miércoles, 4 de septiembre de 2013

Pequeñas Semillitas 2135

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2135 ~ Miércoles 4 de Setiembre de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Dale una vuelta a la mala suerte. Transfórmala en algo bueno. No dejes que las desilusiones te depriman. Haz que te mantengan en marcha, con más fuerza aún que antes.
Después de todo, la vida es como tú la mires. Considérala, en su conjunto, como una oportunidad para alcanzar la belleza, la alegría y la realización.
Cada vez que sientas la necesidad de quejarte por lo mal que están las cosas, considera que tienes a tu alcance una alternativa mucho más poderosa. Visualiza cuán verdaderamente buena puede llegar a ser la vida y luego da un paso seguro, con entusiasmo, en esa dirección.
Toda situación es una situación en la cual puedes optar por prosperar. Cada desafío ayuda a conformar la estructura sobre la cual poder construir un gran éxito, pleno de sentido. Cuando todo esté presionando en tu contra, decide hacer que te empuje a crecer. Toda ocasión, es tu ocasión para brillar.
Y por sobre todo, recuerda que tienes a Dios tan solo al alcance de una oración…

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, saliendo de la sinagoga, Jesús entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre, y le rogaron por ella. Inclinándose sobre ella, conminó a la fiebre, y la fiebre la dejó; ella, levantándose al punto, se puso a servirles. A la puesta del sol, todos cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo Él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. Salían también demonios de muchos, gritando y diciendo: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero Él, conminaba y no les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo.
Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario. La gente le andaba buscando y, llegando donde Él, trataban de retenerle para que no les dejara. Pero Él les dijo: «También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado». E iba predicando por las sinagogas de Judea.
(Lc 4,38-44)

Comentario
Hoy nos encontramos ante un claro contraste: la gente que busca a Jesús y Él que cura toda “enfermedad” (comenzando por la suegra de Simón Pedro); a la vez, «salían también demonios de muchos, gritando» (Lc 4,41). Es decir: bien y paz, por un lado; mal y desesperación, por otro.
No es la primera ocasión que aparece el diablo “saliendo”, es decir, huyendo de la presencia de Dios entre gritos y exclamaciones. Recordemos también el endemoniado de Gerasa (cf. Lc 8,26-39). Sorprende que el propio diablo “reconozca” a Jesús y que, como en el caso del de Gerasa, es él mismo quien sale al encuentro de Jesús (eso sí, muy rabioso y molesto porque la presencia de Dios perturbaba su vergonzosa tranquilidad).
¡Tantas veces también nosotros pensamos que encontrarnos con Jesús es un estorbo! Nos estorba tener que ir a Misa el domingo; nos inquieta pensar que hace mucho que no dedicamos un tiempo a la oración; nos avergonzamos de nuestros errores, en lugar de ir al Médico de nuestra alma a pedirle sencillamente perdón... ¡Pensemos si no es el Señor quien tiene que venir a encontrarnos, pues nosotros nos hacemos rogar para dejar nuestra pequeña “cueva” y salir al encuentro de quien es el Pastor de nuestras vidas! A esto se le llama, sencillamente, tibieza.
Hay un diagnóstico para esto: atonía, falta de tensión en el alma, angustia, curiosidad desordenada, hiperactividad, pereza espiritual con las cosas de la fe, pusilanimidad, ganas de estar solo con uno mismo... Y hay también un antídoto: dejar de mirarse a uno mismo y ponerse manos a la obra. Hacer el pequeño compromiso de dedicar un rato cada día a mirar y a escuchar a Jesús (lo que se entiende por oración): Jesús lo hacía, ya que «al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario» (Lc 4,42). Hacer el pequeño compromiso de vencer el egoísmo en una pequeña cosa cada día por el bien de los otros (a eso se le llama amar). Hacer el pequeño-gran compromiso de vivir cada día en coherencia con nuestra vida cristiana.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Rosalía
Eremita
Vivió en el siglo XII y murió hacia 1160. Aunque se desconocen datos sobre su patria y vida, una leyenda asegura que a los 14 años se retiró a una cueva del monte Coscina y luego a otra del monte Pellegrino, cercano a Palermo. En la Edad Media se le dedicaron varias iglesias y se le consideró Protectora y Patrona de Palermo.
Sus restos fueron descubiertos un 15 de julio y el Papa Urbano VIII la incluyó como santa en el Martirologio. Se le invoca como abogada contra la peste y los terremotos. La iconografía la presenta como ermitaña o bien revestida con hábito agustino. Sus principales atributos son: una corona de rosas, en alusión a su nombre; y un crucifijo y una calavera, por su ascesis.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Lugar de honor

María, Reina de la Paz, hace más de veinticinco años que se aparece en Yugoslavia (Medjugorje) para ayudarnos a vivir mejor el Evangelio de Jesús. Hoy te presento un mensaje que dio el 25 de enero de 2007. Bondadosamente te pide tengas en un lugar de honor y a la mano el libro de la Palabra de Dios. Es luz celestial para disipar las tinieblas del corazón.

“¡Queridos hijos! Pongan la Sagrada Escritura en un lugar visible en su familia y léanla. Así conocerán la oración con el corazón y sus pensamientos estarán en Dios. No olviden que son pasajeros como una flor de campo, que se ve de lejos, pero desaparece en un instante. Hijitos, dondequiera que vayan, dejen un signo de bondad y amor, y Dios los bendecirá con la abundancia de su bendición. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

La Virgen María te está comentando con mucha dulzura lo que escribió san Pablo a los primeros cristianos: “Ya que ustedes han resucitado con Cristo, anhelen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el corazón puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra”, (Col 3, 1-2). Que la Biblia, leída y meditada, te ayude a buscar incansablemente los bienes del cielo. Hasta mañana.
Padre Natalio

La frase de hoy

“Padre mío, fuente de mi vida. Dame la gracia de hacerme amigo de mí mismo. Si alguna vez sentí vergüenza de ser como soy, te pido perdón a ti, autor de mi vida y mi ser. Perdona mi insensatez y mi ingratitud. Desde ahora quiero sentirme contento y feliz de ser como soy. Te alabo, te admiro y te agradezco por estas manos, este rostro, esta figura general. Bendito seas por haberme hecho tal como me hiciste. En tus manos me entrego, feliz de ser como soy”
Ignacio Larrañaga

Tema del día:
Lo que vale la sonrisa de un enfermo
En la sonrisa que nos dirige la más destacada de todas las criaturas, se refleja nuestra dignidad de hijos de Dios, la dignidad que nunca abandona a quienes están enfermos. Esta sonrisa, reflejo verdadero de la ternura de Dios, es fuente de esperanza inquebrantable.

Sabemos que, por desgracia, el sufrimiento padecido rompe los equilibrios mejor asentados de una vida, socava los cimientos fuertes de la confianza, llegando incluso a veces a desesperar del sentido y el valor de la vida.

Es un combate que el hombre no puede afrontar por sí solo, sin la ayuda de la gracia divina. Cuando la palabra no sabe ya encontrar vocablos adecuados, es necesaria una presencia amorosa; buscamos entonces no sólo la cercanía de los parientes o de aquellos a quienes nos unen lazos de amistad, sino también la proximidad de los más íntimos por el vínculo de la fe. Y ¿quién más íntimo que Cristo y su Santísima Madre, la Inmaculada? Ellos son, más que nadie, capaces de entendernos y apreciar la dureza de la lucha contra el mal y el sufrimiento. La Carta a los Hebreos dice de Cristo, que Él no sólo no es incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros (cf. Hb 4,15).

Quisiera decir humildemente a los que sufren y a los que luchan, y están tentados de dar la espalda a la vida: ¡Volveos a María! En la sonrisa de la Virgen está misteriosamente escondida la fuerza para continuar la lucha contra la enfermedad y a favor de la vida. También junto a Ella se encuentra la gracia de aceptar sin miedo ni amargura el dejar este mundo, a la hora que Dios quiera. (...) Sin la ayuda del Señor, el yugo de la enfermedad y el sufrimiento es cruelmente pesado.

El Concilio Vaticano II presentó a María como la figura en la que se resume todo el misterio de la Iglesia (cf. Lumen Gentium, 63-65). Su trayectoria personal representa el camino de la Iglesia, invitada a estar completamente atenta a las personas que sufren. Dirijo un afectuoso saludo a los miembros del Cuerpo médico y de enfermería, así como a todos los que, de diverso modo, en los hospitales u otras instituciones, contribuyen al cuidado de los enfermos con competencia y generosidad.

Quisiera también decir a todos los que atienden a los enfermos, a los camilleros y acompañantes, que su servicio es precioso. Son el brazo de la Iglesia servidora.

Deseo animar a los que, en nombre de su fe, acogen y visitan a los enfermos, sobre todo en los hospitales, en las parroquias o en los santuarios. Que sientan en esta misión tan delicada e importante el apoyo efectivo y fraterno de sus comunidades.

Gracias por vuestro servicio al Señor que sufre.

El servicio de caridad que hacéis es un servicio mariano. María os confía su sonrisa para que os convirtáis vosotros mismos, fieles a su Hijo, en fuente de agua viva. Lo que hacéis, lo hacéis en nombre de la Iglesia, de la que María es la imagen más pura. ¡Que llevéis a todos su sonrisa!
Autor: SS Benedicto XVI
Fuente: Catholic.net

Nuevo video

Hay un nuevo video subido a este blog
titulado: "Los niños de Siria"
Para verlo debes ir al final de la página.

Mensaje de María Reina de la Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 2 de setiembre de 2013

¡Queridos hijos! los amo a todos. Todos ustedes, todos hijos míos, todos ustedes están en mi Corazón. Todos ustedes tienen mi amor materno y deseo conducirlos a todos ustedes al conocimiento de la alegría de Dios. Por eso los llamo. Necesito apóstoles humildes que acojan con corazón abierto la Palabra de Dios y que ayuden a los demás, con la ayuda de la Palabra de Dios, a comprender el sentido de sus vidas. Hijos míos, para poder hacerlo deben aprender, a través de la oración y el ayuno, a escuchar con el corazón y aprender a someterse. Deben aprender a rechazar todo lo que los aleja de la Palabra de Dios y a anhelar sólo aquello que los acerca. ¡No teman! ¡Yo estoy aquí, no están solos! Pido que el Espíritu Santo los renueve y los refuerce. Pido al Espíritu Santo que, mientras ayudan a los otros, ustedes mismos sanen. Ruego para que a través de Él sean hijos de Dios y apóstoles míos. 

Luego, con gran preocupación, la Virgen dijo:

Por Jesús, por mi Hijo, amen a aquellos que Él ha llamado y anhelen la bendición sólo de aquellas manos que Él ha consagrado. No permitan que domine el mal. Lo repito nuevamente: ¡Sólo con vuestros Pastores vencerá mi Corazón! No permitan que el mal los separe de vuestros pastores. Gracias.    

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Trini, de Bogotá, Colombia. Este es el texto enviado por su esposo Carlos: Pido oración nuevamente por mi amada esposa Trini, quien se encuentra padeciendo de una laringo-faringitis, situación que se ha repetido por tercera vez en el presente año, con peligro a volverse crónica. Por eso pido al Señor prodigue en ella salud, para que con sus Santas Manos, obre sanación corporal en ella y abunde la espiritual, de la cual da testimonio en oración todos los días. Por eso repito, como lo dice el Padre Grabriel en la 'Imitación de Cristo' "...hazme posible por tu gracia lo que me parece imposible por naturaleza..."

Pedimos oración por tres personas de Córdoba, Argentina: Ana Matilde S., 58 años, que está internada en terapia intensiva en grave estado por un accidente cerebro vascular hemorrágico; Julio “Tati” S., que en los próximos días será operado de un tumor en el colon; y José “Pepe” P., afectado de graves problemas de salud y de familia. Que por los méritos de la Divina Sangre de Jesús, estas queridas personas encuentren el alivio a sus enfermedades y puedan cantar alabanza al Todopoderoso.

Pedimos oración por la salud de la niña Camila, 7 años, de Campana, Buenos Aires, Argentina, afectada de Leucemia. La encomendamos a la Santísima Virgen de San Nicolás para que Ella eleve a Jesús nuestras plegarias por su curación.

Acompañando al Papa Francisco, seguimos rezando por la PAZ EN SIRIA.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

“Intimidad Divina”

Sólo Dios es fuerte

Dios es el “campeón invencible” que “avanza en la plenitud de su fuerza” (Is 42, 13; 63, 1). Con su poder crea y gobierna el universo; afirma los montes y calla el estruendo de los mares (Sl 64, 7-8), así como dirige a los hombres. “Con su poder gobierna eternamente; sus ojos vigilan a las naciones, para que no se subleven los rebeldes” (Sl 65, 7). El Antiguo Testamento está lleno de descripciones entusiastas del poder de Dios, atributo suyo exclusivo y del que es celoso. “No se alabe el sabio por su sabiduría, no se alabe el valiente por su valentía… Mas en esto se alabe el que se alaba: en conocerme”, dice el Señor (Jr 9, 22-23). Al pueblo de Israel que el Señor “con la fuerza de su brazo” libró de Egipto y lo condujo a través del desierto hacia la tierra prometida, se le dirige la siguiente exhortación: “No digas en tu corazón: ‘Mi propia fuerza y el poder de mi mano me han procurado esta prosperidad’; sino acuérdate del Señor tu Dios, que es el que te da la fuerza” (Dt 8, 17-18). Si el hombre puede algo, es sólo porque Dios le infundió un poco de su fuerza o, mejor, porque pone su fuerza a disposición del que confía en él.

Las ideas fundamentales sobre la fuerza de Dios y la debilidad del hombre son reasumidas y completadas en el Nuevo Testamento, donde Jesús encarna la fuerza divina y es su mediador para con los hombres. Él, “poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo” (Lc 24, 19), declaró: “Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5). Habiendo recibido del Padre la fuerza, está dispuesto a comunicarla a los que creen en él y a él recurren con confianza, particularmente a cuantos llamará al apostolado. Después de haber elegido a los Doce, “les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para curar enfermedades” (Lc 9, 1). A los mismos, antes de subir al cielo, les prometerá que serán “revestidos de poder desde lo alto” (Lc 24, 49), y más explícitamente: “recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos” (He 1, 8). El comienzo del ministerio de los Apóstoles lleva enseguida la impronta de la fuerza divina de que han sido dotados. Pedro, el que de miedo a una mujer había negado a su maestro, luego de Pentecostés habla con valor y crudeza al pueblo denunciando la condena injusta de Jesús (He 2, 36). La debilidad del pescador se ha transformado por el Espíritu en fortaleza de Apóstol.

La fortaleza es virtud cristiana, no en cuanto que la naturaleza haya dotado al individuo de un carácter más o menos animoso, sino en cuanto que Dios, por el bautismo, le ha infundido una participación de su fuerza divina. Sólo ésta es fortaleza sobrenatural y, por lo tanto, cristiana. La fortaleza infusa puede y debe ser ayudada por las cualidades naturales, pero no confundida con ellas. Frecuentemente un individuo fuerte por naturaleza, capaz de actos valerosos a nivel humano, es débil cuando se trata de mantenerse fiel a Dios y a los propios deberes. Y no es raro que un tímido por naturaleza se haga fuerte cuando deja obrar en él a la fuerza de Dios. “Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo, para confundir a los sabios…, para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios” (1 Cr 1, 27-29).

Tú eres Santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, Tú eres grande, Tú eres altísimo. Tú eres Rey omnipotente, Tú eres Padre santo, Rey del cielo y de la tierra… Tú eres el bien, todo bien, sumo bien, Señor Dios, vivo y verdadero. Tú eres caridad y amor, Tú eres sabiduría. Tú eres humildad, Tú eres paciencia, Tú eres seguridad. Tú eres quietud. Tú eres gozo y alegría… Tú eres todas nuestras riquezas a satisfacción. Tú eres hermosura. Tú eres mansedumbre. Tú eres protector, Tú eres custodio y defensor. Tú eres fortaleza, Tú eres protector, Tú eres custodio y defensor, Tú eres fortaleza, Tú eres refrigerio. Tú eres esperanza nuestra. Tú eres fe nuestra. Tú eres la gran dulcedumbre nuestra. Tú eres la vida eterna nuestra, grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador. (San Francisco de Asís, Escrito, III)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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