lunes, 18 de agosto de 2014

Pequeñas Semillitas 2436

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2436 ~ Lunes 18 de Agosto de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El emperador y filósofo romano Marco Aurelio (121-180 d.C.) dejó un libro de Meditaciones del cual quiero meditar éstas:
- Sofoca tus fantasías y ten presente que tu felicidad depende de lo que tienes dentro, no del exterior.
- Recibe sin orgullo y da sin esfuerzo. Nacimos los unos para los otros, por eso guía a los otros o acéptalos.
- No son los hechos los que te perturban, sino el juicio que tienes sobre ellos. De ti depende cómo miras la realidad.
- Un alma libre de bajos instintos es una fortaleza inexpugnable y un refugio de constante serenidad.
- No te contentes solo con respirar el aire que te rodea, siéntete uno con el universo y con Dios.
- Buscar sólo los placeres y rehuir las fatigas, es un camino que lleva a las sombras no a la luz.
- Toda falta la cometes contra ti mismo, porque todos los seres humanos somos lo mismo, somos uno.
Gonzalo Gallo

¡Buenos días!

Cuando falta amor
La comunicación te abre a las riquezas de las personas, mientras dejas que también ellos crezcan con tus propios dones. Sin la comunicación, que es abrirse a los demás y aceptarnos mutuamente, no puede haber verdadero amor. Encerrarse en uno mismo es muerte, en cambio abrirse como hermano es vida, libertad y madurez. 

Un niño que sufría por las riñas y conflictos diarios de sus padres, preguntó un día a su papá cómo comenzaban las guerras. El papá, pacientemente, se sentó y empezó a explicarle: —Imaginemos que México se enoja con Guatemala... La  mamá, que oía la charla, le interrumpió bruscamente:  —Pero México y Guatemala no están enojados. El papá: —Lo sé, pero es un caso hipotético. La mamá: —Pero así confundes al niño. El papá: —¡No, mujer, no! La mamá: —¡Sí hombre, sí, no me contradigas! El niño: —Papá. ¡Ya entendí cómo comienza una guerra!

De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas. Que sepas dialogar siempre con respeto y humildad.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, un joven se acercó a Jesús y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?». Él le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos». «¿Cuáles?» —le dice él—. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo». Dícele el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?». Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme». Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. (Mt 19,16-22)

Comentario
Hoy la liturgia de la palabra pone ante nuestra consideración el famoso pasaje del joven rico, aquel joven que no supo responder ante la mirada de amor con que Cristo se fijó en él (cf. Mc 10,21). Juan Pablo II nos recuerda que en aquel joven podemos reconocer a todo hombre que se acerca a Cristo y le pregunta sobre el sentido de su propia vida: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?» (Mt 19,16). El Papa comenta que «el interlocutor de Jesús intuye que hay una conexión entre el bien moral y el pleno cumplimiento del propio destino».
También hoy, ¡cuántas personas se hacen esta pregunta! Si miramos a nuestro alrededor, podemos quizá pensar que son pocas las personas que ven más allá, o bien que el hombre del siglo XXI no necesita hacerse este tipo de preguntas, ya que las respuestas no le sirven.
Jesús le responde: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno sólo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» (Mt 19,17). No es solamente legítimo el preguntarse acerca del más allá, sobre el sentido de la vida, sino que... ¡es necesario hacerlo! El joven le ha preguntado qué tiene que hacer para alcanzar la vida eterna, y Cristo le responde que tiene que ser bueno.
Hoy día, para algunos o para muchos —¡qué más da!— puede parecer imposible “ser bueno”... O bien, les puede parecer algo sin sentido: ¡una tontería! Hoy, como hace veinte siglos, Cristo nos sigue recordando que para entrar en la vida eterna es necesario cumplir los mandamientos de la ley de Dios: no se trata de un “óptimo”, sino que es el camino necesario para que el hombre se asemeje a Dios y así pueda entrar en la vida eterna de manos de su Padre-Dios. En efecto, «Jesús muestra que los mandamientos no deben ser entendidos como un límite mínimo que no hay que sobrepasar, sino como una senda abierta para un camino moral y espiritual de perfección, cuyo impulso interior es el amor» (Juan Pablo II).
Rev. D. Óscar MAIXÉ i Altés (Roma, Italia)

Santoral Católico:
San Alberto Hurtado
Sacerdote Jesuita Chileno
En Santiago de Chile, san Alberto Hurtado Cruchaga, presbítero de la Compañía de Jesús, que fundó el “Hogar de Cristo”, una obra para que los pobres que carecen de techo y los vagabundos, sobre todo niños, pudieran encontrar un verdadero y familiar hogar (1952). Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

Frases de San Alberto Hurtado

“La vida nos ha sido dada para buscar a Dios. La muerte, para encontrarlo. La eternidad, para poseerlo”

“Lo que hayamos dado a Cristo en el pobre estará colocado en la eternidad”

“Nunca habremos dado lo suficiente a Dios si no se lo hemos dado todo”

“La alegría o el dolor es siempre visita de Dios”

“La oración es la conversación del hijo con su Padre Dios. Cuando oramos, es Cristo que habla por nuestros labios; cuando nos arrodillamos, es Cristo que se arrodilla en nosotros”

“Él es nuestro mayor bien, nuestro tesoro, el fin de nuestra vida, el único que colma nuestras aspiraciones”

“La mayor mortificación es aceptar todo lo que Dios nos envía: el bien y el mal, la alegría y el sufrimiento”

“Cristo murió crucificado... Los que sufrís, alegraos, eso pasa”

“Cristo tuvo esperanza y esa esperanza somos nosotros”

“La caridad comienza donde termina la justicia”

“Si supiéramos amar, despertaríamos amor y habría un trato de más sincera amistad”

“¿Qué haría Cristo en mi lugar?”

“Morir por caridad es: Morir sin haber hecho mal a nadie y bien a todos. Desfallecer por ayudar a otros y llevar su carga. Consolando, instruyendo haciendo el bien”

“Alegría de vivir. Contento, señor, contento
San Alberto Hurtado

Tema del día:
María está cerca de cada uno de nosotros
La poesía de María -el «Magníficat»- es totalmente original; sin embargo, al mismo tiempo, es un "tejido" hecho completamente con "hilos" del Antiguo Testamento, hecho de palabra de Dios.

Se puede ver que María, por decirlo así, "se sentía como en su casa" en la palabra de Dios, vivía de la palabra de Dios, estaba penetrada de la palabra de Dios. En efecto, hablaba con palabras de Dios, pensaba con palabras de Dios; sus pensamientos eran los pensamientos de Dios; sus palabras eran las palabras de Dios. Estaba penetrada de la luz divina; por eso era tan espléndida, tan buena; por eso irradiaba amor y bondad.

María vivía de la palabra de Dios; estaba impregnada de la palabra de Dios. Al estar inmersa en la palabra de Dios, al tener tanta familiaridad con la palabra de Dios, recibía también la luz interior de la sabiduría. Quien piensa con Dios, piensa bien; y quien habla con Dios, habla bien, tiene criterios de juicio válidos para todas las cosas del mundo, se hace sabio, prudente y, al mismo tiempo, bueno; también se hace fuerte y valiente, con la fuerza de Dios, que resiste al mal y promueve el bien en el mundo.

Así, María habla con nosotros, nos habla a nosotros, nos invita a conocer la palabra de Dios, a amar la palabra de Dios, a vivir con la palabra de Dios, a pensar con la palabra de Dios. Y podemos hacerlo de muy diversas maneras: leyendo la sagrada Escritura, sobre todo participando en la liturgia, en la que a lo largo del año la santa Iglesia nos abre todo el libro de la sagrada Escritura. Lo abre a nuestra vida y lo hace presente en nuestra vida.

Pero pienso también en el «Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica», que hemos publicado recientemente, en el que la palabra de Dios se aplica a nuestra vida, interpreta la realidad de nuestra vida, nos ayuda a entrar en el gran "templo" de la palabra de Dios, a aprender a amarla y a impregnarnos, como María, de esta palabra. Así la vida resulta luminosa y tenemos el criterio para juzgar, recibimos bondad y fuerza al mismo tiempo.

María fue elevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, y con Dios es reina del cielo y de la tierra. ¿Acaso así está alejada de nosotros? Al contrario. Precisamente al estar con Dios y en Dios, está muy cerca de cada uno de nosotros.

Cuando estaba en la tierra, sólo podía estar cerca de algunas personas. Al estar en Dios, que está cerca de nosotros, más aún, que está "dentro" de todos nosotros, María participa de esta cercanía de Dios.

Al estar en Dios y con Dios, María está cerca de cada uno de nosotros, conoce nuestro corazón, puede escuchar nuestras oraciones, puede ayudarnos con su bondad materna. Nos ha sido dada como "madre" -así lo dijo el Señor-, a la que podemos dirigirnos en cada momento. Ella nos escucha siempre, siempre está cerca de nosotros; y, siendo Madre del Hijo, participa del poder del Hijo, de su bondad. Podemos poner siempre toda nuestra vida en manos de esta Madre, que siempre está cerca de cada uno de nosotros. 
Autor: SS Benedicto XVI | Fuente: Catholic.net | Imagen: Google

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail:  Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Solo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por trabajo para Rodrigo, que vive en Rosario, Argentina.

Seguimos rezando por Juan Eduardo C., hombre joven de la provincia de Santa Fe, Argentina, que sigue internado muy grave en Terapia Intensiva. Y sumamos oraciones para Liliana D., de la misma ciudad, operada de un tumor cerebral. Que nuestra Madre de Lourdes los proteja e interceda ante Jesús para que Él derrame sus gracias sanadoras sobre estos hermanos nuestros.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Agosto 18
Siempre es mejor enfrentar los problemas racionalmente y evitar echarles culpas a los demás o a uno mismo. Más conveniente que buscar culpables es encontrar una manera práctica de encauzar las energías en algo que alimente un futuro mejor.
Cuando buscamos culpables, terminamos alimentando el odio o la tristeza. Los demás pueden equivocarse y hacernos daño, pero de nada nos sirve vivir sospechando de los otros o imaginando las malas intenciones que puedan tener.
Si sospechamos que otro tiene malas intenciones, es necesario confirmarlo con datos concretos y seguros, pero no dar por supuesto que todo lo que se nos cruza por la cabeza es así. De esa manera sólo crearemos más fantasmas  inútiles y dañinos, y gastaremos nuestras energías en perseguir esos fantasmas en lugar de buscar soluciones reales a los problemas.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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