viernes, 30 de noviembre de 2012

Pequeñas Semillitas 1883


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1883 ~ Viernes 30 de Noviembre de 2012
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Porque estamos transitando el Año de la Fe, y ya muy próximos a la llegada del Adviento, creo que es oportuno dar una mirada a lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica (en el número 150) acerca de la Fe:
"La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. En cuanto adhesión personal a Dios y asentimiento a la verdad que Él ha revelado, la fe cristiana difiere de la fe en una persona humana. Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que Él dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura" 


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.
(Mt 4,18-22)

Comentario
Hoy es la fiesta de san Andrés apóstol, una fiesta celebrada de manera solemne entre los cristianos de Oriente. Fue uno de los dos primeros jóvenes que conocieron a Jesús a la orilla del río Jordán y que tuvieron una larga conversación con Él. Enseguida buscó a su hermano Pedro, diciéndole «Hemos encontrado al Mesías» y lo llevó a Jesús (Jn 2,41). Poco tiempo después, Jesús llamó a estos dos hermanos pescadores amigos suyos, tal como leemos en el Evangelio de hoy: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres» (Mt 4,19). En el mismo pueblo había otra pareja de hermanos, Santiago y Juan, compañeros y amigos de los primeros, y pescadores como ellos. Jesús los llamó también a seguirlo. Es maravilloso leer que ellos lo dejaron todo y le siguieron “al instante”, palabras que se repiten en ambos casos. A Jesús no se le ha de decir: “después”, “más adelante”, “ahora tengo demasiado trabajo”...
También a cada uno de nosotros —a todos los cristianos— Jesús nos pide cada día que pongamos a su servicio todo lo que somos y tenemos —esto significa dejarlo todo, no tener nada como propio— para que, viviendo con Él las tareas de nuestro trabajo profesional y de nuestra familia, seamos “pescadores de hombres”. ¿Qué quiere decir “pescadores de hombres”? Una bonita respuesta puede ser un comentario de san Juan Crisóstomo. Este Padre y Doctor de la Iglesia dice que Andrés no sabía explicarle bien a su hermano Pedro quién era Jesús y, por esto, «lo llevó a la misma fuente de la luz», que es Jesucristo. “Pescar hombres” quiere decir ayudar a quienes nos rodean en la familia y en el trabajo a que encuentren a Cristo que es la única luz para nuestro camino.
Prof. Dr. Mons. Lluís CLAVELL (Roma, Italia)


Santoral Católico:
San Andrés
Apóstol


Andrés era hermano de Simón Pedro y como él pescador en Cafarnaúm, a donde ambos habían llegado de su natal Betsaida. Como lo demuestran las profesiones que ejercían los doce apóstoles, Jesús dio la preferencia a los pescadores, aunque dentro del colegio apostólico están representados los agricultores con Santiago el Menor y su hermano Judas Tadeo, y los comerciantes con la presencia de Mateo. De los doce, el primero en ser sacado de las faenas de la pesca en el lago de Tiberíades para ser honrado con el titulo de “pescador de hombres” fue precisamente Andrés, junto con Juan.

Los dos primeros discípulos ya habían respondido al llamamiento del Bautista, cuya incisiva predicación los había sacado de su pacífica vida cotidiana para prepararse a la inminente venida del Mesías. Cuando el austero profeta se lo señaló, Andrés y Juan se acercaron a Jesús y con sencillez se limitaron a preguntarle: “Maestro, ¿dónde habitas?”, signo evidente de que en su corazón ya habían hecho su elección.

Andrés fue también el primero que reclutó nuevos discípulos para el Maestro: “Andrés encontró primero a su hermano Simón y le dijo: Hemos encontrado al Mesías. Y lo llevó a Jesús”. Por esto Andrés ocupa un puesto eminente en la lista de los apóstoles: los evangelistas Mateo y Lucas lo colocan en el segundo lugar después de Pedro.

Además del llamamiento, el Evangelio habla del Apóstol Andrés otras tres veces: en la multiplicación de los panes, cuando presenta al muchacho con unos panes y unos peces; cuando se hace intermediario de los forasteros que han ido a Jerusalén y desean ser presentados a Jesús; y cuando con su pregunta hace que Jesús profetice la destrucción de Jerusalén.

Después de la Ascensión la Escritura no habla más de él. Los muchos escritos apócrifos que tratan de colmar este silencio son demasiado fabulosos para que se les pueda creer. La única noticia probable es que Andrés anunció la buena noticia en regiones bárbaras como la Scitia, en la Rusia meridional, como refiere el historiador Eusebio. Tampoco se tienen noticias seguras respecto de su martirio que, según una Pasión apócrifa, fue por crucifixión, en una cruz griega.

Igual incertidumbre hay respecto de sus reliquias, trasladadas de Patrasso, probable lugar del martirio, a Constantinopla y después a Amalfi. La cabeza, llevada a Roma, fue restituida a Grecia por Pablo VI. Consta con certeza, por otra parte, la fecha de su fiesta, el 30 de noviembre, festejada ya por San Gregorio Nacianceno.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“El que alguien toque mi vida es un privilegio,
tocar la vida de alguien es un honor,
pero el ayudar a que otros toquen sus propias vidas;
¡es un placer indescriptible!”

Autor desconocido


Tema del día:
Indulgencia plenaria 
por el Año de la Fe


Benedicto XVI concederá a los fieles la indulgencia plenaria con motivo del Año de la Fe que será válida desde su apertura (11 de octubre de 2012) hasta su clausura (24 de noviembre de 2013) , según informa el decreto firmado por el cardenal Manuel Monteiro de Castro y por el obispo Krzysztof Nykiel, respectivamente Penitenciario Mayor y Regente de la Penitenciaría Apostólica.

“En el día del cincuenta aniversario de la solemne apertura del Concilio Vaticano II -dice el texto- el Sumo Pontífice Benedicto XVI ha establecido el inicio de un Año particularmente dedicado a la profesión de la fe verdadera y a su recta interpretación, con la lectura o, mejor, la piadosa meditación de los Actos del Concilio y de los artículos del Catecismo de la Iglesia Católica”.

“Ya que se trata, ante todo, de desarrollar en grado sumo -por cuanto sea posible en esta tierra- la santidad de vida y de obtener, por lo tanto, en el grado más alto la pureza del alma, será muy útil el gran don de las indulgencias que la Iglesia, en virtud del poder conferido de Cristo, ofrece a cuantos que, con las debidas disposiciones, cumplen las prescripciones especiales para conseguirlas”.

“Durante todo el arco del Año de la Fe -del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013- podrán conseguir la Indulgencia plenaria de la pena temporal por los propios pecados impartida por la misericordia de Dios, aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos, todos los fieles verdaderamente arrepentidos, debidamente confesados, que hayan comulgado sacramentalmente y que recen según las intenciones del pontífice:

A) Cada vez que participen al menos en tres momentos de predicación durante las Sagradas Misiones, o al menos, en tres lecciones sobre los Actos del Concilio Vaticano II y sobre los artículos del Catecismo de la Iglesia en cualquier iglesia o lugar idóneo.
 
B) Cada vez que visiten en peregrinación una basílica papal, una catacumba cristiana o un lugar sagrado designado por el Ordinario del lugar para el Año de la Fe (por ejemplo basílicas menores, santuarios marianos o de los apóstoles y patronos) y participen en una ceremonia sacra o, al menos, se recojan durante un tiempo en meditación y concluyan con el rezo del Padre nuestro, la Profesión de fe en cualquier forma legítima, las invocaciones a la Virgen María y, según el caso, a los santos apóstoles o patronos.

C) Cada vez que en los días determinados por el Ordinario del lugar para el Año de la Fe, participen en cualquier lugar sagrado en una solemne celebración eucarística o en la liturgia de las horas, añadiendo la Profesión de fe en cualquier forma legítima.

D) Un día, elegido libremente, durante el Año de la Fe, para visitar el baptisterio o cualquier otro lugar donde recibieron el sacramento del Bautismo, si renuevan las promesas bautismales de cualquier forma legítima.

Los obispos diocesanos o eparquiales y los que están equiparados a ellos por derecho, en los días oportunos o con ocasión de las celebraciones principales, podrán impartir la Bendición Papal con la Indulgencia plenaria a los fieles.

El documento concluye recordando que los fieles que "por enfermedad o justa causa" no puedan salir de casa o del lugar donde se encuentren, podrán obtener la indulgencia plenaria, si “unidos con el espíritu y el pensamiento a los fieles presentes, particularmente cuando las palabras del Sumo Pontífice o de los obispos diocesanos se transmitan por radio o televisión, recen, allí donde se encuentren, el Padre nuestro, la Profesión de fe en cualquier forma legítima y otras oraciones conformes a la finalidad del Año de la Fe ofreciendo sus sufrimientos o los problemas de su vida”.

VIS (Vatican Information Service)
Foto: Google


Pensamientos sanadores


Dios tiene un sueño para ti

Te invito a que te dispongas, en este día, a pedirle al Señor la gracia de poder descubrir el sueño que él tiene para tu vida.
Para tu vida, necesitas más y más de su amor, para poder amar con el corazón de Cristo a todos tus hermanos, necesitas recibir la mirada, el sueño, la visión que Dios tiene sobre tu vida, para poder llevar adelante su proyecto de salvación y bendición para ti.
Hay una conocida canción religiosa en la cual la autora pone en los labios de Jesús las siguientes palabras: “Si conocieras cómo te sueño me preguntarías lo que espero de ti. Si conocieras cómo te sueño, buscarías lo que he pensado para ti. Si conocieras cómo te sueño, pensarías más en mí”.
Hazte el siguiente propósito: pensar más seguido en el amor que el Padre te tiene, preguntarle, a partir de ahora, qué es lo que es lo que él ha pensado para ti, poner de tu parte todos los medios para buscar su santa voluntad.

Oráculo del que oye las palabras de Dios y conoce el pensamiento del Altísimo; del que recibe visiones del Todopoderoso en éxtasis, pero con los ojos abiertos. Números 24, 4.


Mes de María


Desde el 7 de Noviembre al 7 de Diciembre, se desarrolla en Argentina y en varios países del hemisferio sur, el Mes de María, pues es el mes de las flores aquí en el sur, tal como Mayo lo es en el hemisferio norte.

Día veinticuatro (30/NOV): La Santa Comunión

CONSIDERACIÓN. – Si el cuerpo humano necesita, para sostenerse, alimentos materiales, es necesario también al alma, un alimento que la conserve y le dé fuerzas.
Nuestro divino Maestro no se ha limitado a habitar en medio de nosotros en el Santísimo Sacramento del altar; ha dicho a sus Apóstoles que era el Pan de vida bajado del Cielo y que aquél que lo comiere viviría eternamente. Y sin embargo, un gran número de cristianos se mantienen alejados de la santa Mesa no acercándose más que cuando los preceptos de la Iglesia los obligan bajo pena de pecado. Aquel que se privara durante largas horas de tomar alimento, caería desfallecido y terminaría por morir; del mismo modo, el alma que no se fortifica por la recepción de la Santa Comunión, queda sin energía frente a la tentación y a la prueba y cae en las faltas más graves.
Los discípulos del Salvador, en los primeros tiempos de la Iglesia, cuando la persecución reinaba con furor, salvaban todos los obstáculos para llegar a recibir el Pan de los Fuertes.
Así se volvían invencibles y sabían aceptar la muerte antes que renegar su fe.
¡Cuál no sería el gozo de María, cuando, después de la Ascensión del Salvador, San Juan depositaba cada día sobre sus labios la Hostia santa! ¡Pudiéramos imitarla y por la santidad de nuestra vida, hacernos dignos de aproximarnos frecuentemente, al sacramento de la Eucaristía!

EJEMPLO. – Cuando San Francisco de Sales hacía sus estudios, se confesaba y comulgaba cada ocho días, y cuando se le preguntaba por qué: “Es, decía, por la misma razón que me hace hablar frecuentemente a mi profesor. Nuestro Señor ¿no es acaso mi Maestro en la ciencia de los santos? Acudo seguido a Él, a fin de que me enseñe, porque no e preocuparía medianamente  de ser sabio, si no me volviera santo”.
Más tarde, el santo Obispo de Ginebra escribía: “Por una experiencia de veintitrés años consagrados al ministerio de las almas, puedo comprender la eficacia del sacramento de la Eucaristía: Fortifica el alma para el bien, le inspira el alejamiento del mal, la consuela, la eleva, en una palabra, la deifica, por así decirlo, con la condición de que se lo reciba con fe viva y corazón recogido.

PLEGARIA DE SAN BERNARDO. - ¡Oh María! ¡Que podamos nosotros por vuestra gracia, acercarnos a vuestro divino Hijo! Pueda Él, que se ha dado a nosotros por Vos, recibirnos también por Vos. Sois nuestra Reina y Mediadora, recomendadnos pues y presentadnos a Él. Así sea.

RESOLUCIÓN. – Pondré todo cuidado en prepararme para la comunión y rogaré a María, me comunique sus disposiciones.

JACULATORIA. – María, Casa de Oro, rogad por nosotros.



Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Rosana G. de M., de Santa Clara de Saguier, provincia de Santa Fe, Argentina, que tiene 30 años de edad y padece anemia hemolítica. Rogamos al Buen Jesús que la ayude y la acompañe; y al Espíritu Santo que ilumine a los facultativos para encontrar el mejor tratamiento para ella.

Pedimos oración por Gladys V., de Quito, Ecuador, por su salud física y espiritual y también por trabajo.

Pedimos oración por la salud de Milena, de Córdoba, Argentina, rogando a la Virgen del Valle que interceda por ella ante Jesús por su plena recuperación.

Pedimos oración por Rosita, de Rosario, Argentina, 70 años, atropellada por un auto (cuyo conductor huyó), y con múltiples fracturas en pelvis y miembros inferiores. Que el Señor la ayude a curar sus heridas y toque el corazón del hombre que la embistió para que comprenda su falta de caridad y revea su actitud.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


"Intimidad Divina"

Transformados en la imagen de Dios

En todos los bautizados se refleja la gloria del Señor resucitado, o sea la irradiación de su vida divina participada por medio de la gracia, que gradualmente los transforma a imagen de Dios. Es una transformación que será completa solamente en el cielo; en la tierra, en cambio, se realiza en proporción a la pureza interior y a la disponibilidad a la gracia de cada creyente y alcanza su ápice en las criaturas totalmente purificadas y unidas a Dios. En esta estrecha unión el alma es transformada en Dios por amor, o mejor, es el amor el que uniéndola completamente a Dios, la hace tan conforme con él, que la transforma toda en él. La transformación se extiende a todas las potencias: el entendimiento, iluminado con luz sobrenatural, se hace “divino unido con el divino”; se hace divina la voluntad “no amando menos que divinamente, hecho y unida en uno con la divina voluntad y amor”; lo mismo le acaece a la memoria en sus afecciones y apetitos, los cuales quedan “todos mudados y vueltos según Dios, divinamente” (N II, 13, 11).

El que ama de veras no soporta ser vencido en amor y cuanto más amado se siente más quiere corresponder con amor. Pero ¿cómo podrá el hombre, tan limitado, pretender amar a Dios cuanto es amado por él? En virtud de la caridad derramada en su corazón por el Espíritu Santo, todo cristiano puede decir: Señor, yo te amo con tu mismo amor. La caridad teologal, en efecto, siendo una participación del amor con que Dios ama a sí mismo y a las criaturas, habilita al hombre a amar a Dios con su mismo amor. Sin embargo esa chispa de amor divino, demasiado tiempo y demasiadas veces, es ahogada por la ceniza de tantos afectos y deseos egoístas, desordenados y exclusivamente terrenos; sólo cuando queda totalmente liberada de ellos puede llamear en todo su esplendor y elevarse a Dios con toda su fuerza.

Además, estando ya la voluntad del hombre hecha una sola cosa con la voluntad divina, la criatura “ama a Dios con voluntad de Dios, que también es voluntad suya; y así le amará tanto como es amada de Dios, pues le ama con voluntad del mismo Dios” (ib). El Espíritu Santo ha sido dado a todos los creyentes para que puedan amar a Dios, no con un débil amor humano y como a solas, sino con amor divino y junto con él. Amor sustancial, potencia infinita de amor. Si esto se realiza en plenitud sólo en las cumbres de la unión con Dios, puede irse haciendo gradualmente desde los comienzos de la vida espiritual, ya que todo bautizado puede decir: “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rm 5, 5). ¡Qué alegría y qué consuelo para la criatura que sufre a causa de la extrema pobreza de su amor comparado con el amor infinito de Dios, saber que el Espíritu Santo puede y quiere suplir su poquedad, con tal que se deje asir y absorber totalmente por la inmensa llama de su caridad!

¡Oh almas criadas para estas grandezas y para ellas llamadas! ¿Qué hacéis? ¿En qué os entretenéis? Vuestras pretensiones son bajezas y vuestras posesiones miserias. ¡Oh miserable ceguera de los ojos de vuestra alma, pues para tanta luz estáis ciegos y para tan grandes voces sordos, no viendo que, en tanto que buscáis grandezas y gloria, os quedáis miserables y bajos, de tantos bienes hechos ignorantes e indignos! (San Juan de la Cruz)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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jueves, 29 de noviembre de 2012

Pequeñas Semillitas 1882


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1882 ~ Jueves 29 de Noviembre de 2012
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Debemos imitar a los niños que están aprendiendo a caminar, que si caen una y mil veces, se vuelven a levantar y siguen intentando. Aunque a veces suele suceder que al caerse, les entra un poco de miedo y no quieren volver a probar. Pero pasado el momento y el miedo, lo vuelven a intentar.
También nosotros después de las caídas en los pecados y en los mismos defectos, tenemos que volver a intentar hacer las cosas bien, porque de los errores se aprende, y no hay que quedarse en el suelo, sino volver a levantarnos y perseverar.
Pero para hacerlo el niño cuenta con la ayuda de la mamá o el papá, de la maestra o la niñera.
También nosotros en la vida espiritual necesitamos una ayuda para poder seguir, porque solos no podemos con todo. Entonces tenemos que acudir al Papá (Dios) y a la Mamá (la Virgen), que nos ayuden a perseverar en el bien. Tenemos que apoyarnos en la Maestra (la Iglesia), que con sus ayudas sobrenaturales como son los sacramentos y los sacramentales, nos da fuerzas para seguir en el camino. Y también debemos apoyarnos en la Niñera, es decir, en nuestro Ángel Custodio, que no nos deja ni de día ni de noche y que no tiene otra función más que ayudarnos a alcanzar el Cielo.
Con la ayuda de todos Ellos y la buena voluntad que pongamos, saldremos victoriosos.
Tomado de santisimavirgen.com.ar


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito.
»¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y cólera contra este pueblo; y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación».
(Lc 21,20-28)

Comentario
Hoy al leer este santo Evangelio, ¿cómo no ver reflejado el momento presente, cada vez más lleno de amenazas y más teñido de sangre? «En la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo» (Lc 21,25b-26a). Muchas veces, se ha representado la segunda venida del Señor con las imágenes más terroríficas posibles, como parece ser en este Evangelio, siempre bajo el signo del miedo.
Sin embargo, ¿es éste el mensaje que hoy nos dirige el Evangelio? Fijémonos en las últimas palabras: «Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación» (Lc 21,28). El núcleo del mensaje de estos últimos días del año litúrgico no es el miedo, sino la esperanza de la futura liberación, es decir, la esperanza completamente cristiana de alcanzar la plenitud de vida con el Señor, en la que participarán también nuestro cuerpo y el mundo que nos rodea. Los acontecimientos que se nos narran tan dramáticamente quieren indicar de modo simbólico la participación de toda la creación en la segunda venida del Señor, como ya participaron en la primera venida, especialmente en el momento de su pasión, cuando se oscureció el cielo y tembló la tierra. La dimensión cósmica no quedará abandonada al final de los tiempos, ya que es una dimensión que acompaña al hombre desde que entró en el Paraíso.
La esperanza del cristiano no es engañosa, porque cuando empiecen a suceder estas cosas —nos dice el Señor mismo— «entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria» (Lc 21,27). No vivamos angustiados ante la segunda venida del Señor, su Parusía: meditemos, mejor, las profundas palabras de san Agustín que, ya en su época, al ver a los cristianos atemorizados ante el retorno del Señor, se pregunta: «¿Cómo puede la Esposa tener miedo de su Esposo?».
Fray Lluc TORCAL Monje del Monasterio de Sta. Mª de Poblet (Santa Maria de Poblet, Tarragona, España)


Santoral Católico:
San Saturnino de Tolosa
Obispo y Mártir


La ciudad de Toulouse, en el Languedoc francés, muestra con orgullo su magnífica e impresionante catedral —joya del románico— de Saint-Sernin. Tiene cinco naves, vasto crucero y un coro deambulatorio con capillas radiadas. San Saturnino —nuestro conocido y tantas veces cantado Sanserenín de las canciones y juegos infantiles— fue el primer obispo de esta parte de la Iglesia.

No se conoce nada anterior a su muerte. Todo lo que nos ha llegado es producto del deseo de ejemplarizar rellenando con la imaginación y la fantasía lo que la historia no es capaz de decir. A partir de unos relatos probables se suman otros y otros más que lo van adornando como descendiente de familia romana — el nombre es diminutivo del dios romano Saturno— culta, adinerada, noble e incluso regia hasta llegar a las afirmaciones de Cesareo de Arlés que, nada respetuoso con la cronología, lo presenta candorosamente como oriundo de Oriente, uno más de los discípulos del Señor, bautizado por Juan Bautista, presente en la última Cena y en Pentecostés. Ciertamente es el comienzo de la literatura legendaria.

Lo que consta es que la figura está enmarcada en el siglo III, en tiempos de la dominación romana, después de haberse publicado, en el año 250, los edictos persecutorios de Decio, cuando la zona geográfica de Tolosa cuenta con una pequeña comunidad cristiana pastoreada por el obispo Saturnino que por no caer en idolatría, quemando incienso a los dioses, sufre el martirio de una manera suficientemente cruel para que el hecho trascienda los límites locales y la figura del mártir comience a recibir culto en el interior de las Galias, en la ribera mediterránea y pase también los Pirineos hacia España.

En tiempos posteriores, facilita la extensión de esta devoción el hecho de que el reino visigodo se prolongue hasta España lo que conlleva el transporte de datos culturales; también el peregrinaje desde toda Europa a la tumba el Apóstol Santiago en Compostela hace que los andariegos regresen expandiendo hacia el continente la devoción saturniniana, al ser Tolosa un punto de referencia clásico en las peregrinaciones, y con ello los peregrinos entran en contacto con las reliquias del mártir.

El martirologio romano hace su relación escueta en estos términos: "En Tolosa, en tiempo de Decio, San Saturnino, obispo, fue detenido por los paganos en el Capitolio de esta villa y arrojado desde lo alto de las gradas. Así, rota su cabeza, esparcido el cerebro, magullado el cuerpo, entregó su digna alma a Cristo".

Los relatos siguientes lo presentan atado con cuerdas a un toro que estaba dispuesto para ser sacrificado y que lo arrastra hasta dejarlo muerto y destrozado. Dos valientes cristianas —Les Saintes-Puelles— recogen su cuerpo y lo entierran cerca de la ruta de Aquitania.

El obispo Hilario hizo construir sobre la tumba de su antecesor una pequeña basílica que reformó san Exuperio en el siglo V y que destruyeron los sarracenos en el 711. Edificada lentamente durante el siglo XI, la consagró en papa Urbano II el año 1096 para que, en el 1258, el obispo Raimundo de Falgar depositara en su coro los restos de san Saturnino.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

"Se necesitan dos años para aprender a hablar
y sesenta para aprender a callar"

Ernest Hemingway


Tema del día:
La búsqueda de Dios


Época trágica la nuestra. Esta generación ha conocido dos horribles guerras mundiales y está a las puertas de un conflicto aún más trágico, un conflicto tan cruel que hasta los más interesados en provocarlo se detienen espantados, ante el pensamiento de las ruinas que acarreará. La literatura que expresa nuestro siglo es una literatura apocalíptica, testimonio de un mundo atormentado hasta la locura.

¡Cuántos, en nuestro siglo, si no locos, se sienten inquietos, desconcertados, tristes, profundamente solos en el vasto mundo superpoblado, pero sin que la naturaleza ni los hombres hablen de nada a su espíritu, ni les den un mensaje de consuelo! ¿Por qué? Porque Dios está ausente de nuestro siglo. Muchas definiciones se pueden dar de nuestra época: edad del maquinismo, del relativismo, del confort. Mejor se diría una sociedad de la que Dios está ausente.

Los grandes ídolos de nuestro tiempo son el dinero, la salud, el placer, la comodidad: lo que sirve al hombre. Y si pensamos en Dios, siempre hacemos de Él un medio al servicio del hombre: le pedimos cuentas, juzgamos sus actos, y nos quejamos cuando no satisface nuestros caprichos. Dios en sí mismo parece no interesarnos. La contemplación está olvidada, la adoración y alabanza es poco comprendida. El criterio de la eficacia, el rendimiento, la utilidad, funda los juicios de valor. No se comprende el acto gratuito, desinteresado, del que nada hay que esperar económicamente.

Hasta los cristianos, a fuerza de respirar esta atmósfera, estamos impregnados de materialismo, de materialismo práctico. Confesamos a Dios con los labios, pero nuestra vida de cada día está lejos de Él. Nos absorben las mil ocupaciones.

Nuestra vida de cada día es pagana. En ella no hay oración, ni estudio del dogma, ni tiempo para practicar la caridad o para defender la justicia. La vida de muchos de nosotros ¿no es, acaso, un absoluto vacío? ¿No leemos los mismos libros, asistimos a los mismos espectáculos, emitimos los mismos juicios sobre la vida y sobre los acontecimientos, sobre el divorcio, limitación de nacimientos, anulación de matrimonios, los mismos juicios que los ateos? Todo lo que es propio del cristiano: conciencia, fe religiosa, espíritu de sacrificio, apostolado, es ignorado y aun denigrado: nos parece superfluo. La mayoría lleva una vida puramente material, de la cual la muerte es el término final. ¡Cuántos bautizados lloran delante de una tumba como los que no tienen esperanza!

La inmensa amargura del alma contemporánea, su pesimismo, su soledad... las neurosis y hasta la locura, tan frecuentes en nuestro siglo, ¿no son el fruto de un mundo que ha perdido a Dios? Ya bien lo decía San Agustín: "Nos creaste, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti".

Felizmente, el alma humana no puede vivir sin Dios. Espontáneamente lo busca, aun en manifestaciones objetivamente desviadas. En el hambre y sed de justicia que devora muchos espíritus, en el deseo de grandeza, en el espíritu de fraternidad universal, está latente el deseo de Dios. La Iglesia Católica desde su origen, más aún, desde su precursor, el Pueblo prometido, no es sino la afirmación nítida, resuelta, de su creencia en Dios. Por confesarlo, murieron muchos en el Antiguo Testamento; por ser fiel al mensaje de su Padre, murió Jesús; y después de Él, por confesar un Dios Uno y Trino cuyo Hijo ha habitado entre nosotros, han muerto millones de mártires: desde Esteban y los que como antorchas iluminaban los jardines de Nerón, hasta los que en nuestros días mueren en Rusia, en Checoslovaquia, en Yugoslavia; ayer en Japón, en España y en Méjico, han dado su sangre por Él. A otros no se les ha pedido este testimonio supremo, pero en su vida de cada día lo afirman valientemente: Religiosos que abandonan el mundo para consagrarse a la oración; religiosas que unen su vida de obreras, en la fábrica, a una profunda vida contemplativa; universitarios animados de un serio espíritu de oración; obreros, como los de la JOC, que son ya más de un millón en el mundo, para los cuales la plegaria parece algo connatural; y junto a ellos, sabios, sabios que se precian de su calidad de cristianos. Hay grupos selectos que buscan a Dios con toda su alma y cuya voluntad es el supremo anhelo de sus vidas.

Y cuando lo han hallado, su vida descansa como en una roca inconmovible; su espíritu reposa en la paternidad divina, como el niño en los brazos de su madre (cf. Sal 130). Cuando Dios ha sido hallado, el espíritu comprende que lo único grande que existe es Él. Frente a Dios, todo se desvanece: cuanto a Dios no interesa se hace indiferente. Las decisiones realmente importantes y definitivas son las que yacen en Él.

Al que ha encontrado a Dios acontece lo que al que ama por primera vez: corre, vuela, se siente transportado; todas sus dudas están en la superficie, en lo hondo de su ser reina la paz. No le importa ni mucho ni poco cuál sea su situación, ni si escucha o no sus oraciones. Lo único importante es: Dios está presente. Dios es Dios. Ante este hecho, calla su corazón y reposa.

En el alma de este repatriado hay dolor y felicidad al mismo tiempo. Dios es a la vez su paz y su inquietud. En Él descansa, pero no puede permanecer un momento inmóvil. Tiene que descansar andando; tiene que guarecerse en la inquietud. Cada día se alza Dios ante él como un llamado, como un deber, como dicha próxima no alcanzada.

El que halla a Dios se siente buscado por Dios, como perseguido por Él, y en Él descansa, como en un vasto y tibio mar. Esta búsqueda de Dios sólo es posible en esta vida, y esta vida sólo toma sentido por esa misma búsqueda. Dios aparece siempre y en todas partes, y en ningún lado se le halla. Lo oímos en las crujientes olas, y sin embargo calla. En todas partes nos sale al encuentro y nunca podremos captarlo; pero un día cesará la búsqueda y será el definitivo encuentro. Cuando hemos hallado a Dios, todos los bienes de este mundo están hallados y poseídos.

El llamado de Dios, que es el hilo conductor de una existencia sana y santa, no es otra cosa que el canto que desde las colinas eternas desciende dulce y rugiente, melodioso y cortante. Llegará un día en que veremos que Dios fue la canción que meció nuestras vidas. ¡Señor, haznos dignos de escuchar ese llamado y de seguirlo fielmente!

Fuente: Recursos católicos


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Pensamientos sanadores


Pide a Dios no ser ingrato con quienes te han hecho el bien

Cuando alguien se haya ocupado de ti de algún modo…; cuando te hayan tratado con amor…; cuando te hayan hecho algún servicio…; cuando te hayan ayudado…; ten pensamientos bondadosos y un corazón agradecido, y demuestra tu gratitud con palabras y gestos, pero también con hechos concretos.
Dice la liturgia de las horas: no basta con dar las gracias, sin dar lo que las merece, a fuerza de gratitudes, se vuelve la tierra estéril.
El pecado de la ingratitud de un corazón desagradecido vuelve estéril la vida del espíritu y las buenas relaciones.
Por lo tanto, no es suficiente con dar las gracias, aunque ya es un paso. Hay que pedirle a Dios los dones del amor y de la gratitud, los cuales son como dos caras de una misma moneda; y asumir el compromiso de justicia retributiva, haciendo el bien a quien nos lo ha hecho. Y haciéndolo en el momento oportuno, no sea que luego sea demasiado tarde.

En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros. Juan 13, 35.


Oración a San Miguel Arcángel


San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.


Mes de María


Desde el 7 de Noviembre al 7 de Diciembre, se desarrolla en Argentina y en varios países del hemisferio sur, el Mes de María, pues es el mes de las flores aquí en el sur, tal como Mayo lo es en el hemisferio norte.

Día veintitrés (29/NOV): Jesús entre nosotros

CONSIDERACIÓN. – La Santísima Virgen tenía la felicidad de vivir aquí abajo, en la dulce sociedad de Jesús, y se consideraba bien feliz de poder recoger cada una de sus palabras.
Si no nos es dado verlo, como Ella, con los ojos del cuerpo, la fe nos muestra al divino Maestro viviendo y habitando en medio de nosotros; pues, como Él ha dicho a sus apóstoles, no nos ha dejado, absolutamente, huérfanos, al ascender a los cielos, sino que ha quedado entre los hombres, escondiéndose bajo los velos eucarísticos. Él reside, no sólo en las magníficas catedrales del mundo católico, sino hasta en las más pobres iglesias de nuestras aldeas. El tabernáculo es la humilde morada que ha escogido aquí abajo. Día y noche está pronto a oír, a escuchar nuestras súplicas y nosotros pensamos apenas acercarnos a adorarle y exponerle nuestros pedidos y necesidades.
Encontraríamos junto a Jesús tan bueno y tan poderoso, la fuerza para soportar las pruebas de la vida, el ánimo para triunfar de nuestras pasiones y tentaciones diarias.
Vayamos, pues, seguido al pie del altar. Nuestro Maestro es el mejor y el más tierno de los amigos. Él quiere que le hablemos con una confianza verdaderamente filial.
Jamás rechaza a sus hijos, aun cuando éstos sean culpables, y no pide más que una cosa: que se conviertan y vuelvan a Él.

EJEMPLO. – El santo cura de Ars, gustaba contar el buen ejemplo que daba un paisano, quien, dejando a las puertas de la iglesia sus instrumentos de trabajo, a la tarde, al volver del campo, pasaba largas horas en presencia del Tabernáculo.
-¿Qué dices al Señor en todo ese tiempo? -le preguntó un día.
-No le digo nada, respondió el paisano, yo lo veo y Él me ve.
Bella y sublime respuesta, aun más tocante en el lenguaje de ese simple cristiano.
¡Yo lo advierto y Él me advierte!
Había, añade el señor abate de Vianney, en la mirada que iba y venía del corazón del servidor al Corazón del Maestro, un cambio de inefables sentimientos. Ver a Dios y ser visto por Él, es ya la eternidad, es la corona, es la patria!...

PLEGARIA DE SAN BUENAVENTURA. - ¡Oh María! Virgen de una dulzura inalterable, más dulce que la miel y que la luz más suave, paloma purísima, jamás un mínimo de hiel hubo en vuestro corazón. Madre de benignidad, rechazad lejos de nosotros, os lo suplicamos, todo aquello que pueda imprimir una mancha en nuestra conciencia.

RESOLUCIÓN. – Recurriré a Dios en las dificultades que encontrare.

JACULATORIA. – Madre amable, rogad por nosotros.



Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Leda, de Victoria, Entre Ríos, Argentina, que está embarazada y es de muy alto riesgo, para que protegida por María y bendecida por Jesús, pueda llevar la gestación a feliz término.

Pedimos oración por Boris E. (41 años), Ontario, Canadá, para que Dios Padre Uno y Trino junto con la Virgencita lo protejan en su viaje a Costa Rica, que emprende hoy, regresando el 2 de diciembre próximo. Su manto lo cubra y proteja en todo momento. Amén.

Pedimos oración por Julio P. B., de Montevideo, Uruguay, que está amenazado por la enfermedad (pólipos múltiples en todo el intestino) y tal vez tenga que ser intervenido quirúrgicamente ante el riesgo de que se transformen en cáncer. Lo ponemos en las manos sanadoras de Jesús, para que si es Su Voluntad, la enfermedad retroceda y no sea necesario someterlo a una operación invasiva que deje deteriorada su calidad de vida.

Pedimos oración por Vicente M., de San Salvador, El Salvador, quien hace poco ha sido diagnosticado con cáncer en los pulmones y en el día de hoy comienza su tratamiento de quimioterapia. Posteriormente, le harán radiación. Que Jesús Misericordioso le acompañe y le ayude a superar la enfermedad. Y que María acompañe a toda la familia en esta dura prueba.

Pedimos oración por el señor Trinidad M., que vive en Harlingen, Texas, USA, y se encuentra gravemente enfermo, por lo que ya le han hecho varias cirugías y la semana próxima una más. Que Jesús, con su amor y misericordia, le conceda lo mejor y alivie su sufrimiento.

Pedimos oración por Sor Nilda R., que vive en Arecibo, P.R., para que el Espíritu Santo la ilumine, la asista en todo momento y la cubra con sus dones.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


"Intimidad Divina"

El triunfo del amor

“Serás corona de adorno en la mano del Señor y tiara real en la palma de tu Dios. No se dirá de ti jamás abandonada, ni de tu tierra se dirá jamás desolada… porque el Señor se complacerá en ti” (Is 62, 3-4) Las palabras del profeta dirigidas a Jerusalén, se aplican también a la Iglesia, por la que Cristo se dio a si mismo amándola como a esposa y la Iglesia a toda alma elevada por Dios a la unión mística con él. En el estado de unión total la vida del alma no es otra cosa que un intensísimo ejercicio de amor llevado al grado más alto: la criatura, como explica San Juan de la Cruz, se encuentra empeñada en él con todas sus fuerzas: “el entendimiento, en entender las cosas que son más de su servicio para hacerlas, y su voluntad en amar todo lo que a Dios agrada y en todas las cosas aficionar la voluntad de Dios, y la memoria y el cuidado de lo que es de su servicio y lo que más le ha de agradar”.

En la criatura elevada a la unión total con Dios, el amor domina sobre todo y lo resume todo; es la atmósfera en que vive, es su respiración, su vida. En ella “todo se mueve por amor y en el amor” (J. C. C 18, 8). Amor en sentido pleno, según lo pidió Jesús a sus discípulos, o sea amor a Dios y amor al prójimo. El amor no sería perfecto si no reflejase el movimiento de la caridad divina con la que Dios se ama a sí mismo y ama a los hombres. San Juan de la Cruz advierte que uno de los frutos más preciosos de las pruebas purificadoras es justamente una delicada caridad fraterna. Habiendo experimentado largamente su miseria, ni aun por primer movimiento le parece que va mejor que los otros, ni que los lleva ventaja…

La unión con Dios no hace a nadie frío o indiferente para con el prójimo u olvidarse de las necesidades ajenas, antes al contrario hace más firma y verdadera la unión fraterna. Este fue el objeto de la oración sacerdotal de Cristo: “que sean uno como nosotros somos uno, yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno” (Jn 17, 22-23). Cuanto más unidos a Dios estén los fieles, más unidos han de estar entre sí, siendo “perfectamente uno”. Amor puro de Dios y amor puro de los hermanos, sin búsqueda alguna de sí mismo, ni de gozo espiritual, ni de ventajas humanas; el que ha llegado a esta altura, se preocupa sólo de la única cosa necesaria: amar como ama Dios. Un poquito de este puro amor, dice San Juan de la Cruz, “es más precioso… y más provecho hace a la Iglesia… que todas esas otras obras juntas” (C 29, 2). La criatura que lo posee es más apostólica que nunca, es decir, su vida es sumamente fecunda para la salvación de los hermanos y para el incremento de la Iglesia, aunque no esté empleada en actividades externas.

¡Oh encendido amor, que con tus amorosos movimientos regaladamente estás glorificándome según la mayor capacidad y fuerza de mi alma, es a saber, dándome inteligencia divina según toda la habilidad y capacidad de mi entendimiento, y comunicándome el amor según la mayor fuerza de mi voluntad, y deleitándome en la sustancia del alma con el torrente de tu deleite en tu divino contacto y junta sustancial según la mayor pureza de mi sustancia y capacidad y anchura de mi memoria…! ¡Oh pues, tú, toque delicado, Verbo Hijo de Dios, que por la delicadeza de tu ser divino penetras sutilmente la sustancia de mi alma, y tocándola delicadamente, en ti la absorbes toda en divinos modos de deleites y suavidades nunca oídas en la tierra…! ¡Oh, pues, mucho y en grande manera mucho delicado toque del Verbo, para mí tanto más cuanto, habiendo trastornado los montes y quebrantado las piedras en el monte Horeb con la sombra de tu poder y fuerza que iba delante, te diste más suave y fuertemente a sentir al profeta en silbo de aire delicado! (San Juan de la Cruz)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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