jueves, 4 de mayo de 2017

Pequeñas Semillitas 3317

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3317 ~ Jueves 4 de Mayo de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Por la gracia de Dios estamos regresando a las publicaciones diarias de “Pequeñas Semillitas” luego de los problemas que nos tuvieron ausentes durante todo el mes de abril.
Ha sido muy difícil y por momentos hemos vivido una gran angustia por no poder editar la página, pero aquí estamos de nuevo, con renovadas energías y conscientes que los golpes de la vida nunca pueden acabar con un emprendimiento como este, cuyo espíritu se apoya en la fuerza de Dios.
Parece que al Maligno no le agradan estas “Pequeñas Semillitas” que procuran sembrar en el corazón de los lectores la llama de la Fe, la alegría de la Esperanza y la fuerza del Amor. Si es así, nos alegra y que sean bienvenidas las trabas que él pone a nuestro trabajo, porque significa que esta sencilla publicación diaria es un buen trabajo para mayor gloria de Dios.
Seguimos entonces en el camino emprendido y nos encomendamos al Señor Jesús, a su Madre, la Virgen de Lourdes, a San José bendito y a San Juan Pablo II, los grandes colaboradores e impulsores de la redacción de cada uno de estos boletines desde el año 2006.

Evangelizar es la prioridad

“El Espíritu Santo, hoy igual que en los comienzos de la Iglesia,
actúa en cada evangelizador que se deja poseer y conducir por él,
y pone en los labios palabras que por sí solo no podría hallar”
Beato Pablo VI

“Para llevar a cumplimiento la misión apostólica, la Iglesia necesita evangelizadores
Quien ha encontrado verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí,
 debe anunciarlo”
San Juan Pablo II

“Este es otro efecto del Espíritu Santo:
el coraje, para anunciar la noticia del Evangelio de Jesús a todos,
con confianza en sí mismo, en voz alta, en todo tiempo y en todo lugar"
Papa Francisco

¡Buenos días!

Detiene inundación
San Martín de Porres entregó su vida al prójimo por amor a Dios. En él se cumplió la profecía de Jesús: “Los últimos serán los primeros en el Reino de los Cielos”. De origen humilde, a su lecho de moribundo acudieron el Virrey, Obispos, eclesiásticos y todo el pueblo de Lima (Perú) que consiguió entrar. Su funeral fue una glorificación.

El año 1634 ó 1635 comenzó el río muy crecido a llevarse la iglesia de Nuestra Señora de las Cabezas y, enterado el siervo de Dios de aquel suceso, fue de prisa a la celda, se puso la capa y corrió al lugar. Halló un tumulto de gente. Estaban sacando la imagen y lo demás que había en la iglesia. Entró y les dijo que no se alborotasen que ya el río no haría daño y, recogiendo del agua tres piedras pequeñas, las tiró; una para arriba, otra para abajo y otra al medio, diciendo. “En nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo”. Y, mientras quedaba hincado de rodillas, se retiró el río y cesó la inundación. Acabado esto, dando gracias a Dios se fue a su convento.

Nunca ocioso y procurando siempre servir a los demás, el tiempo parecía alargarse para Fray Martín. Atendía la enfermería, barría todo el convento, se encargaba del guardarropa y era el campanero. Pero sabía reservar horas nocturnas a la oración. Era muy humilde. Dios le regaló dones especiales (bilocación, sutileza, ciencia infusa, etc.) en apoyo de su acción caritativa.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo». (Jn 6,44-51)

Comentario:
Hoy cantamos al Señor de quien nos viene la gloria y el triunfo. El Resucitado se presenta a su Iglesia con aquel «Yo soy el que soy» que lo identifica como fuente de salvación: «Yo soy el pan de la vida» (Jn 6,48). En acción de gracias, la comunidad reunida en torno al Viviente lo conoce amorosamente y acepta la instrucción de Dios, reconocida ahora como la enseñanza del Padre. Cristo, inmortal y glorioso, vuelve a recordarnos que el Padre es el auténtico protagonista de todo. Los que le escuchan y creen viven en comunión con el que viene de Dios, con el único que le ha visto y, así, la fe es comienzo de la vida eterna.
El pan vivo es Jesús. No es un alimento que asimilemos en nosotros, sino que nos asimila a nosotros. Él nos hace tener hambre de Dios, sed de escuchar su Palabra que es gozo y alegría del corazón. La Eucaristía es anticipación de la gloria celestial: «Partimos un mismo pan, que es remedio de inmortalidad, antídoto para no morir, para vivir por siempre en Jesucristo» (San Ignacio de Antioquía). La comunión con la carne del Cristo resucitado nos ha de acostumbrar a todo aquello que baja del cielo, es decir, a pedir, a recibir y asumir nuestra verdadera condición: estamos hechos para Dios y sólo Él sacia plenamente nuestro espíritu.
Pero este pan vivo no sólo nos hará vivir un día más allá de la muerte física, sino que nos es dado ahora «por la vida del mundo» (Jn 6,51). El designio del Padre, que no nos ha creado para morir, está ligado a la fe y al amor. Quiere una respuesta actual, libre y personal, a su iniciativa. Cada vez que comamos de este pan, ¡adentrémonos en el Amor mismo! Ya no vivimos para nosotros mismos, ya no vivimos en el error. El mundo todavía es precioso porque hay quien continúa amándolo hasta el extremo, porque hay un Sacrificio del cual se benefician hasta los que lo ignoran.
Rev. D. Pere MONTAGUT i Piquet (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Florián de Lorch
Mártir
San Florián, a quien el Martirologio Romano conmemora en este día, era un oficial del ejército romano. Tras desempeñar un alto puesto administrativo, en Nórico de Austria, fue martirizado por la fe, en tiempos de Diocleciano. Sus «Actas», que son legendarias, cuentan que él mismo se entregó en Lorch a los soldados del gobernador Aquilino que perseguían a los cristianos. Por su valiente confesión de la fe, se le azotó dos veces, fue despellejado en vida y, finalmente, se le arrojó al río Enns con una piedra al cuello. Una piadosa mujer recuperó su cuerpo, que fue más tarde depositado en la abadía agustiniana de San Florián, cerca de Linz. Las reliquias del santo fueron después trasladadas a Roma; el Papa Lucio III, en 1138, regaló una parte de ellas al rey Casimiro de Polonia y al obispo de Cracovia. Desde entonces, se considera a San Florián como patrono de Linz, de Polonia y de Austria superior.
Se le representa con una cubeta de agua debido a la leyenda de que detuvo un incendio arrojando sobre el fuego un simple balde de agua.
© Catholic.net

Tema del día
Mayo mes de María
El mes de María es una antigua y muy bella tradición, que tiene sus inicios en Europa, continente que se caracteriza precisamente, por sus profundas raíces cristianas, como lo testifica su historia, su cultura y su religión.

El Mes de María se reza en Mayo, en el llamado “mes de las flores”, que se llama así, porque con la llegada del buen tiempo y tras las lluvias invernales, el campo y los jardines comienzan a cubrirse de un verde intenso y de los colores y aromas de las flores. Es el apogeo de la primavera.

Y así, desde la edad media se consagró el "mes de las flores" a la Virgen María para rendir culto a las virtudes y bellezas de la Madre de Dios.  La primera noticia clara que se tiene de la consagración del mes de mayo a la Virgen, viene de Alfonso X, "el Sabio", rey de España, en el siglo XIII. Este Rey-Juglar cantaba en sus "Cantigas de Santa María" los loores de mayo en honor de la Virgen Santísima.

Con el florecimiento espiritual del siglo XVI se dio gran impulso a esta hermosa práctica, con especiales ejercicios de piedad durante todos los días, en los que se van considerando diversos misterios, títulos y excelencias de la Madre del Señor. La universalización de esta práctica vino a verificarse en el siglo XIX, cuando fue favorecida y enriquecida con indulgencias por los sumos Pontífices Pío VII y Pío VIII.

Ya en el siglo XIII, el Rey Alfonso X, el Sabio invitaba a alabar e invocar a María, ante su altar, en el mes de las flores. Y él mismo escribió las Cantigas de Santa María, porque quería "trovar en honor de la Rosa de las Rosas y de la Flor de las flores".

En Italia fue San Felipe Neri, en el siglo XVI, el iniciador del Mes de Mayo dedicado a María, con la costumbre de invitar a los jóvenes a cantar, llevar flores y ofrecer sacrificios a la Virgen.

En el continente de América, fueron los misioneros españoles los que difundieron y promovieron la tradición de dedicar el mes de mayo al mes de María. Por este motivo, existe una gran devoción popular y afecto hacia la Madre de Dios, como así lo testimonian los innumerables santuarios marianos bajo diversas advocaciones.

¿Qué se acostumbra hacer este mes?

Recordar las apariciones de la Virgen. La Virgen entrega diversos mensajes, todos relacionados con el amor que Ella nos tiene a nosotros, sus hijos.

Meditar en los cuatro dogmas acerca de la Virgen María que son:
  1. Su Inmaculada Concepción: A la única mujer que Dios le permitió ser concebida y nacer sin pecado original fue a la Virgen María porque iba a ser madre de Cristo.
  2. Su Maternidad Divina: La Virgen María es verdadera madre humana de Jesucristo, el hijo de Dios.
  3. Su Perpetua Virginidad: María concibió por obra del Espíritu Santo, por lo que siempre permaneció virgen.
  4. Su Asunción a los Cielos: La Virgen María, al final de su vida, fue subida en cuerpo y alma al Cielo.

Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres.
María nos cuida siempre y nos ayuda en todo lo que necesitemos. Ella nos ayuda a vencer la tentación y conservar el estado de gracia y la amistad con Dios para poder llegar al Cielo. María es la Madre de la Iglesia.

Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen María.
María era una mujer de profunda vida de oración, vivía siempre cerca de Dios. Era una mujer humilde, es decir, sencilla; era generosa, se olvidaba de sí misma para darse a los demás; tenía gran caridad, amaba y ayudaba a todos por igual; era servicial, atendía a José y a Jesús con amor; vivía con alegría; era paciente con su familia; sabía aceptar la voluntad de Dios en su vida.

Vivir una devoción real y verdadera a María.
Se trata de que nos esforcemos por vivir como hijos suyos. Esto significa:
  1. Mirar a María como a una madre: Platicarle todo lo que nos pasa: lo bueno y lo malo. Saber acudir a ella en todo momento.
 2. Demostrarle nuestro cariño: Hacer lo que ella espera de nosotros y recordarla a lo largo del día.
  3. Confiar plenamente en ella: Todas las gracias que Jesús nos da, pasan por las manos de María, y es ella quien intercede ante su Hijo por nuestras dificultades.
  4. Imitar sus virtudes: Esta es la mejor manera de demostrarle nuestro amor.

Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María.
La Iglesia nos ofrece bellas oraciones como la del Ángelus (que se acostumbra a rezar a mediodía), el Regina Caeli, la Consagración a María y el Rosario.

Cantar las canciones dedicadas a María
Que nos ayudan a recordar el inmenso amor de nuestra madre a nosotros, sus hijos

Pensamientos sobre el Mes de María

“Es el mes en que, en los templos y en las casas particulares,
sube a María desde el corazón de los cristianos
el más ferviente y afectuoso homenaje de su oración y veneración.
Es también el mes en el que desde su trono
descienden hasta nosotros los dones más generosos
y abundantes de la Divina Misericordia”.
Beato Pablo VI

“El mes de mayo nos estimula a pensar
y a hablar de modo particular de Ella.
En efecto, este es su mes que invita a nuestros corazones
a abrirse de manera singular a María”.
San Juan Pablo II

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Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
Durante el tiempo en que no editamos esta página, quedaron algunos Agradecimientos sin publicar y ellos son los siguientes:

Desde Bogotá, Colombia, John G. nos escribe y dice: “Le quiero agradecer por la publicación en el blog Pequeñas Semillitas la intención de oración por la salud de mi tío Luis Ernesto M. quien gracias a Dios y a sus oraciones ya se encuentra en casa recuperándose después de una compleja cirugía de fistulas gastrointestinales al haber sufrido peritonitis por una obstrucción intestinal. Una vez más podemos dar gloria a Dios por su misericordia y por atender nuestras súplicas. Sólo  me queda pedirle al buen Jesús que guíe la vida de mi tío y su hogar a la manera de su evangelio. Gracias Señor”.

Desde Córdoba, Argentina, María del Pilar (Pili) agradece a Dios, a la Virgen de Lourdes y a todos los que rezaron por ella, ya que la neuralgia del trigémino que la afectó severamente semanas atrás, ha cedido. Igual seguiremos rezando por la salud y las intenciones personales y familiares de esta querida amiga.

Desde Temperely, Buenos Aires, Argentina, Ana María nos escribe para agradecer a Dios y a todos los que rezaron por Oscar, de la comunidad parroquial de Santa María Goretti, que ya ha sido dado de alta y regresó a su hogar donde su familia lo ha recibido con inmensa alegría.

Desde Buenos Aires, Cecilia Claudia agradece la salud que tiene junto a Héctor, y que el trabajo comienza a evolucionar bien otra vez.

Desde Chile, agradecen a Dios y  a las personas que rezaron por Santiago, el joven que había contraído Hanta Virus, que, gracias a Dios, ya ha sido dado de alta. Y también dan las gracias a todos quienes oraron al Señor por Carmen Luz. Gracias a las oraciones de tantos y tantos, recuperó la salud después de un pronóstico muy incierto y se liberó de una intervención riesgosa y compleja. GRACIAS, GRACIAS al Señor Todopoderoso y a sus inmensos corazones.

Y finalmente, el autor de esta página agradece a Dios y a la Santísima Virgen, porque después de 33 días de no poder editar “Pequeñas Semillitas”, hoy estamos volviendo a las publicaciones diarias habituales.

Los cinco minutos de María
Mayo 4
Madre mía, tú que estabas al pie de la cruz con un dolor tan inmenso, no te olvides de mí, yo me acerco a ti con el más lúcido amor y la más serena piedad y te doy gracias, dulce Señora del dolor sin llanto, porque nos ha dejado el mejor aliento y consuelo para las horas de sequedad y la aridez del espíritu.
Yo me llego a ti, Madre, con mi razón no turbada, seguro de que tú posarás sobre mí los tranquilos luceros de tus ojos.
Nada más sedante del alma que la mirada tierna y compasiva de María; por algo le pedimos en la Salve: “Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos”
Madre de misericordia, no te olvides de que somos tuyos.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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