sábado, 31 de agosto de 2013

Pequeñas Semillitas 2131

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2131 ~ Sábado 31 de Agosto de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Todos nosotros corremos el riesgo de vivir grandes desilusiones. Algunas veces usted cree que no conseguirá soportar tanto dolor. Pero soporta, sí. Usted es mucho más fuerte de lo que piensa,  intente amenizar el dolor que ahora le abate, verá que el sol brillará en su vida antes de lo que usted imagina. Algunas situaciones que enfrentamos en la vida son como embarcaciones en que usted entra y que están destinadas a naufragar. Huya de ese naufragio! Nade con brazadas fuertes, porque una playa de arenas blancas y sol fuerte te espera!!
Saint-Pierre

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Un hombre, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio, el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
»Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado’. Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’. Llegándose también el de los dos talentos dijo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado’. Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’.
»Llegándose también el que había recibido un talento dijo: ‘Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo’. Mas su señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes’».
(Mt 25,14-30)

Comentario
Hoy contemplamos la parábola de los talentos. En Jesús apreciamos como un momento de cambio de estilo en su mensaje: el anuncio del Reino ya no se limita tanto a señalar su proximidad como a describir su contenido mediante narraciones: ¡es la hora de las parábolas!
Un gran hombre decide emprender un largo viaje, y confía todo el patrimonio a sus siervos. Pudo haberlo distribuido por partes iguales, pero no lo hizo así. Dio a cada uno según su capacidad (cinco, dos y un talentos). Con aquel dinero pudo cada criado capitalizar el inicio de un buen negocio. Los dos primeros se lanzaron a la administración de sus depósitos, pero el tercero —por miedo o por pereza— prefirió guardarlo eludiendo toda inversión: se encerró en la comodidad de su propia pobreza.
El señor regresó y... exigió la rendición de cuentas (cf. Mt 25,19). Premió la valentía de los dos primeros, que duplicaron el depósito confiado. El trato con el criado “prudente” fue muy distinto.
El mensaje de la parábola sigue teniendo una gran actualidad. La separación progresiva entre la Iglesia y los Estados no es mala, todo lo contrario. Sin embargo, esta mentalidad global y progresiva esconde un efecto secundario, peligroso para los cristianos: ser la imagen viva de aquel tercer criado a quien el amo (figura bíblica de Dios Padre) reprochó con gran severidad. Sin malicia, por pura comodidad o miedo, corremos el peligro de esconder y reducir nuestra fe cristiana al entorno privado de familia y amigos íntimos. El Evangelio no puede quedar en una lectura y estéril contemplación. Hemos de administrar con valentía y riesgo nuestra vocación cristiana en el propio ambiente social y profesional proclamando la figura de Cristo con las palabras y el testimonio.
Comenta san Agustín: «Quienes predicamos la palabra de Dios a los pueblos no estamos tan alejados de la condición humana y de la reflexión apoyada en la fe que no advirtamos nuestros peligros. Pero nos consuela el que, donde está nuestro peligro por causa del ministerio, allí tenemos la ayuda de vuestras oraciones».
Rev. D. Albert SOLS i Lúcia (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Ramón Nonato
Patrón de las parturientas
En Cardona, de Cataluña, san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros socios de san Pedro Nolasco en la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, y es tradición que, por el nombre de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos (c. 1240).

Oración:
Oh Dios, que manifestaste de modo admirable tu amor a tu siervo Ramón Nonato trayéndole a la vida de modo maravilloso y lo pusiste como protector de las que vamos a ser madres, por sus méritos e intercesiones te suplico que la nueva vida que has hecho germinar en mí venga felizmente a aumentar el número de tus hijos. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.

Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Palabras hirientes

En verdad las palabras pueden doler como los golpes físicos. Los padres deben saber que la crítica, el desprecio y los insultos –aun cuando se los diga en broma– pueden lastimar el amor propio, o dañar la autoestima, o detener el crecimiento de una imagen sana de sí mismo en los niños.

Las palabras dichas con amor ofrecen un real elemento constructivo de elogio, aliento, gratitud, disculpa a quien escucha. Nuestras palabras pueden herir o reconfortar, impedir o ayudar, frustrar o inspirar a la acción. He aquí algunas frases que son dulce música al oído y al corazón: “¡Muy buen trabajo!”. “Déjame ayudarte”. “Cometí un error, perdóname”. “¡Felicitaciones!”. “Estamos orgullosos de ti”. “Gracias”. “Te quiero”. “Admiro tu capacidad”. “Tú puedes hacerlo muy bien”.

“No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las escuchan” (Efesios 4, 29). San Francisco de Sales escribió: “El trato cortés y delicado es la crema de la caridad”. Que este mensaje oriente cada día tu conducta. Hasta mañana.
Padre Natalio

Palabras del Papa Francisco

“La pobreza del mundo es un escándalo. En un mundo donde hay tantas riquezas, tantos recursos para dar de comer a todos, es imposible pensar que haya tantos niños que pasan hambre, tantos niños sin educación, tantos pobres. La pobreza hoy es un grito. Todos tenemos que pensar en volvernos un poco más pobres: todos tendríamos que hacerlo. Habría que preguntarse: ¿Cómo puedo yo hacerme un poco más pobre para parecerme más a Jesús que era el Maestro pobre?”
Papa Francisco

Temas médicos:
La marihuana deteriora el cerebro
Se ha instalado y crecido al amparo de discursos que la aseguran inocua. Se dice, de la marihuana, que no genera adicción, que es menos tóxica que el tabaco y que hasta puede resultar beneficiosa en algunas circunstancias. Tres "mitos" que gozan de una controvertida aceptación social y que la ciencia médica refuta a rajatabla. "Nada más alejado de la realidad", enfatizaron desde la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) al difundir que uno de cada cuatro pacientes en tratamiento en centros dependientes del organismo estaban siendo rehabilitados por adicción a la marihuana. Pues bien: una flamante investigación, realizada en Nueva Zelanda, asegura que su uso persistente, sobre todo en adolescentes, deteriora significativamente y de forma irreversible las funciones cerebrales.

La investigación es una de las más amplias que se han llevado a cabo sobre los efectos de la marihuana en el cerebro. Los científicos siguieron durante más de 20 años a un grupo de 1.000 jóvenes y encontraron que los que habían comenzado a usar marihuana antes de cumplir los 18 años -cuando su cerebro estaba aún desarrollándose- mostraban una reducción "significativa" en su coeficiente intelectual.

Un equipo de investigadores, dirigido por la profesora Madeline Meier de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, analizó el impacto del uso de marihuana en varias funciones neuropsicológicas de 1.037 individuos nacidos entre 1972 y 1973. Los científicos siguieron a los participantes hasta que cumplieron 38 años, realizándoles entrevistas y estudios periódicos. Tomaron en cuenta factores como dependencia de alcohol y/o al tabaco, uso de otras drogas y nivel de educación.

Al evaluar todos los casos, encontraron que los participantes que habían usado persistentemente marihuana mostraban un "amplio deterioro" en varias áreas neuropsicológicas, como funcionamiento cognitivo, la atención y la memoria. Quienes habían usado la droga al menos cuatro veces a la semana, año tras año, durante su adolescencia, sus 20 años y, en algunos casos, sus 30 años, mostraron una reducción en su coeficiente intelectual. La relación, concluye el estudio, es inapelable: cuanto más fumaba el individuo, mayor la pérdida en el CI.

Uno de los puntos más importantes del estudio fue demostrar que el daño era irreversible. Al dejar de usarla o reducir su uso no lograron restaurar completamente su pérdida de CI. Es decir, los efectos neurotóxicos son clarísimos y el daño es permanente.

Fuertemente adictiva

Según datos del Registro Continuo de Pacientes en Tratamiento de SEDRONAR, en 2005 la marihuana motivó el tratamiento del 25% de los 2.369 pacientes que estaban siendo rehabilitados en 53 centros de todo el país. "Este alto porcentaje desmiente los discursos habituales sobre la marihuana, que insisten en instalarla como una droga que no genera mayores daños sobre la salud. Es mucha la gente que no puede dejarla ni manejarla y que está padeciendo las consecuencias de su consumo", destacó Diego Álvarez, que estaba al frente del Observatorio de Drogas del organismo en ese momento.

"Es un mito que la marihuana no tiene toxicidad. Es una droga con sustancias psicoactivas muy potentes, que impactan sobre el sistema nervioso central y el aparato cardiovascular", agregó la toxicóloga Norma Vallejo. "El uso crónico genera pérdida de interés y del deseo, fatiga, alteraciones de humor, disminución de la capacidad de concentración y depresión del sistema inmunológico. Además, afecta la fertilidad y aumenta las probabilidades de sufrir cáncer, enfermedades pulmonares y psicosis", subrayó. "Muchos aseguran que el porro es menos dañino que el tabaco, y no es así. Su toxicidad es mayor porque se fuma distinto: se retiene más en las vías respiratorias y, en el proceso de fumado, desprende más monóxido de carbono que un cigarrillo".

Los daños que puede generar la marihuana son múltiples y difieren mucho según la persona: como dicen en la jerga, "a cada uno le pega distinto". Pero hay algo que afecta a todos los consumidores por igual: la adicción. "La marihuana genera dependencia física y, sobre todo, psicológica. Como otras drogas, excita y provoca un aparente estado de bienestar porque actúa sobre el sistema de recompensa del cerebro. El mismo, al ser estimulado, pide más", destacó la especialista.

En el caso de la marihuana la adicción no está asociada necesariamente a la frecuencia de consumo. Tiene que ver con las particularidades de cada persona. Para evaluar si hay dependencia se observa si el consumidor desarrolló tolerancia (si el organismo se habituó y debe fumar más para lograr el mismo efecto), si su cotidianidad sufrió cambios (rutinas, hábitos, manejo del tiempo) y si hay manifestaciones que indiquen síndrome de abstinencia: "Si no puede dejar de fumar, si se pone irritable, transpira frío o no puede socializarse ni disfrutar cuando no fuma", explican los expertos.

Los efectos menos conocidos del cannabis

Según diversos estudios de sociedades científicas de gran prestigio internacional, el uso persistente de marihuana provoca pérdida de memoria, reduce el rendimiento y altera las capacidades cognitivas. Puede producir depresión, ansiedad, psicosis y, en el peor de los casos, esquizofrenia

Una de las consecuencias menos conocidas tiene que ver con los trastornos psiquiátricos. El consumo de porros multiplica por dos las probabilidades de sufrir brotes psicóticos (con más riesgo a mayor dosis). Varios estudios coinciden en que la marihuana podría actuar como desencadenante de estos ataques en personas con una cierta predisposición genética. El riesgo se acentúa cuando el consumo se inicia antes de los 15 años.

A su vez, un informe elaborado por expertos de la Oficina de Control de Drogas de la Casa Blanca (EEUU), advierte de que los adolescentes que fuman marihuana tienen hasta un 40% más de riesgo de sufrir depresión, ansiedad, psicosis (alucinaciones) o algún tipo de enfermedad mental; especialmente en el caso de las chicas. Y aunque no se ha demostrado de una manera estadísticamente significativa que pueda causar esquizofrenia, sí parece que empeora sus síntomas y agrava los ataques.

No es lo mismo usar una droga que ser adicto a ella. Muchos consumidores no se convierten en adictos. Pero vale medir y conocer las consecuencias. Según datos de un par de años atrás, en nuestro país más del 8 por ciento de la población consume habitualmente marihuana, una cifra que convierte a la Argentina en el país de mayor consumo de América latina.
Material de Internet

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Rafael, 53 años, familiar directo de nuestro amigo y hermano José Luis D. P., de España, que ha partido a la casa del Padre luego de dos años de agonía. Paz para él y consuelo para la familia.

Pedimos oración por Silvina B. y su bebé (de Río Cuarto, Córdoba, Argentina) que nació prematuro, pidiendo a la Virgen que los proteja y los cuide e interceda ante nuestro Señor para que los dos se recuperen pronto.

Pedimos oración por Marisol, de Chile, que ha sido diagnosticada con enfermedad autoinmune. Que el Señor le conceda la posibilidad de un tratamiento que la libere.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

"Pequeñas Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío (moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com  con el título: “Suscripción a Pequeñas Semillitas”.

“Intimidad Divina”

Sed sobrios y velad

La sabiduría “enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza; lo más provechoso para el hombre” (Sb 8, 7). El Antiguo Testamento veía en la sabiduría la fuente de todas las virtudes; el Nuevo, en cambio, atribuye ese oficio a la caridad. En realidad, la caridad, cuando es viva mueve al bien en todos los órdenes, regulando la vida del hombre hasta en sus dimensiones terrenas y en sus relaciones sociales, de modo que nada impide su caminar hacia Dios. En este sentido San Agustín expone las virtudes cardinales como aspectos particulares del amor. “La templanza es el amor que se manifiesta íntegro y puro para Dios; la fortaleza, el amor que lo soporta todo con facilidad por Dios; la justicia, el amor que sirve únicamente a Dios y con ella señorea todas las cosas sujetas al hombre; la prudencia, el amor que discierne lo que le ayuda a ir a Dios de lo que podría impedírselo”. La caridad, que “es el lazo de la unión perfecta” (Cl 3, 14), da vida y forma todas las virtudes morales; y éstas, por otra parte, disponen a la caridad, facilitando y robusteciendo su práctica. Si el hombre debe amar a Dios con todo el corazón, es claro que debe templar o moderar los instintos y pasiones que distrayendo y dividiendo sus fuerzas, le impiden orientarlas todas a Dios. Tal es el cometido propio de la templanza.

“Se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres, que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad” (Tt 2, 11-12). La gracia de Dios manifestada a los hombres por medio de Cristo Salvador, exige que éstos sepan renunciar a los apetitos mundanos, es decir, a los atractivos desenfrenados de los sentidos, que, a causa del desorden producido por el pecado original, buscan su satisfacción al margen de la razón y de la ley. “Las tendencias de la carne son contrarias a Dios; no se someten a la ley de Dios”, dice San Pablo (Rm 8, 7), entendiendo por carne todo lo que es pasión desarreglada. Por el bautismo el cristiano ha muerto al mundo de la carne; y la vida de la gracia, que es vida del espíritu, implica permanecer en ese estado de muerte mediante la práctica asidua de la templanza. “Fuimos con él [Cristo] sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria el Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva” (Rm 6, 4).

Cuando el cristiano mortifica los atractivos de los sentidos y frena los instintos y las pasiones rehusándose los placeres ilícitos y moderándoles los lícitos, no hace más que vivir su bautismo, actualizando su muerte en Cristo para llevar en él la vida nueva de la gracia y de la caridad. Se comprende así que la templanza cristiana es una exigencia del bautismo; es llevar a la vida concreta el revestirse “del hombre nuevo” que no puede tener lugar sin el correlativo desnudarse “del hombre viejo” (Cl 3, 9-10), esclavo de la concupiscencia. La templanza se hace así continencia, castidad, modestia, sobriedad; virtudes que no tienen sólo un aspecto negativo, derivado de la necesidad de mortificar todo lo que es desorden, sino también un aspecto positivo que dice libertad, serenidad, orden interior y exterior, por el que el cristiano puede gozar de su nueva vida en Cristo y puede amar a Dios y al prójimo con corazón puro y libre.

Por cuanto, para buscarte a ti, Dios mío, se requiere un corazón desnudo y fuerte, libre de todos los males y bienes que puramente no son Dios, ayúdame a no coger las flores que encontrare en este camino, o sea, a no pararme en los gustos y contentamientos y deleites que se me pueden ofrecer en esta vida y me podrían impedir el camino, si cogerlos y admitirlos quisiera. No pondré mi corazón en las riquezas y bienes que ofrece el mundo, ni admitiré los contentamientos y deleites de mi carne, ni reparé en los gustos y consuelos de mi espíritu, de suerte que me detenga en buscarte a ti, Dios mío y amor mío, por los montes de las virtudes y trabajos. Y para que esto me sea posible, haz, Señor, que mi alma esté bien enamorada de ti, que te estime más que a todas las cosas, confiada en tu amor y de tu favor. (San Juan de la Cruz, Cántico, 3, 5-8)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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