viernes, 13 de abril de 2018

Pequeñas Semillitas 3629

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3629 ~ Viernes 13 de Abril de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Llegando al final de la semana laboral, hoy te pido Señor que ilumines todos los campos de nuestra vida.
Que ilumines nuestro trabajo, que ilumine nuestra alma, que ilumine también nuestra vida social, nuestra vida familiar, nuestro interior y sobre todo que ilumines nuestra libertad para que optemos definitivamente sin ninguna cadena por aquello que únicamente nos hace libres: el amor de Dios.
Que nada ni nadie nos aparte de Ti.

¡Buenos días!

El armiño acorralado
El pecado de ninguna manera es un enriquecimiento del hombre. Todo lo contrario: “coronado de gloria y dignidad por Dios” (Sal 8), el ser humano al pecar se devalúa, se degrada, se priva de la plenitud que le es propia. Se vuelve esclavo del pecado, él que había sido creado “poco inferior a los ángeles y bajo cuyos pies puso Dios la creación inmensa”.

Un noble inglés iba de caza con un amigo, cuando vieron un armiño blanco que huía de una mata cercana. Lo persiguen hasta acorralarlo delante de una zanja llena de fango. El armiño cercado se echó al suelo gimiendo. Extrañado ante la actitud del animal, el noble preguntó a su compañero de caza: — ¿Por qué el armiño no habrá cruzado la zanja para librarse? Éste le explicó: —El armiño prefiere morir antes que enlodar su blanca piel. Admirado por actitud tan delicada, el cazador se llevó el animalito a su mansión como mascota.

Santo Domingo Savio, en su primera comunión, prometió y pidió a Dios “morir antes que pecar”. Movido por el Espíritu Santo, tuvo una profunda intuición de la maldad y fealdad de ofender gravemente al Señor. Y prefirió morir antes que enlodar la blancura de su alma en gracia. Don Bosco lo propuso de modelo a niños y jóvenes.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia Él mucha gente, dice a Felipe: «¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?». Se lo decía para probarle, porque Él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».
Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Éste es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte Él solo. (Jn 6,1-15)

Comentario:
Hoy leemos el Evangelio de la multiplicación de los panes: «Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron» (Jn 6,11). El agobio de los Apóstoles ante tanta gente hambrienta nos hace pensar en una multitud actual, no hambrienta, sino peor aún: alejada de Dios, con una “anorexia espiritual”, que impide participar de la Pascua y conocer a Jesús. No sabemos cómo llegar a tanta gente... Aletea en la lectura de hoy un mensaje de esperanza: no importa la falta de medios, sino los recursos sobrenaturales; no seamos “realistas”, sino “confiados” en Dios. Así, cuando Jesús pregunta a Felipe dónde podían comprar pan para todos, en realidad «se lo decía para probarle, porque Él sabía lo que iba a hacer» (Jn 6,5-6). El Señor espera que confiemos en Él.
Al contemplar esos “signos de los tiempos”, no queremos pasividad (pereza, languidez por falta de lucha...), sino esperanza: el Señor, para hacer el milagro, quiere la dedicación de los Apóstoles y la generosidad del joven que entrega unos panes y peces. Jesús aumenta nuestra fe, obediencia y audacia, aunque no veamos enseguida el fruto del trabajo, como el campesino no ve despuntar el tallo después de la siembra. «Fe, pues, sin permitir que nos domine el desaliento; sin pararnos en cálculos meramente humanos. Para superar los obstáculos, hay que empezar trabajando, metiéndonos de lleno en la tarea, de manera que el mismo esfuerzo nos lleve a abrir nuevas veredas» (San Josemaría), que aparecerán de modo insospechado.
No esperemos el momento ideal para poner lo que esté de nuestra parte: ¡cuanto antes!, pues Jesús nos espera para hacer el milagro. «Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo milenio nos inducen a pensar que sólo una intervención de lo alto puede hacer esperar un futuro menos oscuro», escribió San Juan Pablo II. Acompañemos, pues, con el Rosario a la Virgen, pues su intercesión se ha hecho notar en tantos momentos delicados por los que ha surcado la historia de la Humanidad.
Rev. D. Llucià POU i Sabater (Granada, España)

Santoral Católico:
San Hermenegildo
Mártir
Es el gran defensor de la fe católica en la España de su tiempo contra los durísimos ataques de la herejía arriana. Su gloria consiste en haber padecido el martirio por negarse a recibir la comunión de manos de un obispo arriano y en ser, de hecho, el primer pilar de la unidad religiosa de la nación española, que llegaría poco después con la conversión de su hermano Recaredo. Hermenegildo, gobernador de la Bética durante la dominación visigótica, convertido del arrianismo al catolicismo por influjo de su esposa y de san Leandro, se alzó en armas contra su padre, Leovigildo, que pretendía imponer las doctrinas de Arrio. Vencido y apresado en Córdoba, fue a parar a Tarragona donde fue decapitado el 13 de abril del año 586.
Oración: Oh Dios, que suscitaste en tu Iglesia a san Hermenegildo, mártir, como intrépido defensor de la fe, concédenos a cuantos veneramos hoy la memoria de su martirio la unidad en la confesión de tu nombre y la perseverancia en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamiento del día
  
“La simplicidad es un tesoro infinito,
si no puedes alcanzar lo que anhelas,
conténtate con lo que tienes...”
(Proverbio árabe)

Historias:
Cuando se apagan las luces     
Cuando una noticia nos llega de Estados Unidos, en seguida pensamos en vuelos espaciales, en computadores electrónicos, en conflictos militares, avances tecnológicos, índices de la bolsa neoyorquina, estrenos de películas, etc. Pero hay mucho más. Hasta hay noticias de la devoción a la Virgen y el rezo de su Rosario.

Desde Saint Paul, Minnesota, Estados Unidos, una señora cuenta así sus experiencias:

«Cuando era niña, nuestra familia vivía en una pequeña casa, donde la abuelita venía a visitarnos; solía estar dos o tres semanas, y nosotras nos disputábamos el privilegio de estar en su compañía. Por ser yo la mayor, conseguí dormir en una cama cerca de la suya.

Cada noche, después de apagar las luces y quedar todo en silencio, la oía cuchichear suavemente: estaba rezando. Parecía que no iba a acabar nunca y pronto me esforcé por entender lo que decía. Supe que rezaba el Rosario, y de esta manera aprendí el Padrenuestro, el Avemaría y otras oraciones de su uso particular.

La abuelita era irlandesa, católica. Nuestra madre abandonó la religión al casarse con nuestro padre. Siempre hemos ido a escuelas no católicas; en casa no había religión, excepto la de nuestra abuelita, cuando nos visitaba.    

Me casé y no me acerqué más a la iglesia. Pero nueve años más tarde sentí la necesidad de una base espiritual. Acudí a la biblioteca, estudié varias religiones Y siempre por la noche recordaba los rezos de la abuelita. Leí libros sobre el Catolicismo, que daban respuestas a todas mis dudas. Encontré un sacerdote, me instruyó en lo necesario y recibí el Bautismo.

Yo rezaba por mi marido y por mis padres. Un año después de ser cristiana, mi esposo anunció que iba a prepararse para el Bautismo. Nuestra madre se reconcilió con la iglesia. Tuvimos un hijo y lo bautizamos según el rito católico. Mi cuñada y su esposo, al ver cuán felices éramos con nuestra nueva religión, se hicieron católicos, y mi marido y yo somos padrinos de sus tres hijos.
               
¡Todo debido al Rosario rezado en voz baja por una buena mujer!
(Texto del libro "Anécdotas Marianas" de Fr. José A. M. Puche, 0. P.)

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
La importancia de la Virgen María en el pensamiento del Santo Padre tiene profundas raíces relacionadas con la vida religiosa en América Latina, su continente de origen. Los santuarios marianos son importantes y periódicamente atraen multitudes de fieles. Son verdaderos centros de espiritualidad que han ayudado a mantener la fe en América Latina frente a las dificultades de una sociedad cambiante, pero también enfrentan ataques desde el exterior por parte de aquellos que alimentan intereses proselitistas.
Dentro de esta visión se inscribió el sexto viaje del Papa Francisco en dos países de América Latina, Chile y Perú (del 15 al 21 de enero de 2018), después de Brasil, Cuba, Ecuador y Bolivia, México, Colombia, donde abundaban las referencias marianas.
En Perú, el Papa recordó que orar a la Santísima Virgen también significa pensar en las madres y abuelas, la verdadera "fuerza impulsora" para las familias y para toda la nación. Reiteró que estas madres y abuelas representan un "baluarte" dentro de cada sociedad.
En Chile, el Papa, durante su primera Misa en suelo chileno en el Parque O'Higgins, coronó a "Nuestra Señora del Monte Carmelo", Madre y Reina de Chile.
Aleteia 

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para dos jóvenes mujeres de Buenos Aires, Argentina: Eliana, internada en coma inducido luego de haber sufrido un cuadro convulsivo; y María Luz, que viene soportando hace tiempo varias afecciones físicas y psíquicas que han deteriorado su calidad de vida. Que el Señor de la Misericordia les conceda a ambas todas sus gracias, las fortalezca y les dé salud. 

Pedimos oración por una pareja de jóvenes argentinos: Sonia y su esposo, padres de una beba de tres meses, y ambos portadores de cáncer. No tenemos más datos, pero la gravedad de lo que se nos  ha informado hace necesario que unamos nuestra plegaria por ellos. 

Pedimos oración para María José, de Buenos Aires, Argentina, embarazada, que se encuentra internada por una infección urinaria que le provocaba contracciones con riesgo de parto prematuro. Le rogamos a Nuestra Señora de la Dulce Espera la proteja a ella y su bebé. 

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos del Espíritu Santo
Abril 13
"Ven Espíritu Santo. Te ruego que me enseñes a orar, que me ayudes a destruir las falsas imágenes que tengo de ti. Quiero cambiar todas las costumbres y estructuras que ya no me sirvan para encontrarme contigo. Que todo mi ser entre en tu presencia, que pueda adorarte con todo lo que soy y te permita entrar en todas las dimensiones de mi ser: en mi mente, en mi imaginación, en mis afectos, en mi cuerpo. Entra también en mi vida cotidiana, para que te reconozca en medio de mis trabajos, mis relaciones, mis proyectos, mis límites, mis angustias, mis alegrías, mis sueños. Despierta en mi corazón el deseo de ti, alimenta con tu fuego las ansias de ti, el hambre de tu amor, el anhelo de tu amistad y de tu presencia.
Atráeme, Espíritu Santo, hacia el amor sin límites, hacia ese abismo de vida que eres tú. Llévame contigo hasta las cumbres de la vida mística, para que conozca todo lo que eres capaz de hacerme probar. Dame audacia y valentía para atreverme a esa aventura, para que puedas penetrarlo todo.
Quiero entrar en tu amistad con toda mi sinceridad, para que bañes con tu luz todo lo que vivo. Toca mi interior, mi Dios, para que viva de ti, para que sepa de verdad que en ti está la fuente de la vida.
Ven Espíritu Santo. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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