiempo eran pobrísimos y muy
abandonados y necesitados de todo.
Una
vez en la vigilia de Pentecostés, mientras rezaba con gran fe pidiendo a Dios
el poder amarlo con todo el corazón, éste se ensanchó y saltaron dos costillas.
Felipe entusiasmado y casi muerto de la emoción exclamaba: "¡Basta Señor,
basta! ¡Que me vas a matar de tanta alegría!". Lee vidas de santos, animan a avanzar en el
camino del Señor.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, algunos presentaban a Jesús unos niños para que los tocara; pero
los discípulos les reñían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejad
que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos
es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como
niño, no entrará en él». Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las
manos sobre ellos. (Mc 10,13-16)
Comentario:
Hoy,
los niños son noticia. Más que nunca, los niños tienen mucho que decir, a pesar
de que la palabra “niño” significa “el que no habla”. Lo vemos en los medios
tecnológicos: ellos son capaces de ponerlos en marcha, de usarlos e, incluso,
de enseñar a los adultos su correcta utilización. Ya decía un articulista que,
«a pesar de que los niños no hablan, no es signo de que no piensen».
En
el fragmento del Evangelio de Marcos encontramos varias consideraciones.
«Algunos presentaban a Jesús unos niños para que los tocara; pero los
discípulos les reñían» (Mc 10,13). Pero el Señor, a quien en el Evangelio leído
en los últimos días le hemos visto hacerse todo para todos, con mayor motivo se
hace con los niños. Así, «al ver esto, se enfadó y les dijo: ‘No se lo impidáis,
porque de los que son como éstos es el Reino de Dios’» (Mc 10,14).
La
caridad es ordenada: comienza por el más necesitado. ¿Quién hay, pues, más
necesitado, más “pobre”, que un niño? Todo el mundo tiene derecho a acercarse a
Jesús; el niño es uno de los primeros que ha de gozar de este derecho: «Dejad
que los niños vengan a mí» (Mc 10,14).
Pero
notemos que, al acoger a los más necesitados, los primeros beneficiados somos
nosotros mismos. Por esto, el Maestro advierte: «Yo os aseguro: el que no
reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él» (Mc 10,15). Y,
correspondiendo al talante sencillo y abierto de los niños, Él los «abrazaba
(...), y los bendecía poniendo las manos sobre ellos» (Mc 10,16).
Hay
que aprender el arte de acoger el Reino de Dios. Quien es como un niño —como
los antiguos “pobres de Yahvé”— percibe fácilmente que todo es don, todo es una
gracia. Y, para “recibir” el favor de Dios, escuchar y contemplar con “silencio
receptivo”. Según san Ignacio de Antioquía, «vale más callar y ser, que hablar
y no ser (...). Aquel que posee la palabra de Jesús puede también, de verdad,
escuchar el silencio de Jesús».
Rev. D. Josep Lluís
SOCÍAS i Bruguera (Badalona, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Felipe Neri
Apóstol de Roma
Nació
en Florencia el año 1515 y pronto marchó a Roma. Estudió filosofía y teología y
fue preceptor de los hijos de una familia acomodada. Crecía su vida interior y
su dedicación al apostolado y a las obras de caridad. En 1548 fundó una
cofradía asistencial. Impulsado por su director espiritual y superada su propia
humildad, por fin se ordenó de sacerdote en 1551. Fundó la Congregación del
Oratorio para sacerdotes seculares dedicados a la predicación y al
confesionario. Se dedicó en especial al cuidado de los jóvenes y los niños, en
los que, con su estilo de vida, su bondad, su alegría y demás virtudes no menos
simpáticas que exigentes, ejerció una gran influencia. Fundó también una
asociación para atender a los pobres. Su celebración de la misa era una singular
experiencia mística, tenía una capacidad extraordinaria para el contacto humano
y popular, promovió nuevas formas de catequesis, arte y cultura, difundía en
torno a sí una alegría que brotaba de su unión con Dios y de su buen humor. Fue
gran amigo de san Carlos Borromeo y del capuchino san Félix de Cantalicio.
Murió en Roma el 26 de mayo de 1595.
Oración: Señor Dios, que no cesas de enaltecer a tus
siervos con la gloria de la santidad, concédenos que el Espíritu Santo nos
encienda con aquel mismo fuego con que abrasó el corazón de san Felipe Neri.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
Cinco frases de Felipe Neri
“La ociosidad es una calamidad para el cristiano.
Debemos siempre hacer algo, no sea que venga el demonio y nos haga caer en sus
lazos”
“Hay tentaciones, como las de la carne, que se vencen
huyendo; otras, como las de la ira, resistiéndolas, y otras, como las de la
vanagloria, despreciándolas”
“Echémonos en brazos de Dios, y estemos seguros que
si algo quiere de nosotros, nos dará fuerzas para hacer todo lo que desee que
hagamos”
“No debemos aborrecer a nadie, porque Dios no viene a
estar en un alma que no ama a su prójimo”
“Desprendamos nuestros corazones de las cosas de este
mundo; digámonos muchas veces: ¿y después? ¿y después?”
Grandes
Biografías:
Gabriel García Márquez
Gabriel
García Márquez es hijo de Gabriel Eligio García y de Luisa Santiaga Márquez
Iguarán, y nació en Aracataca, en el departamento del Magdalena, Colombia.
Cursó
sus estudios secundarios en San José a partir de 1940 y finalizó su
bachillerato en el Colegio Liceo de Zipaquirá, el 12 de diciembre de 1946. Se
matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Bogotá el 25
de febrero de 1947, aunque sin mostrar excesivo interés por los estudios. Su
amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella le permitió acceder al
periodismo. Inmediatamente después del "Bogotazo" (el asesinato del
dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá, las posteriores
manifestaciones y la brutal represión de las mismas), comenzaron sus
colaboraciones en el periódico liberal El Universal.
García
Márquez contrajo matrimonio en Barranquilla en 1958 con Mercedes Barcha, la
hija de un boticario. En 1959 tuvieron a su primer hijo, Rodrigo, quien se
convirtió en cineasta; y tres años después, nació su segundo hijo, Gonzalo,
actualmente diseñador gráfico en Ciudad de México.
A
los veintisiete años publicó su primera novela, "La hojarasca", en la
que ya apuntaba los rasgos más característicos de su obra de ficción, llena de
desbordante fantasía.
Pero,
la notoriedad mundial de García Márquez comienza cuando se publica "Cien
años de soledad" en junio de 1967, en una semana vendió 8000 copias. De
allí en adelante, el éxito fue asegurado, y la novela vendió una nueva edición
cada semana, pasando a vender medio millón de copias en tres años. Fue traducido
a más de veinticuatro idiomas, y ganó cuatro premios internacionales.
El
éxito había llegado por fin y el escritor tenía 40 años cuando el mundo
aprendió su nombre. Por la correspondencia de admiradores, los premios,
entrevistas, las comparecencias; era obvio que su vida había cambiado. En 1969
la novela ganó el Chianchiano Aprecia en Italia y fue denominado el «Mejor
Libro Extranjero» en Francia. En 1970, fue publicado en inglés y fue escogido
como uno de los mejores doce libros del año en Estados Unidos.
García
Márquez ha recibido numerosos premios, distinciones y homenajes por sus obras;
el mayor de todos ellos, el Premio Nobel de Literatura en 1982. Según la
laudatoria de la Academia Sueca, «por sus novelas e historias cortas, en las
que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación
rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente".
El
jueves 17 de abril de 2014, a los 87 años, murió en la ciudad de México Gabriel
García Márquez uno de los autores más admirado y reconocido de la literatura
latinoamericana.
Humor de sábados
En
su primera visita a España, el Papa San Juan Pablo II pidió el postre más
típico del país para culminar una comida.
Quienes
le acompañaban se pusieron a pensar:
"¿Torrijas?
No, no".
"¿Crema
catalana? No, no"
"¿Arroz
con leche?".
Ninguno
les parecía el "más típico" hasta que, tras un buen rato
intentándolo, el Papa les dijo:
"De
postre quiero una buena siesta española"
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contactos, y de ese modo tú también estarás sembrando en el mundo la alegría
del Evangelio.
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
¿Qué
cosa es tan dulce al alma como la miel al paladar? La respuesta figura en el libro de
Proverbios: la sabiduría.
Mi
alma anhela sabiduría tan consecuentemente que estoy siempre abierto y
receptivo para aprender lo que me alimenta en mente, cuerpo y espíritu.
Estoy
capacitado para entender lo que leo, veo y oigo. Atesoro todo lo que he aprendido y lo
comparto libremente con otros. Ansioso
de aprender, e impávido frente a la magnitud de la tarea, reconozco que cada
nuevo descubrimiento es una nueva prueba de la inagotable abundancia de Dios.
Tengo
siempre ante mí los ricos tesoros de la creación divina. Confiado en Dios, creador y fuente de todo lo
que existe, abro la mente y el corazón al aprendizaje y el descubrimiento.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas,
religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico
de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios
Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las
misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad
en Córdoba (Argentina); por los niños
con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del
Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países
del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las
familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes
hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Francisco, niño de
Buenos Aires, Argentina, que jugando se ha golpeado la cabeza y está internado
para observación y estudios, rogando a la Santísima Virgen que lo proteja y
permita que todo se resuelva bien y regrese a su hogar sin problemas. La
última noticia recibida es que está bien y será dado de alta.
Pedimos
oración para Alejandro, de Olavarría,
Argentina, que tiene una severa obstrucción coronaria y deberá ser operado (by
pass) en breve. Que el Señor lo proteja hasta que llegue a la cirugía y que la
misma sea enteramente exitosa.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino,
paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al
Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del Espíritu Santo
Mayo 26
"Cura nuestras heridas."
¡Cuántas
heridas llevamos dentro! Grandes o pequeñas, viejas o recientes, esas heridas
están allí adentro, por los recuerdos dolorosos, por las experiencias
traumáticas de nuestro pasado, por nuestros fracasos, por nuestros errores, por
el amor que nos negaron, por lo que no pudo ser.
Quizá
con nuestra mente le quitamos importancia a esas cosas, pero nuestra
afectividad sigue sufriendo por esas heridas.
El
Espíritu Santo puede entrar en nuestro interior y es capaz de sanar esas heridas.
Mostrémosle lo que nos duele, digámosle lo que sentimos, e imaginemos que se
derrama como bálsamo que cura y cicatriza, que pasa como caricia suave que
cierra las heridas con cuidado y con ternura. Él te lo está diciendo: "Yo,
yo soy el que te consuela" (lsaías 51, 2). "Las colinas se moverán,
pero mi amor no se apartará de tu lado" (lsaías 54,10). "Yo mismo
apacentaré mis ovejas... Curaré a la herida y reconfortaré a la enferma"
(Ezequiel 34,15.16).
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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