miércoles, 22 de mayo de 2013

Pequeñas Semillitas 2036


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2036 ~ Miércoles 22 de Mayo de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Alabado sea Jesucristo…
Aparición extraordinaria de la Virgen al vidente Iván el 20 de mayo de 2013 en el Podbro:
“Queridos hijos, también hoy, de forma particular, en este tiempo de gracia, los invito: ¡Ábranse al Espíritu Santo! Queridos hijos, no permitan que el mundo los guíe. Que los guíe el Espíritu Santo. Oren, perseveren en la oración; para que el Espíritu Santo descienda sobre sus familias que están en la oscuridad. La Madre ora junto con ustedes e intercede ante su Hijo. Gracias, queridos hijos, porque también hoy han respondido a mi llamado”


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros».
(Mc 9,38-40)

Comentario
Hoy escuchamos una recriminación al apóstol Juan, que ve a gente obrar el bien en el nombre de Cristo sin formar parte del grupo de sus discípulos: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo porque no viene con nosotros» (Mc 9,38). Jesús nos da la mirada adecuada que hemos de tener ante estas personas: acogerlas y ensanchar nuestras miras, con humildad respecto a nosotros mismos, compartiendo siempre un mismo nexo de comunión, una misma fe, una misma orientación, es decir, caminar juntos hacia la perfección del amor a Dios y al prójimo.
Esta manera de vivir nuestra vocación de “Iglesia” nos invita a revisar con paz y seriedad la coherencia con que vivimos esta apertura de Jesucristo. Mientras haya “otros” que nos “molesten” porque hacen lo mismo que nosotros, esto es un claro indicio de que todavía el amor de Cristo no nos impregna en toda su profundidad, y nos pedirá la “humildad” de aceptar que no agotamos “toda la sabiduría y el amor de Dios”. En definitiva, aceptar que somos aquellos que Cristo escoge para anunciar a todos cómo la humildad es el camino para acercarnos a Dios.
Jesús obró así desde su Encarnación, cuando nos acerca al máximo la majestad de Dios en la pequeñez de los pobres. Dice san Juan Crisóstomo: «Cristo no se contentó con padecer la cruz y la muerte, sino que quiso también hacerse pobre y peregrino, ir errante y desnudo, quiso ser arrojado en la cárcel y sufrir las debilidades, para lograr de ti la conversión». Si Cristo no dejó pasar oportunidad alguna para que vivamos el amor con los demás, tampoco dejemos pasar la ocasión de aceptar al que es diferente a nosotros en la manera de vivir su vocación a formar parte de la Iglesia, porque «el que no está contra nosotros, está por nosotros» (Mc 9,40).
Rev. D. David CODINA i Pérez (Puigcerdà, Gerona, España)


Santoral Católico:
Santa Rita de Casia
Religiosa

Vista de cerca, sin el halo de la leyenda, se nos revela el rostro humanísimo de una mujer que no pasó indiferente ante la tragedia del dolor y de la miseria material, moral y social. Su vida terrena podría ser de ayer como de hoy.

Rita nació en 1381 en Roccaporena, un pueblito perdido en las montañas apeninas. Sus ancianos padres la educaron en el temor de Dios, y ella respetó a tal punto la autoridad paterna que abandonó el propósito de entrar al convento y aceptó unirse en matrimonio con Pablo de Ferdinando, un joven violento y revoltoso. Las biografías de la santa nos pintan un cuadro familiar muy común: una mujer dulce, obediente, atenta a no chocar con la susceptibilidad del marido, cuyas maldades ella conoce, y sufre y reza en silencio.

Su bondad logró finalmente cambiar el corazón de Pablo, que cambió de vida y de costumbres, pero sin lograr hacer olvidar los antiguos rencores de los enemigos que se había buscado. Una noche fue encontrado muerto a la vera del camino. Los dos hijos, ya grandecitos, juraron vengar a su padre. Cuando Rita se dio cuenta de la inutilidad de sus esfuerzos para convencerlos de que desistieran de sus propósitos, tuvo la valentía de pedirle a Dios que se los llevara antes que mancharan sus vidas con un homicidio. Su oración, humanamente incomprensible, fue escuchada. Ya sin esposo y sin hijos, Rita fue a pedir su entrada en el convento de las agustinas de Casia. Pero su petición fue rechazada.

Regresó a su hogar desierto y rezó intensamente a sus tres santos protectores, san Juan Bautista, san Agustín y san Nicolás de Tolentino, y una noche sucedió el prodigio. Se le aparecieron los tres santos, le dijeron que los siguiera, llegaron al convento, abrieron las puertas y la llevaron a la mitad del coro, en donde las religiosas estaban rezando las oraciones de la mañana. Así Rita pudo vestir el hábito de las agustinas, realizando el antiguo deseo de entrega total a Dios. Se dedicó a la penitencia, a la oración y al amor de Cristo crucificado, que la asoció aun visiblemente a su pasión, clavándole en la frente una espina.

Este estigma milagroso, recibido durante un éxtasis, marcó el rostro con una dolorosísima llaga purulenta hasta su muerte, esto es, durante catorce años. La fama de su santidad pasó los límites de Casia. Las oraciones de Rita obtuvieron prodigiosas curaciones y conversiones. Para ella no pidió sino cargar sobre sí los dolores del prójimo. Murió en el monasterio de Casia en 1457 y fue canonizada en el año 1900.

Oración

Oh Dios omnipotente,
que te dignaste conceder
a Santa Rita tanta gracia,
que amase a sus enemigos y
llevase impresa en su corazón
y en su frente la señal de tu pasión,
y fuese ejemplo digno de ser imitado
en los diferentes estados de la vida cristiana.
Concédenos, por su intercesión,
cumplir fielmente las obligaciones
de nuestro propio estado
para que un día podamos
vivir felices con ella en tu reino.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén.

Fuente: Catholic.net


¡Buenos días!

Amar es una decisión

La incomprensión entre las personas es una realidad cotidiana. Entre los mismos miembros de la familia, en las asociaciones apostólicas y grupos humanos sucede lo que la Reina de la Paz señaló en un mensaje: “Hijitos, oren y no permitan que Satanás actúe en sus vidas con malentendidos, incomprensiones y faltas de aceptación entre unos y otros”.

Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse. El sabio lo escuchó, y solamente le dijo una palabra: “Ámela”. —Pero..., es que ya no siento nada por ella.  —Ámela,  –insistió el sabio. Y ante el desconcierto del señor, agregó: “Amar es una decisión, no un sentimiento; amar es dedicación y entrega. El amor es como un ejercicio de jardinería: prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Esté preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvia, mas no por eso abandone el jardín. Ame a su pareja, es decir, acéptela, valórela, dele afecto y ternura, admírela y compréndala. Eso es todo, ámela”. Gonzalo Gallo.

“El amor todo lo puede. No hay dificultad por muy grande que sea, que el amor no la supere. No hay puerta por muy cerrada que esté, que el amor no la abra. No hay muro por muy alto que sea, que el amor no lo derrumbe. No hay distancias por extremas que sean, que el amor no las acorte. No hay situación por desesperada que sea, que: el amor no la resuelva”.  

Padre Natalio


La frase de hoy

“Quien aún esté vivo no diga ‘jamás’. Todo no seguirá igual. Cuando hayan hablado los que dominan, hablarán los dominados. ¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros. ¿De quién depende que se acabe? De nosotros también. ¡Que se levante aquel que está abatido! ¡Aquel que está perdido, que combata! Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana y el jamás se convierte en hoy mismo”  Bertolt Brecht


Tema del día:
El Espíritu Santo, 
orfebre de la santidad

1)  Para saber

Con ocasión de la fiesta de Pentecostés, el Papa Francisco nos ha recordado que el Espíritu Santo es la fuente inagotable de la vida de Dios en nosotros.

El hombre es como un viajero que, atravesando los desiertos de la vida, tiene sed de un agua viva y fresca, capaz de saciar su deseo profundo de luz, de amor, de vida plena y bella, de belleza y de paz. Jesús nos dona esta agua viva: es el Espíritu Santo. Por ello se le considera el artífice de nuestra santidad.

2) Para pensar

Al considerar nuestra flaqueza y nuestros defectos, podría aparecer el desánimo y la desesperanza. Sin embargo, es el Espíritu Santo quien con su ayuda y su gracia nos va transformando. Un cuento nos puede ayudar a comprenderlo.

Se cuenta que hace mucho tiempo, había un rey que poseía un anillo con un diamante muy valioso, uno de los más grandes y perfectos del mundo. Lo había heredado de sus antepasados. Pero un día su hija se lo pidió para verlo a la luz del sol. El rey se lo prestó con cierto recelo, pues nunca se desprendía de él. La princesa niña subió a lo alto de una torre y ahí se lo puso, pero al quedarle grande se le deslizó y cayó desde una gran altura hasta el foso lleno de piedras duras. Inmediatamente pidió a sus sirvientes que lo buscaran. Por fin, se encontró, pero con la desgracia de que el diamante tenía un arañazo. Lo llevaron al mejor de los joyeros para que lo corrigiera, pero era imposible. Si lo cortaban reduciría considerablemente su peso y su valor.

Cuando parecía que no tenía remedio, su doncella ofreció llevarlo con su padre que era un orfebre muy hábil. La princesa confió y se lo encargó. Después de algunos días, el orfebre volvió y se lo mostró al Rey, quien quedó gratamente sorprendido al descubrir tallada una bella rosa. El arañazo anterior se había vuelto el tallo de una bella flor. Ahora incluso valía más el diamante al tener grabada una hermosa imagen. El rey se lo agradeció a su hija y entusiasmado preguntó de quien había aprendido tal arte. El orfebre respondió: “Es el Espíritu Santo, el orfebre de la vida. Siempre está con nosotros, transformando, por su misericordia y poder, nuestros feos arañazos en algo bello”.

3) Para vivir

Es verdad que el Espíritu Santo, con su gracia, especialmente en los Sacramentos, nos va transformando. Por eso, al recibir la Eucaristía o al confesarnos, hemos de hacerlo con afán de recomenzar nuestra lucha. Basta nuestra verdadera contrición, para que Él transforme esos feos arañazos en bellas flores.

Jesús ha venido a darnos esta "agua viva" que es el Espíritu Santo, para que nuestra vida sea guiada, animada y nutrida por Dios.

El cristiano ha de ser una persona que piensa y actúa según el Espíritu Santo. El Papa nos pregunta: ¿Actuamos según Dios? o ¿nos dejamos guiar por tantas otras cosas que no son precisamente Dios? Cada uno de nosotros debe responder a esto en su corazón.

San Josemaría Escrivá nos recuerda y anima a vivir con esta actitud: “Rectificar –cada día un poco– Esta es tu labor constante si de veras quieres hacerte santo.” (Camino n. 290).

Dejémonos guiar por el Espíritu Santo, dejemos que nos hable al corazón, que nos diga que Dios es amor, que Él es Padre y nos ama como verdadero papá.

José Martínez Colín


Mayo, mes de María
Flor del 22 de mayo:
María esperando el Espíritu Santo

Meditación: Reunida en Jerusalén, María aguardaba junto a los apóstoles la venida del Espíritu Santo, y lo hacia orando. Ella, que tenía en sí la plenitud de todos los Dones, se refugió en el apostolado, en piadoso retiro para unir su oración a la de los apóstoles. “A cada cual ha dado Dios cargo de su prójimo” dice el apóstol. La oración y el amor nos señalan a Dios como signo de vida interior y santificación, darse por los demás y orar, por los vimos y muertos, por los justos y pecadores, por los conocidos y los que nunca hemos visto, por los que te quieren bien y te quieren mal. ¡Ora y a Dios escucharás!.

Oración: ¡Oh María, la que en Dios siempre confía, oh María, Reina mía!, alcánzame el don de la piedad y enséñame a todo dar, para así con Dios hablar. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Borrar el propio ego, vaciarse interiormente y preparar nuestra alma para que sea un refugio en el que pueda anidar el Espíritu Santo.

Fuente: reinadelcielo.org


Nuevo video

Hay un nuevo video subido a este blog.
con la vida de Santa Rita de Casia.
Para verlo tienes que ir al final de la página.


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por todas las víctimas del tornado que arrasó Moore, una localidad de Oklahoma (centro-sur de Estados Unidos), destruyendo casas y edificios, incluyendo dos escuelas y causando un número todavía no determinado de muertos y heridos.

Pedimos oración por Roxana M., que hoy será operada en la ciudad de Córdoba, Argentina.

Pedimos oración por María I., 79 años de edad, de Bogotá, Colombia, operada hace un par de días, para que el Señor le conceda la gracia de poder recuperarse. De la misma ciudad, pedimos oraciones por el grupo familiar de nuestro amigo Carlos Cardona Ortiz, para que siempre estén bendecidos por Jesús y protegidos por el amor de María.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén


“Intimidad Divina”

Dios llama

“El reino de los cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña” (Mt 20, 1). En el propietario se alude a Dios que llama continuamente a los hombres al “reino de los cielos”, es decir a la salvación. Dios llama a todos y a todas las horas sin discriminación; “Id también vosotros a mi viña” (ib. 4). Es la vocación universal a la vida cristiana y a la santidad. La llamada divina no es un simple estímulo externo, pues Dios, al llamar, dispone a los hombres para responder a su llamada ofreciéndoles el don de la gracia. “Es, pues, claro que todos los fieles de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad” (LG 40); para alcanzarla no tienen más que vivir con plenitud la gracia recibida en el bautismo. Pero en el marco de esta vocación universal a la santidad “no todos van por el mismo camino” (LG 32). Dios, como el propietario de la parábola, es libre de llamar como y cuando quiere, confiando cometidos y oficios diferentes, dando la misma gracia en medida y con modalidades diversas, esto es “distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad” (1 Cr 12, 11). Por eso al lado de los seglares llamados a actuar la vocación de la santidad en el seno d la familia y de la vida social, están los “consagrados”, llamados a un servicio de Dios más directo y exclusivo.

Ya por el bautismo queda el cristiano consagrado a Dios, destinado a su servicio y culto. Pero eso no quita que, si Dios le llama por divina y misteriosa elección, pueda profundizar, llevándola hasta sus últimas consecuencias, esta consagración inicial, lo cual se realiza abrazando libremente por amor a Dios los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. “El cristiano, mediante los votos u otros vínculos sagrados con los cuales se obliga a la práctica de los tres susodichos consejos evangélicos, hace una total consagración de sí mismo a Dios, amado sobre todas las cosas, de manera que se ordena al servicio de Dios y a su gloria por un título nuevo y especial” (LG 44). De este modo el fiel entra en un estado particular de vida; el estado de perfección, cuya característica esencial es un seguimiento más íntimo y total de Cristo pobre, casto, obediente y enteramente consagrado a la gloria del Padre y a la salvación de los hombres. En otras palabras, los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia son asumidos como empeño particular de vida para asemejarse más perfectamente a nuestro Señor y reproducir más fielmente su misma vida. El estado religioso “imita más de cerca y representa perennemente en la Iglesia el género de vida que el Hijo de Dios tomó cuando vino a este mundo para cumplir la voluntad del Padre, y que propuso a los discípulos que le seguían” (LG 44).

El estado de los consejos evangélicos no constituye una santidad diferente de la propuesta a todos los bautizados, sino un itinerario distinto, que, por configurar más directamente a Cristo, supera más fácilmente los obstáculos que se interponen al conseguimiento de la santidad. El fiel, enseña el Concilio, “para extraer de la gracia bautismal fruto más copioso, pretende, por la profesión de los consejos evangélicos, liberarse de los impedimentos que podrían apartarle del fervor de la caridad” (ib.) La llamada al estado de perfección es, pues, una gracia preciosísima, no sólo para la santidad individual, sino para la de toda la Iglesia, ya que está ordenada a encarnar más fielmente el misterio y la vida de Cristo, para que todos los hombres sean atraídos a él.

Vengo, vengo a ti, Jesús amantísimo, a quien he amado, he buscado y siempre he deseado. Vengo por tu dulzura, tu piedad y tu caridad; vengo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Te sigo porque me has llamado. En ti, a quien amo sobre todas las cosas, lo encuentre yo todo; y sepa mantener lo que he prometido. A ti que escudriñas los corazones deseo agradar, no para el cuerpo sino para el alma. Oh hermano y esposo mío Jesús, Rey supremo, Dios y víctima, pon en mí tu sello de modo que nada busque en este mundo, nada desee y nada ame fuera de ti. Y tú, Señor, dígnate unirme a ti en matrimonio espiritual, de modo que llegue a ser tu verdadera esposa por un amor indisoluble que la muerte misma no pueda romper. (Santa Gertrudis, Ejercicios)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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