PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 11 - Número 2898
~ Lunes 4 de Enero de 2016
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
¿Quién
es Jesús para ti? Jesús
no fue un astronauta de un lejano planeta, ni un mago que practicaba artes
mágicas, aprendidas en Egipto. Jesús no fue un hombre común y corriente como tú
y como yo. Él, a la vez que era hombre, era también Dios y con su vida nos ha
enseñado a conocer a un Dios bueno, cariñoso y bondadoso, amigo y cercano a los
hombres, sus hijos. Él nos enseñó con su vida la más grande y hermosa verdad
que jamás el mundo entero pudo conocer: DIOS ES AMOR. Dios te ama a ti. Jesús
te ama tal y como eres en este momento. No necesitas cambiar para que te ame.
Tú eres su hijo y quiere ser tu amigo: “ustedes
son mis amigos, si hacen lo que yo les mando” (Jn 15,14). Por eso, si nadie
te quiere, si todos te rechazan, si eres demasiado anciano o enfermo o feo o
ignorante o pobre o pecador, él te ama y te dice: “Hijo mío, tus pecados te son perdonados” (Mc 2,5). “No tengas miedo, porque yo estoy contigo y
tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso y yo te amo mucho”
(Is 43,43).
Y
ahora respira profundamente y sonríe: Dios te ama, Jesús te ama, tu vida tiene
pleno sentido y Dios espera mucho de ti y cuenta contigo para la gran tarea de
la salvación del mundo.
* A.
Peña
¡Buenos días!
Verdadera superación
“El
hombre moderno está orgulloso del progreso, del avance de la ciencia y la
tecnología, vive devorado por esta fiebre, del vértigo del “adelanto”, pero ¿va
a alguna parte? ¿Es exagerado decir que el hombre de hoy ya no sabe a dónde va
ni para qué vive? Vive “nadando” entre el placer y la comodidad... pero insatisfecho:
no experimenta la alegría de vivir”.
Tenemos edificios más altos, pero templos más
pequeños; autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos; gastamos
más dinero, y tenemos cada vez menos; compramos más, y disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes, y familias más pequeñas; más instrucción, y menos
sentido de la vida; más conocimiento, y menos juicio; más expertos, y menos
soluciones; más medicinas, y menos bienestar. Tomamos mucho, fumamos mucho,
gastamos sin medida, reímos muy poco, nos acostamos muy tarde, nos levantamos
muy cansados, casi no leemos, vemos demasiada TV, y casi nunca rezamos. Hemos
multiplicado muestras posesiones, pero reducido nuestros valores.
La
verdadera superación es dejar atrás algo a lo cual estuviste apegado y de lo
cual te cuesta desprenderte; es atreverte una vez más a ser diferente de lo que
fuiste ayer; es desarrollarte y evolucionar desde adentro. Cuando decides
cambiar una actitud negativa, estás superándote. El gran cambio social comienza
en tu corazón. El Señor te inspire y asista.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Juan se encontraba de
nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He
ahí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a
Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?».
Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, “Maestro”— ¿dónde vives?». Les
respondió: «Venid y lo veréis». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron
con Él aquel día. Era más o menos la hora décima. Andrés, el hermano de Simón
Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Éste
se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al
Mesías» —que quiere decir, Cristo—. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su
mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas»
—que quiere decir, “Piedra”. (Jn 1,35-42)
Comentario
Hoy, el Evangelio nos recuerda las circunstancias
de la vocación de los primeros discípulos de Jesús. Para prepararse ante la
venida del Mesías, Juan y su compañero Andrés habían escuchado y seguido
durante un tiempo al Bautista. Un buen día, éste señala a Jesús con el dedo,
llamándolo Cordero de Dios. Inmediatamente, Juan y Andrés lo entienden: ¡el
Mesías esperado es Él! Y, dejando al Bautista, empiezan a seguir a Jesús.
Jesús oye los pasos tras Él. Se gira y
fija la mirada en los que le seguían. Las miradas se cruzan entre Jesús y
aquellos hombres sencillos. Éstos quedan prendados. Esta mirada remueve sus
corazones y sienten el deseo de estar con Él: «¿Dónde vives?» (Jn 1,38), le
preguntan. «Venid y lo veréis» (Jn 1,39), les responde Jesús. Los invita a ir
con Él y a mirar, contemplar.
Van, y lo contemplan escuchándolo. Y
conviven con Él aquel atardecer, aquella noche. Es la hora de la intimidad y de
las confidencias. La hora del amor compartido. Se quedan con Él hasta el día
siguiente, cuando el sol se alza por encima del mundo.
Encendidos con la llama de aquel «Sol
que viene del cielo, para iluminar a los que yacen en las tinieblas» (cf. Lc
1,78-79), marchan a irradiarlo. Enardecidos, sienten la necesidad de comunicar
lo que han contemplado y vivido a los primeros que encuentran a su paso: «¡Hemos
encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). Los santos también lo han hecho así. San
Francisco, herido de amor, iba por las calles y plazas, por las villas y
bosques gritando: «El Amor no está siendo amado».
Lo esencial en la vida cristiana es
dejarse mirar por Jesús, ir y ver dónde se aloja, estar con Él y compartir. Y,
después, anunciarlo. Es el camino y el proceso que han seguido los discípulos y
los santos. Es nuestro camino.
* Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Ángela de
Foligno
Terciaria
Franciscana
Nació en Foligno (Umbría) en 1248. De
elevada posición económica, durante algún tiempo se dio a los placeres y
vanidades del mundo. Se casó y tuvo varios hijos. Pero, cuando tenía unos 35
años, huérfana de todos sus seres queridos, madre, esposo e hijos, empezó su
conversión, amargada por la crisis que le producían las malas confesiones,
hasta que, en Asís, tras una buena confesión general, se convirtió del todo al
Señor. Luego se alistó en la Tercera Orden Franciscana y arrastró a muchas
mujeres a su imitación. Se distinguió por su ferviente amor a Dios y al
prójimo, particularmente a los pobres, y asimismo por su humildad, paciencia y
pobreza. Colmada de dones celestiales y experiencias místicas, profesó gran devoción
a los misterios de la vida y, en particular, de la pasión de Cristo, y dejó
admirables escritos sobre la vida espiritual, hasta merecer el sobrenombre de
«maestra de teólogos». Murió en Foligno el 4 de enero de 1309, rodeada de un
gran coro de hijos y discípulos espirituales. Canonizada de manera equipolente
el 9-X-2013.
Oración: Oh Dios, que has distinguido
a la santa Ángela con la gracia de la contemplación de los misterios de tu
Hijo; concédenos por sus méritos participar ahora de esos mismos misterios y
después gozar de la manifestación de tu gloria en el cielo. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“Necesitamos hombres entregados que se
dediquen a vivir y a anunciar la misericordia de Dios. Necesitamos hombres que
se jueguen totalmente por este ideal evangélico y cuyo encuentro con Jesús les
haya cambiado la vida, como se la cambió a los discípulos”
* Mons. Oscar Ojea
Tema del día:
Existe el demonio
El Papa Francisco habló en el Vaticano
de la existencia de una lucha entre el bien y el mal, que no es otra que “la
del demonio contra Dios”. Francisco recordó que hasta el final de los tiempos
existirá esa maldad, pero también aseguró que Dios hace muchas cosas buenas y
denunció que la televisión parece empeñada en ocultarlas.
“Hay mucha gente que sufre en el mundo
hoy: hay guerras, en África, en Oriente Medio, donde ha nacido Jesús, en
Ucrania… en muchos sitios, en América latina…”, dijo sobre la situación actual
del mundo.
El Papa explicó que las guerras causan
“pobreza, dolor, mal” y pidió a los jóvenes que piensen en los niños que lo
sufren.
“Hay niños que no tienen qué comer en el
mundo, que no pueden ir a la escuela por la guerra, la pobreza o porque no las
hay. Hay niños que cuando se enferman no pueden ir al hospital. Recen por estos
niños”.
“¿El mundo será siempre así?”, se
preguntó. “Puede mejorar, pero hay algo
de lo que no gusta hablar, pero se debe hablar. En el mundo existe la lucha
entre el bien y el mal, dicen los filósofos. Es la lucha entre el demonio y
Dios. Esto existe todavía. Cuando a cada uno de nosotros le vienen las ganas de
hacer una maldad. Esa pequeña maldad es una inspiración del diablo. Que a través
de la debilidad que ha dejado en nosotros el pecado original te lleva a esto.
Se hace el mal en las pequeñas cosas como en las cosas grandes”, señaló.
“Es una guerra contra la verdad de Dios,
la verdad de la vida, contra la alegría. Esta lucha entre el diablo y Dios dice
la Biblia que continuará hasta el fin”, explicó.
“Todos tenemos dentro un campo de
batalla, se lucha entre el bien y el mal, tenemos tentaciones, y tenemos que
hablar con los párrocos sobre estas cosas para conocer el bien”.
Francisco también dijo que existen
muchas cosas buenas en el mundo. “¿Por qué estas cosa no se publicitan? Parece
que a la gente le gusta más ver noticias malas y feas”.
Puso de ejemplo África, donde también
hay “misioneros, sacerdotes, religiosas, que han dejado toda su vida allí
predicando el Evangelio, en pobreza”.
Estas cosas no se ven en la televisión
porque “hay esta atracción por el mal, parece que gusta más ver las cosas feas
que las cosas buenas y grandes”. “El diablo hace de las suyas, pero también
Dios hace de las suyas y hay mucha gente santa en el mundo, en el trabajo, en
las familias, mucho abuelos… y esto no se ve en la televisión porque esto no da
rating o audiencia, no da publicidad”, aseguró.
Parece “que con las cosas buenas la
gente se aburre, o no saben presentar bien las cosas buenas”, denunció. “Cuando
vean ustedes la televisión en su casa recuerden esto: hay una lucha entre el
bien y el mal” es “la lucha entre Dios y el diablo”. “Pero hay mucha gente
santa, que da la vida por ayudar a los otros”.
“¿Por qué en la televisión no se ven
monjas de clausura que se pasan la vida rezando por nosotros? Esto no interesa,
quizás interesan más los joyeros de una vida importante que se hacen ver, las
cosas que se hacen vanidad. No nos dejemos engañar. En el mundo hay cosas,
feas, feas, feas, es el trabajo del diablo contra Dios, pero hay cosas santas,
grandes cosas que son la obra de Dios. Existen los santos escondidos, aquellos
que no vemos”.
* Álvaro de Juana
Mensaje de María
Reina de la Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 2
de Enero de 2016
“Queridos hijos, como Madre me siento
feliz de estar en medio de vosotros, porque deseo hablaros nuevamente de las
palabras de mi Hijo y de Su amor. Espero que me aceptéis con el corazón, porque
las palabras de mi Hijo y Su amor, son la única luz y esperanza en la oscuridad
del presente. Esta es la única verdad, y vosotros, que la aceptaréis y la
viviréis, tendréis corazones puros y humildes. Mi Hijo ama a los puros y a los
humildes. Los corazones puros y humildes dan vida a las palabras de mi Hijo:
las viven, las difunden y buscan la forma de que todos las escuchen. Las
palabras de mi Hijo hacen renacer a quienes las escuchan, las palabras de mi
Hijo hacen que regresen el amor y la esperanza. Por eso, mis queridos
apóstoles, hijos míos, vivid las palabras de mi Hijo. Amaos como Él os ha
amado. Amaos en Su nombre y en Su memoria. La Iglesia progresa y crece gracias
a aquellos que escuchan las palabras de mi Hijo, gracias a aquellos que aman,
gracias a aquellos que sufren y padecen en silencio y en la esperanza de la
redención definitiva. Por eso queridos hijos míos, que las palabras de mi Hijo
y Su amor estén en el primer y último pensamiento del día. ¡Os doy las
gracias!”
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por la salud de Mateo, que vive en Corrientes,
Argentina. Es un hombre mayor, que vive con su esposa y lleva meses, si no más
de un año, en que su estado se agrava, lo internan, mejora un poco, y vuelve a
su casa y al tiempito, empieza otra vez… Lo encomendamos a la Santísima Virgen,
Madre de Dios y Madre nuestra.
Pedimos oración para Robert L., que se encuentra
hospitalizado en San Antonio, Texas, USA, en espera de una operación de
corazón. Oramos para que el Señor lo proteja y permita que todo salga bien.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos
de Dios
Enero 4
Señores
reyes de Oriente,
no nos
vayan a olvidar
y
vengan posiblemente en tren,
para
no tardar.
Pueden
seguir los destellos
de la
estrella de Belén,
pero
venirse en camello,
hoy
día no queda bien.
Quiero
que sepan también,
por si
nunca lo han notado,
que
hay un chico muy de bien,
pero
muy pobre, aquí al lado.
Tal
vez no tenga botines
que
poner en la ventana
y
haciendo tristes mohínes
se
venga a vernos mañana.
Su
madre cose y apenas
le
alcanza para vivir.
¡Los
dos pasan unas penas!
¡Eso
no puede seguir!
Ustedes,
señores reyes,
que
iban buscando al Dios Niño,
y lo
hallaron entre bueyes,
y le
dieron su cariño,
acuérdense
del de al lado,
que
siempre nos ve jugar,
encogidito
y callado,
sin
reirse, sin chistar.
“Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no
eres la menor entre las principales ciudades de Judá; porque de ti surgirá un
jefe, que será pastor de mi pueblo, Israel” ( Mt 2,6)
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el más pequeñito
de todos-
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