PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3235 ~ Lunes 9 de Enero de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Para
llegar a ser cristianos debemos bautizarnos y creer en Cristo. Al llegar a este
mundo, en el momento de la concepción, el ser humano está a oscuras, sin la luz
ni el amor de Dios. Es sólo una criatura de Dios. Tiene lo que se llama pecado
original, es decir, que viene al mundo en estado natural. Y para ser elevado al
orden sobrenatural y llegar a ser hijo de Dios necesita ser bautizado. De esta
manera, su alma, apagada y sin brillo, se llenará de belleza, de luz y de amor,
resplandeciendo de gloria como un verdadero hijo de Dios. Dios mismo habitará
en su alma y él será templo de Dios. Y Dios será su gozo y su felicidad,
dándole sentido a su vida y haciéndole sentir la alegría de vivir para Él y
para los demás. ¡Qué importante es el bautismo!
El
bautismo nos hace una nueva criatura; un hijo adoptivo de Dios, partícipes de
la naturaleza divina, miembros de Cristo, coherederos con Él y templos del
Espíritu Santo (Cat 1265). El bautismo imprime en el cristiano un sello
espiritual indeleble (carácter) de su pertenencia a Cristo (Cat 1272).
¡Buenos días!
Penicilina al bautizado
En
la Biblia se da mucha importancia al nombre de las personas: en cierta manera
indica su naturaleza y su misión. El cambio de nombre significa que la persona
adquiere nuevas capacidades para una nueva misión. Por ejemplo: Jesús pone a
Simón el nombre de Pedro: le da firmeza como para ser fundamento de la Iglesia
Un padre misionero que llegó al pueblito, se dedicaba
no sólo a cuidar la salud espiritual de los fieles sino también la salud
física. Una tarde un paisano llegó del campo para hacer bautizar a su hijita.
—Mire, padrecito, ando con ganas de cristianar a mi niñita. —Cómo no, mi amigo,
para eso estamos. Al empezar la celebración el sacerdote vio una infección en
el bracito de la nena y pensando que era necesaria una curación inmediata, dijo
al paisano: —Mire, señor, a esta chica hay que ponerle penicilina. A lo que el
paisano un poco enojado le respondió: —No, no, no, usted a mi hija le pone
“Ruperta”, o ya mismo la llevo a otro cura.
Lo
del cambio del nombre es tan notable en la Biblia, que un día todos los que
entren triunfantes en la Jerusalén celestial recibirán un nombre nuevo,
adecuado a los redimidos del Señor (Ap. 3:12). Alabemos a Jesús, que significa
“salvador”, porque para eso nació para librarnos del pecado y de la muerte
eterna.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Después
que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de
Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y
creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el
hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les
dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al
instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio
a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca
arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre
Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él. (Mc 1,14-20)
Comentario:
Hoy,
el Evangelio nos invita a la conversión. «Convertíos y creed en la Buena Nueva»
(Mc 1,15). Convertirse, ¿a qué?; mejor sería decir, ¿a quién? ¡A Cristo! Así lo
expresó: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí»
(Mt 10,37).
Convertirse
significa acoger agradecidos el don de la fe y hacerlo operativo por la
caridad. Convertirse quiere decir reconocer a Cristo como único señor y rey de
nuestros corazones, de los que puede disponer. Convertirse implica descubrir a
Cristo en todos los acontecimientos de la historia humana, también de la
nuestra personal, a sabiendas de que Él es el origen, el centro y el fin de
toda la historia, y que por Él todo ha sido redimido y en Él alcanza su
plenitud. Convertirse supone vivir de esperanza, porque Él ha vencido el
pecado, al maligno y la muerte, y la Eucaristía es la garantía.
Convertirse
comporta amar a Nuestro Señor por encima de todo aquí en la tierra, con todo
nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas.
Convertirse presupone entregarle nuestro entendimiento y nuestra voluntad, de
tal manera que nuestro comportamiento haga realidad el lema episcopal del Santo
Padre, San Juan Pablo II, Totus tuus, es decir, Todo tuyo, Dios mío; y todo es:
tiempo, cualidades, bienes, ilusiones, proyectos, salud, familia, trabajo,
descanso, todo. Convertirse requiere, entonces, amar la voluntad de Dios en
Cristo por encima de todo y gozar, agradecidos, de todo lo que acontece de
parte de Dios, incluso contradicciones, humillaciones, enfermedades, y
descubrirlas como tesoros que nos permiten manifestar más plenamente nuestro
amor a Dios: ¡si Tú lo quieres así, yo también lo quiero!
Convertirse
pide, así, como los apóstoles Simón, Andrés, Santiago y Juan, dejar «inmediatamente
las redes» e irse con Él (cf. Mc 1,18), una vez oída su voz. Convertirse es que
Cristo lo sea todo en nosotros.
* Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Julián (mártir) y
Santa Basilisa (esposa)
Mártir
en Antince (Egipto); a menudo se le confunde con San Julián de Anazarba,
situándole por este motivo en Antioquía, de Siria. Martirizado durante la
persecución de Diocleciano y Maximiano a finales del siglo III. Julián es el
paradigma de la castidad cristiana. En nuestro tiempo de materialismo, cuando
el concepto de la castidad va decayendo visiblemente, la imagen de San Julián y
de su esposa Santa Basilisa resaltan con maravillosos fulgores. San Julián es
uno de los esclarecidos héroes del cristianismo.
Hijo
único de una noble y rica familia, profundamente educado en la religión
cristiana, tenía hecho voto de castidad cuando al cumplir los dieciocho años de
edad sus padres se empeñaron en que contrajese matrimonio con una joven de
igual nobleza, llamada Basilisa. Temeroso el virtuoso muchacho de faltar a su
voto, pero sintiendo también desobedecer a sus padres, acude al Señor con la
oración y el ayuno. Y dice la tradición que por celestial revelación le fue
dado a conocer que con su esposa podría guardar la anhelada virginidad. Julián
y Basilisa son milagrosamente arrastrados hacia el amor virginal;
apareciéndoseles Nuestro Señor Jesucristo, que aprueba su determinación de
conservarse castos. Desde aquel día consagran plenamente sus vidas a los demás.
Reparten sus bienes entre los pobres y se retiran a vivir en dos casas situadas
en las afueras de la ciudad que convierten en monasterios. A la de Julián
acuden hombres de todas las clases sociales, para que les guíe con sus
prudentes y santos consejos. A la de Basilisa una multitud de muchachas que,
edificadas con el ejemplo de su virtud, muchas de ellas abrazan la vida
religiosa viviendo en santa paz bajo su dirección. Muy pronto la fama de ambos
esposos se extenderá por todo el Imperio.
Suscitada
en aquel tiempo la persecución de Diocleciano y Maximiano contra el
Cristianismo, se ordena apresar y encarcelar a Julián y a cuantos con él residen
en su apacible monasterio. Julián profesa con gran valentía ante el tirano su
fe en Cristo Jesús. Hay expectación en la gente cuando Marciano, el juez,
increpa con solemnidad a Julián: "Adora a los dioses". "No hay más omnipotente que Dios,
Nuestro Padre". "Obedece los decretos del emperador". "Jesucristo es mi único César".
"¿Crees en un Crucificado?" "Él
tiene escuadrones inmortales". "Marcharás a la muerte". "El emperador de Roma también es polvo
y en polvo se convertirá". "¿Te ríes de nuestros dioses y de
nuestro emperador? Ante los tormentos no habrá réplicas". Marciano,
viéndose fracasado intenta cambiar de táctica para vencerle: "Tus padres,
Julián, fueron nobles. Te daremos honores". "Desde el cielo me alientan a permanecer fiel a mi santa
religión".
Lleno
de confusión, el magistrado condena a Julián a morir degollado. Su gloriosa
muerte arrastra hacia la fe en Cristo a muchos paganos, que admiran su firmeza.
Y la proyección de su ejemplaridad se dilata a través de los siglos en la
devoción de los fieles.
© Aciprensa
Palabras del Papa Francisco
“Evangelizar
mostrando la unión con Cristo
mediante
la oración y la adoración,
no
mediante el proselitismo,
sino,
mediante el testimonio de fe y vida cristiana.
Ese
es el modo en que los bautizados deben transmitir el Evangelio:
humildad,
mansedumbre y firmeza,
son
las características de la forma de evangelizar de los cristianos”
Tema del día:
La omnipresencia del sexo
Es
cierto que, desde que el mundo es mundo, el sexo ha tenido siempre una gran
presencia en todas las civilizaciones. El instinto de conservación y el
instinto sexual (que es como el instinto de conservación de la especie) son los
impulsos más fuertes a los que el hombre, desde siempre, ha estado sometido.
Sin
embargo, estamos quizá ahora en una época un tanto especial. Como afirma Julián
Marías, "el sexo ocupa un espacio absolutamente incomparable con el que le
correspondía en cualquier otra época". Es un reclamo comercial que se
difunde masivamente, y la presencia de imágenes y estímulos sexuales en la vida
del hombre de hoy no tiene comparación con ningún otro tiempo ni cultura.
Un
alto porcentaje de los impulsos eróticos del hombre o la mujer de hoy son
consecuencia directa de alguna incitación artificial, casi siempre mediante
imágenes en los medios de comunicación o de entretenimiento, o bien del
recuerdo de esas imágenes que permanece en la memoria y alimenta la
imaginación. Y casi todas proceden de imágenes de televisión, vídeo, cine,
internet, videojuegos, ilustraciones de revistas..., que son medios que hace no
muchas décadas no existían, o al menos se tenía a ellos un acceso muy limitado.
Y son imágenes que se presentan, por lo general, de modo incitante o
provocador.
No
quiero con esto caer en esa queja un tanto simple, que se ha repetido en todos
los tiempos, acerca de la inmoralidad dominante en comparación con épocas
anteriores. No estoy a favor de ese tópico que hace a tantos a agrandar los
males presentes e idealizar lo pasado, entre otras cosas porque no sería serio
pensar que nuestra época es mucho peor que otras en las que se dijo exactamente
lo mismo. Pienso que unas cosas habrán mejorado respecto a épocas pasadas, y
otras, lo contrario. Pero es un hecho que en la actualidad el estímulo sexual
está hipertrofiado en muchos ambientes y muchas personas, porque ese aluvión de
imágenes incitantes conduce con facilidad a una cierta obsesión, en buena parte
inducida y, desde luego, poco favorable para el sano desarrollo de la
psicología y la moralidad de cualquiera. Cuando se ve que para muchos el sexo
se convierte en tema recurrente de sus conversaciones, objeto constante de sus
deseos y ansiedad enfermiza de sus pensamientos, no sería muy aventurado decir
que la genitalidad ha invadido sus mentes y ha dejado baldías grandes áreas de
sus potencialidades humanas.
—Bueno,
es que ha habido una etapa de represión sexual, y es lógico que ahora venga un
poco de obsesión por el sexo.
Me
parece que hay que ser comprensivos con los efectos pendulares, que llevan a
veces a extremos erróneos como reacción a otras etapas en el error contrario.
Pero no puede decirse que sea conducta propia de mentes esclarecidas. La
obsesión sexual no es el tratamiento más adecuado para curar a nadie de unos
años de represión.
La
sobreexposición a lo erótico supone un perjuicio notable para la afectividad y
la moralidad del hombre, y quizá hasta ahora la sociedad no lo ha valorado
suficientemente. Por eso es tan grave el daño que producen quienes hacen
negocio explotando las pasiones más bajas de los demás, pues se enriquecen a
costa de atropellar la moral de las personas y del ambiente social.
Alfonso
Aguiló
Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios
del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para
tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales
sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para tres personas de España, que son: Miguel, que está con problemas de esófago y le harán una
endoscopía. Rogamos a la Virgen de Lourdes que lo cuide y que todo sea algo
leve y de fácil curación; Paola,
para que siga su mejoría luego de su enfermedad del año pasado, y Karina, que tiene un examen importante
el día 15. Que el Señor las siga acompañando siempre.
Pedimos
oración por nuestro amigo Raúl P.,
de Córdoba, Argentina, internado en terapia intensiva y muy delicado luego de
dos cirugías en el término de una semana. Que el Señor, al que tanto ha servido
siempre a través de su trabajo parroquial, lo proteja y lo cuide y permita su
recuperación que tanto anhelamos todos los que lo conocemos.
Pedimos
oración por Rosalba O. F., de
Colombia, quien padece desde el 1° de Enero de una bronquitis de la que aún no
se recupera. La colocamos a las manos sanadoras de Jesús.
Pedimos oración para Sergio, de la provincia de Buenos
Aires, Argentina, hombre joven, casado hace poco tiempo, que luego de la
extirpación de un tumo está ahora bajo tratamiento oncológico y se encuentra
decaído física y anímicamente. Que la intercesión de la Santísima Virgen se
haga presente para que Dios le conceda toda la fortaleza necesaria para hacer
frente a esta situación.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Enero 9
La
Virgen de Nazaret se considera la humilde servidora del Señor y sólo le
interesa que se cumpla en ella la voluntad de Dios. Sin embargo, al ofrecer su
humildad, Dios hizo de ella la maravilla más grande de la creación.
Si
tú te lanzas al trabajo de tu propio crecimiento en la fe, Dios podrá hacer de
ti un santo, pero será preciso que te esfuerces cada día; no seas río que sigue
una línea tortuosa: sé un hombre recto y fiel a tus principios, a tus
convicciones y a la voz de tu conciencia.
María, que la conciencia de nuestros límites nos haga
crecer en humildad, pero no disminuya en nosotros el deseo de ser santos.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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