jueves, 1 de enero de 2015

Pequeñas Semillitas 2557

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2557 ~ Jueves 1 de Enero de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Por gracia de Dios estamos iniciando el año nuevo 2015, y para “Pequeñas Semillitas” significa entrar en el décimo año consecutivo de publicación. Algo no imaginado cuando el martes 11 de julio de 2006 enviaba el primer número de este boletín que entonces llegaba a unas pocas personas, y que ha sido bendecido por Jesús, la Virgen de Lourdes, San José y San Juan Pablo II, a quienes siempre he destacado como mis inspiradores para escribir esta página.
El tiempo transcurrido desde entonces, permitió un crecimiento enorme de “Pequeñas Semillitas” que tiene hoy una muy amplia distribución por correo electrónico, por su publicación en internet bajo la forma de blog, y más recientemente por su presencia en las redes sociales Facebook y Twitter, todo lo cual hace que los mensajes diarios con la Palabra de Jesús y los demás temas que tratamos, lleguen a decenas de miles de lectores en diversos países del mundo incluyendo algunos lugares remotos que producen asombro cuando nos escriben desde allí: Camerún (África), Israel, Dinamarca, Luanda (Angola, África), Taiwan, Shizuoka (Japón), Dubai (Emiratos Árabes), Tanzania (África), Brisbane (Australia), Kaolack (Senegal), Reikiavik (Islandia), Burundi, Rumania, y muchos lugares más donde hay gente de habla hispana (misioneros, religiosas, monasterios) que leen y difunden nuestro trabajo.
Este año mantendremos el esquema básico de la página: el saludo inicial; los “Buenos días” del Padre Natalio; el Evangelio diario; el Santoral; el “tema del día”, la frase, los pedidos de oración (y agradecimientos los domingos); y alguna nota más en determinados días. El cambio más significativo estará dado porque ya hemos terminado de publicar a lo largo de 2014 la serie de reflexiones del P. Víctor Manuel Fernández, titulada “Un estímulo todos los días” con la que cerrábamos cada edición de nuestro boletín, y que a partir de hoy será reemplazada por una meditación mariana para cada día, bajo el título “Unidos a María”.
Al iniciar un nuevo año, las energías están renovadas y con la permanente disposición a seguir trabajando para mayor gloria de Dios, invocando Su protección y la permanente compañía de la Santísima Virgen María, abrimos pues el año 2015, décimo en la historia de “Pequeñas Semillitas”.

¡Buenos días!

Te deseo un año feliz
Al comenzar un nuevo año te deseo doce meses de crecimiento. La superación personal comienza con el conocimiento de ti mismo: tus fortalezas y tus debilidades. Sé sincero contigo mismo, no confundas lo que te gustaría ser, con lo que realmente eres. Crecer supone repetición de actos en la dirección correcta. Colabora con tu voluntad y esfuerzo. Dios ayuda al valiente.

Te deseo que este año tengas suficiente felicidad para mantenerte dulce; suficientes problemas para mantenerte fuerte; suficientes penas para mantenerte humano; suficiente esperanza para mantenerte feliz; suficientes fracasos para mantenerte humilde; suficientes éxitos para mantenerte sereno; suficientes amigos para recibir consuelo; suficientes entradas para cubrir tus necesidades; suficiente entusiasmo para enfrentar las dificultades; suficiente confianza en ti mismo para no caer en depresiones; suficiente determinación y valor para hacer que este año sea el mejor de tu vida.

Tu crecimiento personal depende de los hábitos buenos que vas incorporando a tu vida. Uno de éstos es la actitud de formación permanente, superándote de día en día, porque “crecer es un aprendizaje constante y culmina cuando nos retiramos de esta fiesta que es la vida”. El Señor te acompañe con su bondadosa bendición.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel Niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno. (Lc 2,16-21)

Comentario
Hoy, la Iglesia contempla agradecida la maternidad de la Madre de Dios, modelo de su propia maternidad para con todos nosotros. Lucas nos presenta el “encuentro” de los pastores “con el Niño”, el cual está acompañado de María, su Madre, y de José. La discreta presencia de José sugiere la importante misión de ser custodio del gran misterio del Hijo de Dios. Todos juntos, pastores, María y José, «con el Niño acostado en el pesebre» (Lc 2,16) son como una imagen preciosa de la Iglesia en adoración.
“El pesebre”: Jesús ya está ahí puesto, en una velada alusión a la Eucaristía. ¡Es María quien lo ha puesto! Lucas habla de un “encuentro”, de un encuentro de los pastores con Jesús. En efecto, sin la experiencia de un “encuentro” personal con el Señor no se da la fe. Sólo este “encuentro”, el cual ha comportado un “ver con los propios ojos”, y en cierta manera un “tocar”, hace capaces a los pastores de llegar a ser testigos de la Buena Nueva, verdaderos evangelizadores que pueden dar «a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel Niño» (Lc 2,17).
Se nos señala aquí un primer fruto del “encuentro” con Cristo: «Todos los que lo oyeron se maravillaban» (Lc 2,18). Hemos de pedir la gracia de saber suscitar este “maravillamiento”, esta admiración en aquellos a quienes anunciamos el Evangelio.
Hay todavía un segundo fruto de este encuentro: «Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto» (Lc 2,20). La adoración del Niño les llena el corazón de entusiasmo por comunicar lo que han visto y oído, y la comunicación de lo que han visto y oído los conduce hasta la plegaria de alabanza y de acción de gracias, a la glorificación del Señor.
María, maestra de contemplación —«guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19)— nos da Jesús, cuyo nombre significa “Dios salva”. Su nombre es también nuestra Paz. ¡Acojamos en el corazón este sagrado y dulcísimo Nombre y tengámoslo frecuentemente en nuestros labios!
Rev. D. Manel VALLS i Serra (Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa María Madre de Dios
La Iglesia celebra con toda solemnidad el misterio de la maternidad divina de la Virgen el día 1 de enero, fecha en que también se conmemora lo que nos recuerda el evangelio de San Lucas: al cumplirse los ocho días del Nacimiento del Niño, lo circuncidaron y le pusieron por nombre Jesús. La fiesta de hoy está destinada a celebrar la parte que tuvo María en el misterio de la salvación y a exaltar la singular dignidad de que goza la madre de Jesús, Dios y hombre. «Francisco -dice San Buenaventura- amaba con indecible afecto a la Madre del Señor Jesús, por ser ella la que ha convertido en hermano nuestro al Señor de la majestad».
Oración: Dios y Señor nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquella de quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Fuente: Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco

“No esclavos sino hermanos”

 
Mensaje del Papa Francisco
con motivo de la celebración de la
XLVIII Jornada Mundial de la Paz
Texto completo del mensaje: hacer clic acá

Tema del día:
Santa María Madre de Dios
Después de haber centrado la mirada en Jesús durante la fiesta de Navidad, la Iglesia ha querido fijarla, en el primer día del año, en María Santísima, para celebrar su maternidad divina. Efectivamente, en la contemplación del misterio de la Encarnación, no se puede separar al Hijo de Dios de la Madre. Por esto, en la formulación de su fe, la Iglesia proclama que el Hijo "por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre".

Cuando en el Concilio de Efeso se aplicó a María el título de "Theotokos", Madre de Dios, la intención de los padres del Concilio era garantizar la verdad del misterio de la Encarnación. […] María es "Madre de Dios" porque su Hijo es Dios; es madre sólo en el orden de la generación humana, pero, dado que el Niño que Ella concibió y dio al mundo, es Dios, debe ser llamada "Madre de Dios".

La afirmación de la maternidad divina nos ilumina sobre el sentido de la Encarnación. Demuestra que el Verbo, persona divina, se ha hecho hombre: se ha hecho hombre gracias al concurso de una mujer en la obra del Espíritu Santo. Una mujer ha sido asociada de manera singular al misterio de la venida del Salvador al mundo. Por mediación de esta mujer, Jesús se une a las generaciones humanas que precedieron a su nacimiento. Gracias a María, Él tiene un verdadero nacimiento y su vida en la tierra comienza de manera semejante a la de todos los demás hombres. Con su maternidad, María permite al Hijo de Dios tener -después de la concepción extraordinaria por obra del Espíritu Santo- un desarrollo humano y una inserción normal en la sociedad de los hombres. 

La dignidad conferida a María muestra desde dónde ha querido Dios impulsar la reconciliación. En efecto, se debe recordar que inmediatamente después del pecado original, Dios anunció su intención de hacer una alianza con la mujer, de manera que asegurara la victoria sobre el enemigo del género humano: "Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás el calcañal" (Gén 3, 15). Según este oráculo, la mujer estaba destinada a convertirse en la aliada de Dios para la lucha contra el demonio. Debía ser la madre del que aplastaría la cabeza del enemigo. Sin embargo, en la perspectiva profética del Antiguo Testamento, este descendiente de la mujer, que tenía que triunfar sobre el espíritu del mal, parecía que no era sino un hombre.

Siempre sentimos el asombro de que una mujer haya podido dar al mundo al que es Dios, que haya recibido la misión de amamantarlo como cada madre amamanta a su hijo, que haya preparado al Salvador, con la educación materna, para su futura actividad. María ha sido plenamente madre y, por esto, ha sido también una admirable educadora. El hecho, confirmado por el Evangelio, de que Jesús, en su infancia, les estaba sujeto (cf. Lc 2, 51), indica que su presencia materna influyó profundamente en el desarrollo humano del Hijo de Dios. Es uno de los aspectos más impresionantes del misterio de la Encarnación.

En la dignidad conferida de modo singularísimo a María, se manifiesta la dignidad que el misterio del Verbo hecho carne quiere conferir a toda la humanidad. Cuando el Hijo de Dios se abajó para hacerse hombre, semejante a nosotros en todo, menos en el pecado, elevó la humanidad al nivel de Dios. En la reconciliación realizada entre Dios y la humanidad, Él no quería restablecer simplemente la integridad y la pureza de la vida humana, herida por el pecado. Quería comunicar al hombre la vida divina y abrirle el pleno acceso a la familiaridad con Dios.
  
De este modo María nos hace comprender la grandeza del Amor Divino, no sólo para con Ella, sino para con nosotros. Ella nos introduce en la obra grandiosa, con la que Dios no se ha limitado a curar a la humanidad de las llagas del pecado, sino que le ha asignado un destino superior de íntima unión con Él. Cuando veneramos a María como Madre de Dios, reconocemos además la maravillosa transformación que el Señor ha otorgado a su criatura. Por esto, cada vez que pronunciamos las palabras: "Santa María, Madre de Dios", debemos tener ante los ojos de la mente la perspectiva luminosa del rostro de la humanidad, cambiado en el Rostro de Cristo.
San Juan Pablo II
Audiencia general del miércoles 4 de enero de 1984

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

Estadísticas
El siguiente es el estado demostrativo de la cantidad de visitas registradas en los dos blogs que llevamos adelante en internet: "Pequeñas Semillitas" y "Juan Pablo II inolvidable". Esta información se publica el primer día de cada mes.

Debe recordarse que las visitas se cuentan desde el inicio de cada uno de ellos que ha sido en fechas distintas:

Desde el 1º de Marzo de 2007 hasta hoy ha sido visitado por 2.092.440 lectores. Durante el último mes (Dic/2014) registró 14.503 nuevas visitas.

Desde el 25 de Diciembre de 2009 hasta hoy ha sido visitado por 417.725  lectores. Durante el último mes (Dic/2014) registró 3.442 nuevas visitas.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

En el inicio del año, al celebrar la Jornada Mundial por la Paz, instituida por el Beato Pablo VI, pedimos especialmente para que tengamos PAZ en cada rincón del mundo, y ponemos particularmente en nuestro corazón a los cristianos perseguidos y martirizados en varios países del mundo como consecuencia de defender su fe.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Lola L., de 15 años de edad, fallecida en estos días. Que el Señor la reciba en el Reino.

Pedimos oración por el niño de Chile Santi P., víctima de violencia física y psicológica por parte de la niñera que lo cuidaba, para que el Niño de Belén lo ayude a superar y sanar sus heridas.

Pedimos oración para Amelia V., una bebita llegada al mundo con un problema que requiere operación urgente. Rogamos al Señor intervenga con su poder y sea exitosamente corregido lo que ha de ser corregido, para su mayor gloria y para que vuelva la tranquilidad a esta conturbada familia

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
María es la Madre de Jesús, que es Dios; y Jesús está presente realmente en la Eucaristía, por eso María es Madre de la Eucaristía, pues es el mismo cuerpo de Jesús, es el mismo Jesús el que está en el Santísimo Sacramento. Y cuando vamos a comulgar, debemos imaginarnos que es la misma Santísima Virgen la que nos ofrece a su Hijo Jesús recién nacido para que lo comamos y tengamos vida eterna. Con María de la mano y con la recepción frecuente de la Eucaristía, somos fortísimos contra las maldades del Infierno, pues la Comunión frecuente y la devoción a la Virgen son dos armas seguras para vencer en este combate que tenemos que librar sobre la tierra.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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