miércoles, 31 de julio de 2013

Pequeñas Semillitas 2100

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2100 ~ Miércoles 31 de Julio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Todavía tenemos vivas en las retinas y en los oídos las conmovedoras sensaciones que nos ha dejado la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Río de Janeiro, Brasil, la semana pasada. Ahora, una vez que pasamos por la etapa de vibrar espiritualmente con la presencia del Santo Padre y sus enseñanzas, llega el momento de la meditación serena de todo lo que nos ha dejado en estos días de intensas vivencias espirituales.
Para ello, ponemos a disposición de los lectores de “Pequeñas Semillitas” un link en el cual encontrarán todos los discursos y todos los videos de esta JMJ 2013, tomado del portal católico aciprensa. Para entrar hacer clic acá.

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.
»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra».
(Mt 13,44-46)

Comentario
Hoy, Mateo pone ante nuestra consideración dos parábolas sobre el Reino de los Cielos. El anuncio del Reino es esencial en la predicación de Jesús y en la esperanza del pueblo elegido. Pero es notorio que la naturaleza de ese Reino no era entendida por la mayoría. No la entendían los sanedritas que le condenaron a muerte, no la entendían Pilatos, ni Herodes, pero tampoco la entendieron en un principio los mismos discípulos. Sólo se encuentra una comprensión como la que Jesús pide en el buen ladrón, clavado junto a Él en la Cruz, cuando le dice: «Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino» (Lc 23,42). Ambos habían sido acusados como malhechores y estaban a punto de morir; pero, por un motivo que desconocemos, el buen ladrón reconoce a Jesús como Rey de un Reino que vendrá después de aquella terrible muerte. Sólo podía ser un Reino espiritual.
Jesús, en su primera predicación, habla del Reino como de un tesoro escondido cuyo hallazgo causa alegría y estimula a la compra del campo para poder gozar de él para siempre: «Por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel» (Mt 13,44). Pero, al mismo tiempo, alcanzar el Reino requiere buscarlo con interés y esfuerzo, hasta el punto de vender todo lo que uno posee: «Al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra» (Mt 13,46). «¿A propósito de qué se dice buscad y quien busca, halla? Arriesgo la idea de que se trata de las perlas y la perla, perla que adquiere el que lo ha dado todo y ha aceptado perderlo todo» (Orígenes).
El Reino es paz, amor, justicia y libertad. Alcanzarlo es, a la vez, don de Dios y responsabilidad humana. Ante la grandeza del don divino constatamos la imperfección e inestabilidad de nuestros esfuerzos, que a veces quedan destruidos por el pecado, las guerras y la malicia que parecen insuperables. No obstante, debemos tener confianza, pues lo que parece imposible para el hombre es posible para Dios.
Rev. D. Enric CASES i Martín (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Ignacio de Loyola
Fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas)
Martirologio Romano: Memoria de san Ignacio de Loyola, presbítero, quien, nacido en el País Vasco, en España, pasó la primera parte de su vida en la corte como paje del contador mayor hasta que, herido gravemente, se convirtió. Completó los estudios teológicos en París y conquistó sus primeros compañeros, con los que más tarde fundaría en Roma la Compañía de Jesús, ciudad en la que ejerció un fructuoso ministerio escribiendo varias obras y formando a sus discípulos, todo para mayor gloria de Dios (1556).

Información amplia haciendo clic acá
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Son espíritu y vida

Dios está vivo en su Palabra para iluminarte, consolarte, fortalecerte… Pero debes acercarte a ella con verdadera fe. Antes de leerla es adecuado que te pongas en la presencia del Señor con alguna oración que te transporte a un clima de devoción y acogida cordial del don de Dios. Aquí tienes una oración para interiorizar el valor de esta Palabra que genera vida nueva.

- Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
- Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
- Tú tienes palabras de vida eterna.
- Son espíritu y vida.
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
- Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

El profeta Jeremías veneraba la Palabra de Dios. Sentía consumirse su corazón hasta encontrar un fragmento cualquiera de ese divino manjar para saciar el hambre que atormentaba su espíritu. Hablando con Dios una vez le dijo: “Cuando encontraba palabras tuyas, las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón”. Esa sea tu actitud.
Padre Natalio

Frases de San Ignacio de Loyola

"Tened gran cuidado en predicar la verdad de tal modo que, si acaso hay entre los oyentes un hereje, le sirva de ejemplo de caridad y moderación cristianas. No uséis de palabras duras ni mostréis desprecio por sus errores"

"El hombre ha sido creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor"

"Cuanto más nuestra alma se despegue de las cosas, más cerca estará de nuestro Creador"

Tema del día:
A bordo del vuelo papal
Tras agradecer el trabajo de los periodistas y reconocer que no podía creerlo cuando, desde el altar, veía a 3 millones de jóvenes de 178 países que participaron de la misa de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), vino el momento de las preguntas. Para ello, los periodistas nos habíamos organizado por grupos lingüísticos y por países. Los dos argentinos presentes en el vuelo tuvimos la ventaja de tener al Papa compatriota: los dos pudimos hacer preguntas.

Transcribir la hora y veinte de preguntas y respuestas -arduo trabajo que nos dejó a muchos sin dormir-, significaría un libro. Aquí, algunas de las más trascendentes.

La mía fue en nombre de los 50.000 argentinos que me encontré en Río de Janeiro y me decían 'vas a viajar con el Papa, pregúntale cuándo va a venir a la Argentina'. Y como ya dijo que no va a viajar por el momento, entonces le voy a hacer una pregunta más difícil:

-¿Se asustó cuando vio el informe Vatileaks?

-No. Les voy a contar una anécdota sobre el informe Vatileaks. Cuando fui a ver al papa Benedicto, después de rezar en la capilla nos reunimos en el estudio y había una caja grande y un sobre. Benedicto me dijo: 'en esta caja grande están todas las declaraciones que han prestado los testigos. Y el resumen y las conclusiones finales están en este sobre. Y aquí se dice ta, ta, ta.' ¡Lo tenía todo en la cabeza! Pero no, no me asusté. Es un problema grande, pero no me he asustado.

- Una pregunta un poco delicada. La historia de monseñor Ricca ha dado la vuelta al mundo, ¿cómo va a afrontar este asunto y todo lo relacionado con el supuesto lobby gay en el Vaticano?

-Con respecto a monseñor Ricca, he hecho lo que el derecho canónico manda hacer, que es la investigación previa. Y esta investigación no dice nada de lo que se ha publicado. No hemos encontrado nada. Pero yo querría agregar una cosa: muchas veces en la Iglesia se va a buscar los pecados de juventud y se publican. Y hablo de pecados, no delitos como los abusos de menores. Pero si una persona -laica, cura, o monja- comete un pecado y luego se arrepiente, el Señor la perdona. Y cuando el Señor perdona, olvida. Lo importante es hacer una teología del pecado. Muchas veces pienso en San Pedro: hizo de los peores pecados, renegar de Cristo. ¡Y con ese pecado lo hicieron Papa!

-¿Y el lobby gay?

-Se escribe mucho del lobby gay. Todavía no me encontré con ninguno que me dé el carnet de identidad en el Vaticano donde lo diga. Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby.

-Ha dado la vuelta al mundo la fotografía de usted que sube la escalerilla del avión llevando un portafolio negro. ¿Qué había adentro?

-No estaba la llave de la bomba atómica (risas). Lo llevaba porque siempre lo hice cuando viajo. Adentro está la afeitadora, el breviario, la agenda, un libro para leer, que es uno sobre Santa Teresina, de la que soy devoto. Siempre llevo el portafolio cuando viajo, es normal. Debemos habituarnos a ser normales. La normalidad de la vida.

-La sociedad brasileña ha cambiado, los jóvenes han cambiado. Usted no ha hablado sobre el aborto ni sobre el matrimonio ente personas del mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho al aborto y otra que contempla los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Por qué no ha hablado sobre eso?

-La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hablé sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.

-¿Pero cuál es su postura en esos temas?

-La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.

-¿Cómo se siente siendo Papa? ¿Es feliz?

-Hacer el trabajo de obispo es una cosa linda. El problema es cuando uno busca ese trabajo, eso no es tan lindo, eso no es del Señor. Existe siempre el peligro de creerse un poco superior a los otros, no como los demás, un poco príncipe. Son peligros y pecados. Pero el trabajo de obispo es lindo, es ayudar a los hermanos a avanzar. El obispo delante de los fieles para señalar el camino, el obispo en medio de los fieles para ayudar a la comunión, el obispo detrás de los fieles porque los fieles con frecuencia tienen el olfato de la calle. Me preguntaba si me gusta. Sí, me gusta ser obispo. En Buenos Aires fui muy feliz. El Señor me asistió en eso. Como obispo fui feliz, como sacerdote fui feliz. En ese sentido me gusta.

-¿Y le gusta ser Papa?

-Sí, también. Cuando el Señor te pone ahí, si tú haces lo que el Señor te pide eres feliz. Eso es lo que siento.

-¿Está cansado?

-No estoy casado, yo soy single (risas)

-Cuando se reunió con argentinos, un poco en broma y un poco en serio dijo que a veces se siente enjaulado.

-¿Usted sabe la de veces que tuve ganas de pasear por las calles de Roma? Porque a mí me gusta andar por las calles, me gustaba tanto y en ese sentido me siento un poco enjaulado. Pero debo decir que los de la Gendarmería vaticana son buenos, son realmente buenos y yo les estoy agradecido. Ahora me dejan hacer algunas cuantas cosas más, pero es su deber garantizar la seguridad. Enjaulado en ese sentido, de que a mí me gusta andar por la calle, pero entiendo que no es posible, lo entiendo. Lo dije en ese sentido. Porque, como decimos en Buenos Aires, yo era un sacerdote callejero.

-¿Por qué usted pide tan insistentemente que se rece por usted?

-Yo siempre pedí esto. Empecé a pedirlo con cierta frecuencia en el trabajo de obispo. Siento que si el Señor no ayuda en este trabajo, para que el pueblo de Dios vaya hacia adelante, uno no puede. Yo me siento de verdad con tantos límites, con tantos problemas, también pecador. Debo pedir esto, me sale de adentro. También a la Virgen le pido que rece por mí al Señor. Es una costumbre que me viene de fuera, también de la necesidad que tengo por mi trabajo. Siento que debo pedirlo. Es así.

-¿Qué piensa de ordenación de las mujeres?

-En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y dice no. Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada. Pero sobre esto quiero decirles algo: la Virgen María era más importante que los apóstoles y que los obispos y que los diáconos y los sacerdotes. La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y que los curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor a través de una profundización de la Teología de la mujer.

- ¿Siendo Papa, todavía se siente jesuita?

-Es una pregunta teológica porque los jesuitas hacen votos de obediencia al Papa. Pero si el Papa es jesuita, quizás tiene que hacer voto de obediencia al Padre General de los Jesuitas, no sé cómo se soluciona esto. Yo me siento jesuita en mi espiritualidad. No cambié espiritualidad, sigo pensando como jesuita, no hipócritamente, pero pienso como jesuita.

-A cuatro meses de su pontificado, ¿nos puede hacer un pequeño resumen? ¿Qué ha sido lo mejor, lo peor y qué le ha sorprendido más en este periodo?

-De verdad, no sé cómo responder a esta pregunta. Cosas malas no ha habido. Cosas buenas, sí. Por ejemplo, el encuentro con los obispos italianos. Fue muy lindo. Una cosa dolorosa, que me ha golpeado el corazón, fue la visita a la isla de Lampedusa. Cuando llegan estas barcas, los dejan a algunas millas de distancia de la costa y ellos tienen que llegar solos. Ha sido doloroso porque pienso que estas personas son víctimas del sistema socioeconómico mundial. Pero la cosa peor [tono de broma] fue una ciática, de verdad, la tuve en el primer mes. Fue dolorosísimo. No se la deseo a nadie.

-A usted le gustaba mucho la Argentina y llevaba muy en el corazón a Buenos Aires. Los argentinos se preguntan si usted no extraña ir en colectivo, andar por la calle.

-Sí, Buenos Aires me falta. Pero es una falta serena.

Estábamos a 20 minutos del aterrizar, con las manos hundidas en la computadora y volvió a aparecer él, Francisco. Volvió a saludar y agradecer a todos con una sonrisa. Le dije: "Padre Jorge, se pasó de rosca, nos hizo trabajar demasiado". "Ustedes se lo buscaron, lo quisieron", me contestó.
Por Elisabetta Piqué - LA NACION

Nuevo video

Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por la Jornada Mundial de la Juventud que se realiza en Río de Janeiro, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Irma Patricia, de Nicaragua, que está pasando momentos difíciles en su trabajo, para que el Espíritu Santo la ayude a tomar la mejor decisión para su futuro.

Pedimos oración por el niño Julián Matías, de Buenos Aires, Argentina, que el 8 de agosto va a ser operado, rogando a Dios que todo salga bien y se recupere pronto, y que bendiga las manos de los médicos que lo están tratando.

Pedimos oración por Lucas Eduardo, de Posadas, Argentina, para que estudie y apruebe sus exámenes finales en agosto y se pueda recibir de abogado.

Pedimos oración por el padre jesuita italiano Paolo Dall'Oglio, secuestrado por la organización terrorista Al Qaeda este lunes en Siria.

Pedimos oración por la salud física y emocional de Laura Raquel, de Posadas, Argentina, que tiene problemas hormonales que no encuentran solución, lo cual la lleva a estados depresivos. Que el Señor Misericordioso la toque con sus manos sanadoras y ella estará bien.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.

“Intimidad Divina”

Él nos amó primero

“Nosotros amemos [a Dios], porque él nos amó primero” (1 Jn 4, 19). El hombre como simple criatura es capaz sólo de amor humano, que puede ser afecto, simpatía, sentimiento y aun pasión, y que puede llegar a la entrega total a la persona amada, como hace la madre con el hijo. Todo esto es noble y bello pero está infinitamente distante de la caridad, la cual es “una participación de la caridad infinita que es el Espíritu Santo”, y por lo tanto del amor de Dios mismo. Desde el punto de vista de la caridad, el hombre no puede tomar ninguna iniciativa; ésta puede venir sólo de Dios. De hecho Dios ha amado “primero” al hombre y amándolo ha derramado en él su amor divino para que el hombre pueda amarle con su mismo amor. La capacidad afectiva del hombre, por grande que sea, no puede alcanzar a producir el más mínimo grado de amor divino. El amor de Dios se ha adelantado al del hombre y no ha esperado a que fuese digno de él, sino que amándole le ha hecho digno. “En esto –explica San Juan– consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su hijo como propiciación por nuestros pecados” (1 Jn 4, 10). Para que el amor divino pudiese llegar al hombre dios ha tenido que abatir la barrera interpuesta por el pecado, y lo ha hecho no por medio de patriarcas o profetas, sino por medio de su Hijo divino. Es ésta la iniciativa más maravillosa y al mismo tiempo la prueba mayor del amor de Dios al hombre.

El amor proveniente de Dios es absolutamente gratuito y liberal: el hombre nada hizo y nada podría haber hecho para merecerlo. Antes lo desmerece, sea por el pecado original, sea por los pecados personales. El amor de Dios se dirige no a hombres inocentes y justos, sino a pecadores: “Si decimos: ‘No tenemos pecado’ nos engañamos” (1 Jn 1, 8). Y sin embargo, el amor de Dios no se detiene. Lo declaró ya por boca de Oseas al pueblo elegido: “Cuando Israel era niño, yo le amé y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí… Y con todo yo enseñé a Efraim a caminar, tomándole en mis brazos, mas no supieron que yo cuidaba de ellos… mi corazón se me revuelve dentro a  la vez que mis entrañas se estremecen… no volveré a destruir a Efraim, porque soy Dios, no hombre” (Os 11, 1-3; 8-9). La historia de Israel se prolonga en la historia de cada hombre. Dios se le adelanta con su amor, y el hombre no comprende; en vez de aceptar el don divino, le vuelve la espalda y se va en busca de amores terrenos.

Pero Dios le persigue no para destruirlo pues tiene demasiada compasión de él; es Dios, “no hombre”, es Amor y quiere vencer por el amor. “Dios, rico en misericordia –dice San Pablo–, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo… a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús” (Ef 2, 4-7). A través de su Hijo amado Dios llega al hombre pecador, lo redime y derrama sobre él su amor. Pensándolo bien se diría que Dios ha querido no sólo en condición de amarle, sino en la imposibilidad de no hacerlo. Y sin embargo el hombre no ha comprendido aún el gran misterio del “gran amor” con que Dios le ha amado y, como Israel, va en busca de dioses extraños, de dinero, de vida cómoda, de puestos honoríficos y de placeres terrenos. Si conociese el don de Dios y quien es el que le ama, no cesaría de invocar su amor.

“Dios es amor. Y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”. Habitamos el uno en el otro, el que contiene y el que es contenido. Yo habito en ti, Dios mío, mas para ser contenido por ti, tú habitas en mí, mas para contenerme y no dejarme caer… Tú eres medicina para el enfermo, norma para el mal, luz para el ciego, casa para el abandonado. Todo, pues, se me ofrece. Hazme comprender que no soy yo quien te dono a ti, cuando a ti vengo, ni siquiera la propiedad de mí mismo… Tú Señor, no necesitas de mis bienes… Tú eres el verdadero Señor que nada buscas de mí, y desgraciado de mí si no te busco a ti. Nada me pides a mí, pero tú me buscaste cuando yo no te buscaba. Se había perdido una sola oveja: tú la encontraste y lleno de gozo la condujiste sobre tus hombros. ¿Era acaso necesaria aquella oveja al pastor, o mas bien no era necesario el pastor a la oveja?... Oh Dios, confirma en mí el don de tu caridad, ayudándome a vivir bien. (San Agustín)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

martes, 30 de julio de 2013

Pequeñas Semillitas 2099

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2099 ~ Martes 30 de Julio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
En las relaciones interpersonales, conforme se va tejiendo una red de confianza lo suficientemente firme para ser transparentes, los seres humanos vamos aprendiendo a compartir nuestras penas y alegrías y a acoger las de nuestros amigos.
El amigo que toma la iniciativa y hace el primer movimiento de apertura y donación se juega un riesgo. Con el tiempo descubrirá si haber vaciado el corazón valió o no la pena. En cierta medida eso mismo ocurre en las relaciones con Dios, los grandes orantes, los autores de los salmos y los grandes místicos tienen una enorme confianza y cercanía en Dios.
Se dirigen a Él cuando su alma esta exultante o abatida, algunos lo tutean sin rubor alguno. Saben que del otro lado, está el amor palpitante que ama sin reservas. De esta experiencia profunda es oportuno partir cuando se trata de comprender el diálogo confiado, insistente y amoroso con Dios, que atiende con benevolencia nuestras súplicas, cada vez que le demandamos los bienes necesarios.
"La verdad católica"

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo». Él respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
»De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».
(Mt 13,36-43)

Comentario
Hoy, mediante la parábola de la cizaña y el trigo, la Iglesia nos invita a meditar acerca de la convivencia del bien y del mal. El bien y el mal dentro de nuestro corazón; el bien y el mal que vemos en los otros, el que vemos que hay en el mundo.
«Explícanos la parábola» (Mt 13,36), le piden a Jesús sus discípulos. Y nosotros, hoy, podemos hacer el propósito de tener más cuidado de nuestra oración personal, nuestro trato cotidiano con Dios. —Señor, le podemos decir, explícame por qué no avanzo suficientemente en mi vida interior. Explícame cómo puedo serte más fiel, cómo puedo buscarte en mi trabajo, o a través de esta circunstancia que no entiendo, o no quiero. Cómo puedo ser un apóstol cualificado. La oración es esto, pedirle “explicaciones” a Dios. ¿Cómo es mi oración? ¿Es sincera?, ¿es constante?, ¿es confiada?
Jesucristo nos invita a tener los ojos fijos en el Cielo, nuestra casa para siempre. Frecuentemente vivimos enloquecidos por la prisa, y casi nunca nos detenemos a pensar que un día —lejano o no, no lo sabemos— deberemos dar cuenta a Dios de nuestra vida, de cómo hemos hecho fructificar las cualidades que nos ha dado. Y nos dice el Señor que al final de los tiempos habrá una tría. El Cielo nos lo hemos de ganar en la tierra, en el día a día, sin esperar situaciones que quizá nunca llegarán. Hemos de vivir heroicamente lo que es ordinario, lo que aparentemente no tiene ninguna trascendencia. ¡Vivir pensando en la eternidad y ayudar a los otros a pensar en ello!: paradójicamente, «se esfuerza para no morir el hombre que ha de morir; y no se esfuerza para no pecar el hombre que ha de vivir eternamente» (San Julián de Toledo).
Recogeremos lo que hayamos sembrado. Hay que luchar por dar hoy el 100%. Y que cuando Dios nos llame a su presencia le podamos presentar las manos llenas: de actos de fe, de esperanza, de amor. Que se concretan en cosas muy pequeñas y en pequeños vencimientos que, vividos diariamente, nos hacen más cristianos, más santos, más humanos.
Rev. D. Iñaki BALLBÉ i Turu (Rubí, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Pedro Crisólogo
Doctor de la Iglesia
San Pedro, quien fue uno de los oradores más famosos de la Iglesia Católica, nació en Ímola, Italia y fue formado por el Obispo de esa ciudad Cornelio, por el cual conservó siempre una gran veneración. El Obispo Cornelio convenció a San Pedro de que en el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza, y que este es un medio seguro para conseguir las bendiciones de Dios.

San Pedro gozó de la amistad del emperador Valentiniano y de la madre de éste, Plácida, y por recomendación de los dos, fue nombrado Arzobispo de Ravena. También gozó de la amistad del Papa San León Magno.

Cuando empezó a ser arzobispo de Ravena, había en esta ciudad un gran número de paganos. Y trabajó con tanto entusiasmo por convertirlos, que cuando él murió ya eran poquísimos los paganos o no creyentes en este lugar.

A la gente le agradaba mucho sus sermones, y por eso le pusieron el sobrenombre de crisólogo, que quiere decir, el que habla muy bien. Su modo de hablar era conciso, sencillo y práctico. La gente se admiraba de que en predicaciones bastante breves, era capaz de resumir las verdades más importantes de la fe. Se conservan de él, 176 sermones, muy bien preparados y cuidadosamente redactados. Por su gran sabiduría al predicar y escribir, fue nombrado Doctor de la Iglesia, por el Papa Benedicto XIII.

Recomendaba mucho la comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía en su alimento de todas las semanas.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

El jabalí la zorra

Los años juveniles son para adquirir buenos hábitos. La única diferencia entre el adulto fracasado y el que ha tenido éxito está en la diferencia de sus hábitos. Los buenos hábitos son la clave de todo éxito. Por lo tanto capitaliza las auténticas riquezas que, como todo lo esencial, “son invisibles a los ojos”; y persevera en el esfuerzo, aun si no ves resultados inmediatos.

Un jabalí estaba de pie bajo un árbol frotando sus colmillos contra el tronco. Una zorra que pasaba por allí le preguntó por qué él afilaba sus dientes cuando no se veía ningún peligro inminente de cazadores con sus perros. Él le contestó: —Lo hago con toda intención; ya que así nunca tendré que afilar mis armas justo en el momento que es urgente usarlas. (Esopo).

El futuro es un desafío a prepararte para los problemas que la vida te presente. Empieza afrontando los desafíos de cada día como una invaluable oportunidad para desarrollar las habilidades necesarias y así esperar tranquilo las pruebas que vendrán. Un proverbio chino dice: “Excava el pozo antes de que tengas sed”. Sabio y prudente consejo.
Padre Natalio

Palabras del Papa Francisco

“He regresado a casa, y les aseguro
que mi alegría es más grande que mi cansancio”
Papa Francisco
Vía Twitter

Tema del día:
Ecos de la JMJ Río 2013
La Jornada Mundial de la Juventud, edición número XXVIII, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, ha pasado. Y nos queda el eco emocionante de estos días tan llenos del Espíritu Santo manifestado en la persona del Papa Francisco y en los millones de personas (en su mayoría jóvenes) que se movilizaron en las calles, en los sitios de celebración, en las playas, en las iglesias…

Hemos intentado desde “Pequeñas Semillitas” dar una cobertura lo más completa posible de las actividades, y como resumen final queda este archivo en pdf que resume todos los discursos pronunciados por el Papa Francisco durante estos intensos días de encuentro y oración. Es una producción de ACI prensa y para acceder hay que hacer clic acá.  

Con toda humildad queremos destacar que “Pequeñas Semillitas” ha tenido la distinción de ser uno de los 28 sitios aliados de todo el mundo a los que Catholic.net permitió transmitir toda la cobertura de la JMJ incluyendo televisación en vivo de los distintos eventos con la presencia del Papa Francisco. Demás está decir que Ctholic.net es el portal católico más grande del mundo en internet en idioma español. Y que nos sentimos muy felices de haber podido brindar ese servicio para miles de lectores.
Renovamos pues el compromiso de seguir evangelizando por este medio, intentando cumplir con las palabras de Jesús en Mt. 28, 19: “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones”, ratificado por el Papa Francisco como lema y envío en esta Jornada que acaba de concluir pero cuyos frutos germinarán fuertemente en el corazón de los católicos del mundo.

Damos gracias a Dios por todo ello…!!!

Madre ayuda nuestra fe
¡Madre, ayuda nuestra fe!
Abre nuestro oído a la Palabra, para que
reconozcamos la Voz de Dios y su llamada.
Aviva en nosotros el deseo de seguir sus
pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa.
Ayúdanos a dejarnos tocar por su Amor, para
que podamos tocarlo en la fe.
Ayúdanos a fiarnos plenamente de Él, a creer
en su Amor, sobre todo en los momentos de tribulación
y de cruz, cuando nuestra fe es llamada
a crecer y a madurar.
Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado.
Recuérdanos que quien cree no está nunca solo
Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús,
para que Él sea luz en nuestro camino.
Y que esta luz de la fe crezca continuamente
en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que
es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor.

Papa Francisco

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por la Jornada Mundial de la Juventud que se realiza en Río de Janeiro, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud de Javier, internado en Buenos Aires, Argentina, que debe ser sometido a un segundo trasplante de riñón. Por tu misericordia Señor pasa tu mano sanadora en él.

Pedimos oración por Antonio E., de 91 años, de Buenos Aires, Argentina, que ha estado internado varios días y no logra recuperarse. Que el Señor le dé fuerzas físicas pero también espirituales para aceptar con fe y esperanza cristianas lo que Él decida.

Pedimos oración por Flor M., hermana servidora de Comunidad San Pablo Los Angeles, operada por cáncer de tiroides, para que Jesús le conceda la gracia de que el mismo haya sido totalmente extirpado y no queden secuelas.

Pedimos oración por María Julia de S., de Guatemala, que está teniendo complicaciones con su embarazo, encomendándola a la Santísima Virgen María para su protección y cuidado.

Pedimos oración por la salud física y emocional de Elsa S., de Buenos Aires, Argentina, y para que el Señor le dé fuerzas para salir a misionar tal como es su deseo, aun dentro de sus limitaciones, pero con inmensa fe y amor.

Pedimos oración por Laura, de México, a quien los médicos no han podido diagnosticar. Además ella sufre una depresión crónica de la que no sale. Padre de bondad, te pedimos por su salud en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo.

Pedimos oración por una bebita, María Pía, de 11 meses, de Córdoba, Argentina, que hoy será operada del corazón, rogando al Niño Jesús que la acompañe y la asista con su amor.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.

“Intimidad Divina”

El amor del Padre

En el Antiguo Testamento Dios se reveló como el ser por excelencia: “Yo soy el que soy” (Ex 3, 14); en el Nuevo Testamento ha revelado la naturaleza profunda e intrínseca de su ser: “Dios es amor” (1 Jn 4, 16). Dios es amor en su vida íntima y precisamente por eso es Trinidad: Es Padre que engendra al Hijo dándole toda su naturaleza y vida divina, es Hijo que se devuelve totalmente al Padre, es Espíritu Santo que procede del amor y del don recíproco del Padre y del Hijo.  Dios es amor también fuera de sí, en sus obras: es amor en la creación de todos los seres que llama libremente a la vida y sobre todo en la creación del hombre al que plasma a su imagen y semejanza (Gn 1, 26). Pero Dios demuestra aún más su amor elevando al hombre del estado de simple criatura al de hijo suyo: “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!” (1 Jn 3, 1). No se trata de un apelativo honorífico o simbólico, de “un modo de hablar”, sino de una realidad sublime, de un nuevo “modo de ser”, por el que el hombre es profundamente transformado y hecho partícipe de la naturaleza y de la vida de Dios, es decir, del ser de Dios que es amor.

“¡Dios es amor y quien permanece en amor permanece en Dios y Dios en él” (1 Jn 4, 16). Ahora bien, Dios ha derramado largamente su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado; por consiguiente, el primero y más imprescindible don es la caridad, con la que amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo por Él” (LG 42). La virtud de la caridad es la participación creada en el amor infinito con el que Dios se ama a sí mismo, o sea del amor con que el Padre ama al Hijo, el Hijo ama al Padre y uno y otro se aman en el Espíritu Santo. Mediante la caridad el cristiano es llamado a “permanecer en Dios” (1 Jn 4, 16), y a entrar en el círculo del amor eterno que une entre sí a las tres Personas de la Santísima Trinidad. Ya la fe, haciendo al hombre partícipe del conocimiento que Dios tiene de sí mismo, le introduce en la intimidad de la vida divina, mientras la esperanza le asegura que compartirá un día la felicidad eterna; pero la caridad lo lleva más adelante insertándolo, desde aquí abajo, en el movimiento de amor inefable que es la vida de la Santísima Trinidad. Mediante la caridad el cristiano mora en Dios hasta el punto de quedar asociado al amor del Padre para con el Hijo y del Hijo para con el Padre, amando al Padre y al Hijo en el Espíritu Santo.

Y pues el amor divino no se queda cerrado en el seno de la Trinidad, sino que de la Trinidad se derrama sobre los hombres, la caridad imprime también al cristiano un impulso semejante, abriendo su corazón al amor de todos los hermanos. Sólo mediante la caridad que lo hace partícipe del amor de Dios, el cristiano se hace capaz, se torna capaz de “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo por amor de Dios”. La caridad es completa solamente cuando sube a Dios abarcando con, por él y en él todas las criaturas. Uno es el amor en Dios: en su vida íntima y en sus relaciones con los hombres; una e indivisible es la caridad en el cristiano; en su vuelo hacia Dios y en su impulso hacia los hermanos. “Hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a sus hermanos” (1 Jn 4, 21).

Gracias, gracias a ti, Padre eterno, que no me has despreciado a mí, que soy tu hechura, ni has apartado tus ojos de mí, ni menospreciaste mis deseos… Por todos estos y otros infinitos males y pecados que hay en mí, tu Sabiduría, tu Bondad, tu Clemencia y tu Bien infinito no me ha despreciado, sino que me ha dado luz en tu luz. En la Sabiduría he conocido la verdad, en tu Clemencia he encontrado la caridad y amor del prójimo. ¿Quién te ha obligado a ello? No mis virtudes, sino sólo tu caridad… Haz que mi memoria sea capaz de retener tus beneficios y arda la voluntad en el fuego de tu caridad… Confieso y no lo niego que tú amaste antes que yo fuese y que me amas infinitamente, como loco enamorado de la criatura. (Santa Catalina de Siena, Diálogo, 167)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

lunes, 29 de julio de 2013

Pequeñas Semillitas 2098

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2098 ~ Lunes 29 de Julio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
En la Misa para Obispos y Sacerdotes durante la JMJ, dijo el Papa Francisco: “Estamos llamados por Dios, con nombre y apellido cada uno de nosotros,  llamados a anunciar el Evangelio y a promover con alegría la cultura del encuentro. La Virgen María es nuestro modelo. En su vida ha dado el «ejemplo de aquel amor de madre que debe animar a todos los que colaboran en la misión apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva» (LG 65). Le pedimos que nos enseñe a encontrarnos cada día con Jesús. Y cuando nos hacemos los distraídos, que tenemos muchas cosas y el sagrario queda abandonado, que nos lleve de la mano, pidámoselo. "Mira Madres, cuando ando medio así por otro lado, llévame de la mano". Que nos empuje a salir al encuentro de tantos hermanos y hermanas que están en las periferias, que tienen sed de Dios y no hay quien se lo anuncie. Que no nos eche de casa, pero que nos empuje a salir de  casa. Y así que seamos discípulos del Señor. Que ella nos conceda a todos esta gracia.

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».
(Lc 10,38-42)

Comentario
Hoy, también nosotros —atareados como vamos a veces por muchas cosas— hemos de escuchar cómo el Señor nos recuerda que «hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola» (Lc 10,42): el amor, la santidad. Es el punto de mira, el horizonte que no hemos de perder nunca de vista en medio de nuestras ocupaciones cotidianas.
Porque “ocupados” lo estaremos si obedecemos a la indicación del Creador: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla» (Gn 1,28). ¡La tierra!, ¡el mundo!: he aquí nuestro lugar de encuentro con el Señor. «No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno» (Jn 17,15). Sí, el mundo es “altar” para nosotros y para nuestra entrega a Dios y a los otros.
Somos del mundo, pero no hemos de ser mundanos. Bien al contrario, estamos llamados a ser —en bella expresión de Juan Pablo II— “sacerdotes de la creación”, “sacerdotes” de nuestro mundo, de un mundo que amamos apasionadamente.
He aquí la cuestión: el mundo y la santidad; el tráfico diario y la única cosa necesaria. No son dos realidades opuestas: hemos de procurar la confluencia de ambas. Y esta confluencia se ha de producir —en primer lugar y sobre todo— en nuestro corazón, que es donde se pueden unir cielo y tierra. Porque en el corazón humano es donde puede nacer el diálogo entre el Creador y la criatura.
Es necesaria, por tanto, la oración. «El nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que a menudo desemboca en el activismo, con el riesgo fácil del “hacer por hacer”. Tenemos que resistir a esta tentación, buscando “ser” antes que “hacer”. Recordemos a este respecto el reproche de Jesús a Marta: ‘Tú te afanas y te preocupas por muchas cosas y sin embargo sólo una es necesaria’ (Lc 10,41-42)» (Juan Pablo II).
No hay oposición entre el ser y el hacer, pero sí que hay un orden de prioridad, de precedencia: «María ha elegido la parte buena, que no le será quitada» (Lc 10,42).
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Marta de Betania
Hermana de Lázaro
 
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Valor de los sacrificios

El mensaje de la Reina de la Paz nos conecta hoy con Jesús que no buscó su propia complacencia, sino agradar siempre a su Padre. Te pide unir a la oración, renuncias y sacrificios para fortalecerte contra las seducciones del mal y de su instigador.

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a llenar cada día con breves y ardientes oraciones. Cuando oran, su corazón está abierto y Dios los ama con un amor especial y les da gracias especiales. Por eso, utilicen este tiempo de gracia y conságrenlo a Dios como nunca antes hasta ahora. Hagan novenas de ayuno y de renuncia para que Satanás esté lejos de ustedes, y la gracia permanezca alrededor de ustedes. Yo estoy cerca de ustedes e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Sufrir una ligera palabra, reprimir un leve resentimiento, condescender con la voluntad del prójimo, excusar una indiscreción, mortificar un pequeño deseo, he aquí un elenco de actos virtuosos al alcance de todo el mundo y que se nos presentan a cada paso, (A. Milagro). Que estos ejemplos te iluminen para seguir un valioso camino de dominio de ti mismo.
Padre Natalio

Palabras del Papa Francisco

“Ayudemos a los jóvenes a darse cuenta de que ser discípulos misioneros es una consecuencia de ser bautizados, es parte esencial del ser cristiano, y que el primer lugar donde se ha de evangelizar es la propia casa, el ambiente de estudio o de trabajo, la familia y los amigos. Ayudemos a los jóvenes, pongámosle la oreja para escuchar sus ilusiones, necesitan ser escuchados, para escuchar sus logros, escuchar sus dificultades... Sepamos perder el tiempo con ellos. Sembrar cuesta y cansa, cansa muchísimo y es mucho más gratificante gozar de la cosecha”
Papa Francisco

Misa de Clausura de la JMJ
Homilía del Santo Padre
Queridos jóvenes:

«Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Con estas palabras, Jesús se dirige a cada uno de ustedes diciendo: «Qué bonito ha sido participar en la Jornada Mundial de la Juventud, vivir la fe junto a jóvenes venidos de los cuatro ángulos de la tierra, pero ahora tú debes ir y transmitir esta experiencia a los demás». Jesús te llama a ser discípulo en misión. A la luz de la palabra de Dios que hemos escuchado, ¿qué nos dice hoy el Señor? Tres palabras: Vayan, sin miedo, para servir.

1. Vayan. En estos días aquí en Río, han podido experimentar la belleza de encontrar a Jesús y de encontrarlo juntos, han sentido la alegría de la fe. Pero la experiencia de este encuentro no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad. Sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite, para que todos conozcan, amen y profesen a Jesucristo, que es el Señor de la vida y de la historia (cf. Rm 10,9).

Pero ¡cuidado! Jesús no ha dicho: si quieren, si tienen tiempo, sino: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Compartir la experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti; es un mandato que no nace de la voluntad de dominio o de poder, sino de la fuerza del amor, del hecho que Jesús ha venido antes a nosotros y nos ha dado, no algo de sí, sino todo él, ha dado su vida para salvarnos y mostrarnos el amor y la misericordia de Dios. Jesús no nos trata como a esclavos, sino como a hombres libres, amigos, hermanos; y no sólo nos envía, sino que nos acompaña, está siempre a nuestro lado en esta misión de amor.

¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos. El evangelio no es para algunos sino para todos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor.

En particular, quisiera que este mandato de Cristo: «Vayan», resonara en ustedes jóvenes de la Iglesia en América Latina, comprometidos en la misión continental promovida por los obispos. Brasil, América Latina, el mundo tiene necesidad de Cristo. San Pablo dice: «¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!» (1 Co 9,16). Este continente ha recibido el anuncio del evangelio, que ha marcado su camino y ha dado mucho fruto. Ahora este anuncio se os ha confiado también a ustedes, para que resuene con renovada fuerza. La Iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, la creatividad y la alegría que les caracteriza. Un gran apóstol de Brasil, el beato José de Anchieta, se marchó a misionar cuando tenía sólo diecinueve años. ¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar a los jóvenes? Otro joven. Éste es el camino que hay que recorrer.

2. Sin miedo. Puede que alguno piense: «No tengo ninguna preparación especial, ¿cómo puedo ir y anunciar el evangelio?». Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías, un joven como ustedes, cuando fue llamado por Dios para ser profeta. Recién hemos escuchado sus palabras: «¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño». También Dios dice a ustedes lo que dijo a Jeremías: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» (Jr 1,6.8). Él está con nosotros.

«No tengan miedo». Cuando vamos a anunciar a Cristo, es él mismo el que va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros. Jesús no nos deja solos, nunca les deja solos. Les acompaña siempre.

Además Jesús no ha dicho: «Ve», sino «Vayan»: somos enviados juntos. Queridos jóvenes, sientan la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos, en esta misión. Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles a vivir aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad. Quisiera dirigirme también a ustedes, queridos sacerdotes que concelebran conmigo en esta eucaristía: han venido para acompañar a sus jóvenes, y es bonito compartir esta experiencia de fe. Pero es una etapa en el camino. Sigan acompañándolos con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos.

3. Para servir. Al comienzo del salmo que hemos proclamado están estas palabras: «Canten al Señor un cántico nuevo» (95,1). ¿Cuál es este cántico nuevo? No son palabras, no es una melodía, sino que es el canto de su vida, es dejar que nuestra vida se identifique con la de Jesús, es tener sus sentimientos, sus pensamientos, sus acciones. Y la vida de Jesús es una vida para los demás. Es una vida de servicio.

San Pablo, en la lectura que hemos escuchado hace poco, decía: «Me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles» (1 Co 9,19). Para anunciar a Jesús, Pablo se ha hecho «esclavo de todos». Evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús.

Vayan, sin miedo, para servir. Siguiendo estas tres palabras experimentarán que quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe, recibe alegría. Queridos jóvenes, cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del evangelio. En la primera lectura, cuando Dios envía al profeta Jeremías, le da el poder para «arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar» (Jr 1,10). También es así para ustedes. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les acompañe siempre con su ternura: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Amén.

Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por la Jornada Mundial de la Juventud que se realiza en Río de Janeiro, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por dos personas de Santa Fe, Argentina: Lucía B., de 65 años que tiene graves problemas de corazón; y Clarita, de 9 añitos, quien será operada de la garganta hoy. Para ambas pedimos la bendición del Altísimo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.

“Intimidad Divina”

La esperanza no falla

Abrahán, “esperando contra toda esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones” (Rm 4, 18). Las virtudes teologales están profundamente relacionadas; la fe enciende la esperanza, y la esperanza sostiene la fe. Y como el cristiano da prueba de la solidez de su fe perseverando en ella a pesar de la oscuridad, así da prueba de la solidez de su esperanza no dejando de esperar en las circunstancias adversas. Las mismas contrariedades robustecen la esperanza. Por eso puede decir San Pablo: “nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza”. Y concluye: “la esperanza no falla” (Rm 5, 3-5). La esperanza cristiana no falla nunca, ni siquiera cuando las adversidades maltratan la vida del hombre. Entonces es el momento de esperar contra toda esperanza y de recordad que “la esperanza no falla”, porque cuenta con el amor de Dios, y este amor ha sido ya derramado en nuestros corazones “por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rm 5, 5). El amor de Dios, su gracia y más aún el Espíritu Santo son las arras de la vida eterna que nos espera y a la que el sufrimiento nos preprara.

“El hombre no podrá nunca amar a Dios cuanto está obligado a amarle, ni creer o esperar en él cuanto es necesario” (S.T. 1-2, 64, 4). Se puede decir con verdad que la medida de la esperanza en Dios es esperar sin medida. Cuando el hombre busca sinceramente hacer de su parte cuanto puede para agradar a Dios, no debe temer ser demasiado atrevido en su esperanza. Le agrada tanto al Señor la esperanza ciega e ilimitada en él, que cuanto más espera una criatura, tanto más la socorre y la colma de sus bienes. “Cuanto más espera el alma, tanto más alcanza”, dice San Juan de la Cruz; y Santa Teresa del Niño Jesús, haciendo suyo este pensamiento, escribe: “Nunca se tiene demasiada confianza en Dios tan poderoso y misericordioso. Se obtiene de él cuanto se espera”. A veces la conciencia de los pecados cometidos, de las infidelidades y de los fracasos en la práctica de la virtud pueden desanimar y cortar las alas de la esperanza. Es preciso entonces recordar que Dios no nos ama porque estemos sin pecados, sino porque ha infundido en nosotros su gracia y nos ha hecho hijos suyos. Él quiere nuestra salvación y nuestra santificación más que nosotros; si una criatura lo busca con todo el corazón y confía en él con todas sus fuerzas, él mismo la santificará a pesar de las faltas del pasado o de las miserias y debilidades del presente.

El cristiano auténtico es un hombre de esperanza invencible y un sembrador de esperanza. El mundo moderno, inmerso en la indiferencia religiosa, prisionero del materialismo y no pocas veces tentado de desesperación, tiene una extensa necesidad de abrirse al dilatador influjo de la esperanza cristiana. Es necesario que todos los hombres de la tierra se sientan “despertados a una viva esperanza, que es don del Espíritu Santo, para que, por fin, llegada la hora, sean recibidos en la paz y en la suma bienaventuranza” (GS 93). Este era el augurio de San Pablo a los romanos: “El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza” (Rm 15, 13). El cristiano debe ser portador de ella a todo el mundo.

¡Oh Dios y Señor nuestro! Esperemos al abrigo de tus alas. Protégenos y llévanos. Tú llevarás, sí; tú llevarás a los pequeñuelos, y hasta que sean ancianos tú los llevarás, porque nuestra firmeza cuando eres tú, entonces es firmeza; más cuando es nuestra, entonces es debilidad. Nuestro bien vive siempre contigo, y así, cuando nos apartamos de él, nos pervertimos. Volvamos ya, Señor, para que no nos apartemos, porque en ti vive sin ningún defecto nuestro bien, que eres tú, sin que temamos que no haya lugar adonde volar, porque de allí hemos venido y aunque ausentes nosotros de allí, no por eso se derrumba nuestra casa, tu eternidad. (San Agustín, Confesiones)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-