martes, 18 de junio de 2013

Pequeñas Semillitas 2063

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2063 ~ Martes 18 de Junio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Había una vez un árabe que viajaba de noche. Sus esclavos, a la hora del descanso, se encontraron que no tenían más que 19 estacas para atar a sus 20 camellos. Cuando consultaron al amo, éste les dijo: “Simulen que clavan una estaca. Cuando llegan al camello número 20 creerá que está atado."
Así lo hicieron y, efectivamente, a la mañana siguiente todos los camellos estaban en su sitio, y el número 20, al lado de lo que se imaginaba, sin moverse de allí. Al desatarlos para marcharse, todos se pusieron en movimiento menos el número 20 que seguía quieto sin moverse. Entonces el amo dijo: "Hagan el gesto de desatar la estaca de la cuerda, pues el tonto aún se cree atado". Así lo hicieron, y el camello entonces se paró y se puso a caminar con los demás.
¿Cuáles son las falsas ataduras que te impiden ser tú mismo? ¿Habrá otros que te amarran a tu inautenticidad por la cual no aspiras ser tú mismo? Y, ¿por qué no tratar de aprovechar al máximo tus inmensas potencialidades aspirando ser tú mismo? ¡Decídete a cambiar y a progresar para que no se aplique el cuento del camello a ti mismo!

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial».
(Mt 5,43-48)

Comentario
Hoy, Cristo nos invita a amar. Amar sin medida, que es la medida del Amor verdadero. Dios es Amor, «que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos» (Mt 5,45). Y el hombre, chispa de Dios, ha de luchar para asemejarse a Él cada día, «para que seáis hijos de vuestro Padre celestial» (Mt 5,45). ¿Dónde encontramos el rostro de Cristo? En los otros, en el prójimo más cercano. Es muy fácil compadecerse de los niños hambrientos de Etiopía cuando los vemos por la TV, o de los inmigrantes que llegan cada día a nuestras playas. Pero, ¿y los de casa? ¿y nuestros compañeros de trabajo? ¿y aquella parienta lejana que está sola y que podríamos ir a hacerle un rato de compañía? Los otros, ¿cómo los tratamos? ¿cómo los amamos? ¿qué actos de servicio concretos tenemos con ellos cada día?
Es muy fácil amar a quien nos ama. Pero el Señor nos invita a ir más allá, porque «si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener?» (Mt 5,46). ¡Amar a nuestros enemigos! Amar aquellas personas que sabemos —con certeza— que nunca nos devolverán ni el afecto, ni la sonrisa, ni aquel favor. Sencillamente porque nos ignoran. El cristiano, todo cristiano, no puede amar de manera “interesada”; no ha de dar un trozo de pan, una limosna al del semáforo. Se ha de dar él mismo. El Señor, muriéndose en la Cruz, perdona a quienes le crucifican. Ni un reproche, ni una queja, ni un mal gesto...
Amar sin esperar nada a cambio. A la hora de amar tenemos que enterrar las calculadoras. La perfección es amar sin medida. La perfección la tenemos en nuestras manos en medio del mundo, en medio de nuestras ocupaciones diarias. Haciendo lo que toca en cada momento, no lo que nos viene de gusto. La Madre de Dios, en las bodas de Caná de Galilea, se da cuenta de que los invitados no tienen vino. Y se avanza. Y le pide al Señor que haga el milagro. Pidámosle hoy el milagro de saberlo descubrir en las necesidades de los otros.
Rev. D. Iñaki BALLBÉ i Turu (Rubí, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Juliana Falconieri
Fundadora de las Siervas de la Virgen María
Información amplia hacer clic acá

Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Transforma mi vida

Hoy te presento una oración que te ayudará a derramar los afectos de tu corazón ante el Señor, tus deseos y búsquedas, y un humilde pedido de perdón. Es una oración que surge de nuestra realidad que tiene sombras y luces, retraimientos y energías. Ha sido redactada por Mons. Víctor Fernández en su libro “Un estímulo para cada día”.

Señor, tú conoces mis vanidades y mis egoísmos, pero sabes que deseo entregarme más. Quiero penetrar un poco más en tu amistad y en tu camino. Por eso te pido que recibas el humilde ofrecimiento de mi vida, para que tú la transformes. Te entrego, Señor, mis esfuerzos y mis trabajos, mis cansancios y mis intentos. Sabes que todo tiene manchas, pero te lo entrego, para que sanes lo que no te agrade y bendigas lo que te glorifique. Toma mis pensamientos y afectos, mis búsquedas y mis deseos. Derrama la claridad de tu luz para que utilice mejor las capacidades que me regalaste y para que mi energía no se desgaste en metas egoístas. Toma todo mi ser, Dios mío, y manifiesta en mi vida tu gloria. Amén.

Esta plegaria es adecuada para conocerte con sinceridad y profundidad, porque te ofrece una percepción clara de sentimientos y estados de ánimo difíciles de expresar y que por eso pasan a veces desapercibidos. Es bueno sondear estos repliegues para modelar tu vida con absoluta fidelidad a la voluntad de Dios. Que el Señor te asista y proteja.
Padre Natalio

Palabras del Papa Francisco

“Digamos sí a la vida y no a la muerte, digamos sí a la libertad y no a la esclavitud de tantos ídolos de nuestro tiempo; en una palabra, digamos sí a Dios, que es amor, vida y libertad, y nunca defrauda”
Papa Francisco
  
Tema del día:
¿Qué puedo hacer cuando estoy triste?

Hay momentos en nuestra vida que todo sale al revés y otros en los que no sabemos bien por qué pero nos sentimos tristes o angustiadas. A todos nos pasa…

Pareciera que un pensamiento trae otro y así terminamos encontrando miles de razones para sentirnos aún peor con lo cual se incrementa mucho más nuestra tristeza. Para esos momentos hay algunas cosas muy sencillas y prácticas que puedes hacer para cambiar el ánimo:

Repasa mentalmente o por escrito todo lo que hay en tu vida:

Muchas cosas damos por sentadas y no nos detenemos a darnos cuenta cuánto valor tienen en nuestra vida. Mira a tu alrededor y comienza a registrar todo lo bueno que te rodea, todo lo que hace que tu vida sea más sencilla y todas las personas que están contigo.

Por ejemplo: tengo amigos que me escuchan cuando lo necesito; mi familia apoya mis decisiones; mi hogar me protege y me da seguridad; mi empleo me permite vivir dignamente; mis muebles me sirven para estar más cómodo; etc. ¡Descubrirás cuántas cosas tienes y ni siquiera las registrabas…!

Agradece:

Si descubre que posees mucho (desde lo emocional hasta lo material) entonces agradece que pertenezcan a tu vida y que estén allí para tu beneficio.

A veces creemos que no podemos sentirnos bien porque nos falta tal o cual cosa pero esto solo agrava nuestra insatisfacción. Lo más inteligente y productivo es que nos centremos en lo que ya poseemos para lograr llenarlos de gratitud y crear el estado emocional necesario para que muchas cosas buenas sigan llegando a nuestra vida.

Realiza actividades placenteras:

No me voy a cansar de decirte lo importante que es hacer algo por ti y para ti que te de placer. Cualquier cosa que hagas que te genere sentimientos positivos serán un imán que atraigan más cosas buenas.

Puedes realizar actividades simples como escuchar música, cantar o bailar o realizar algún hobby. No esperes la oportunidad o el momento justo para llevarlos a cabo, empieza por lo que tengas más a mano.

Si estás acostumbrado a pensar tu vida en términos de lo que te falta, de lo que no sale bien o de todo lo negativo que te rodea quizá te parezca que hacer algo de lo descrito no cambiará tu situación, que por más que cantes o bailes nada vas a solucionar. Pero te invito a que realices algo de lo que te propongo y verás cómo, al conseguir un estado de ánimo más positivo, te vuelves más creativo y esto sí podrá ayudarte con lo que ahora estés atravesando.

Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 18: Cuida de la juventud

El Corazón de Jesús ama a todos, pero tiene un amor especial por los jóvenes, por los niños. "Dejad que los niños vengan a mí". Jesús ve alrededor de ellos a madres doloridas y llorosas. "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino por vuestros hijos".
Ved cómo hoy crece parte de la juventud. Son muchos los que crecen ligeros, vanidosos, volubles, llenos de exigencias, inclinados a la arrogancia, a la frivolidad, a la libertad desenfrenada. Son el llanto de tantas familias... y en ocasiones el deshonor de la casa. Padres, que vuestra principal preocupación sea vuestros hijos.
Fuente: Web Católico de Javier

Pedidos de oración

Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos una oración especial por María Paula C. A., de Bogotá, Colombia, que ayer ha cumplido sus primeros veinte años de vida, rogando al Señor que la colme de bendiciones en su vida personal, en el estudio y en sus proyectos de vida.

Pedimos oración por Maritza M., que vive en Trujillo, Perú, y tiene cáncer en la garganta, rogando a la Santísima Virgen que la acompañe en este duro trance, y al Espíritu Santo que la fortalezca y le dé paciencia y sabiduría para aceptar todo lo que viene de Dios.

Pedimos oración por Joshua S. L., que vive en Tabasco, México, tiene 5 meses, y está enfermo de Dengue, rogando a Jesús por su pronta recuperación.

Pedimos oración por Lesbia del Carmen B. H., que es una lectora hondureña que actualmente vive en Guatemala, y será operada mañana de vesícula y biopsia de hígado, rogando al Buen Jesús que guíe las manos de los cirujanos para que todo salga bien. 

Pedimos oración por el niño Ignacio Tomás, de poco menos de 4 años de edad, que se encuentra internado en Corrientes, Argentina, en estado delicado por una cardiopatía congénita. Que la Virgen de Itatí interceda por él ante Jesús para que Él le conceda la gracia de sanarse. 

Pedimos oración por Susana Isabel, 63 años, de Santa Fe, Argentina, afectada de cáncer de mama con metástasis en huesos, por lo que ponemos su vida en las santas manos de Jesús.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.

“Intimidad Divina”

Sois mis amigos

En el Verbo encarnado “la naturaleza humana fue asumida, no absorbida… El Hijo de Dios… trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre” (GS 22). El Hijo de Dios salvando con su amor todas las distancias, se hizo uno de nosotros, se confundió con nosotros, hecho semejante en todo fuera del pecado. Quiso compartir nuestra vida y nuestra suerte; trabajó, sufrió, amó como nosotros. Demostró su amor divino a través de todas las connotaciones del amor humano: la ternura, la compasión, la amistad y hasta las lágrimas. El corazón de Cristo conoce también los más delicados sentimientos de la amistad humana: cuando los judíos ven a Jesús llorar la muerte de su amigo Lázaro, dicen “Mirad cómo le quería” (Jn 11, 36); y Juan, el predilecto que ha experimentado las finezas de la amistad de Cristo, cuando habla de sí, se oculta bajo la afectuosa expresión “el discípulo que Jesús amaba” (Jn 13, 23). Cuando en la vigilia de su Pasión diga el Señor: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 15, 12), los discípulos podrán confortarse con la realidad concreta, comprobada y experimentada del amor del Maestro.

Cristo mismo reveló la profundidad de su amor a los hombres. “Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo a él” (Jn 10, 14-15). Jesús quiere establecer con sus discípulos una comunión de vida, de pensamiento y de afecto semejante a la que existe entre él y el Padre. No se trata de un conocimiento frío y superficial sino profundo y derivado del amor Jesús se da a conocer a los suyos como un amigo que se abre a su amigo. Descubre los misterios profundos de su vida divina, de su comunión incesante con el Padre y el Espíritu Santo, de la misión que el Padre le ha confiado, del amor que lo mueve a inmolarse por los hombres y de las relaciones que quiere establecer con ellos. En una palabra, Jesús dice de sí, del Padre y de la Trinidad todo lo que la mente humana puede comprender; y la tarde de la última Cena concluirá: “Vosotros sois mis amigos… No os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos porque todo lo que he oído de mi Padre os lo he dado a conocer” (Jn 15,, 14-15).

Es la declaración explícita de la amistad profunda que, por mandato del Padre, ha venido a instaurar entre Dios y los hombres. Y quiso también, en cierto modo, darnos la medida ilimitada de esta amistad cuando dijo: “Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros” (ib. 9). Es la cima de la revelación de su amor. ¿Qué amor puede haber mayor que el increado y eterno que existe en el seno de la Trinidad entre el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo? Pues Jesús no considera exagerado referirse a él, y así añade: “permaneced en mi amor… como yo… permanezco en el amor de mi Padre” (ib. 10). Pero junto con la medida divina de su amor, Jesús da también la humana, que sólo puede dar por haber asumido una vida terrena. Lo había dicho ya en el discurso del buen pastor: “doy mi vida por las ovejas… Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente” (Jn 10, 15.18). El sacrificio espontáneo de la vida es la prueba máxima del amor: “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn 15, 13).

¡Oh Señor mío, qué bueno sois! ¡Bendito seáis para siempre! Alabemos, Dios mío, todas las cosas, que así nos amasteis de manera que con verdad podamos hablar de esta comunicación que aun en este destierro tenéis con las almas!; y aun con las que son buenas es gran largueza y magnanimidad. En fin, vuestra, Señor mío, que dais como quien sois. ¡Oh largueza infinita, cuán magníficas son vuestras obras. Espanta a quien no tiene ocupado el entendimiento en cosas de la tierra, que no tenga ninguno para entender verdades. ¡Pues que hagáis a almas que tanto os han ofendido mercedes tan soberanas! Cierto, a mí me acaba el entendimiento, y cuando llego a pensar en esto, no puedo ir adelante. ¿Dónde ha de ir que no sea tomar atrás? Pues daros gracias por tan grandes mercedes no sabe cómo. (Santa Teresa de Jesús, Vida, 18, 3)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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