PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2443 ~ Lunes
25 de Agosto de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Jesús no fue un astronauta de un lejano planeta, ni un
mago que practicaba artes mágicas, aprendidas en Egipto. Jesús no fue un hombre
común y corriente como tú y como yo. Él, a la vez que era hombre, era también
Dios y con su vida nos ha enseñado a conocer a un Dios bueno, cariñoso y
bondadoso, amigo y cercano a los hombres, sus hijos. Él nos enseñó con su vida
la más grande y hermosa verdad que jamás el mundo entero pudo conocer: Dios es amor. Dios te ama a ti. Jesús
te ama tal y como eres en este momento. No necesitas cambiar para que te ame.
Tú eres su hijo y quiere ser tu amigo: “Ustedes
son mis amigos, si hacen lo que yo les mando” (Jn 15,14). Por eso, si nadie
te quiere, si todos te rechazan, si eres demasiado anciano o enfermo o feo o
ignorante o pobre o pecador, él te ama y te dice: “Hijo mío, tus pecados te son perdonados” (Mc 2,5). “No tengas miedo, porque yo estoy contigo y
tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso y yo te amo mucho” (Is
43,43).
Y ahora respira profundamente y sonríe: Dios te ama,
Jesús te ama, tu vida tiene pleno sentido y Dios espera mucho de ti y cuenta
contigo para la gran tarea de la salvación del mundo. A. Peña
¡Buenos días!
Vivir la paz
La oración es el
clima adecuado para que prosperen y crezcan las tres grandes virtudes: fe,
esperanza y caridad. Y cuando estas virtudes teologales, —que nos relacionan
directamente con Dios—, se adueñen de tu corazón, te sentirás arraigado también
en la paz, la alegría profunda y la fortaleza de ánimo. Aquí te ofrezco un
mensaje de la Reina de la Paz.
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a vivir la
paz en sus corazones y en sus familias. No hay paz, queridos hijos, donde no
hay oración; y no hay amor donde no hay fe. Por eso, hijitos, los invito a
todos a decidirse de nuevo hoy por la conversión. Yo estoy cerca de ustedes y
los invito a todos, hijitos, a mis brazos para ayudarles. Pero ustedes no
quieren y así, Satanás los tienta y en las cosas más pequeñas, su fe
desaparece. Por eso, queridos hijos, oren y a través de la oración tendrán la
bendición y la paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
La paz del
corazón es un tesoro tan grande que debes cuidarla y defenderla. La ambición
desmedida, por ejemplo, puede entregarte de tal manera a una vida inquieta y
agitada que, por lograr objetivos imprudentes, acabas destruido por dentro.
Vive el mensaje de la Reina de la Paz que orienta para adquirir y conservar el
precioso regalo de la paz.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros
ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar. ¡Ay de
vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer
un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble
que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: ‘Si uno jura por el
Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda
obligado!’ ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario
que hace sagrado el oro? Y también: ‘Si uno jura por el altar, eso no es nada;
mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado’. ¡Ciegos! ¿Qué es
más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? Quien jura,
pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por
el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo,
jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él». (Mt 23,13-22)
Comentario
Hoy, el Señor nos quiere iluminar sobre un concepto que
en sí mismo es elemental, pero que pocos llegan a profundizar: guiar hacia un
desastre no es guiar a la vida, sino a la muerte. Quien enseña a morir o a
matar a los demás no es un maestro de vida, sino un “asesino”.
El Señor hoy está —diríamos— de malhumor, está justamente
enfadado con los guías que extravían al prójimo y le quitan el gusto del vivir
y, finalmente, la vida: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que
recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le
hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!» (Mt 23,15).
Hay gente que intenta de verdad entrar en el Reino de los
cielos, y quitarle esta ilusión es una culpa verdaderamente grave. Se han
apoderado de las llaves de entrada, pero para ellos representan un “juguete”,
algo llamativo para tener colgado en el cinturón y nada más. Los fariseos
persiguen a los individuos, y les “dan la caza” para llevarlos a su propia
convicción religiosa; no a la de Dios, sino a la propia; con el fin de
convertirlos no en hijos de Dios, sino del infierno. Su orgullo no eleva al
cielo, no conduce a la vida, sino a la perdición. ¡Que error tan grave!
«Guías —les dice Jesús— ciegos, que coláis el mosquito y
os tragáis el camello» (Mt 23,24). Todo está trocado, revuelto; el Señor
repetidamente ha intentado destapar las orejas y desvelar los ojos a los
fariseos, pero dice el profeta Zacarías: «Ellos no pusieron atención, volvieron
obstinadamente las espaldas y se taparon las orejas para no oír» (Za 7,11).
Entonces, en el momento del juicio, el juez emitirá una sentencia severa:
«¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!» (Mt 7,23). No es
suficiente saber más: hace falta saber la verdad y enseñarla con humilde
fidelidad. Acordémonos del dicho de un auténtico maestro de sabiduría, santo
Tomás de Aquino: «¡Mientras ensalzan su propia bravura, los soberbios envilecen
la excelencia de la verdad!».
P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di
Fiesole, Florencia, Italia)
Santoral Católico
San José de Calasanz
Presbítero y Fundador
San José de Calasanz, presbítero, que puso en marcha
escuelas populares para instruir a niños y adolescentes en el amor y la
sabiduría del Evangelio, y fundó en Roma la Orden de Clérigos Regulares Pobres
de la Madre de Dios de las Escuelas Pías (1648). Información amplia haciendo clic acá.
San Luis IX
Rey de Francia
San Luis IX, rey de Francia, que, tanto en tiempo de paz
como durante la guerra para defensa de los cristianos, se distinguió por su fe
activa, su justicia en el gobierno, el amor a los pobres y la paciencia en las
situaciones adversas. Tuvo once hijos en su matrimonio, a los que educó de una
manera inmejorable y piadosa, y gastó sus bienes, fuerzas y su misma vida en la
adoración de la Cruz, la Corona y el sepulcro del Señor, hasta que, contagiado
de peste, murió en el campamento de Túnez, en la costa de África del Norte
(1270). Información amplia haciendo clic acá.
En Córdoba, Argentina, hoy recordamos con particular
cariño a la Beata María del Tránsito de
Jesús Sacramentado Cabanillas, religiosa que se dedicó con empeño a la
formación cristiana de la infancia pobre y abandonada, fundando la congregación
de las Hermanas Misioneras de la Tercera Orden de San Francisco (1885).
Para información más amplia hacer clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“La libertad sin
educación es siempre un peligro...
la educación sin libertad resulta vana”
-Johnn Kennedy-
Tema del día:
Peregrinación hacia el cielo
El peregrinar rumbo al cielo no lo podemos hacer solos,
menos aún sin referencias de donde se quiere llegar. Los mapas nos ayudan en la
localización de lugares que no conocemos o con los cuales tenemos dificultad
para llegar. Pero es necesario usarlos de manera correcta, caso contrario, nos
perderemos en medio del camino. Nuestra vida espiritual también necesita de “un
mapa” para que logremos llegar al cielo. Sin él o sin una guía confiable,
corremos el riesgo de perdernos a lo largo del trayecto de la vida. En nuestra
caminata rumbo al cielo, algunos pasos son fundamentales:
1 – Respetar las
diferencias
No siempre es fácil convivir con quien piensa distinto.
El respeto para con el otro nace a partir del momento en que lo reconocemos no
como un enemigo, sino como un ser humano limitado, necesitado de nuestra ayuda
y comprensión. Así como él, todavía nosotros estamos en proceso de
construcción.
2 – Evitar juzgar
Todo juicio siempre nos conduce a graves
desentendimientos. Jesús nunca juzgó al otro, al contrario, siempre miró a cada
persona a partir de las posibilidades que cargaba en el corazón. Cuando
juzgamos al prójimo, experimentamos, en nosotros mismos, la conciencia de que
tampoco somos perfectos.
3- Reconciliarse
con el tiempo
Queremos todo para hoy, no damos tiempo al período
necesario para la madurez interior de nuestros sentimientos. Muchas personas
sofocan a otros y a sí mismas, con su prisa y ansiedad. Quien recoge frutos
verdes experimenta la amargura de las anticipaciones.
4 – Reflexión
interior
Cada gesto, actitud, palabra, mirada y decisión traen sus
propias consecuencias. Nuestras elecciones siempre tendrán alguna consecuencia
en nuestra vida. Ante la vida, siempre hay una pregunta esencial: “¿Qué lección
aprendí con esta situación?”. Con cada lección aprendida, el tesoro de nuestra
sabiduría irá aumentando con las perlas de los aprendizajes.
5 – Vivir en
Comunidad
En tiempos de comunidades digitales, la vida física clama
por nuestra presencia. Nada puede sustituir un abrazo, una sonrisa, una mirada
tierna y cariñosa. La vida en comunidad nos vuelve hermanos y hermanas. Quien
se aísla huye de sí mismo y de los demás.
6 – Ser solidario
La solidaridad es el amor al prójimo manifestado en
gestos concretos. Nuestros gestos solidarios ganan inspiración cristiana cuando
reconocemos, en quien necesita nuestra ayuda, al propio Cristo.
7 – Cultivar una
vida espiritual
El alma se alimenta de lo que le ofrecemos. Vamos a
crecer interiormente solo cuando alimentemos nuestro corazón de una espiritualidad
madura y cristiana, que reconoce a Cristo Resucitado como base de nuestra fe.
8 – Alimentarse de
la Palabra de Dios
Si el alimento es necesario para la salud biológica de
nuestro cuerpo, la Palabra de Dios es alimento seguro para nuestra vida interior.
Quien busca en la Palabra la luz para guiar sus pasos tiene su camino iluminado
por el amor del Padre.
9 – Ser amigo del
silencio
Tan importante como las palabras es el silencio. Si con
las palabras se produce la comunicación verbal, con el silencio se da la
comunicación espiritual. Un corazón silencioso es refugio para las respuestas
de Dios.
10 – Vida de
oración
Cuando descubrimos a Dios como un amigo, jamás podemos
estar un día sin hablar con Él. En la oración, descubrimos una amistad en que
el hijo se abandona totalmente en las manos del Padre que lo ama infinitamente.
Si la oración es dialogo, la conversación que nace de esa relación entre Dios y
nosotros se llama amor.
Padre Flavio Sobreiro
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos
sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser
nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso
por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para
amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los
que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la
sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos
convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto,
la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por las siguientes personas de la
provincia del Chaco, Argentina, que padecen cáncer: Patricio, Sandra, Justina, Ángela y María Angélica.
Que la Virgen de Lourdes, patrona de los enfermos, interceda por ellos ante su
Hijo Jesús para obtenerles gracias de sanación.
Tú quisiste,
Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de
manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a
cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos
por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Agosto 25
“Señor, hoy acepto nuevamente la vida, que es un regalo
de tu amor. Acepto la vida en esta tierra y también la vida que nunca se acaba
en el cielo. Pero también te pido que me liberes de toda resistencia a los
desafíos de la vida.
Te doy gracias, Señor, porque comprendes siempre mi dolor
y mis cansancios, y estás a mi lado para darme fuerzas y para sacarme adelante.
Quiero descubrirte aquí con todo tu amor, tomando mi mano
y abrazándome con ternura. Uno mis angustias y cansancios a los tuyos, Jesús
crucificado. Lo hago con este amor mío que es débil y pequeño, pero es
verdadero.
Ofrezco esta preocupación que tengo hoy por las demás
personas que están sufriendo. Ayúdame a hacer este acto de amor, Señor mío.
También te ofrezco mis angustias y perturbaciones por mis seres queridos, por
la paz en el mundo, por los que sufren la guerra.
Sé que todo pasará y que aprenderé algo precioso de
cualquier cosa que me toque vivir. Gracias mi Señor amado. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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