PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3554 ~ Sábado 6 de Enero de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Celebramos
hoy la Epifanía del Señor o Fiesta de los tres Reyes Magos, que en frase de un
humorista, ni fueron tres, ni fueron reyes ni fueron magos.
La
tradición los llama Melchor, Gaspar y Baltasar, pero San Mateo ni da sus
nombres ni dice que fueran tres. Habla de unos...
Tampoco
dice que fueran reyes. Y los llama ‘magos’ porque este era el nombre que los
persas y los caldeos daban a los hombres doctos y sabios que cultivaban las
ciencias, sobre todo la astronomía. Entre nosotros la magia es el arte de hacer
juegos de manos.
Lo
de la estrella pudo ser un milagro o un fenómeno natural. Pero sea lo que
fuere, lo importante es la lección que nos dan los ‘magos’: su seguimiento a la
luz de Dios.
Imitemos
su ejemplo: sigamos la llamada de Dios, que aunque nos traiga contratiempos, al
final nos encontraremos con Jesús, que es lo importante.
Que
María nos ayude en este caminar para que sea Ella la que nos presente a Jesús.
Padre Jorge Loring S.J.
¡Buenos días!
Como flores en primavera
Tanto
la fiesta de Navidad como la de los Reyes Magos se caracterizan por los regalos
que se hacen. En Navidad cuelgan del arbolito y se sortean o distribuyen entre
los presentes. El seis de enero aparecen en los zapatitos de los niños. Es una
ocasión para reflexionar en la bondad de Dios cuyos regalos disfrutamos cada
día y agradecerlos de todo corazón. Un mensaje de la Reina de la Paz.
“¡Queridos hijos! En estos días, el Señor les está
concediendo grandes favores. Que esta semana sea para ustedes una semana de
acción de gracias a Dios por todas las bendiciones que Él les ha concedido.
Abran sus corazones a Dios, como se abren las flores en primavera en busca del
sol. Yo soy su Mamá y deseo que siempre estén cerca del Padre, a fin de que Él
conceda cada día abundantes dones a sus corazones. ¡Gracias por haber
respondido a mi llamado!”.
Has
iniciado un nuevo año agradeciendo al Señor, ¿verdad? Dar gracias a Dios te
ayudará a ser positivo, optimista, lleno de esperanza. ¿Por qué no lo practicas
a lo largo de este primer mes del año? Se trata de descubrir cada día todo lo
que te da alegría, satisfacción y contento, y agradecerlo de corazón a Dios.
Que vivas dando gracias al Señor en toda ocasión.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Nacido
Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del
Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los
judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a
adorarle». En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.
Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se
estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron:
«En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: ‘Y tú,
Belén, tierra de Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Judá;
porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel’».
Entonces
Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la
aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad
cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir
también yo a adorarle».
Ellos,
después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que
habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo
encima del lugar donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de
inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y,
postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de
oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se
retiraron a su país por otro camino. (Mt 2,1-12)
Comentario:
Hoy,
el profeta Isaías nos anima: «Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz;
la gloria del Señor amanece sobre ti» (Is 60,1). Esa luz que había visto el
profeta es la estrella que ven los Magos en Oriente, con muchos otros hombres.
Los Magos descubren su significado. Los demás la contemplan como algo que les
parece admirable, pero que no les afecta. Y, así, no reaccionan. Los Magos se
dan cuenta de que, con ella, Dios les envía un mensaje importante por el que
vale la pena cargar con las molestias de dejar la comodidad de lo seguro, y
arriesgarse a un viaje incierto: la esperanza de encontrar al Rey les lleva a
seguir a esa estrella, que habían anunciado los profetas y esperado el pueblo
de Israel durante siglos.
Llegan
a Jerusalén, la capital de los judíos. Piensan que allí sabrán indicarles el
lugar preciso donde ha nacido su Rey. Efectivamente, les dirán: «En Belén de
Judea, porque así está escrito por medio del profeta» (Mt 2,5). La noticia de
la llegada de los Magos y su pregunta se propagaría por toda Jerusalén en poco
tiempo: Jerusalén era entonces una ciudad pequeña, y la presencia de los Magos
con su séquito debió ser notada por todos sus habitantes, pues «el rey Herodes
se sobresaltó y con él toda Jerusalén» (Mt 2,3), nos dice el Evangelio.
Jesucristo
se cruza en la vida de muchas personas, a quienes no interesa. Un pequeño
esfuerzo habría cambiado sus vidas, habrían encontrado al Rey del Gozo y de la
Paz. Esto requiere la buena voluntad de buscarle, de movernos, de preguntar sin
desanimarnos, como los Magos, de salir de nuestra poltronería, de nuestra
rutina, de apreciar el inmenso valor de encontrar a Cristo. Si no le
encontramos, no hemos encontrado nada en la vida, porque sólo Él es el
Salvador: encontrar a Jesús es encontrar el Camino que nos lleva a conocer la
Verdad que nos da la Vida. Y, sin Él, nada de nada vale la pena.
Rev. D. Joaquim VILLANUEVA i Poll (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Epifanía del Señor
En
la devoción popular se celebra como día de los Reyes Magos. Epifanía significa
manifestación, y hoy celebra la Iglesia la manifestación del Señor a todas las
gentes, representadas en los Magos, que no pertenecían al pueblo elegido de
Israel, pero que, guiados por una estrella, acudieron a Belén donde adoraron al
Niño y le ofrecieron sus dones. La solemnidad de la Epifanía se cuenta entre
las máximas festividades del año litúrgico, ya que ella celebra, en el Niño
nacido de María, la revelación de Aquel que es el Hijo de Dios, Mesías
prometido y Luz de las naciones. Según la tradición, los Magos eran tres,
Melchor, Gaspar y Baltasar, hombres sabios, entendidos en astrología, venidos
de los países de religión pagana del entorno de Israel.
Oración: Señor, tú que en este día revelaste a tu
Hijo unigénito a los pueblos gentiles, por medio de una estrella, concede a los
que ya te conocemos por la fe poder contemplar un día, cara a cara, la
hermosura infinita de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - EWTN
Palabras del Santo Padre Pío
"Si
puedes hablar al Señor en la oración,
háblale,
ofrécele tu alabanza;
si
por mucho cansancio no puedes hablar,
no
te disgustes en los caminos del Señor.
Detenté
en la habitación
como
los servidores en la corte
y
hazle reverencia.
Él
te verá, le gustará tu presencia,
favorecerá
tu silencio y en otro momento
encontrarás
consuelo cuando él te tome de la mano"
Tema del día:
Hemos visto la estrella de su Reino
El
nacimiento de un rey de los judíos en tiempo de Herodes fue una mezcla
explosiva. Los historiadores cuentan que el rey llegado a viejo se escondía en
sus fortalezas. Había mandado matar a tres de sus hijos, a su suegra y a una de
sus diez esposas. San Mateo escribe: “El rey se inquietó, y con él toda
Jerusalén. Reunió a los sumos sacerdotes y escribas de Israel.” Unos magos de
Oriente anuncian la llegada de otro Reino y de otro Rey.
El
evangelista para quien el Reino de los Cielos será el tema central nos plantea
implícitamente la cuestión: “¿Cuál de los dos debe reinar? Herodes, el poderoso
asesino violento? O este débil niño recién nacido, Servidor de Dios ya
rechazado por los amigos del poder y más tarde crucificado?”
Según
un procedimiento de inclusión literal muy frecuente en la literatura semítica,
san Mateo volverá sobre el tema al fin de su libro, en la narración de la
Pasión. Lo hará con mucha insistencia.
“Salve,
Rey de los Judíos!” dirán los soldados a Jesús después de haberlo puesto en la
cabeza una imitación de diadema real de los reyes griegos vencidos y
convertidos en escarnio y risa por los Romanos. “Este es el rey de los Judíos!”
escribirá Pilato. O los soldados se reirán de él diciendo: Si eres rey, baja
ahora de la cruz y creeremos en ti.
Aquí
se anuncia todo el Evangelio. La realeza de ese rey no es de este mundo. El contraste
de hoy nos hace comprender que su título no se parece en nada al de Herodes;
muy al contrario, se desvelará paradójicamente en el rechazo y en la
humillación de la cruz. Es entonces cuando Dios elevará a su Servidor.
Subrayará y dará a conocer a todos los pueblos la intuición que los magos han
seguido elevando los ojos a la estrella: el Mesías, el Rey de los Judíos, es
él.
San
Mateo opone dos actitudes. Por una parte, el rechazo de los jefes políticos y
religiosos que tienen miedo, que se inquietan y buscan matarlo. Este rechazo
del Reino está omnipresente en todo el evangelio. Por otra parte — y eso
responderá a las cuestiones suscitas por los Judíos convertidos — los paganos
como los magos serán mucho más numerosos en creer en el Mesías y en unirse a la
Iglesia naciente. Se les verá llenos de alegría y se prosternarán reconociendo en
Jesús a su Rey y a su Señor.
Padre Felipe Santos, SDB
Humor de sábados
Una
pareja de ancianitos llega un restaurante.
El
viejecito llenaba a la ancianita de atenciones, y se dirigía a ella con
palabras de inmenso cariño:
-
Ven, mi vida... Siéntate, mi cielo... ¿Estás a gusto, reina?... ¿Quieres pedir, ángel?"
El
mesero observaba aquello y estaba impresionado.
Poco
después la viejecita se levantó de la mesa para ir al baño.
El
mesero, sin poder contenerse, encara al ancianito y le pregunta:
-
Perdone usted la indiscreción: ¿Cuántos años tienen ustedes de casados?
-
Estamos celebrando 65 años de matrimonio.
-
Caramba, señor! -dijo el mesero- Estoy conmovido! ¡Sesenta y cinco años de casados, y con cuánto amor le habla
usted a su esposa!:
'Mi
vida'... 'Mi cielo'... 'Mi reina'... 'Mi ángel'...
El
viejecito le pide al mesero que se acerque y con tenue voz responde:
-
Es que ya no me acuerdo como se llama
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de María
Elisa. Que el Señor la reciba en el Reino de los Cielos.
Pedimos oración para las señoras Clara G. y Rosario T., de Medellín, Antioquia, Colombia, la primera se encuentra con un cáncer en el estómago que hacía diez años se lo habían irradiado y volvió a aparecer y le tienen que hacer quimioterapia y la segunda tiene problemas cardiacos debido a la avanzada edad. Le rogamos a Jesús Misericordioso por ambas.
Pedimos oración para las señoras Clara G. y Rosario T., de Medellín, Antioquia, Colombia, la primera se encuentra con un cáncer en el estómago que hacía diez años se lo habían irradiado y volvió a aparecer y le tienen que hacer quimioterapia y la segunda tiene problemas cardiacos debido a la avanzada edad. Le rogamos a Jesús Misericordioso por ambas.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Enero 6
En
esta solemnidad de la Epifanía del Señor celebramos que Jesús se ha manifestado
a nuestras vidas, que hemos podido conocerlo. Celebramos que Jesús quiere
hacerse conocer por todos los seres humanos para llenarlos de su luz.
Pero
toda la hermosura de Jesús es obra del Espíritu Santo. Por eso, no podemos
conocer a Jesús y admirarlo si no nos dejamos iluminar y transformar por el
Espíritu Santo.
El
Espíritu llenó el corazón humano de Jesús desde su concepción, y conoce todos
los secretos del corazón del Señor.
Pidámosle
al Espíritu Santo que nos ayude a conocer profundamente a Jesús para amarlo con
todo nuestro ser. Roguémosle también que nos haga cada vez más parecidos a
Jesús en nuestra forma de vivir y de actuar.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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