PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2761
~ Sábado 15 de Agosto de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
«Hoy
María Virgen subió a los cielos: alegraos porque con Cristo reina para siempre»
La fiesta de la Asunción de la Santísima
Virgen María, se celebra en toda la Iglesia el 15 de agosto. Esta fiesta tiene
un doble objetivo: La feliz partida de María de esta vida y la Asunción de su
cuerpo al cielo libre de la corrupción terrenal de los cuerpos.
La Asunción es un mensaje de esperanza
que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la
alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros
caminamos.
Este día, recordamos que María es una
obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado original, el cuerpo de María
estuvo siempre libre de pecado. Era totalmente pura. Su alma nunca se
corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo
santo e inmaculado.
Desde su Asunción a los cielos, acompaña
con amor materno a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos hacia la patria
celeste, hasta la venida gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo.
¡Buenos días!
Humildad y paciencia
Santa
Teresa de Ávila, dio una certera definición de la humildad, quizá la mejor que
existe: “Una vez estaba yo meditando por
qué razón Jesús nuestro Señor era tan amigo de la humildad, y con toda claridad
comprendí esto: la ama tanto porque Dios es la suma Verdad, y la humildad es
caminar en la verdad”. “La humildad es la madre de todos los bienes. Paciencia,
dulzura, dominio de sí mismo, confianza en los otros, todos estos frutos del
Espíritu, de los cuales habla san Pablo, crecen en un árbol cuya raíz es la
humildad” (Monje del monte Athos).
Toma la costumbre de alegrarte cuando se te
presente una ocasión de practicar la humildad o ejercitar la paciencia. Es
totalmente superfluo querer crear estas situaciones, porque podrías caer en lo
artificial y perderte en la complacencia por tu virtud. Ten la seguridad de que
encontrarás tantas ocasiones de humillarte y ser paciente como sean necesarias,
y serán exactamente las que te hagan falta. Si adviertes que has dejado escapar
alguna, repróchate esta negligencia, porque has actuado como el marino
inexperto que no supo aprovechar el viento favorable.
Según
santo Tomás de Aquino, Cristo nos recomendó por encima de todo la humildad,
porque con ella se anula el principal impedimento para santificarnos Todas las
demás virtudes derivan de ella su valor. Sólo a ella le concede Dios sus dones,
y los retira cuando ella desaparece. Pide a Jesús te enseñe a ser paciente y
humilde de corazón.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquellos días, se levantó María y se
fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de
María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu
Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en
mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron
dichas de parte del Señor!».
Y dijo María: «Proclama mi alma la
grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador porque ha puesto
los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las
generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas
el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en
generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los
que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos
y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los
ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
-como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por
los siglos». María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa. (Lc
1,39-56)
Comentario
Hoy celebramos la solemnidad de la
Asunción de Santa María en cuerpo y alma a los cielos. «Hoy —dice san Bernardo—
sube al cielo la Virgen llena de gloria, y colma de gozo a los ciudadanos celestes».
Y añadirá estas preciosas palabras: «¡Qué regalo más hermoso envía hoy nuestra
tierra al cielo! Con este gesto maravilloso de amistad —que es dar y recibir—
se funden lo humano y lo divino, lo terreno y lo celeste, lo humilde y lo
sublime. El fruto más granado de la tierra está allí, de donde proceden los
mejores regalos y los dones de más valor. Encumbrada a las alturas, la Virgen
Santa prodigará sus dones a los hombres».
El primer don que te prodiga es la
Palabra, que Ella supo guardar con tanta fidelidad en el corazón, y hacerla
fructificar desde su profundo silencio acogedor. Con esta Palabra en su espacio
interior, engendrando la Vida para los hombres en su vientre, «se levantó María
y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en
casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lc 1,39-40). La presencia de María expande
la alegría: «Apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el
niño en mi seno» (Lc 1,44), exclama Isabel.
Sobre todo, nos hace el don de su
alabanza, su misma alegría hecha canto, su Magníficat: «Proclama mi alma la
grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador...» (Lc
1,46-47). ¡Qué regalo más hermoso nos devuelve hoy el cielo con el canto de
María, hecho Palabra de Dios! En este canto hallamos los indicios para aprender
cómo se funden lo humano y lo divino, lo terreno y lo celeste, y llegar a
responder como Ella al regalo que nos hace Dios en su Hijo, a través de su
Santa Madre: para ser un regalo de Dios para el mundo, y mañana un regalo de
nuestra humanidad a Dios, siguiendo el ejemplo de María, que nos precede en
esta glorificación a la que estamos destinados.
P. Abad Dom Josep ALEGRE Abad de Santa Mª de Poblet
(Tarragona, España)
Santoral Católico:
La Asunción de la
Virgen María
La Madre de Dios fue asociada
estrechamente, por voluntad del Padre, a los misterios de su Hijo. Por eso,
como dice el Prefacio, «el Señor no quiso que conociera la corrupción del
sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu, concibió en su seno al autor de
la vida». Al respecto escribía Pío XII: «A la manera que la gloriosa
resurrección de Cristo fue parte esencial y último trofeo de su más absoluta
victoria sobre la muerte y el pecado, así la lucha de la bienaventurada Virgen,
común con su Hijo, había de concluir con la glorificación de su cuerpo
virginal... Por eso, la augusta Madre de Dios, misteriosamente unida a Jesucristo
desde toda la eternidad, consiguió, al fin, como corona suprema de sus
privilegios, ser conservada inmune de la corrupción del sepulcro y, del mismo
modo que antes su Hijo, vencida la muerte, ser levantada en cuerpo y alma a la
suprema gloria del cielo». Y la Constitución papal que en 1950 declaró el dogma
de la Asunción concluía con esta definición: «Que la Inmaculada Madre de Dios,
siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en
cuerpo y alma a la gloria celestial».
Oración: Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los
cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos,
que, aspirando siempre a las realidades divinas, lleguemos a participar con
ella de su misma gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras de San
Juan Pablo II
"El dogma de la Asunción afirma que
el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto, mientras
para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del
mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular
privilegio"
Tema del día:
La Asunción de la
Virgen María
El Papa Pío XII definió solemnemente el
dogma de la Asunción de María el día 1 de noviembre de 1950. Este dogma fue
promulgado en la Constitución "Munificentissimus
Deus".
Las razones fundamentales para la
definición del dogma presentadas por Pío XII fueron:
1-La
inmunidad de María de todo pecado: La
descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de
todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción,
pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del
cielo.
2-Su
Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se
había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María
participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a
luz, le nutrió, le cuidó, le estrechó contra su pecho. No podemos imaginar que
Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción.
3-Su
Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado
en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era
conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.
4-Su
participación en la obra redentora de Cristo:
María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora
de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió
el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma.
La Asunción es la victoria de Dios
confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y
promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos
resuciten y sean reunidos con nuestras almas.
La Asunción es un mensaje de esperanza
que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la
alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros
caminamos.
Este día, recordamos que María es una
obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado original, el cuerpo de María
estuvo siempre libre de pecado. Era totalmente pura. Su alma nunca se
corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo
e inmaculado.
También, tenemos presente a Cristo por
todas las gracias que derramó sobre su Madre María y cómo ella supo responder a
éstas. Ella alcanzó la Gloria de Dios por la vivencia de las virtudes. Se
coronó con estas virtudes.
La maternidad divina de María fue el
mayor milagro y la fuente de su grandeza, pero Dios no coronó a María por su
maternidad, sino por sus virtudes: su caridad, su humildad, su pureza, su
paciencia, su mansedumbre, su perfecto homenaje de adoración, amor, alabanza y
agradecimiento.
María cumplió perfectamente con la
voluntad de Dios en su vida y eso es lo que la llevó a llegar a la gloria de
Dios.
En la Tierra todos queremos llegar a
Dios y en esto trabajamos todos los días. Esta es nuestra esperanza. María ya
ha alcanzado esto. Lo que ella ha alcanzado nos anima a nosotros. Lo que ella
posee nos sirve de esperanza.
María tuvo una enorme confianza en Dios,
su corazón lo tenía lleno de Dios. Vivió con una inmensa paz porque vivía en
Dios, porque cumplió a la perfección con la voluntad de Dios durante toda su
vida. Y esto es lo que la llevó a gozar en la gloria de Dios. Desde su Asunción
al Cielo, Ella es nuestra Madre del Cielo.
La fiesta de la Asunción es la fiesta de
María, la más solemne de las fiestas que la Iglesia celebra en su honor. Este
día festejamos todos los misterios de su vida.
Es la celebración de su grandeza, de
todos sus privilegios y virtudes, que también se celebran por separado en otras
fechas.
María es una obra maravillosa de Dios:
mujer sencilla y humilde, concebida sin pecado original y, por tanto, creatura
purísima. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el
pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado de Dios.
En la Tierra todos queremos llegar a
Dios y por este fin trabajamos todos los días, ya que ésa es nuestra esperanza.
María ya lo ha alcanzado. Lo que ella ya posee nos anima a nosotros a
alcanzarlo también.
Web Católico de Javier
"Pequeñas
Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los
días "Pequeñas Semillitas"
por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y
solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío
(moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com con el título: “Suscripción a Pequeñas
Semillitas”.
Humor:
Una fiesta estaba llena de invitados y en
determinado momento el dueño de casa, sospechando que había algunos “colados”
(no invitados), se levanta y dice en medio del salón:
-De este lado todos los amigos y las
amigas del novio, y de este otro lado los amigos y las amigas de la novia.
Se arma un grupo a la izquierda, otro a
la derecha, pero queda un tercero al
medio, que se miran entre sí, indecisos.
Y entonces el dueño de casa grita:
-Los de la derecha y los de la
izquierda: ¡Fuera de aquí sinvergüenzas… que esto es un bautismo!
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para que el Señor
Misericordioso permita que los estudios médicos de Daniel Oscar P., que vive en Miami, salgan bien y vuelva la
tranquilidad a su hogar.
Pedimos oración por la salud de Stella G., de San Juan, que ayer cumplió
años. Y por el éxito de la tesis de Agustina,
Daniela y Bettina. Que Jesús conceda las gracias que estamos solicitando.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
«...habiendo terminado el curso de su vida terrestre, fue
elevada en cuerpo y alma a la gloria del Cielo.» (LG 59) (…).
El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue
glorificado después de su muerte. En efecto, mientras que para otro ser humano
la resurrección corporal ocurrirá al fin del mundo, para María, la
glorificación de su cuerpo fue anticipada por un privilegio singular. (...). Esta unión, que se manifiesta desde la concepción
prodigiosa de nuestro Salvador, a través de la participación de la Madre en la
misión de su Hijo y, especialmente, por su asociación con el sacrificio
redentor, no puede no requerir una continuación después de la muerte.
Perfectamente unida a la vida y a la obra salvífica de Jesús, María comparte su
destino celestial en alma y cuerpo. La Asunción es el punto final de la lucha
que movió el generoso amor de María por la redención de la humanidad y es el
fruto de su participación única en la victoria de la Cruz.
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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