sábado, 30 de junio de 2012

Pequeñas Semillitas 1751


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1751 ~ Sábado 30 de Junio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
¿Tienes por costumbre compadecerte de ti mismo cuando las cosas no salen como a ti te gustaría? Y si es así, ¿qué has ganado con ello?
A veces, quejarse y lamentarse puede parecer justificado, pero lo cierto es que con ello sólo se consigue agravar la situación.
Si en vez de poner de tu parte para solucionar las cosas, te dedicas a compadecerte de ti mismo, lo único que lograrás es deprimirte y reforzar tu condición de víctima (“¿Por qué tienen que pasarme a mí o a los que yo quiero estas cosas?”).
Elige un día de la semana para hacer frente a ese hábito. Ese día, ocurra lo que ocurra, no te quejes ni critiques nada. Cuando notes que se te viene a la mente un pensamiento negativo, en vez de regodearte en él, desconecta de inmediato y ponte a pensar en algo agradable.
Lograrlo te llevará algo de práctica, y si eres un quejoso empedernido, quizá te sea mejor empezar con un período de tiempo inferior a un día. Pero una vez que hayas aprendido a dejar de lado los pensamientos negativos aunque sólo sea por poco tiempo, te sorprenderá comprobar lo bella y agradable que se vuelve tu vida.
Idea clave: Soy más feliz cuando evito los pensamientos negativos.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace». Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes». Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído». Y en aquella hora sanó el criado.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle. Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; Él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos, para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías:
(Mt 8,5-17)

Comentario
Hoy, en el Evangelio, vemos el amor, la fe, la confianza y la humildad de un centurión, que siente una profunda estima hacia su criado. Se preocupa tanto de él, que es capaz de humillarse ante Jesús y pedirle: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos» (Mt 8,6). Esta solicitud por los demás, especialmente para con un siervo, obtiene de Jesús una pronta respuesta: «Yo iré a curarle» (Mt 8,7). Y todo desemboca en una serie de actos de fe y confianza. El centurión no se considera digno y, al lado de este sentimiento, manifiesta su fe ante Jesús y ante todos los que estaban allí presentes, de tal manera que Jesús dice: «En Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande» (Mt 8,10).
Podemos preguntarnos qué mueve a Jesús para realizar el milagro. ¡Cuántas veces pedimos y parece que Dios no nos atiende!, y eso que sabemos que Dios siempre nos escucha. ¿Qué sucede, pues? Creemos que pedimos bien, pero, ¿lo hacemos como el centurión? Su oración no es egoísta, sino que está llena de amor, humildad y confianza. Dice san Pedro Crisólogo: «La fuerza del amor no mide las posibilidades (...). El amor no discierne, no reflexiona, no conoce razones. El amor no es resignación ante la imposibilidad, no se intimida ante dificultad alguna». ¿Es así mi oración?
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo...» (Mt 8,8). Es la respuesta del centurión. ¿Son así tus sentimientos? ¿Es así tu fe? «Sólo la fe puede captar este misterio, esta fe que es el fundamento y la base de cuanto sobrepasa a la experiencia y al conocimiento natural» (San Máximo). Si es así, también escucharás: «‘Anda; que te suceda como has creído’. Y en aquella hora sanó el criado» (Mt 8,13).
¡Santa María, Virgen y Madre!, maestra de fe, de esperanza y de amor solícito, enséñanos a orar como conviene para conseguir del Señor todo cuanto necesitamos.
Rev. D. Xavier JAUSET i Clivillé (Lleida, España)


Santoral Católico:
Primeros Mártires de la
Santa Iglesia Romana


La celebración de hoy, introducida por el nuevo calendario romano universal, se refiere a los protomártires de la Iglesia de Roma, víctimas de la persecución de Nerón después del incendio de Roma, que tuvo lugar el 19 de julio del año 64.

¿Por qué Nerón persiguió a los cristianos? Nos lo dice Cornelio Tácito en el libro XV de los Annales: “Como corrían voces que el incendio de Roma había sido doloso, Nerón presentó como culpables, castigándolos con penas excepcionales, a los que, odiados por sus abominaciones, el pueblo llamaba cristianos”.

En tiempos de Nerón, en Roma, junto a la comunidad hebrea, vivía la pequeña y pacífica de los cristianos. De ellos, poco conocidos, circulaban voces calumniosas. Sobre ellos descargó Nerón, condenándolos a terribles suplicios, las acusaciones que se le habían hecho a él. Por lo demás, las ideas que profesaban los cristianos eran un abierto desafío a los dioses paganos celosos y vengativos... “Los paganos—recordará más tarde Tertuliano— atribuyen a los cristianos cualquier calamidad pública, cualquier flagelo. Si las aguas del Tíber se desbordan e inundan la ciudad, si por el contrario el Nilo no se desborda ni inunda los campos, si hay sequía, carestía, peste, terremoto, la culpa es toda de los cristianos, que desprecian a los dioses, y por todas partes se grita: ¡Los cristianos a los leones!”.

Nerón tuvo la responsabilidad de haber iniciado la absurda hostilidad del pueblo romano, más bien tolerante en materia religiosa, respecto de los cristianos: la ferocidad con la que castigó a los presuntos incendiarios no se justifica ni siquiera por el supremo interés del imperio.

Episodios horrendos como el de las antorchas humanas, rociadas con brea y dejadas ardiendo en los jardines de la colina Oppio, o como aquel de mujeres y niños vestidos con pieles de animales y dejados a merced de las bestias feroces en el circo, fueron tales que suscitaron un sentido de compasión y de horror en el mismo pueblo romano. “Entonces —sigue diciendo Tácito—se manifestó un sentimiento de piedad, aun tratándose de gente merecedora de los más ejemplares castigos, porque se veía que eran eliminados no por el bien público, sino para satisfacer la crueldad de un individuo”, Nerón. La persecución no terminó en aquel fatal verano del 64, sino que continuó hasta el año 67.

Entre los mártires más ilustres se encuentran el príncipe de los apóstoles, crucificado en el circo neroniano, en donde hoy está la Basílica de San Pedro, y el apóstol de los gentiles, san Pablo, decapitado en las “Acque Galvie” y enterrado en la vía Ostiense. Después de la fiesta de los dos apóstoles, el nuevo calendario quiere celebrar la memoria de los numerosos mártires que no pudieron tener un lugar especial en la liturgia.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

"Yo vil y miserable criatura, prometo a mi Dios someterme y sacrificarme a todo lo que pida de mi; inmolando mi corazón al cumplimiento de todo lo que sea de su agrado, sin reserva de otro interés mas que de su mayor Gloria y puro amor, al cual consagro y entrego todo mi ser y todos mis momentos"
Santa Margarita María de Alacoque


Cuentos de Mamerto Menapace:
La esperanza


La desesperación no es un camino sin salida. El camino sin salida es el del desanimado. El de aquél que ha perdido el coraje de seguir peleando porque la experiencia le ha lastimado la esperanza.

El desanimado ha perdido el sentido de la lucha. Tal vez peor: la fuerza para luchar. Es entonces cuando es necesario hacerlo crecer hasta la desesperación, suscitándole la bronca. La bronca sembrada sobre el desánimo hace nacer la desesperación.

Y la desesperación superada, eso es la esperanza.

Por eso me parece imposible suscitar la esperanza en un desanimado a través de la compasión. Un desanimado no necesita de la lástima. La lástima es el reponso sobre el desanimado. Al desanimado hay que llevarlo a la bronca, a fin de que sacudido en su vergüenza asuma la desesperación y la supere. Allí, reconquistado el valor fundamental de su vida, emprenderá la lucha. Lucha que no pondrá sus garantías en las fuerzas personales, ni en las dotes de su naturaleza. Porque de ellas se tiene la experiencia de su fragilidad. Hasta cierto punto, sobre ellas el desánimo ha hecho la amputación de su capacidad de ser garantías.

La garantía se pone sobre algo mucho más profundo y más inagarrable. Sobre algo mucho más nuestro, en definitiva. Sobre el misterio de nuestra propia vida. Mi vida tiene un sentido. El vivirlo es lo que me permitirá ser. Esa convicción profunda es un acto profundo de fe en sí mismo. O mejor: es algo que llevamos por dentro y que nos puso en camino. Creer que mi vida tiene un misterio que puede ser cumplido. Saber que eso existe y que aunque no lo veo es lo único que da apoyo real a mi vida y a mis opciones, es algo que me hace superar la desesperación.

Pero insisto. Sólo la bronca puede llegar a hacernos crecer hasta la desesperación. Esa actitud profundamente humana, que no nos deja admitir que nuestra carezca de sentido. Y es la fuerza que el desanimado necesita para no dejarse estar. La desesperación no es la desesperanza. La desesperanza es carecer de esperanza, es la situación de no tener ya esperanza. Mientras que la desesperación es la situación de no tener aún esperanza y por lo tanto la urgencia tenaz por conquistarla.

En la práctica, pienso que hay situaciones en las que sólo nos queda una actitud humana razonable: sembrar con fe en el surco del amor para que poco a poco vaya creciendo la esperanza.


Pensamientos sanadores


Aprendiendo cada día a escuchar a Dios

El ejercicio diario de agudizar el oído de la conciencia para escuchar a Dios en el propio corazón, te hará percibir cada vez con mayor intensidad, la voz del Señor.
Su voz te indicará qué debes hacer y lo que no tienes que hacer; qué es lo que realmente te conviene y aquello que te puede lastimar… En él podrás descansar, incluso en los momentos de mayor dificultad.
Tal vez, en algunos, se halle incorporada una actitud de independencia y rebeldía hacia lo que Dios sugiere e inspira. Sin embargo, con la experiencia de logros y fracasos, el hombre y la mujer de corazón humilde aprenden a escuchar a Dios y a obedecerle, pues van experimentando que de esa docilidad dependen la verdadera sanación interior y la transformación profunda en todas las áreas de la vida.
El católico, que como María escucha y obedece a Dios con confianza y alegría, verá cómo en su vida se concretan maravillas que ni siquiera podía llegar a imaginar.

Pongan en práctica la Palabra y no se contenten sólo con oírla, de manera que se engañen a ustedes mismos. Santiago I, 22.


Junio, mes del Corazón de Jesús


Día 30. La comunión reparadora

Si quieres amar al Corazón de Jesús debes comulgar su cuerpo muy frecuentemente. ¿No eres digno? Y para hacerla una vez al año ¿te sientes digno? No eres perfecto. Pero la comunión no es un premio; es un medio para llegar a la perfección. ¿Tienes muchos defectos? Para corregirlos tienes necesidad de la comunión. No son los sanos los que tienen necesidad de curación, sino los enfermos. ¿No sabes que la comunión borra por sí todos los pecados veniales y preserva de los mortales?

Fuente: Web Católico de Javier


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por nuestra hermana y amada República de México, que mañana domingo celebra elecciones generales, para que el Espíritu Santo ilumine a sus ciudadanos y sepan elegir las mejores autoridades políticas para que gestionen los destinos del país con la meta puesta en las necesidades de su gente.

Pedimos oración por la abuela Ángela, de Asunción, Paraguay, afectada de insuficiencia renal, necesitando trasplante, si es que su estado general lo permite; por Pol René M. R. que vive en Barcelona, España; y por Mathia Josue y su mamá María Liliana, de Asunción, Paraguay, para que el Señor les ayude a mejorar su situación actual en todos los aspectos.

Pedimos oración por Rodolfo U. que vive en Colombia y es un joven que atraviesa una etapa de rebeldía que lo lleva a situaciones que preocupan a su familia. Que Jesús, el Buen Pastor, recupere esta ovejita suya para el rebaño de paz, amor y comprensión.

Pedimos oración por las siguientes personas de Presidencia Sáenz Peña, Chaco, Argentina: Por el niño Leonel F. de 7 años que hace un mes fue operado de adenoides y aún no despierta de la anestesia. Por la recuperación física, psíquica y espiritual de Jorge, Milagros y Patricia. Encomendamos todas estas personas a la Santísima Virgen de Lourdes.

Pedimos oración por la salud física, psíquica y espiritual de Diana Sofía, de Bogotá, Colombia.

Pedimos oración por Ignacio M., de 65 años de edad, de Monterrico, Jujuy, Argentina, que está internado en la ciudad capital de su provincia con problemas hepáticos, renales y pulmonares, por lo que pedimos la intercesión de los santos apóstoles Pedro y Pablo para que rueguen al Señor por su curación.

Pedimos oración por el niño Gabriel P. que tiene 10 años de edad, vive en Guatemala y está hospitalizado por asma bronquial con severas dificultades para respirar, con riesgo de tener que ser intubado.

Pedimos oración por Andrés Miguel, de 71 años de edad, que vive en Resistencia, Argentina, y los médicos le han diagnosticado ELA (esclerosis lateral amiotrófica) que es una enfermedad neurológica grave y progresiva, rogando a la Santísima Virgen que lo proteja y a Jesús que obre en él sus gracias de sanación.

Pedimos oración por Orestes M., de Lima, Perú, quien sufrió un infarto y está hospitalizado para que por la intercesión de la Virgen María y Juan Pablo II, Dios Nuestro Señor lo restablezca completamente, a la vez que rogamos por su esposa Mary está muy enferma de gripe.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.


"Intimidad Divina"

Alabanza de su gloria

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales… en Cristo; por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor, eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad; para alabanza de la gloria de su gracia” (Ef 1, 3-6). En breves trazos anuncia San Pablo el plan de salvación querido por el Padre y ejecutado por el Hijo bajo el sello del Espíritu Santo para gloria de la Trinidad. ¿Qué más podía hacer la Trinidad que comunicarse al hombre hasta el punto de morar en él para arrastrarlo al vértice feliz de su vida divina? ¿Y cómo podrá el hombre no vivir para la gloria de la Trinidad? Es ésta la excelsa vocación del cristiano, afirmada por San Pablo con tanta claridad: hemos sido “elegidos de antemano… para ser alabanza de su gloria” (Ef 1, 12). Por eso justamente el Padre nos ha elegido “para ser santos e inmaculados en su presencia” (ib 4).

Dios “difundió con liberalidad y no cesa de difundir la bondad divina, de suerte que el que es creador de todas las cosas ha venido a hacerse todo en todas las cosas” (1 Cr 15, 28). Esta es la conducta de Dios, el cual, siendo el Bien sumo e infinito, no puede ordenar sus obras a alguien que no sea él mismo; pero al mismo tiempo su bondad es tan grande que quiere hacer coincidir su gloria con la felicidad del hombre, es decir, quiere glorificarse derramando en él su bien, su vida y su amor. Y esto sólo por amor, por pura generosidad. Dios no se ha contentado con glorificarse en obras inanimadas, por estupendas y grandiosas que fuesen –como los cielos, los mares, los espacios– sino que ha querido y quiere gloriarse en criaturas –como los ángeles y los hombres– capaces de gozar de sus dones y aun predestinados por él a participar de su misma felicidad eterna.

El cristiano más humilde y desconocido que sabe acoger con amor y reconocimiento los dones divinos, sacando de ellos motivos para loar a Dios, le glorifica más que todas las bellezas esparcidas por el universo entero. El cristiano que se abre totalmente al don de la Trinidad que mora en él y que vive en comunión con las tres Personas divinas, da a la Trinidad la gloria suprema que el hombre puede tributarle. Pero hay una gloria más alta, verdadera gloria divina que el cristiano está llamado a ofrecer a la Trinidad, y es la que Cristo mismo ofrece a su divino padre en el Sacrificio eucarístico. La Eucaristía es la acción de gracias infinita que el Cristo total, o sea Cristo unido a su Iglesia, ofrece al Padre en nombre de toda la humanidad. “Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos” (MR). Si el hombre sufre por su insuficiencia para dar a Dios una gloria digna de él, asociándose al Sacrificio de Cristo, tiene la gozosa seguridad de ofrecer a la Trinidad una alabanza adecuada a su majestad infinita.

Es cosa digna que todas las bocas glorifiquen, todas las voces confiesen y todas las criaturas veneren y celebren tu nombre adorable y glorioso, oh Trinidad Santísima, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que has creado el mundo con tu gracia y a sus habitantes con tu clemencia, que en tu misericordia has salvado a los hombres y has concedido a los mortales un inmenso beneficio. Millares y millares de espíritus celestiales te bendicen y te adoran… Con los querubines y los serafines glorifican y adoran tu grandeza y proclaman incesantemente respondiéndose el uno al otro: Santo, santo, santo es el Señor Sebaoth; los cielos y la tierra están llenos de su magnificencia, de su presencia y del esplendor de su grandeza. (Oraciones de los primeros cristianos)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

viernes, 29 de junio de 2012

Pequeñas Semillitas 1750


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1750 ~ Viernes 29 de Junio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Llegó una vez un profeta a una ciudad y comenzó a gritar, en su plaza mayor, que era necesario un cambio de la marcha del país.
El profeta gritaba y gritaba y una multitud considerable acudió a escuchar sus voces, aunque más por curiosidad que por interés.
Y el profeta ponía toda su alma en sus voces, exigiendo el cambio de las costumbres. Pero, según pasaban los días, eran menos cada vez los curiosos que rodeaban al profeta y ni una sola persona parecía dispuesta a cambiar de vida.
Pero el profeta no se desalentaba y seguía gritando. Hasta que un día ya nadie se detuvo a escuchar sus voces. Mas el profeta seguía gritando en la soledad de la gran plaza. Y pasaban los días. Y el profeta seguía gritando. Y nadie le escuchaba.
Al fin, alguien se acercó y le preguntó: "¿Por qué sigues gritando? ¿No ves que nadie está dispuesto a cambiar?"
"Sigo gritando" -dijo el profeta- "porque si me callara, ellos me habrían cambiado a mí."
P. José Luis Martín Descalzo


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
(Mt 16,13-19)

Comentario
Hoy es un día consagrado por el martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo. «Pedro, primer predicador de la fe; Pablo, maestro esclarecido de la verdad» (Prefacio). Hoy es un día para agradecer la fe apostólica, que es también la nuestra, proclamada por estas dos columnas con su predicación. Es la fe que vence al mundo, porque cree y anuncia que Jesús es el Hijo de Dios: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Las otras fiestas de los apóstoles san Pedro y san Pablo miran a otros aspectos, pero hoy contemplamos aquello que permite nombrarlos como «primeros predicadores del Evangelio» (Colecta): con su martirio confirmaron su testimonio.
Su fe, y la fuerza para el martirio, no les vino de su capacidad humana. No fue ningún hombre de carne y sangre quien enseñó a Pedro quién era Jesús, sino la revelación del Padre de los cielos (cf. Mt 16,17). Igualmente, el reconocimiento “de aquel que él perseguía” como Jesús el Señor fue claramente, para Saulo, obra de la gracia de Dios. En ambos casos, la libertad humana que pide el acto de fe se apoya en la acción del Espíritu.
La fe de los apóstoles es la fe de la Iglesia, una, santa, católica y apostólica. Desde la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, «cada día, en la Iglesia, Pedro continúa diciendo: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo!’» (San León Magno). Desde entonces hasta nuestros días, una multitud de cristianos de todas las épocas, edades, culturas, y de cualquier otra cosa que pueda establecer diferencias entre los hombres, ha proclamado unánimemente la misma fe victoriosa.
Por el bautismo y la confirmación estamos puestos en el camino del testimonio, esto es, del martirio. Es necesario que estemos atentos al “laboratorio de la fe” que el Espíritu realiza en nosotros (Juan Pablo II), y que pidamos con humildad poder experimentar la alegría de la fe de la Iglesia.
Mons. Pere TENA i Garriga Obispo Auxiliar Emérito de Barcelona (Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Pedro y San Pablo
Mártires


San Pedro es llamado también "Príncipe de los Apóstoles". "Príncipe", del latín princeps, que significa cabeza principal o jefe supremo. Sabemos por los Evangelios que Pedro era Galileo, que vivía en Betsaida, que estaba casado, era pescador y hermano del Apóstol San Andrés. Portaba el nombre de Simón, pero el Señor, en el primer encuentro que tuvo con él, le dijo que se llamaría Cefas, que en arameo significa "piedra" y que, en su forma española, derivó hasta convertirse en el apelativo Pedro.

Fue él quien actuó como portavoz de los demás apóstoles al proclamar la sublime profesión de fe: "¡Tú eres el Cristo, el hijo de Dios vivo!" A él personalmente le dirigió el Señor estas palabras con gran solemnidad: "¡Bendito seas, Simón, hijo de Jonás, porque no han sido la carne ni la sangre las que te revelaron estas cosas, sino mi Padre que está en los Cielos! Y Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella; a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos: y todo lo que tú atares en la tierra, atado quedará en el cielo; y lo que desatares en la tierra, quedará desatado en el cielo".

La "pasión" de San Pedro tuvo lugar en Roma, durante el reinado de Nerón. De acuerdo con una antigua tradición, se encerró a Pedro en la cárcel Mamertina, donde ahora se encuentra la Iglesia de San Pietro in Carcere. Tertuliano, quien murió cerca del año 225, dice que el Apóstol fue crucificado; por su parte, Eusebio agrega que, por expreso deseo del anciano Pedro, la cruz fue colocada cabeza abajo.

San Pablo, es el "Apóstol de los Gentiles" y el Protector de la familia Paulina. No sólo poseemos un registro exterior de sus hechos, proporcionado por su discípulo San Lucas en los Hechos de los Apóstoles, sino que contamos con las revelaciones íntimas de sus cartas, que si bien tenían el propósito de beneficiar a los destinatarios, reflejan también su alma.

En su tercer viaje, entre los años 52 y 56, luego de atravesar Galacia, retrocedió camino hacia Macedonia donde se embarcó para hacer una quinta visita a Jerusalén. En Efeso, ocurrió el disturbio creado por Demetrio, el platero y el tallador, cuando las prédicas de Pablo arruinaron los lucrativos negocios de los mercaderes en la compra y venta de las imágenes de la diosa Diana. En Jerusalén se le recibió de manera indigna y se produjo una gran conmoción popular, cuando el Apóstol hizo una visita al Templo. Ahí fue detenido, maltratado y cargado de cadenas. Su cautiverio en Cesarea duró dos años. En vista de que no encontraban pruebas en su contra y que Pablo exigió sus derechos de ciudadano romano, su causa fue vista por el propio emperador, Nerón. Parece que luego del juicio fue puesto en libertad. Hay pruebas de que realizó un cuarto viaje.

La Tradición dice que a Pablo lo condenaron cortándole la cabeza, en un punto de la Vía Ostiense llamado Aquae Salviae (la actual tre Fontane) cerca del sitio donde hoy se levanta la basílica de San Pablo Extramuros y donde se venera la tumba del Apóstol. Es creencia común que San Pablo fue ejecutado el mismo día y año que San Pedro.

Fuente: ACI Digital

Información amplia de Catholic.net clic acá.


La frase de hoy

“Solo el corazón humilde
puede entrar en el Sagrado Corazón de Jesús,
conversar con Él, amarle y ser amado de Él”

Santa Margarita María de Alacoque


Tema del día:
Día del Pontífice

SS Benedicto XVI y Mons. Arancedo

El 29 de Junio, Fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo, celebramos el Día del Pontífice. En la vida de la Iglesia todo tiene su fuente en Jesucristo. Por ello, cuando nos preguntamos quién es el Papa, nuestra mirada debe dirigirse a Él. El primado y el ministerio de Pedro en la Iglesia, hoy Benedicto XVI, no se debe a una elección que hicieron los apóstoles sino a una decisión del mismo Jesucristo. En el evangelio de este día leemos cómo el Señor se dirige a Pedro y le dice: “Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt. 16, 18).

Es importante notar que Jesucristo quiso fundar una Iglesia, él no actúa como un maestro que sólo deja una doctrina a sus seguidores y que ellos, luego, se organizan. La Iglesia, para Jesucristo, tiene que ser su presencia viva en la historia. Esto lo vemos a lo largo de los evangelios, cuando elige y forma a sus apóstoles a quienes les encomienda la misión de prolongar su ministerio en la Iglesia. Para ello, les promete el envío y la asistencia del Espíritu Santo que es quién anima a la Iglesia. Podemos decir que la obra fundacional de Jesucristo se actualiza y perdura por obra del Espíritu Santo.

A partir de las palabras de Jesucristo a Pedro y de la promesa de asistirlo en su ministerio, podemos comprender quién es el Papa. Si lo sacamos de este suelo vital y lo consideramos sólo como el dirigente de una institución, no comprenderemos su significado y misión desde el Evangelio, que es nuestra única fuente para conocer su ministerio. El recibe personalmente de Jesucristo el mandato de ejercer el gobierno de esa nueva comunidad que él ha fundado: “Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos (le dice).

“Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mt. 16, 19). Esta misión o mandato de Jesucristo a Pedro es la que se prolonga en sus sucesores, hoy Benedicto XVI. En este ropaje humano, con el que Jesucristo ha querido quedarse en la Iglesia, reconocemos esa pedagogía que Dios utiliza para manifestarse, como lo hizo con la encarnación de su mismo Hijo. Lo humano es asumido. Ello necesita una mirada de fe en la Palabra de Dios y una catequesis que nos ayude a comprender y vivir esta verdad.

Cuando decimos que el Papa es el Vicario de Cristo en la tierra, no es un título que nosotros le otorgamos sino la voluntad expresa de Jesucristo. Hoy, con gratitud a Dios y reconocimiento a la figura de Benedicto XVI, queremos celebrar su día, el Día del Pontífice. Con ello renovamos nuestra fe en las palabras de Jesucristo y, al mismo tiempo, fortalecemos nuestra adhesión y pertenencia a la Iglesia. No es posible hablar de una fe católica, si no se considera al Santo Padre en su verdadera y personal misión apostólica. La fe se dirige a Dios, pero se apoya en las palabras y el proyecto que Jesucristo nos ha revelado.

Creo que es justo y necesario, en estos momentos de tanta debilidad humana, incluso en la misma Iglesia, valorar la figura de Benedicto XVI en la que vemos, junto a una entrega y sabiduría poco común, la pequeñez, egoísmos y críticas que son causa de dolor y tristeza, como él lo ha dicho. Hoy queremos manifestarle nuestra fidelidad y afecto a la misión y ministerio que el Señor le ha confiado a Pedro, y que él la vive con entrega, alegría y esa esperanza que nace de la fe, y que muchas veces madura junto a la cruz. Su testimonio de fe y su ministerio nos confirman en el camino del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.

Queridos amigos, los invito en este día a elevar una oración por nuestro querido Papa, Benedicto XVI, para que el Señor lo fortalezca en su misión y lo consuelo en los momentos de dolor. Reciban de su obispo mi bendición en el Señor.

Mons. José María Arancedo
Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz


Pensamientos sanadores


Distinguir los pensamientos

Cuando el bautizado vive como discípulo del Señor, atento a los mensajes de Dios, ejercita la capacidad de escuchar interiormente lo que Dios quiere decirle y de percibir lo que quiere mostrarle. De este modo, también sabrá distinguir entre las voces de los propios temores, la voz de Dios que le advierte de algún peligro en su vida.
La capacidad de discernimiento para distinguir entre los pensamientos de Dios y los de uno mismo se va adquiriendo gradualmente, como resultado de la apertura al Espíritu Santo y la atención serena al propio mundo interior. Así también descubrirás que diariamente el mal espíritu te presenta, de manera solapada, pensamientos y emociones que tienen como finalidad apartarte de la meta de la salud interior. Pídele hoy al Señor la gracia de estar despierto para preguntarle a cada pensamiento que llega a tu mente, de quién procede.

El hombre hace proyectos en su corazón, pero el Señor pone la respuesta en sus labios. El hombre piensa que todos sus caminos son puros, pero el Señor pesa los corazones. Proverbios 16, 1-2.


Oración a San Miguel Arcángel


San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.


Junio, mes del Corazón de Jesús


Día 29. El Santísimo Sacrmento

Una dulce palabra sale del sagrario: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré". ¿Quién habla así? El Corazón de Dios. ¿A quien habla? A la pobre criatura débil enferma. ¿Para qué te llama? Para ser tu fuerza, tu consuelo. Jesús se ha hecho víctima en la Misa. Desea que tú lo recibas en la comunión. Quiere también ser visitado por ti, quiere hablar sólo con tu corazón.
¿Cómo practicas este deseo del Sagrado Corazón? ¿Vas cuando puedes a la iglesia a adorarlo, a ofrecerte a Él, a tomar fuerza, a hacer la comunión espiritual? ¿Le pides perdón por tus culpas pasadas, por los pecados de tu familia, de tus parientes? ¿Lo reparas por tantas almas ingratas, por tantos pecadores moribundos?

Fuente: Web Católico de Javier


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Juan Alberto Badía, locutor de radio y televisión en Argentina, que creo que todos hemos seguido en sus programas (en especial por radio hace ya unos cuantos años…) Que el Señor lo reciba en el cielo donde seguro que hay música esperándolo.

Pedimos oración por Guillermo H., de México, operado de hernia y con complicaciones que determinan una nueva intervención, rogando al Señor que lo cuide y le conceda la gracia de recuperase plenamente.

Pedimos oración por Gustavo, que vive en Cartagena, Colombia, y está enfermo de cáncer. Que el Beato Juan Pablo II interceda por él ante Jesús para pedir por su curación.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Ladislao Segovia, de Asunción, Paraguay, que el día 26 de este mes, faltándole un día para cumplir 77 años, dejó este mundo para ir a la casa del Padre celestial.

Pedimos oración por la salud de María Rebeca T. C., que vive en Nicaragua, a la que le han diagnosticado lupus, por lo que la ponemos en los brazos amorosos de María para que la proteja y ruegue por ella a Jesús.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.


"Intimidad Divina"

En el nombre del Padre

La vida cristiana se inicia [por el bautismo] en el nombre de la Trinidad y en ella se funda. El que pide ser admitido en la Iglesia, queda consagrado por medio del bautismo como templo de la gloria de Dios y morada del Espíritu Santo. Luego será absuelto de los pecados, ungido con el santo crisma, ordenado sacerdote o unido en matrimonio “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Y cuando su vida llegue al último trance, la Iglesia orará: “Parte, alma cristiana, de este mundo, en el nombre del Padre omnipotente, que te creó; en el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que padeció por ti; en el nombre del Espíritu Santo, cuya gracia se derramó en ti” (RR). Esta sugestiva fórmula sintetiza toda la acción de la Trinidad en favor del hombre; muestra cómo todo cuanto es y todo cuanto tiene como criatura y como cristiano, procede de la Trinidad sacrosanta. También el Sacrificio eucarístico se comienza y se termina en el nombre de la Trinidad. Todo en la vida del cristiano se hace y debe hacerse en el nombre de la Santísima Trinidad; todo debe ser digno de testimoniar fe y amor, reconocimiento y entrega al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Hasta la vida de la Iglesia se funda en el misterio trinitario. “Toda la Iglesia –enseña el Concilio Vaticano II– aparece como “un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”” (LG 4). La unión de todos los creyentes en una única Iglesia fue el objeto de la oración de Jesús al Padre: “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado” (Jn 17, 22-23). Cristo quiere que el amor y la unión de los creyentes reflejen el amor y la unidad de la Trinidad beatísima. Quiere que se amen mutuamente hasta el punto de ser “uno como nosotros”. Una unión semejante entre hombres de civilización, mentalidad y aptitudes diferentes, no es posible sino en Dios, esto es, no es posible si cada creyente no vive personalmente unido a Dios en la caridad.

Sin este estar y vivir en Dios, es imposible una unión sincera, duradera y profunda, por encima de divergencias o intereses discordes. Sólo el amor que procede de Dios y une a Dios, puede realizar ese milagro. Y Cristo lo ha pedido implorando al Padre que todos los creyentes “sean perfectamente uno” proponiendo como modelo la indivisible unidad de la Trinidad sacrosanta. Este concepto, mu del gusto del Vaticano II, es remachado con frecuencia en sus documentos. El ideal es tan sublime que la mente se pierde; sin embargo, ésta es la meta a la que hay que tender y éste el testimonio que la Iglesia está llamada a dar al mundo, para que “el mundo conozca que tú me has enviado”. El ejemplo de la unión entre los creyentes debe inducir al mundo a reconocer la verdad del cristianismo y a reconocer en Cristo al verdadero Hijo de Dios.

Recíbeme, Padre santo, en tu clementísima paternidad, para que después de haber recorrido el estadio en el que, por tu amor, he comenzado a correr, reciba como premio de mi carrera la herencia eterna. Recíbeme, Jesús amantísimo, en tu benignísima fraternidad y lleva junto conmigo el peso de este día abrasador, para que seas tú mi alivio en toda fatiga, compañero de viaje, guía y hermano. Recíbeme, Espíritu Santo, Dios de amor, en tu piadosísima misericordia y caridad, para que en todo el curso de mi vida te tenga de maestro preceptor y dulcísimo amigo de mi alma. (Santa Gertrudis, Ejercicios, 4)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

jueves, 28 de junio de 2012

Pequeñas Semillitas 1749


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1749 ~ Jueves 28 de Junio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Se ha comprobado que todos necesitamos contacto físico para sentirnos bien, y una de las formas más importantes de contacto físico es el abrazo. Cuando nos tocamos y nos abrazamos con espíritu solidario y alegre, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos.
Algunas veces no encontramos las palabras adecuadas para expresar lo que sentimos. Otras veces, simplemente no nos atrevemos a decirlas, ya sea por timidez o porque los sentimientos nos abruman, en esos casos se puede contar con el idioma no verbal de los abrazos. Los abrazos, además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien es tocado.
¿Que nos brinda un abrazo?
Seguridad, protección, confianza, fortaleza, sanación y auto valoración, el reconocimiento de que valemos. La abrazoterapia es una terapia que redescubre la importancia del abrazo como necesidad vital que tenemos todos de amar y sentirnos amados de verdad.
¿Cuántos abrazos has compartido hoy?


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les declararé: ‘¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!’.
»Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».
Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.
(Mt 7,21-29)

Comentario
Hoy nos impresiona la afirmación rotunda de Jesús: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial» (Mt 7,21). Por lo menos, esta afirmación nos pide responsabilidad en nuestra condición de cristianos, al mismo tiempo que sentimos la urgencia de dar buen testimonio de la fe.
Edificar la casa sobre roca es una imagen clara que nos invita a valorar nuestro compromiso de fe, que no puede limitarse solamente a bellas palabras, sino que debe fundamentarse en la autoridad de las obras, impregnadas de caridad. Uno de estos días de junio, la Iglesia recuerda la vida de san Pelayo, mártir de la castidad, en el umbral de la juventud. San Bernardo, al recordar la vida de Pelayo, nos dice en su tratado sobre las costumbres y ministerio de los obispos: «La castidad, por muy bella que sea, no tiene valor, ni mérito, sin la caridad. Pureza sin amor es como lámpara sin aceite; pero dice la sabiduría: ¡Qué hermosa es la sabiduría con amor! Con aquel amor del que nos habla el Apóstol: el que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera».
La palabra clara, con la fuerza de la caridad, manifiesta la autoridad de Jesús, que despertaba asombro en sus conciudadanos: «La gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas» (Mt 7,28-29). Nuestra plegaria y contemplación de hoy, debe ir acompañada por una reflexión seria: ¿cómo hablo y actúo en mi vida de cristiano? ¿Cómo concreto mi testimonio? ¿Cómo concreto el mandamiento del amor en mi vida personal, familiar, laboral, etc.? No son las palabras ni las oraciones sin compromiso las que cuentan, sino el trabajo por vivir según el Proyecto de Dios. Nuestra oración debería expresar siempre nuestro deseo de obrar el bien y una petición de ayuda, puesto que reconocemos nuestra debilidad.
-Señor, que nuestra oración esté siempre acompañada por la fuerza de la caridad.
Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez (El Papiol, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Ireneo
Obispo y Mártir


Pacificador de nombre y de hecho (el nombre “Ireneo” en griego quiere decir pacífico y pacificador), san Ireneo fue presentado al Papa por los cristianos de la Galia con palabras de grande elogio: “Guardián del testamento de Cristo”. En Roma honró su nombre sugiriendo moderación al Papa Víctor, aconsejándole respetuosamente que no excomulgara a las Iglesias de Asia que no querían celebrar la Pascua en la misma fecha de las otras comunidades cristianas.

Con los mismos fines pacificadores este hombre ponderado insistió a los obispos de las otras comunidades cristianas para que trabajaran por el triunfo de la concordia y de la unidad, sobre todo manteniéndose unidos a la tradición apostólica para combatir el racionalismo gnóstico. De sus escritos nos quedan, efectivamente, los cinco libros del Adversus hæreses, en los que Ireneo aparece no sólo como el teólogo más equilibrado y penetrante de la Encarnación redentora, sino también como uno de los pastores más completos, más apostólicos y más católicos que hayan servido a la Iglesia. Se nota que sus argumentaciones contra los herejes, aunque nacieron de la polémica, son fruto de la oración y de la caridad.

Ireneo era oriundo de Asia Menor. Entre sus recuerdos de juventud se encuentra el contacto con Policarpo de Esmirna, el santo obispo “que fue instruido por los testigos oculares de la vida del Verbo”, sobre todo por el apóstol Juan, que había fijado su sede en Esmirna. Ireneo, pues, por medio de Policarpo se une a los Apóstoles. Después de dejar el Asia Menor, pasa a Roma y sigue para Lyon (Francia). No perteneció a la lista de los mártires de Lyon, víctimas de la persecución del 177, porque precisamente en ese tiempo su Iglesia lo había enviado a Roma para presentar al Papa Eleuterio algunos asuntos de orden doctrinal, relacionados sobre todo con el error montanista. Este error se debía a un grupo de fanáticos que habían llegado de Oriente, predicando el disgusto por las cosas del mundo y anunciando el inminente regreso de Cristo. De regreso a Lyon, Ireneo sucedió en el 178 al obispo mártir san Fotino, y gobernó la Iglesia de Lyon hasta su muerte, hacia el año 200. Aunque no está comprobado su martirio, la Iglesia lo venera como mártir.

En todo caso, él fue un auténtico testigo de la fe en un período de dura persecución; su campo de acción fue muy vasto, si se tiene en cuenta que probablemente no había ningún otro obispo en las Galias ni en las tierras limítrofes de Alemania. Su lengua era el griego, pero aprendió las lenguas “bárbaras” para poder evangelizar a esos pueblos.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“Si obras, sea tan sólo
por los impulsos del Corazón de Jesús;
muere en silencio delante de Él
a todo lo que es natural o humano”

Santa Margarita María de Alacoque


Tema del día:
El Año de la Fe 
es la respuesta a la crisis de hoy


En la Oficina de Prensa de la Santa Sede, tuvo lugar la presentación del “Año de la Fe” (11 de octubre 2012- 24 de noviembre 20123). Intervinieron en el acto el arzobispo Rino Fisichella y monseñor Graham Bell, respectivamente presidente y subsecretario del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. El arzobispo Fisichella ilustró también calendario de los grandes acontecimientos que tendrán lugar a Roma en el curso del Año de la Fe y presentó el sitio Internet y el logo que caracterizará todos los eventos del Año.

«Benedicto XVI, en su carta apostólica´Porta Fidei´ -dijo el prelado- hablaba de la exigencia de volver a descubrir el camino de la fe para resaltar cada vez más la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo. A la luz de este pensamiento (...) ha convocado un ´Año de la Fe´ que comenzará en coincidencia con dos aniversarios: el quincuagésimo de la apertura del Concilio Vaticano II (1962) y el vigésimo de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica (1992)

El Año de la Fe se propone, ante todo, sostener la fe de tantos creyentes que, en medio de la fatiga cotidiana, no cesan de confiar, con convicción y valentía, su existencia al Señor Jesús. Su testimonio, que no es noticia (...) es el que permite a la Iglesia presentarse al mundo de hoy, como en pasado, con la fuerza de la fe y con el entusiasmo de los sencillos».

Por otra parte, este Año «se inserta en un contexto más amplio, caracterizado por una crisis generalizada que atañe también a la fe (...) La crisis de fe es la expresión dramática de una crisis antropológica que ha dejado al ser humano abandonado a sí mismo (...) Es necesario ir más allá de la pobreza espiritual en que se encuentran muchos contemporáneos, que ya no perciben la ausencia de Dios en su vida, como una carencia que debe ser colmada. El Año de la Fe quiere ser un camino que la comunidad cristiana brinda a los que viven con nostalgia de Dios y con el deseo de encontrarlo de nuevo».

Así, el programa toca «la vida diaria de cada creyente y la pastoral ordinaria de la comunidad cristiana para que se vuelva a encontrar el espíritu misionero necesario para dar vida a la nueva evangelización». En este ámbito, el arzobispo anunció que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha aprobado el formulario de una Misa especial ´Para la Nueva Evangelización´. «Es un signo para que en este año (...) se de la primacía a la oración y especialmente a la Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana».

A continuación, el arzobispo presentó el logo del Año de la Fe: una barca, imagen de la Iglesia, cuyo mástil es una cruz con las velas desplegadas y el trigrama de Cristo (IHS). El sol, en el fondo, recuerda la Eucaristía. El sito del evento www.annusfidei.va en diversos idiomas, se podrá consultar a través de todos los dispositivos móviles y tablets. También está listo el himno oficial: “Credo, Domine, adauge nobis fidem”. Asimismo, a primeros de septiembre se publicará, en diversos idiomas, el Subsidio pastoral “Vivir el Año de la Fe”. Una pequeña imagen del Cristo de la catedral de Cefalú (Sicilia), en cuyo reverso está escrita la Profesión de Fe, acompañará a los fieles y peregrinos a lo largo del Año.

Por último, dio a conocer el calendario de los eventos más importantes que contarán con la presencia del Santo Padre y se celebrarán en Roma; entre ellos la apertura del Año de la Fe que “tendrá lugar en la Plaza de San Pedro, el jueves 11 de octubre, quincuagésimo aniversario del Concilio Vaticano II. Habrá una solemne concelebración eucarística con todos los Padres sinodales, los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo entero y los últimos Padres conciliares.

El 21 de octubre se canonizarán 7 mártires y confesores de la fe: el francés Jacques Barthieu; el filipino Pedro Calugsod; el italiano Giovanni Battista Piamarta; la española María del Carmen; la iroquesa Katheri Tekakwhita y las alemanas Madre Marianne (Barbara Cope) y Anna Schäffer. El 25 de enero de 2013, en la tradicional celebración ecuménica en la basílica romana de San Pablo Extramuros, se rezará para que “a través de la profesión común del Símbolo los cristianos (...) no olviden el camino de la unidad”. El 28 de abril el Santo Padre confirmará a un grupo de jóvenes. El domingo 5 de mayo, estará dedicado a la piedad popular y a la labor de las cofradías.

El 18 de mayo, vigilia de Pentecostés, los movimientos antiguos y nuevos se reunirán en la Plaza de San Pedro. El domingo 2 de junio, Corpus Christi, habrá una solemne adoración eucarística y, a la misma hora, en todas las catedrales e iglesias del mundo. El domingo, 16 de junio, estará dedicado al testimonio del Evangelio de la Vida. El 7 de julio, concluirá en la Plaza de San Pedro, la peregrinación de los seminaristas, novicias y novicios de todo el mundo. El 29 de septiembre, los protagonistas serán los catequistas en el aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. El 13 de octubre está dedicado a la presencia de María en la Iglesia. Por último, el 24 de noviembre se celebrará la jornada de clausura del Año. Diversos dicasterios tienen en programa iniciativas publicadas en el calendario. El Año se enriquecerá con eventos culturales, entre los cuales, una exposición sobre San Pedro en Castel Sant´Angelo (7 febrero- 1 mayo 2013) y un concierto en la Plaza de San Pedro (22 de junio 2013).

Autor: VIS
Fuente: vaticaninsider.lastampa.it


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Pensamientos sanadores


Pídele al Señor el don de la alabanza (3)

Es maravilloso lo que Dios puede hacer en tu vida, por tu vida y a través de ella, cuando tú permaneces en actitud de alabanza. Aunque sea en el silencio de los labios, pero alabando con el pensamiento y el corazón, cuando estés solo, o en una reunión, incluso en medio de una multitud.
Tú, al alabarlo, te estarás centrando en su amor y en su bondad, permitiéndole obrar en tu vida y en la vida de quienes están junto a ti, y que además, derribe con su poder las murallas que impiden alcanzar las metas de bendición que él quiere para tu vida y para la vida de tu familia y comunidad.
Haz en este día la experiencia de descubrir el poder de la alabanza.

Así alabaré con cantos el nombre de Dios y proclamaré su grandeza dando gracias, esto agradará al Señor más que un toro, más que un novillo con cuernos y pezuñas. Salmo 69, 31 y 32


Junio, mes del Corazón de Jesús


Día 28. La Santa Misa.

¡El Sagrado Corazón de Jesús se hace víctima por todos en la Eucaristía! Es el sol de la tierra. En la Misa no eres tú el que rezas, es Jesús quien reza por ti. Es la gloria y la alabanza a la Trinidad, la alegría de los ángeles, el camino del perdón de los pecadores, la fuerza y la gracia de los justos, el refrigerio de las almas del Purgatorio, la alegría de los ángeles, el camino del perdón de los pecadores, el beneficio de la Iglesia, la medicina contra las enfermedades espirituales. San Isidro Labrador antes de ir al campo se empapaba de este bálsamo de adoración y amor. ¿Cómo vives tú la Santa Misa?

Fuente: Web Católico de Javier


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el joven Adib Alejandro, que vive en San Cristóbal, Táchira, Venezuela, y está en los pasos finales de estudios en el primer año de bachillerato, para que el Espíritu Santo le ilumine y sea un buen estudiante, acorde al esfuerzo que realizan sus padres. De la misma ciudad, pedimos por Ligia María, que se está recuperando de una operación de remplazo de cadera por prótesis; y por Ángel que tiene cáncer de huesos (mieloma), rogando a la Santísima Virgen que interceda por ellos ante Jesús por su salud.

Pedimos oración por Orelia que vive en la comuna de Macul, en Santiago de Chile, afectada de cáncer y que por la gravedad de la situación necesita de todo nuestro apoyo y nuestras oraciones, confiando en la bondad infinita de Dios que habrá de ayudarla.

Pedimos oración por el Cursillo de Cristiandad para hombres que comienza hoy y llega hasta el domingo en la diócesis de San Nicolás, Buenos Aires, Argentina, para que el Espíritu Santo acompañe a quienes concurran y transforme su vida con muchas bendiciones.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Alicia Ramírez Lara vda. de Ochoa, de Guatemala, que el pasado 9 de junio partió de retorno a la Casa del Padre celestial. Paz para ella y consuelo cristiano para sus familiares.

Pedimos oración por Ivette D. que vive en El Salvador y se ha quedado sin trabajo, para que por la intercesión de San José, el Señor Jesús le consiga pronto un empleo digno.

Pedimos oración por Norma P. que vive en Rosario, Argentina, y será operada de cáncer en la lengua, rogando a Dios nuestro Señor que la ayude y le dé muchas fuerzas en estas difíciles circunstancias.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com


"Intimidad Divina"

Vendremos a él

Desde el momento del Bautismo la Santísima Trinidad ha hecho su morada en el cristiano… Pero si la Trinidad está ya en el creyente, ¿cómo puede venir de nuevo? Basta que él se encuentre en estado de gracia para que Dios, presente en él como creador, se le haga presente como amigo y le invite a vivir en su intimidad. Pero esta intimidad tiene grados, y se hará cada vez más estrecha y amigable a medida que el fiel, creciendo en gracia y amor, sea capaz de entrar en relaciones más íntimas con la Trinidad. Aunque la Trinidad more ya en el creyente, puede hacerse cada vez más presente en él bajo el aspecto de una amistad más íntima, es decir, las Personas divinas pueden entrar con él en relaciones amistosas más profundas, como sucede en realidad a medida que, progresando en la caridad, participe más de la gracia (…) Las Personas divinas están ya presentes en el alma y sus visitas no vienen del exterior, sino de dentro del alma misma donde moran y donde se le entregan y también, al menos hasta cierto punto, se le revelan según la palabra de Jesús: “El que me ame, será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él” (Jn 14, 21). Es una manifestación interior basada en el amor y reservada al que ama; por medio del amor se da a conocer la Trinidad al hombre del modo más íntimo y personal, y le infunde el sentimiento de su presencia.

La primera visita o efusión de la Trinidad al creyente tuvo lugar el día del bautismo: el Padre le envió al Hijo, el Padre y el Hijo le enviaron al Espíritu Santo y, por la indisoluble unidad de los Tres, el Padre vino sin se enviado. Esta visita se renueva luego siempre que, al recibir un sacramento o progresar en el amor, crece el cristiano en gracia y en caridad. La promesa de Jesús: “vendremos a él” (Jn 14, 23) nunca se agota, es siempre nueva, siempre capaz de nuevas realizaciones, cuantas veces renueva el hombre la condición, o sea, cuantas veces ama con amor más intenso. Este don divino que se le ofrece con tanta largueza, debe moverlo a generosidad y constante progreso en el amor, porque sólo así podrá gozarlo en plenitud. Si no pone obstáculo al desarrollo de la caridad y de la gracia de su alma, la Santísima Trinidad no pondrá límites a sus efusiones.

La Trinidad vive en el bautizado y se da a él para que viva en ella. Para eso ha revelado Jesús el misterio trinitario, ha redimido al hombre y le ha hecho partícipe de la gloria de su filiación divina, y para eso antes de ir a la Pasión oró: “Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros” (Jn 17, 21). Como Cristo vive en el Padre en la unidad del Espíritu Santo, así el cristiano debe vivir en la Trinidad  que mora en él. El lazo de unión con las tres Personas divinas es siempre Cristo Señor nuestro. Él es la puerta: “Yo soy la puerta” (Jn 10, 9), y él es el camino: “Yo soy el camino” (Jn 24, 6), por el que es preciso pasar. Por Cristo, con Cristo y en Cristo, somos admitidos a vivir en comunión con los “Tres” vivientes en nosotros; a nosotros nos toca aceptar la invitación y realizar esa espléndida vida divina mediante las virtudes teologales y particularmente la fe y la caridad.

¡Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro! Ayúdame a olvidarme totalmente de mi para establecerme inmutable y plácidamente en ti, como si mi alma viviera ya en la eternidad. Que nada pueda alterar mi paz, ni apartarme de ti, oh mi inmutable, sino que, cada momento de mi vida me sumerja más profundamente en tu divino Misterio. Pacificad mi alma. Estableced en ella vuestro cielo, vuestra morada predilecta, vuestro hogar de descanso. Que nunca os deje solo, sino que, vivificada por la fe permanezca con todo mi ser en tu compañía, en completa adoración y entregada sin reservas a vuestra acción creadora. ¡Oh mis Tres, mi todo, mi bienaventuranza, soledad infinita, inmensidad donde desaparezco! Me entrego a Vos como víctima. Sumergíos en mí, para que yo quede inmersa en Vos, en espera de ir a contemplar en vuestra luz, el abismo de vuestras grandezas. (Isabel de la Trinidad, Elevación).

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.