viernes, 5 de septiembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2454

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2454 ~ Viernes 5 de Setiembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy estamos recordando a la Madre Teresa de Calcuta, beata de la Iglesia, y por eso iniciamos esta edición de “Pequeñas Semillitas” con una hermosa reflexión que es de su autoría:
“Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que tenga necesidad de alimento. Cuando tenga sed, mándame a alguien que necesite de bebida. Cuando tenga frío, mándame a alguien para que lo abrigue. Cuando tenga un disgusto, ofréceme alguien para que lo consuele. Cuando mi cruz se vuelva pesada, hazme compartir la cruz de otro. Cuando me sienta pobre, condúceme hasta alguien que esté necesitado. Cuando tenga tiempo, dame alguien a quien pueda ayudar unos momentos. Cuando me sienta humillado, haz que tenga a alguien a quien alabar. Cuando esté desanimado, mándame a alguien a quien dar ánimos. Cuando sienta necesidad de comprensión de otros, mándame a alguien que necesite de la mía. Cuando necesite que se ocupen de mí, mándame a alguien de quien tenga que ocuparme. Cuando pienso sólo en mí mismo, atrae mi atención sobre otra persona. Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos que, en todo el mundo, viven y mueren pobres y hambrientos”.

¡Buenos días!

El águila de las alas cortadas
Ser agradecido es propio de corazones nobles. No es lo común. Cuando Jesús curó a diez leprosos, sólo uno regresó a dar las gracias. El reconocimiento de los favores recibidos hace quedar bien consigo mismo por haber hecho lo que es justo y correcto. Desde luego, el que beneficia a alguien debe hacerlo por pura bondad. Pero le es grato verse agradecido.

Cierto día un hombre capturó un águila, le cortó sus alas y la soltó en el corral junto con todas sus gallinas. El águila, profundamente deprimida añorando su grandeza, bajaba la cabeza y  no comía al sentirse como una reina encarcelada. Un hombre al pasar la vio, le gustó y decidió comprarla. Le arrancó las plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo. Cuando repuso el águila sus alas, alzó vuelo y apresó enseguida a una liebre para llevársela en agradecimiento a su liberador. Una zorra la vio y maliciosamente le dio este consejo: -No le lleves la liebre a ése que te liberó, sino al que te capturó; pues el que te liberó ya es bueno sin más estímulo. Procura más bien ablandar al otro, no vaya a atraparte de nuevo y te arranque completamente las alas.

Esta fábula ofrece varias enseñanzas. Por ejemplo: la de permitir a los animalitos vivir felices en su hábitat natural y no tenerlos cautivos. Otra es la de actuar con simplicidad y sencillez, sin otras intenciones escondidas, como maliciosamente sugería la zorra. Empieza hoy por intentar cumplir lo que dice san Pablo: “Vivan dando gracias a Dios”.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los fariseos y los maestros de la Ley dijeron a Jesús: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben». Jesús les dijo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán en aquellos días».
Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo; de otro modo, desgarraría el nuevo, y al viejo no le iría el remiendo del nuevo. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino nuevo reventaría los pellejos, el vino se derramaría, y los pellejos se echarían a perder; sino que el vino nuevo debe echarse en pellejos nuevos. Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo porque dice: ‘El añejo es el bueno’». (Lc 5,33-39)

Comentario
Hoy, en nuestra reflexión sobre el Evangelio, vemos la trampa que hacen los fariseos y los maestros de la Ley, cuando tergiversan una cuestión importante: sencillamente, ellos contraponen el ayunar y rezar de los discípulos de Juan y de los fariseos al comer y beber de los discípulos de Jesús.
Jesucristo nos dice que en la vida hay un tiempo para ayunar y rezar, y que hay un tiempo de comer y beber. Eso es: la misma persona que reza y ayuna es la que come y bebe. Lo vemos en la vida cotidiana: contemplamos la alegría sencilla de una familia, quizá de nuestra propia familia. Y vemos que, en otro momento, la tribulación visita aquella familia. Los sujetos son los mismos, pero cada cosa a su tiempo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Días vendrán...» (Lc 5,34).
Todo tiene su momento; bajo el cielo hay un tiempo para cada cosa: «Un tiempo de rasgar y un tiempo de coser» (Qo 3,7). Estas palabras dichas por un sabio del Antiguo Testamento, no precisamente de los más optimistas, casi coinciden con la sencilla parábola del vestido remendado. Y seguramente coinciden de alguna manera con nuestra propia experiencia. La equivocación es que en el tiempo de coser, rasguemos; y que durante el tiempo de rasgar, cosamos. Es entonces cuando nada sale bien.
Nosotros sabemos que como Jesucristo, por la pasión y muerte, llegaremos a la gloria de la Resurrección, y todo otro camino no es el camino de Dios. Precisamente, Simón Pedro es amonestado cuando quiere alejar al Señor del único camino: «¡Tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!» (Mt 16,23). Si podemos gozar de unos momentos de paz y de alegría, aprovechémoslos. Seguramente ya nos vendrán momentos de duro ayuno. La única diferencia es que, afortunadamente, siempre tendremos al novio con nosotros. Y es esto lo que no sabían los fariseos y, quizá por eso, en el Evangelio casi siempre se nos presentan como personas malhumoradas. Admirando la suave ironía del Señor que se trasluce en el Evangelio de hoy, sobre todo, procuremos no ser personas malhumoradas.
Rev. D. Frederic RÀFOLS i Vidal (Barcelona, España)

Santoral Católico:
Beata Teresa de Calcuta
Fundadora
En la ciudad de Calcuta, en la India, beata Teresa (Inés) Gonhxa Bojaxhiu, virgen, que, nacida en Albania, trató de apagar la sed de Cristo clavado en la cruz atendiendo con eximia caridad a los hermanos más pobres, y fundó las congregaciones de Misioneros y Misioneras de la Caridad, para servir a los enfermos y abandonados (1997). Información amplia haciendoclic acá.
Fuente: Catholic.net    

Pensamientos de Madre Teresa

“Nuestra tarea consiste en animar
a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor.
Y cada obra de amor, hecha de todo corazón,
acerca a las personas a Dios”

“El aborto es un homicidio en el vientre de la madre.
Una criatura es un regalo de Dios.
Si no quieren a los niños, dénmelos a mí”

“Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo”

“Sed bondadosos, generosos, comprensivos.
Que todos los que se acerquen a vosotros
sean mejores y más felices.
Sed la expresión viva de la bondad de Dios:
Bondad en la cara, bondad en los ojos,
bondad en la sonrisa, bondad en vuestro saludo, cordial y afectuoso”

“A veces sentimos que lo que hacemos
es tan solo una gota en el mar,
pero el mar sería menos si le faltara una gota”

Tema del día:
Su último mensaje
Pocas semanas antes de morir, la Madre Teresa de Calcuta concedió a la revista brasileña misionera 'Sem Fronteras' la que tal vez fue su última entrevista. A continuación amplios pasajes de la misma.

¿Cuántas son las Misioneras de la Caridad?
Teresa de Calcuta: Tenemos 3.604 hermanas que han pronunciado los votos religiosos, 411 novicias y 260 aspirantes a religiosas. Estamos esparcidas en 119 países. Hoy disponemos de 560 tabernáculos o casas.

¿Por qué los llaman "tabernáculos"?
Teresa de Calcuta: Porque Jesús está presente en estas casas. Son casas de Jesús. Nuestra congregación quiere contribuir a que las personas puedan saciar su sed de Jesús. Con ello tratamos de rescatar y santificar a los más pobres de los pobres. Pronunciamos los votos de castidad, pobreza y obediencia. Pero hemos recibido, además, la autorización especial para hacer un cuarto voto: ponernos al servicio de los más pobres de los pobres.

Usted suele afirmar que no hay amor sin sufrimiento.
Teresa de Calcuta: Sí, el verdadero amor hace sufrir. Cada vida y cada relación familiar tienen que ser vividas honestamente. Esto presupone muchos sacrificios y mucho amor. Pero, al mismo tiempo, estos sufrimientos se ven acompañados siempre por un gran sentido de paz. Cuando en una casa reina la paz, allí se encuentran también la alegría, la unión y el amor.

Su congregación ha abierto casas para enfermos de SIDA en diferentes partes del mundo...
Teresa de Calcuta: Hasta hace algunos años, algunas personas llegaban incluso a suicidarse cuando recibían la noticia de que estaban enfermos de sida. Hoy ni un enfermo muere en la desesperación y en la angustia en nuestras casas. Todos, incluidos los no católicos, mueren en la paz del Señor. ¿No cree que esto es maravilloso?

Las reglas de su Congregación indican que el trabajo por los pobres ha de realizarse tanto "en la esfera espiritual como en la material". ¿Qué entiende por pobreza espiritual?
Teresa de Calcuta: Los pobres espirituales son los que todavía no han descubierto a Jesús o los que se han separado de Él a causa del pecado. Los que viven en la calle también tienen necesidad de ser ayudados en este sentido. Por otra parte, me hace muy feliz el constatar que, en nuestro mundo, podemos contar también con la ayuda de gente bien asentada, a quienes ofrecemos la oportunidad de hacer una obra buena por Dios.

¿Reciben ayuda también de personas de otras religiones?
Teresa de Calcuta: Sí, de musulmanes, de hindúes, de budistas y de muchos otros. Hace unos meses, un grupo de budistas japoneses vino a hablar conmigo sobre espiritualidad. Les dije que ayunamos todos los primeros viernes de mes y que el dinero que ahorramos lo destinamos a los pobres. Cuando regresaron a su país, pidieron a las familias y a las comunidades budistas que hicieran lo mismo. El dinero que recogieron nos ha permitido construir el primer piso de nuestro centro «Shanti Dan» («Don de Paz») para las muchachas que se encuentran en la cárcel. Más de cien muchachas han salido ya de prisión.

Quienes la critican aseguran que su único objetivo es convertir a los que no son cristianos…
Teresa de Calcuta: Nadie puede forzar o imponer la conversión: tiene lugar sólo por la gracia de Dios. La mejor conversión consiste en ayudar a las personas a amarse unas a otras. Nosotros, que somos pecadores, hemos sido creados para ser hijos de Dios y tenemos que ayudarnos mutuamente para estar lo más cerca posible de Él. Todos nosotros hemos sido llamados a amarle.

Usted dice que sus hermanas no son asistentes sociales.
Teresa de Calcuta: Somos contemplativas, pues rezamos nuestro trabajo. Desempeñamos un trabajo social, pero somos mujeres consagradas a Dios en el mundo de hoy. Hemos confiado nuestra vida a Jesús, como Jesús nos ha dado su vida en la Eucaristía. El trabajo que realizamos es importante, pero lo importante no es la persona que hace ese trabajo. Hacemos esto por Jesucristo, porque lo amamos. No somos capaces de hacer todo. De todos modos, yo rezo siempre por todos los que se preocupan por las necesidades y miserias de los pueblos. Muchas personas ricas se han unido a nuestra acción. Personalmente no tenemos nada. Vivimos de la caridad y por la caridad.

Y de la Providencia...
Teresa de Calcuta: Tenemos que afrontar siempre necesidades imprevistas. Dios es infinitamente bueno. Siempre se preocupa de nosotras.

¿Por qué entran tantas jóvenes en su congregación?
Teresa de Calcuta: Creo que aprecian nuestra vida de oración. Rezamos cuatro horas al día. Además, ven lo que hacemos por los pobres. No es que sean trabajos importantes o impresionantes. Lo que hacemos es muy discreto, pero nosotros lo hacemos por los más pequeños.

Usted es una persona muy conocida. ¿No se cansa nunca de ver a tanta gente, de las fotografías…?
Teresa de Calcuta: Considero que es un sacrificio, pero también una bendición para la sociedad. Dios y yo hemos hecho un pacto: le he dicho «por cada foto que me hacen, Tú encárgate de liberar a un alma del Purgatorio…». Entre sonrisas, añade, creo que a este ritmo dentro de poco se va a vaciar el Purgatorio.

¿Un mensaje para los lectores?
Amaos los unos a los otros, como Jesús os ama. No tengo nada que añadir al mensaje que Jesús nos dejó. Para poder amar hay que tener un corazón puro y rezar. El fruto de la oración es la profundización en la fe. El fruto de la fe es el amor. Y el fruto del amor es el servicio al prójimo. Esto nos trae la paz.
Tomado de Catholic.net

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el alma de María Rosa C., de Córdoba, Argentina, que falleció el día 1 de este mes. Que Dios la reciba en su santa gloria.

Pedimos oración para Héctor S., de Banfield, Buenos Aires, Argentina, que encontrándose en Miami (USA), sufrió un problema coronario por lo que fue operado el lunes pasado. Rogamos al Señor por su pronta recuperación y regreso al país.

Pedimos oración por las siguientes personas que viven en Guatemala: por el alma de Leonel G. D., que el 2 de setiembre partió a la casa del Padre, rogando también fortaleza espiritual para su familia; y por Vilma que será operada de tumores en vejiga y luego recibirá quimioterapia, para que el Señor le conceda su gracia de sanación.

Pedimos oración para Carlos Jorge D., de Buenos Aires, Argentina, a quien hoy realizarán una cirugía odontológica, rogando a la Virgen de Luján que interceda por él para que todo salga bien y se recupere pronto.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Setiembre 5
Las personas que van madurando en la vida espiritual desarrollan una habilidad interior que se llama discernimiento. Es la capacidad de descubrir qué es lo mejor, qué es lo que Dios espera de mí cada día y en cada etapa de mi vida. Y lo que Dios espera de mí es al mismo tiempo lo que más feliz me hará y lo que más me ayudará a crecer.
Cuando uno toma decisiones precipitadamente, o sólo tiene en cuenta lo que le brinda un placer inmediato, actúa como esos políticos que son incapaces de tener proyectos a largo plazo. Así no toman las medidas que el país necesita y lo someten a un debilitamiento que termina en profundas crisis. Lo mismo sucede en el nivel personal. Cuando nos movemos sólo por impulsos y necesidades inmediatas, no miramos más allá de lo urgente, y entonces no enfrentamos nuestros problemas más profundos. Eso es pan para hoy y hambre para mañana. Por eso es necesario el discernimiento.
Se trata de detenerse antes de tomar decisiones importantes y de pensar no sólo en lo inmediato, sino en el proyecto más amplio que tenemos para toda nuestra vida. A la hora de tomar decisiones para nuestro futuro, es bueno reflexionar y orar teniendo en cuenta los grandes ideales que deseamos vivir y, sobre todo, el proyecto que Dios tiene para nosotros.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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