PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2385 ~ Sábado
21 de Junio de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
El mundo tiene que cambiar, y la civilización del amor,
anunciada y profetizada tantas veces por el santo Papa Juan Pablo II, tiene que
llegar. Pero no llegará si los católicos nos quedamos de brazos cruzados y con
la boca cerrada, pues es necesario que hagamos apostolado y que recemos mucho.
Pero a no creernos que nos faltan cualidades o medios
para el apostolado, porque si Dios se sirvió de doce pobres hombres, los Doce
Apóstoles, para fundar y propagar su Iglesia; tranquilamente se puede servir de
nosotros, que tal vez somos poca cosa, pero con la gracia y la ayuda de Dios
podemos hacer grandes obras para gloria de Dios y salvación de las almas.
No tengamos miedo de lanzarnos a la conquista del mundo
para Cristo, porque quien trabaja por Dios y por el Bien, es ayudado por la
Providencia divina y el triunfo es seguro.
Aprovechemos estos medios de comunicación modernos que
nos permiten llegar a miles de personas en contados minutos, y utilicémoslos
para el apostolado. Se envían tantas tonterías por email, ¿por qué no enviar
buenos mensajes, con enseñanzas cristianas, encendiendo la caridad en las
almas, para que sean muchos los que se contagien y sean también apóstoles?
Es cierto que el mundo está mal y que la noche ha
descendido sobre él, pero esto no es obstáculo para darnos por vencidos, sino
todo lo contrario, pues justamente la luz brilla en las tinieblas; y si somos
una luz en la oscuridad, iluminaremos a muchos, justamente por la gran tiniebla
de alrededor.
Debemos ser una luz en donde el Señor nos colocó, ya que
no es producto del azar que estemos exactamente en el lugar que estamos, sino
que el nuestro es un puesto estratégico y elegido por Dios, y lo que no hacemos
nosotros, nadie lo hará en lugar nuestro.
Pensemos un poco en ello. El Cielo vale la pena.
¡Buenos días!
El mono y la naranja
La concentración
es la capacidad de dirigir toda nuestra atención a un asunto determinado, abstrayéndonos
de cualquier otra cosa. Es necesario silenciar todo el pasado y el futuro,
desligarnos de preocupaciones y problemas. Fuera del momento presente no permitas
que nada más ocupe tu mente.
Un mono, sin dejar de rascarse, alzó una
naranja. No queriendo dejar su ocupación, tiró de la cáscara con los dientes,
pero le disgustó su amargura y buscó otro medio. Siempre rascándose, puso un
pie sobre la naranja, y con la otra mano empezó a pelarla. Pronto se cansó. Se
sentó entonces y apretó la naranja entre las rodillas, sacando con la mano
libre algo de la cáscara; pero la fruta resbaló y rodó por el suelo. Dejó de
rascarse, agarró fuerte la fruta con una mano, la peló con la otra en un
minuto, la partió y la comió. Después de dar dos piruetas, empezó a rascarse
otra vez, pero ya con las dos manos. Godofredo Daireaux.
La concentración
en tus propósitos es fundamental para llegar a las metas que deseas. En la
medida en que dispersas tu atención, se retardan o se pierden los objetivos
anhelados. La concentración es una disciplina de la mente y voluntad para hacer
efectivos los deseos profundos del corazón.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Nadie
puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se
entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero. Por
eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por
vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y
el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni
cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No
valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más
que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?
»Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios
del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni
Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba
del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará
mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados
diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?
Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre
celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su
justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os
preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene
bastante con su propio mal». (Mt 6,24-34)
Comentario
Hoy el Evangelio habla claramente de vivir el “momento
presente”: no darle vueltas al pasado, sino abandonarse en Dios y su
misericordia. No atormentarse por el mañana, sino confiarlo a su providencia.
Santa Teresita del Niño Jesús afirmaba: «Sólo me guía el abandono, ¡no tengo
otra brújula!».
La preocupación jamás ha resuelto ningún problema. Lo que
resuelve problemas es la confianza, la fe. «Pues si a la hierba del campo, que
hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con
vosotros, hombres de poca fe?» (Mt 6,30), dice Jesús.
La vida no es por sí misma demasiado problemática, es el
hombre quien carece de fe… La existencia no siempre es fácil. A veces es
pesada; con frecuencia nos sentimos heridos y escandalizados por lo que sucede
en nuestra vida o en la de los demás. Pero afrontemos todo esto con fe e
intentemos vivir, día tras día, con la confianza en que Dios cumplirá sus
promesas. La fe nos llevará a la salvación.
«No os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de
sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal» (Mt 6,34). ¿Qué quiere
decir esto? Hoy, busca vivir de manera justa, según la lógica del Reino, en la
confianza, la sencillez, la búsqueda de Dios, el abandono. Y Dios se ocupará
del resto…
Día a día. Es muy importante. Lo que nos agota a menudo
son todas esas vueltas al pasado y el miedo al futuro; mientras que cuando
vivimos en el momento presente, de manera misteriosa, encontramos la fuerza. Lo
que tengo que vivir hoy, tengo la gracia para vivirlo. Si mañana debo hacer
frente a situaciones más difíciles, Dios incrementará su gracia. La gracia de
Dios se da al momento, día a día. Vivir el momento presente supone aceptar la
debilidad: renunciar a rehacer el pasado o dominar el futuro, contentarse con
el presente.
P. Jacques PHILIPPE (Cordes sur Ciel, Francia)
Santoral Católico:
San Luis Gonzaga
Religioso
Memoria de san Luis Gonzaga, religioso, que, nacido de
nobilísima estirpe y admirable por su pureza, renunció a favor de su hermano el
principado que le correspondía e ingresó en Roma en la Orden de la Compañía de
Jesús. Murió, aún joven, por haber asistido durante una grave epidemia a
enfermos contagiosos. († 1591)
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
Palabras del Papa Francisco
“El Señor nos invita, casi nos ordena, que salgamos de la
tumba en la cual nuestros pecados nos han hundido. Nos llama insistentemente a
salir de la oscuridad de la prisión en la que estamos encerrados,
conformándonos con una vida falsa, egoísta, mediocre. ‘¡Salí
afuera!’, nos dice. ‘¡Salí afuera!’…
Como Jesús ha resucitado con su propio cuerpo, pero no ha vuelto a la vida
terrena, así nosotros resucitaremos con nuestros cuerpos que serán
transfigurados en cuerpos gloriosos. Jesús nos espera junto al Padre, y la
fuerza del Espíritu Santo, que lo ha resucitado a Él, resucitará también a
quién está unido a Él”
Papa Francisco
Tema del día:
Frutos y semillas
Un joven soñó que se había
extraviado por los campos del Señor. Andando y andando llego a las puertas del
mismísimo paraíso. Al llegar, lo atendió San Pedro, le dijo que no se
preocupara, que había sido una casualidad, y que todavía no había llegado su
hora…
El joven, más tranquilo, le
pidió a San Pedro si podía observar un poco para tener una idea de lo que era
el cielo. San Pedro asintió y lo dejo entrar por una puerta del costado.
¡Quedó atónito frente a lo que
observaba! Justo había ingresado a una tienda que contenía lo mejor para el ser
humano. Los mejores dones estaban a disposición de quienes transitaban por ahí:
la paz, la alegría, la felicidad, la honestidad, la fraternidad, el amor, ente
muchos otros…
Detrás del mostrador se
encontraba un amable ángel como dependiente.
- ¿Qué venden aquí? –pregunto
el joven.
-Todo lo que tu corazón desee
– respondió el ángel.
- ¿Cobras muy caro?
- No, los dones de Dios,
siempre son gratuitos.
Sin atreverse casi a creer lo
que estaba oyendo, el joven se decido a pedir lo mejor que un ser humano podía
desear:
-Deseo que haya paz, perdón,
amor, felicidad, sabiduría y la ausencia de todo temor –dijo. Y luego, tras un
instante de vacilación, añadió – no solamente para mí, sino para todo el mundo.
Quiero que desaparezca el
hambre en el mundo, que terminen las guerras, quiero más justicia para los
obreros explotados, tolerancia y generosidad hacia los extranjeros, más amor en
las familias, trabajo para los desempleados, más unión en la Iglesia.
Y… así continuo con un largo y
concienzudo listado.
Mucho se sorprendió el joven
cuando observo que el ángel, de todo lo que había pedido, le había hecho un
solo paquete, tan pequeño como el tamaño de su corazón.
- ¿Será posible? – preguntó -.
¿Esto es todo?
Y el ángel, paciente, le
explicó:
- ¡Dios nunca da frutos maduros! El solo
da pequeñas semillitas que cada uno debe cultivar…
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Las pequeñas potencialidades
son grandes dones por resolverse. Incluyen, como sutil detalle un gran respeto
por nuestra libertad de cultivo y por nuestro tiempo de compra de materiales y
siembra. Los potenciales frutos son pensados y permitidos para cada uno,
elegidos por ese Dios que conoce desde siempre la capacidad y la medida real de
nuestro corazón.
Allí parece estar la maravilla
de la relación que Dios plantea con nosotros, los hombres. Sana relación de cuidado,
pero no de atosigamiento; de amorosa entrega, pero no de imposición; de
misericordiosa ayuda, pero no de apremio. Ante todo, Dios respeta la libertad
que nos regalo, aunque nuestras decisiones no siempre sean de su agrado.
No es la ausencia de problemas
lo que hace que la vida sea más hermosa, sino el hecho de que, en medio de
ellos, aprendemos a amar a otros como nosotros mismos. Dios necesita nuestra
colaboración y responsabilidad. No interviene directamente en el mundo, sino
que lo hace a través de nosotros, para que construyamos un mundo mejor y más
digno, en definitiva, más humano.
Junio, mes del Corazón de
Jesús
Día 21.- La
mortificación
Es el mandato de Jesús. Mandato duro para los cristianos
débiles y demasiado apegados a las propias comodidades. Mandato suave y dulce
para aquellas almas que sienten la belleza de la perfección, gustan las
dulzuras íntimas de la vida cristiana. "Quien quiera seguirme, debe
renunciar a sí mismo"
Para seguirle, para ser verdaderos cristianos, debemos
corregir nuestros defectos, mortificar nuestras pasiones y nuestros sentidos.
El primer médico de nosotros somos nosotros mismos.
Para conocerte bien debes hacer el examen de conciencia
cada día, cuando estás libre de ocupaciones materiales.
¿Cómo regulas tus pasiones? ¿Reina en tu corazón la
soberbia, la avaricia, la cólera, la indiferencia en hacer el bien, la envidia
del bien ajeno? Bajo la excusa de la prudencia, ¿no escondes, quizá el respeto
humano? ¿Cómo mortificas tus sentidos?
Fuente: Web Católico de Javier
"Pequeñas
Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por
correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y solo
tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío
(moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com con el título: “Suscripción a Pequeñas
Semillitas”.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por la salud del niño Tomás, de Chile, rogando a Jesús que le
conceda todas sus gracias de sanación.
Tú quisiste,
Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de
manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a
cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos
por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Junio 21
“Señor, quiero dejar brotar una sonrisa para ti y
entregarme a la vida con esperanza, porque también hoy esteremos juntos.
Estarás conmigo, Señor, caminando este día.
Con tu amistad yo puedo enfrentar todo lo que suceda,
podré ver en todo una oportunidad, un sueño, un desafío.
Escucho tu invitación a la vida y quiero decirte que sí,
Señor. Aunque he vivido muchos días grises, llenos de fracaso, hoy quiero
intentarlo una vez más Porque todo lo que me suceda puede ser transformado por
tu amistad.
Dame la gracia de reconocerte a mi lado, ya que si me
ayudas a verte a mi lado, hoy será un buen día y mañana será otro día bueno.
Enséñame a despertar esta sonrisa para ti. Vamos Jesús,
vivamos juntos lo que queda de este día, porque contigo todo es diferente.
Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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