jueves, 31 de mayo de 2012

Pequeñas Semillitas 1721


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1721 ~ Jueves 31 de Mayo de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Podemos asistir a una persona a salir de su dolor, curándolos mediante la dicha. La dicha no trata de decir: “Bueno, tengamos dicha” aunque eso puede funcionar. Más bien, se trata de acceder a suficiente dicha por dentro para que comience a derramarse hacia afuera. La dicha burbujea y puede hacer que el cuerpo se mueva y se transforme y eso es extremadamente importante. Algunas personas no pueden manejar la dicha. Es demasiado electrificante y puede mantenerlos despiertos. Es como una subida del azúcar en la sangre.
Tal vez extrañes a alguien que se ha ido, pero también tienes la dicha de haberlo conocido y de pasar algún tiempo con esa persona. Yo soy muy dichoso por lo que mis padres me enseñaron y porque fueron mis padres. Los extraño, pero no tengo dolor, porque me enseñaron lo que sabían.  Yo tendría dolor si no usase lo que me dieron, pero lo uso.
J. Roger


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por los siglos». María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
(Lc 1,39-56)

Comentario
Hoy contemplamos el hecho de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel. Tan pronto como le ha sido comunicado que ha sido escogida por Dios Padre para ser la Madre del Hijo de Dios y que su prima Isabel ha recibido también el don de la maternidad, marcha decididamente hacia la montaña para felicitar a su prima, para compartir con ella el gozo de haber sido agraciadas con el don de la maternidad y para servirla.
El saludo de la Madre de Dios provoca que el niño, que Isabel lleva en su seno, salte de entusiasmo dentro de las entrañas de su madre. La Madre de Dios, que lleva a Jesús en su seno, es causa de alegría. La maternidad es un don de Dios que genera alegría. Las familias se alegran cuando hay un anuncio de una nueva vida. El nacimiento de Cristo produce ciertamente «una gran alegría» (Lc 2,10).
A pesar de todo, hoy día, la maternidad no es valorada debidamente. Frecuentemente se le anteponen otros intereses superficiales, que son manifestación de comodidad y de egoísmo. Las posibles renuncias que comporta el amor paternal y maternal, asustan a muchos matrimonios que, quizá por los medios que han recibido de Dios, debieran ser más generosos y decir “sí” más responsablemente a nuevas vidas. Muchas familias dejan de ser “santuarios de la vida”. El Papa Juan Pablo II constata que la anticoncepción y el aborto «tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de la libertad, que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad».
Isabel, durante cinco meses, no salía de casa, y pensaba: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor» (Lc 1,25). Y María decía: «Engrandece mi alma al Señor (...) porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava» (Lc 1,46.48). La Virgen María e Isabel valoran y agradecen la obra de Dios en ellas: ¡la maternidad! Es necesario que los católicos reencuentren el significado de la vida como un don sagrado de Dios a los seres humanos.
Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)


Santoral Católico:
Visitación de la Virgen
a su prima Sta. Isabel


Luego que María Santísima oyó del ángel Gabriel que su prima Isabel también esperaba un hijo, sintióse iluminada por el Espíritu Santo y comprendió que debería ir a visitar a aquella familia y ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se había encarnado en Ella. San Ambrosio anota que fue María la que se adelantó a saludar a Isabel puesto que es la Virgen María la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cariño a quienes ama.

Por medio de la visita de María llevó Jesús a aquel hogar muchos favores y gracias: el Espíritu Santo a Isabel, la alegría a Juan, el don de Profecía, etc, los cuales constituyen los primeros favores que nosotros conocemos que haya hecho en la tierra el Hijo de Dios encarnado. San Bernardo señala aquí que desde entonces María quedó constituida como un "Canal inmenso" por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones.

Además, nuestra Madre María recibió el mensaje más importante que Dios ha enviado a la tierra: el de la Encarnación del Redentor en el mundo, y en seguida se fue a prestar servicios humildes a su prima Isabel. No fue como reina y señora sino como sierva humilde y fraterna, siempre dispuesta a atender a todos que la necesitan.

Este fue el primero de los numerosos viajes de María a ayudar a los demás. Hasta el final de la vida en el mundo, Ella estará siempre viajando para prestar auxilios a quienes lo estén necesitando. También fue la primera marcha misionera de María, ya que ella fue a llevar a Jesús a que bendijera a otros, obra de amor que sigue realizando a cada día y cada hora. Finalmente, Jesús empleó a su Madre para santificar a Juan Bautista y ahora ella sigue siendo el medio por el cual Jesús nos santifica a cada uno de nosotros que somos también hijos de su Santa Madre.

Léase también: Dos mujeres excepcionales

Fuente: Catholic.net


Palabras del Beato Juan Pablo II

“En el Verbo encarnado y en María Santísima la distancia infinita entre el Creador y la criatura se ha transformado en máxima cercanía; ellos son el espacio santo de las misteriosas bodas de la naturaleza divina con la humana, el lugar donde la Trinidad se manifiesta por vez primera y donde María representa a la humanidad nueva, dispuesta a reanudar con amor obediente, el diálogo de la alianza”

Beato Juan Pablo II


Tema del día:
Para crecer en generosidad


Con esta guía podrás descubrir la inmensa satisfacción que proporciona el aportar un beneficio a la vida de los demás. Al reflexionar en este valor, encontramos que la vida del ser humano esta llena de oportunidades para servir y hacer un bien al prójimo; por eso es conveniente recordar que:

La Generosidad es el valor que nos hace pensar y actuar a favor de los demás, buscando aportar un beneficio a través de nuestra intervención desinteresada; poniendo el bienestar de quienes nos rodean, por encima de los intereses personales.

Por tal motivo, una persona generosa se distingue por:

- La disposición natural e incondicional que tiene para ayudar y servir a los demás sin hacer distinciones.
- Resolver las situaciones que afectan a las personas en la medida de sus posibilidades, o buscar los medios para lograrlo.
- La discreción y sencillez con la que actúa, apareciendo y desapareciendo en el momento oportuno.

Antes de considerar las acciones que debemos tomar para vivir mejor este valor, conviene detenernos a reflexionar un poco en nuestras actitudes:

- ¿Conscientemente dejo de prestar ayuda por pereza, desagrado o apatía?
- ¿Me esfuerzo por superar la propia comodidad, tomando conciencia de la necesidad ajena?
- ¿Espero recibir ayuda, favores y servicios sin considerar el esfuerzo que los demás realizan?
-¿Realmente actúo desinteresadamente? ¿Es igual la disposición con mi jefe, socio o la persona que siempre me apoya, a la que tengo en casa, mis subalternos, amigos, conocidos y personas en general?
- Antes o después de servir a los demás, ¿pienso o espero recibir un halago, felicitación, reconocimiento, beneficio o el favor devuelto?
-¿Siempre tengo presentes los favores hechos? ¿Les recuerdo, sugiero o hago notar a las personas mi ayuda e intervención?
-¿Normalmente me arrepiento de haber otorgado mi tiempo, bienes materiales, dinero o hacer un compromiso que exige un esfuerzo extra de mi parte?

Ser generoso es algo que muchas veces requiere un esfuerzo extraordinario. Para vivir mejor este valor en lo pequeño y cotidiano, es de gran utilidad poner en práctica las siguientes ideas:

- Procura sonreír siempre. A pesar de tu estado de ánimo y aún en las situaciones poco favorables para ti o para los demás.
- Haz el propósito de tener un detalle de generosidad diariamente con diferentes personas (familia, trabajo, escuela, club...): sacar la basura de casa; cuidar al hermano menor; conservar limpio y ordenado el salón de clase; llevar la tarea o apuntes al compañero enfermo; contestar el teléfono si quien lo hace está fuera de su lugar.
- Se accesible en tus gustos personales, permite a los demás que elijan la comida, película, lugar de diversión, pasatiempo, la hora y punto de reunión.
- Aprende a ceder la palabra, el paso, el lugar; además de ser un acto de generosidad denota educación y cortesía. En algunos casos es válido ceder el turno a quien tenga una urgencia real.
- Cumple con tus obligaciones a pesar del cansancio y siempre con optimismo, buscando el beneficio ajeno. Los padres de familia son un magnífico ejemplo, pues sin su labor, el sustento, el orden en casa, la educación y bienestar de los hijos, etc. simplemente no se darían.
- Usa tus habilidades y conocimientos para ayudar a los demás: explicando la clase a otros; colaborando en organización de eventos; enseñando como hacer mejor el trabajo o la reparación de artículos domésticos; como instructor de pintura, música, deportes en algún club infantil o juvenil.
- Atiende a toda persona que busca tu consejo o apoyo. Por más antipática o insignificante que te parezca, considera en ti a la persona adecuada para resolver su situación.
- Cuando te hayas comprometido en alguna actividad o al atender a una persona, no demuestres prisa, cansancio, fastidio o impaciencia; si es necesario discúlpate y ofrece otro momento para continuar.
- No olvides ser sencillo, haz todo discretamente sin anunciarlo o esperando felicitaciones.

El vivir en constante entrega a los demás, nos ayuda a descubrir lo útiles que podemos ser en la vida de nuestros semejantes, alcanzando la verdadera alegría y la íntima satisfacción del deber cumplido.

Material de Internet


Nuevo video y artículo

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Para verlo tienes que ir al final de la página.

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"Juan Pablo II inolvidable"
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Pensamientos sanadores


Con la Santísima Trinidad y con María hay victoria

Hay personas en quienes los temores, los miedos, la ansiedad y las fobias, hacen nido y le arruinan gran parte de la vida.
Sin embargo, para los que creemos en Cristo, no debe ser así, ya que con Dios y con María de nuestra parte, somos más que vencedores.
Debemos mirar de frente aquello a lo cual tememos, debemos enfrentar lo que nos preocupa, tenemos que ponerle nombre a lo que nos angustia…
Pero eso sí… no lo hagamos solos.
Miremos de frente esas situaciones teniendo de un lado a Dios y del otro a la Virgen Santísima. Acompañados también por nuestros Ángeles custodios.
Entonces recibiremos sabiduría y fortaleza nuevas, y experimentaremos que, en el corazón de los hijos de Dios y de la Virgen, no debe haber lugar para tan penosas emociones.
Con Dios como Padre, con María como Madre, con Jesús y el Espíritu Santo como amigos, en todo obtendremos la victoria.

A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. Lucas 12, 4.


Mayo, mes de María


Te copio una copla popular que hace siglos rezaban los cristianos con frecuencia, para que ahora se la digas a Ella:

"No, no temo nada; no temo a mis pecados, porque puedes remediar el mal que me han causado; no temo a los demonios, porque eres más poderosa que todo el infierno; no temo a tu Hijo, justamente indignado por mí, porque se aplacará con una sola palabra tuya. Sólo temo que por mi culpa deje de encomendarme a Ti y así me pierda".

¡Qué seguridad! ¡Y qué lógico! Si yo no le dejo, Ella no me dejará. Lo único que puede darnos miedo es dejar de rezar y alejarse de María.

Madre mía, hoy acaba el mes dedicado a Ti. Tenme siempre cogido de tu mano. Cuídame cada día hasta el día de mi muerte. Y así vaya al cielo, donde ya poder estar contigo por los siglos. Amén.

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.

Texto del P. José Pedro Manglano Castellary
Tomado del Web Católico de Javier


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Jaime Ch., de 76 años, que vive en Benito Juárez, provincia de Buenos Aires, con serios problemas de corazón, para que Jesús con su infinita misericordia lo ayude a salir de esta situación, y la Santísima Virgen le brinde fortaleza a su familia.

Pedimos oración por la salud de Valeriano B. que está internado en la ciudad de Santa Fe, Argentina, por una complicación posterior a cirugía de colon, confiando que la Santísima Virgen de Lourdes intercederá por él antes Jesús para su pronta curación.

Pedimos oración por el alma de Cristian Ariel M. que partió muy joven a la casa del Padre hace unos meses, dejando en el dolor a su familia que siempre lo recuerda en San Lorenzo, Santa Fe, Argentina.

Pedimos oración por Stella Maris de C., quien vive en San Lorenzo, Paraguay. Está siendo sometida a numerosos estudios por problemas graves del corazón, le han diagnosticado varios trombos, al mediodía de hoy deben decidir los médicos si la operan o no, luego ya dependerá de Nuestro Señor al que rogamos por su recuperación.

Pedimos oración por José Alberto F. G., de México ya que está pasando por momentos muy difíciles con su tratamiento ya que tiene un linfoma y es inoperable. Lo encomendamos a la intercesión del Beato Juan Pablo II para que el Señor Jesús lo asista y le conceda lo mejor.

Pedimos oración por la profesora Nancy C., de Bogotá, Colombia, que ha sido intervenida quirúrgicamente ayer en el cerebro. Rogamos a nuestro Señor Jesucristo le dé la gracia de la salud con la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes.

Seguimos rezando por la bebita Luz Milagros, internada en Buenos Aires, Argentina, en estado muy crítico. Que el Niño Jesús esté junto a ella y le dé las fuerzas necesarias para seguir luchando por su vida.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com


"Intimidad Divina"

La castidad exigencia bautismal

Igual que el apego a los bienes terrenos, la búsqueda desordenada de los placeres carnales sofoca la semilla preciosa de la vocación cristiana, hace al hombre sordo a la palabra de Dios y aparta de su servicio. Al paso que la gracia bautismal libra al hombre de la esclavitud de Satanás y lo convierte en morada del Espíritu Santo, el pecado impuro produce el efecto contrario y arroja a Dios del cristiano ya consagrado templo suyo. “¿No sabéis que vuestro cuerpo es suntuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y que habéis recibido de Dios y que no os pertenecéis? ¡Habéis sido comprados a buen precio! Glorificad por tanto a Dios en vuestro cuerpo” (1 Cr 6, 19-20). Todo el hombre redimido por la sangre de Cristo, está regenerado en él por el bautismo; por eso también el cuerpo queda santificado y debe servir a la gloria de Dios, debe ser puro. La impureza, por el contrario, profana el cuerpo, templo del Señor. En efecto, fuera del matrimonio se exige a todos la continencia absoluta, o sea la abstención de todo placer sensual.

El bautismo, emancipando al hombre de la esclavitud de los sentidos, le ha dado, mediante la gracia, la capacidad de ser dueño de su cuerpo y de sus instintos, para vivir así en la libertad de los hijos de Dios. Pero todo esto se le ha dado no como una realidad ya completa, sino en semilla, en potencia. Mientras estamos en la tierra, la libertad del pecado no es una conquista realizada de una vez para siempre, sino que ha de ser procurada día a día con la fidelidad a la gracia que implica la fidelidad a la renuncia. “Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais” (Gl 5, 17). Dios que mora en el bautizado está en él para iluminarlo, guiarlo y sostenerlo con su espíritu, el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo; por eso el Apóstol puede decir: “Si vivís según el Espíritu, no daréis satisfacción a las apetencias de la carne”. La victoria es segura para quien se deja conducir por el Espíritu sometiéndose a él.

A esta luz se comprende que la castidad, como las demás virtudes cristianas, no es sólo un hecho material relativo a la integridad del cuerpo, sino ante todo un hecho espiritual e interior que abarca a todo el hombre y por lo tanto también su mente y corazón. “Lo que sale... del corazón –dice Jesús– eso es lo que hace impuro al hombre; porque de dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones” (Mt. 15, 18-19). La castidad del cuerpo debe ser el reflejo de la pureza interior de deseos, afectos y pensamientos. “Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso” (Mt. 6, 22); por modo semejante, si tu corazón es puro, será puro también tu cuerpo.

Ahora que la carne tiene deseos contrarios al espíritu y el espíritu deseos contrarios a la carne, la lucha es mortal, Dios mío. Yo no hago lo que querría, porque querría no tener concupiscencias, pero es cosa imposible. Quiéralo o no, las tengo; quiéralo o no, me solicitan, halagan, estimulan, importunan, quieren siempre alzar cabeza; se pueden reprimir, pero no ahogar… ¡Oh Dios!, por medio de tu Espíritu me has dado la posibilidad de tener a raya mis miembros… Detén mis pies, que no corran a cosas ilícitas; retén mis manos de todo delito; frena mis ojos, que no se posen en objetos malos; cierra mis oídos, que no escuchen a gusto palabras lascivas; embrida todo mi cuerpo de la cabeza a los pies. (San Agustín)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Pequeñas Semillitas 1720


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1720 ~ Miércoles 30 de Mayo de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
El Espíritu de Jesús es auto donación de Dios. Por el Espíritu, los discípulos, hombres y mujeres, con María, se sienten libres y liberados. Buena ocasión para preguntarnos por “nuestro espíritu”. ¿Qué experiencia tengo de su acción en mi vida? ¿En qué se nota la acción del Espíritu de Jesús en la comunidad de creyentes? ¿Muestro un cristianismo apagado, sin espíritu, basado más sobre temores, normas y miedos que sobre la alegría y la fuerza de la Vida Nueva?
El encuentro con Jesús provoca alegría. Paz es la primera palabra, el primer deseo de Jesús resucitado.  Renueva el don de la paz, armonía personal y social, coherencia de vida, confianza, búsqueda de la justicia..., para subrayar que ha comenzado un tiempo nuevo. El tiempo del Espíritu.
¿Cómo me acerco a las personas? ¿Mi saludo, como el de Jesús,  transmite alegría, cercanía, paz?


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, los discípulos iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, y se burlarán de Él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará».
Se acercan a Él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: «Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos». Él les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?». Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?». Ellos le dijeron: «Sí, podemos». Jesús les dijo: «La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado».
Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: «Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».
(Mc 10,32-45)

Comentario
Hoy, el Señor nos enseña cuál debe ser nuestra actitud ante la Cruz. El amor ardiente a la voluntad de su Padre, para consumar la salvación del género humano —de cada hombre y mujer— le mueve a ir deprisa hacia Jerusalén, donde «será entregado (…), le condenarán a muerte (…), le azotarán y le matarán» (cf. Mc 10,33-34). Aunque a veces no entendamos o, incluso, tengamos miedo ante el dolor, el sufrimiento o las contradicciones de cada jornada, procuremos unirnos —por amor a la voluntad salvífica de Dios— con el ofrecimiento de la cruz de cada día.
La práctica asidua de la oración y los sacramentos, especialmente el de la Confesión personal de los pecados y el de la Eucaristía, acrecentarán en nosotros el amor a Dios y a los demás por Dios de tal modo que seremos capaces de decir «Sí, podemos» (Mc 10,39), a pesar de nuestras miserias, miedos y pecados. Sí, podremos abrazar la cruz de cada día (cf. Lc 9,23) por amor, con una sonrisa; esa cruz que se manifiesta en lo ordinario y cotidiano: la fatiga en el trabajo, las normales dificultades en la vida familia y en las relaciones sociales, etc.
Sólo si abrazamos la cruz de cada día, negando nuestros gustos para servir a los demás, conseguiremos identificarnos con Cristo, que vino «a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10,45). Juan Pablo II explicaba que «el servicio de Jesús llega a su plenitud con la muerte en Cruz, o sea, con el don total de sí mismo». Imitemos, pues, a Jesucristo, transformando constantemente nuestro amor a Él en actos de servicio a todas las personas: ricos o pobres, con mucha o poca cultura, jóvenes o ancianos, sin distinciones. Actos de servicio para acercarlos a Dios y liberarlos del pecado.
Rev. D. René PARADA Menéndez (San Salvador, El salvador)


Santoral Católico:
Santa Juana de Arco
Patrona de Francia y Doncella de Orleáns


Una jovencita de 13 años, de Domremy (Francia), llamada Juana de Arco, mientras rezaba en la iglesia de su pueblo, oyó voces misteriosas que la invitaban a liberar a Francia que estaba dominada en gran parte por los ingleses. Cuatro años después el gobernador de la provincia, a quien Juana de Arco le había contado lo que le había sucedido, la llevó donde el Delfín a Chinon. Al hablar con el futuro rey Carlos, ella demostró que conocía cosas secretísimas que solamente el cielo había podido revelarle. El Delfín, al principio, desconfió pero después se convenció de que la joven era enviada de Dios; entonces le confió el mando de las tropas que sitiaban a Orleáns, y en poco tiempo reconquistaron casi todo el territorio francés.

El Delfín fue coronado rey de Francia en Reims, pero, celoso de la popularidad de Juana, pactó una tregua con los ingleses. La joven, convencida de que esta tregua anulaba los esfuerzos y las victorias de su ejército, indignada, recomenzó la lucha con los pocos soldados que estaban de su parte.

En una emboscada cayó prisionera en manos del conde de Luxemburgo, que la entregó a los ingleses por un rescate digno de un rey. Ahora había que demostrar que Juana era una bruja, para poder declarar a Carlos VII como usurpador, pues había llegado a ser rey gracias a “diabólicas maquinaciones de una hereje”. Sólo los jueces eclesiásticos tenían la autoridad de llevar a cabo este proceso.

El obispo Cauchon se prestó para esta intriga política. La ilegalidad del proceso era tal que Juana de Arco rechazó la legitimidad y apeló al Papa.

La heroica joven, encerrada en una cárcel militar contra toda ley eclesiástica, no pudo hacer llegar su voz a Roma y sus enemigos triunfaron y la condenaron a la hoguera. El atroz suplicio tuvo lugar en Rouen el 30 de mayo de 1431. Juana tenía 19 años.

Los actos del proceso fueron sometidos a revisión entre el 1450 y el 1456, y con la absolución de la imputada comenzó un irresistible desarrollo de veneración de la valiente Juana de Arco, por su fe pura y su genuino amor por la justicia y la verdad, llevados hasta el extremo sacrificio. En 1920 el Papa Benedicto XV la elevó al honor de los altares.

De todas las histories de los santos, la de Santa Juana de Arco es sin duda la más extraordinaria e increíble: una joven, campesina y sin estudios, a la cabeza de un ejército derrota a un aguerrido ejército, derriba fortalezas, corona a un rey y termina en la hoguera. Y todo en cuestión de dos años.

Un acontecimiento unido a la historia de toda una Nación, coloreada con fuertes tintes patrióticos y místicos.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

"Cuando todos los días resultan iguales
es porque el ser humano ha dejado de percibir
las cosas buenas que surgen en su vida
cada vez que el sol cruza el cielo"

Paulo Coelho


Tema del día:
Falsas dicotomías


Ahora o nunca. O todo o nada. Es un irresponsable o un ladrón. Salvar al hijo o a la madre. Lo hacemos así o nunca se logrará nada. No hay vuelta de hoja: aceptamos esta propuesta o el fracaso será inevitable.

Continuamente aparecen en los debates dilemas, disyuntivas o dicotomías como las anteriores. En diálogos o en medios de comunicación, frases cortantes como las ejemplificadas, dichas con seguridad, impresionan.

El mensaje parece claro: existen dos alternativas, y sólo una puede ser verdadera (o buena, o las dos cosas a la vez), normalmente la que desea defender quien usa (a veces, abusa) de este modo de hablar.

Quien ofrece afirmaciones así de contundentes, una de dos (dos alternativas, nuevamente): o sabe lo que dice, o manipula.

Pues no: las cosas no son así de sencillas. Porque entre el ahora y el nunca existe (esperamos) el mañana, o el próximo mes, o muchas otras posibilidades. Porque entre el todo y la nada es posible encontrar una fórmula intermedia en muchas situaciones de la vida. Porque uno puede no ser irresponsable ni ladrón, sino simplemente víctima de calumnias, o la crisis económica llevó al desastre la empresa que dirigía. Porque en muchos casos es posible salvar tanto al hijo como a la madre. Y porque las cosas pueden hacerse de más maneras de las que pensamos inicialmente.

Incluso la dicotomía sobre los que hablan así (o saben o manipulan) también es falsa: quizá no piensan bien las cosas antes de decirlas, o repiten lo que han escuchado de otros, o no saben pero tampoco manipulan: simplemente están equivocados, de buena o de mala fe, o... Las alternativas son más numerosas de lo que imaginamos.

El mundo en el que vivimos es complejo. Por eso, en muchos casos la actitud más correcta consiste en reconocer lo que no sabemos y evitar simplificaciones y dicotomías engañosas. Quizá entonces no seamos tan incisivos como parecen serlo quienes pronuncian dicotomías falsas, pero al menos tendremos la mente y el corazón más abiertos a la realidad, evitaremos condenas sumarias contra inocentes, o absoluciones a culpables que saben engañar astutamente con su habilidad manipulatoria.

Entonces, ¿dicotomías sí o dicotomías no? Mejor, para no caer en un nuevo dilema falso, lo mejor es adoptar esa actitud sanamente prudente de quien evita juicios apresurados y sabe investigar, con serenidad, el pasado, el presente, y lo que pueda decirse sobre un futuro lleno de misterios y abierto a posibilidades casi infinitas.

Fernando Pascual


Pensamientos sanadores


Pide ojos para ver y manos para ayudar

Una mañana, me encontraba sentado en el patio de la casa parroquial mientras escribía estas líneas. En tanto, observaba a una pareja de canarios que tenemos en una jaula, me admiraba cómo el macho le llevaba a la hembra, que se hallaba en el nido incubando cuatro huevos, la comida y se la daba en el pico. Entonces, yo oraba y pensaba: “qué diferentes serían nuestras familias, comunidades cristianas, y la sociedad entera, si en lugar de pensar sólo en nuestras necesidades, tratáramos también de satisfacer las necesidades de nuestros prójimos (próximos)”.
Es increíble cuánto podemos aprender de la creación de Dios. Si unas simples aves están pendientes de las necesidades unas de otras, cuánto más podemos hacer nosotros para que, al menos, disminuya el dolor a nuestro alrededor, llevando el consuelo a muchos corazones.

Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? Mateo 6, 26


Mayo, mes de María


Cuenta San Alfonso María este sucedido: en 1604, a dos jóvenes de Flandes, que llevaban una mala vida, al pasar una noche en casa de una mujer pecadora, de vida deshonesta, les ocurrió lo que se cuenta a continuación:

Ricardo, uno de los jóvenes, salió de aquella casa y cuando llegó a la suya se acostó. Una vez en la cama se acordó de no haber rezado las tres Avemarías, que acostumbraba rezar todos los días a su Madre la Virgen. El sueño ya le había vencido, pero venciendo la pereza las rezó, aunque sin mucha devoción y luego se acostó de nuevo.

Apenas había empezado a dormir notó que alguien golpeaba con fuerza la puerta de su habitación.

Quien golpeaba la puerta era el alma de su amigo (cuando morimos, nuestra alma sigue viviendo, y en algunas ocasiones permite Dios que, de forma extraordinaria, actúe físicamente. En este caso lo permitió Dios para que Ricardo cambiase de vida).

Ricardo se levantó y sin abrir la puerta preguntó: -¿Quién eres?

-¿Es que no me reconoces?, ¡soy un desgraciado, -exclamó triste el alma del amigo- estoy condenado!

- ¿Cómo así?

-Tienes que saber, Ricardo que, al salir de aquella casa me atacaron y caí muerto ahogado; mi cuerpo quedó tendido en la mitad de la calle y mi alma está en el infierno. Lo mismo te hubiera pasado a ti, pero Santa María te salvó de él por las tres Avemarías que le rezas cada noche. Y acabó diciendo: aprovecha esta revelación de la Madre de Dios, tú que tienes tiempo. Y desapareció.

La Virgen quiso que el alma de su amigo le revelase a Ricardo lo sucedido para que cambiase de vida. Ricardo se puso a llorar y a dar gracias a la Virgen; sonaban entonces las campanas de la iglesia y decidió ir a confesarse y hacer penitencia.

Fue y se lo dijo a los sacerdotes; estos, que no lo creían, se dirigieron a la calle donde estaba el cuerpo de su amigo y lo vieron muerto y tendido en mitad de la calle; comprobaron así que Ricardo no había mentido. A partir de entonces Ricardo cambió de vida e hizo muchas cosas por Dios y por los demás.

Perdona, María, las veces que rezo el Avemaría sin atención, como de carrerilla, sin darme cuenta de que te lo estoy diciendo a Ti. Procuraré fijarme más en los pronombres en segunda persona (tú, te, contigo). De todas formas, aunque me siga distrayendo, no me preocupa: sé que te gusta lo que digo, y sabes que te lo digo porque te quiero. Todas las noches te daré las buenas noches rezándote las tres Avemarías... ¡con atención!

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.

Texto del P. José Pedro Manglano Castellary
Tomado del Web Católico de Javier


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por las víctimas del terremoto en el norte de Italia.

Pedimos oración para el señor Alfredo Javier P. H.,  que vive en México, pues terminó su tratamiento contra el cáncer y está en plena recuperación, para que Dios permita sea completa y no vuelva a padecer de esta enfermedad.

También de México nos llega el pedido de oración por la salud de la señora Lucha M., a la cual la aqueja una enfermedad grave, y está en diálisis. Pidamos al Señor que mejore y tenga fortaleza para seguir adelante a pesar de las dificultades.

Y del mismo país nos llega un pedido de oración por la salud de Jorge T. N. que vive en Puebla y tiene una patología en el colon por lo que deberá ser operado. Que la Virgen de Guadalupe interceda por él ante Jesús para que esta situación se resuelva favorablemente.

Pedimos oración por la niña Mora A. C., de Argentina, 8 añitos de edad, afectada de una enfermedad maligna. Señor, que tus Arcángeles y Ángeles, junto a nuestra Madre Celestial intercedan por su recuperación.

Pedimos oración por las siguientes personas de Colombia: por la salud de Diana Sofía B., de Liliana Katherine B., de José Manuel D. más su esposa e hijas, y por María Eugenia D. Que el Señor Jesús que nos ama y nos ha enviado a su Espíritu Santo, bendiga y proteja a todos estos hermanos y hermanas.

Pedimos oración por la salud de Micaella T. de 2 años, que debe ser operada en Santa Fe, Argentina; y por la salud de Luz Milagros, bebita chaqueña internada ahora en Buenos Aires, para que el Señor la colme de bendiciones y le permita vivir, para que ella sea el reflejo de la inmensa misericordia de Dios.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com


Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas


Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail:  Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a pequesemillitas@gmail.com 
Solo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.


"Intimidad Divina"

La pobreza voluntaria

La pobreza voluntaria profesada con voto o promesa particular, es distintivo de los que, consagrándose totalmente a Dios en el estado de perfección, quieren participar “en la pobreza de Cristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de que por su pobreza nos enriqueciésemos” (PC 13). La pobreza voluntaria se abraza, pues, por amor; pues el que ama anhela parecerse a la persona amada, compartir totalmente su vida y su suerte y aun seguir del modo más exacto sus consejos. El voto de pobreza aparece así como la realización más completa de la doctrina de Cristo sobre la pobreza evangélica. Quien emite este voto o la promesa correspondiente, no considera la vida pobre como un peso ni como una conveniencia económica, sino como un ideal; y el ideal se ama, no se tolera, se persigue, no se esquiva, se vive y se defiende a toda costa. El religioso ha elegido ser pobre no para un día o para un año, sino para todos los días de su vida: en la salud y en la enfermedad, en la juventud y en la vejez… trabaja y se fatiga como un pobre, porque Jesús se ha fatigado y trabajado. Se da al servicio de Dios y del prójimo con el máximo desinterés… “El religioso –dice San Juan de la Cruz– de tal forma quiere Dios que sea religioso, que haya acabado con todo y que todo se haya acabado para él, porque él mismo es el que quiere ser su riqueza, consuelo y gloria deleitable”.

El Concilio Vaticano II declara que, en nuestros días, la pobreza abrazada voluntariamente… es un signo muy apreciado del seguimiento de Cristo (PC 13). Pues aunque la sociedad moderna esté dominada por los valores económicos y sea toda presa del bienestar y de los placeres de la vida, es muy sensible y exigente en cuanto a la pobreza de las personas de iglesia. El ejemplo vivo de desasimiento, desinterés y vida austera ejerce una fascinación especial sobre los hombres de hoy y, tal vez más que ningún otro factor, tiene el poder de evocarles los valores eternos. El Concilio ha hablado en este sentido: “El estado religioso, por librar mejor a sus seguidores de las preocupaciones terrenas, cumple también mejor, sea la función de manifestar ante todos los fieles que los bienes celestiales se hallan ya presentes en este mundo, sea la de testimoniar la vida nueva y eterna… sea la de prefigurar la futura resurrección y la gloria del reino celestial” (LG 44).

Los religiosos, tomando conciencia de su responsabilidad, se sienten más empeñados que nunca en esta misión de testimonio. Para ello  no basta “someterse a los superiores en el uso de los bienes, sino que es menester que… sean pobres de espíritu y de hecho” (PC 13). Ser pobres de nombre en virtud del voto de pobreza y no serlo en lo concreto de la vida, sería hipócrita y escandaloso, además de ser una traición al ideal abrazado. En toda circunstancia los religiosos –tanto individual como colectivamente– deben portarse de modo que sean ejemplo luminoso de auténtica pobreza evangélica, animada de desinterés personal y de caridad para con el prójimo. Sólo así proporcionará el estado religioso el “preclaro e inestimable testimonio” de espíritu de pobreza y de caridad que han sido siempre “gloria y signo de la Iglesia de Cristo” (LG 31; GS 88).

La pobreza es el tesoro escondido en el campo evangélico para comprar el cual hay que vender todas las cosas. Quien quiera llegar a la altura de la santa pobreza renuncie a la prudencia humana, desaprópiese de toda posesión y ofrézcase desnudo en tus brazos, ¡oh Cristo Crucificado! Tú, Señor, te has complacido de la pobreza, y yo tengo por dignidad real e insigne nobleza el seguirte a ti, que, siendo rico, te has hecho pobre por nosotros. No quiero por la posesión de falsas riquezas dejar esa dignidad real que has asumido tú por nosotros, para enriquecernos con tu pobreza y constituirnos, siendo verdaderos pobres de espíritu, en reyes y herederos del reino de los cielos. (San Francisco de Asís, Dichos)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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martes, 29 de mayo de 2012

Pequeñas Semillitas 1719


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1719 ~ Martes 29 de Mayo de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Comunicarse con personas de lenguas y culturas diferentes nunca ha sido fácil. Detrás de cada lengua subyacente, una mentalidad y una nueva forma de ver la vida diferente. El cristianismo no es en manera alguna una franquicia que se trasplanta de forma homogénea en todas las naciones y épocas, es un mensaje que vincula la unidad dentro de la diversidad.
En Pentecostés cada grupo lingüístico mantenía su peculiaridad y conseguía comprender el único mensaje pascual. La comunidad eclesial es una y universal. Por su dimensión unitaria reproduce de igual manera los rasgos de Jesús donde quiera que este.
Cualquier comunidad cristiana tiene la misma misión: testimoniar la caridad y la misericordia que el Padre nos ha mostrado en Jesús.
Al realizar esta misión el Espíritu va suscitando diferentes carismas y dones que se van encarnando de forma distintas en cada cultura.
"La verdad católica"


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora en el presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros».
(Mc 10,28-31)

Comentario
Hoy, como aquel amo que iba cada mañana a la plaza a buscar trabajadores para su viña, el Señor busca discípulos, seguidores, amigos. Su llamada es universal. ¡Es una oferta fascinante! El Señor nos da confianza. Pero pone una condición para ser discípulos, condición que nos puede desanimar: hay que dejar «casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio» (Mc 10,29).
¿No hay contrapartida? ¿No habrá recompensa? ¿Esto aportará algún beneficio? Pedro, en nombre de los Apóstoles, recuerda al Maestro: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido» (Mc 10,28), como queriendo decir: ¿qué sacaremos de todo eso?
La promesa del Señor es generosa: «El ciento por uno: ahora en el presente (...) y en el mundo venidero, vida eterna» (Mc 10,30). Él no se deja ganar en generosidad. Pero añade: «Con persecuciones». Jesús es realista y no quiere engañar. Ser discípulo suyo, si lo somos de verdad, nos traerá dificultades, problemas. Pero Jesús considera las persecuciones y las dificultades como un premio, ya que nos ayudan a crecer, si las sabemos aceptar y vivir como una ocasión de ganar en madurez y en responsabilidad. Todo aquello que es motivo de sacrificio nos asemeja a Jesucristo que nos salva por su muerte en Cruz.
Siempre estamos a tiempo para revisar nuestra vida y acercarnos más a Jesucristo. Estos tiempos y todo tiempo nos permiten —por medio de la oración y de los sacramentos— averiguar si entre los discípulos que Él busca estamos nosotros, y veremos también cuál ha de ser nuestra respuesta a esta llamada. Al lado de respuestas radicales (como la de los Apóstoles) hay otras. Para muchos, dejar “casa, hermanos, hermanas, madre, padre...” significará dejar todo aquello que nos impida vivir en profundidad la amistad con Jesucristo y, como consecuencia, serle sus testigos ante el mundo. Y esto es urgente, ¿no te parece?
Rev. D. Jordi SOTORRA i Garriga (Sabadell, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Maximino
Obispo


Maximino nació al comienzo del siglo IV el Poitiers (Aquitania), al sudoeste de la antigua Galia. Provenía de un hogar muy piadoso.

La santidad de Agricio, obispo de Tréveris, llevó a Maximino a dejar el suelo natal e ir en busca de aquel prelado, para recibir lecciones de religión, ciencias y humanidades. El santo reconoció en el recién llegado una lúcida inteligencia y un firme amor a la doctrina católica, razón por la cual le confirió las sagradas órdenes. En el ejercicio de estas funciones hizo en breve tiempo notables progresos.

Al morir Agricio, conocidos por el pueblo los atributos de Maximino, por voluntad unánime éste fue su sucesor, ocupando la cátedra de Tréveris en el año 332.

Perturbaba en aquel tiempo en la Iglesia el arrianismo, doctrina que negaba la unidad y consustancialidad en las tres personas de la santísima Trinidad; según ellos el Verbo habría sido creado de la nada y era muy inferior al Padre. El Verbo encarnado era Hijo de Dios, pero por adopción. Contra esta interpretación, que disminuía el misterio de la encarnación y el de la redención del hombre, se levantó Atanasio, obispo de Alejandría, que se había de constituir en el campeón de la ortodoxia.

Reinaba entonces el emperador Constantino el Grande, a quien los herejes engañaron acumulando calumnias sobre Atanasio, y así lograron que lo desterraste a Tréveris en el año 336. Allí Maximino lo recibió con evidencias de la veneración que le profesaba y trató por todos los medios de suavizar la situación del desterrado. Lo mismo hizo con Pablo, obispo de Constantinopla, también forzado a ir a Tréveris después de un remedo de sínodo arriano. Al morir Constantino, el hijo mayor, Constantino el Joven, su sucesor en Occidente, devolvió a Atanasio la sede de Alejandría.

En el año 345, Maximino concurrió al concilio de Milán, donde los arrianos, cuyo jefe era Eusebio de Nicomedia, fueron otra vez condenados. Considerado indispensable para cimentar la paz de la Iglesia celebrar un nuevo concilio ecuménico. Maximino lo propuso al emperador Constante; éste, hallándolo conveniente, escribió a su hermano Constantino, concertándose para tal reunión la ciudad de Sárdica (hoy Sofía, capital de Bulgaria).

Los arrianos quisieron atraer al emperador a su secta y justificar la conducta seguida contra Atanasio. Pero Maximino alertó al emperador, defendiendo así al obispo sin culpa; y Atanasio fue nuevamente restablecido.

Vuelto a su Iglesia, Maximino hizo frente a las necesidades, socorriendo a los pobres. Su familia residía en Poitiers y allá fue a visitarlos, pero murió al poco tiempo en esa ciudad, en el año 349. La fecha de hoy recuerda la traslación de sus reliquias a Tréveris.

Otros Santos cuya fiesta se celebra hoy:  Santos: Restituta, Sinisio o Sisinio, Martirio, Alejandro, Conón, Teodosia, Gencio, Andrés, Amón, Sofía, mártires; Máximo, obispo; Eleuterio, confesor; Voto, Félix, eremitas

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“El hombre superior no discute ni se pelea con nadie. Sólo discute cuando es preciso aclarar alguna cosa, pero aún entonces cede el primer lugar a su antagonista vencido y sube con él a la sala; terminada la discusión, bebe con su contrincante en señal de paz. Estas son las únicas discusiones del hombre superior”
Confucio


Tema del día:
Discutir en vez de disputar


1) Para saber

La paz es comúnmente aceptada y la lucha por obtenerla da sentido a muchos movimientos sociales. Sin embargo no siempre se está de acuerdo en los medios para conseguirla, sobre todo cuando afecta a los intereses personales.

La paz exige una tolerancia mutua, la cual no es una simple permisividad en que se acepta cualquier postura, sino que supone respeto. En cualquier ámbito debe imperar la paz: deportivo, familiar, político, etc. No se trata solo de soportar o aguantar a quien defiende una posición distinta de la personal, sino de fomentar y agradecer que se exprese, prestándole suma atención.

2) Para pensar

El escritor Alfonso Aguiló relata la historia de un pequeño cacique de una modesta población.

Se trataba de una persona que era alcalde de esa minúscula ciudad desde hacía muchos años, y nadie se atrevía a presentarse en las sucesivas elecciones municipales. Su dominio era completo. Nadie podía hacerle sombra ni rechistar sus órdenes. Toda decisión, hasta la más pequeña, pasaba por la mesa de su despacho.

Pasaron los años y un buen día, ante el asombro de todos, apareció otro candidato. Las siguientes elecciones ya no serían la historia de siempre. Se prometían realmente interesantes.

El eterno alcalde se sintió afrentado. Que alguien tuviera la desfachatez de hacerle la competencia era algo intolerable. No es que simplemente le molestara, es que no lo podía entender.

El insólito rival lanzó su programa, distribuyó su propaganda, hizo sus promesas, y llegó por fin el momento de que las urnas resolvieran aquella confrontación. La expectación fue grande. Todo era muy distinto que las veces anteriores.

Al final, por un estrecho margen, el nuevo candidato fue derrotado y el viejo cacique pudo respirar tranquilo. Enseguida hizo unas declaraciones a la prensa local. El recién reelegido alcalde estaba radiante de alegría. Tanto, que haciendo acopio de buenos sentimientos se refirió al vencido contrincante y dijo con voz solemne: "Le perdono".

Pensemos si también hoy, quizá alguna vez nos puede pasar, a nuestro nivel, algo parecido a lo que sucedió a este singular alcalde.

Podemos llegar, curiosamente, a considerar una ofensa que nos lleven la contraria, o que nos hagan legítima competencia, o que piensen de forma distinta a nosotros y lo manifiesten públicamente.

3) Para vivir

No es lo mismo discutir que disputar. Se puede discutir pacíficamente en donde las partes en conflicto expresen las razones por las cuales defienden su postura. La discusión es para examinar atentamente una afirmación. En cambio, la disputa implica cierta agresividad, se hace de modo terco, necio e incluso violento. Es la soberbia la que intenta imponerse a los demás, lo cual manifiesta una falta de equilibrio y de seguridad personal.

Detrás de cualquier problema en la educación hay siempre un principio de soberbia. Son actitudes en las que se manifiesta ese pequeño tirano que todos llevamos dentro. Actitudes que si las viéramos desde fuera de nosotros nos parecerían tan ridículas o más que la de este alcalde a quien tanto costó perdonar al que había osado hacerle la legítima competencia en unas elecciones libres.

Pbro. José Martínez Colín


Pensamientos sanadores


Admírate por la belleza que hay en ti

En el mundo del arte, es común encontrar burdas imitaciones o incluso excelentes reproducciones de una pintura original.
Sin embargo, en el arte de nuestro Divino Creador, no sucede así. Dios no hace obras baratas, ni plagios de originales.
Él no hace a los seres humanos en serie, sino que nos crea a cada uno de nosotros en serio.
Tú eres su obra… una obra única e irrepetible.
Tú eres mucho más valioso que cualquier pintura de Miguel Ángel o del Greco, ya que estas fueron obras hechas en tela, que ya no pueden ser mejoradas. En cambio, tu vida está siendo pintada en este preciso instante; no por mano humana sino por la mano del Pintor Divino.
Sin embargo, ten presente que así como él respeta tu libertad, ha querido necesitar de tu disponibilidad y colaboración para que la obra sea perfecta.

Así habla Dios, el Señor (…): Yo, el Señor, te llamé en la justicia, te sostuve de la mano, te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo, la luz de las naciones. Isaías 42, 5-6.


Oración a San Miguel Arcángel


San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.


Mayo, mes de María


Balduino fue el Rey de Bélgica hasta 1994, año en el que muere. Muchos de sus allegados han hablado y escrito acerca de la vida cristiana ejemplar de este Rey. Un buen amigo suyo era el Cardenal Suenens. Escribe esta anécdota. Iban de viaje en coche ellos dos solos.

"La escena tiene lugar en una carretera secundaria del país. El Rey conducía el coche y yo era el único pasajero. Al pasar cerca de la estación de un pueblo, vio una imagen de Nuestra Señora rodeada de un jardincillo de flores, pero alguien había tenido el mal gusto de profanarla poniéndole en la cabeza un casco de punta alemán de la Gran Guerra.

Arriesgándose a que lo reconocieran, frenó en seco y, sin decir palabra, salió del coche, se subió al pedestal y quitó el casco, que tiró en una zanja. Cogió de nuevo el volante sin hacer ningún comentario, como la cosa más natural del mundo. Yo vi en este gesto la actitud de un caballero que no permite que se burlen de su madre y que ignora cualquier tipo de respeto humano que en ese momento pudiera pasársele por la cabeza"

Santa María, que cuando vea algo que pueda no gustarte a ti o a tu hijo, que sepa reaccionar igual que el Rey Balduino. Que no me dé vergüenza comportarme como tu hijo.

Comenta esto con ella un rato.

Texto del P. José Pedro Manglano Castellary
Tomado del Web Católico de Javier


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Fernando V. B. que vive en Perú y que hace casi dos meses fue sometido a una operación cardíaca de la que derivó una grave complicación neurológica, quedando en principio en estado vegetativo y desde entonces se mantiene internado con algunos signos de recuperación pero con hemiplejía y dificultades para deglutir alimentos. Invocamos especialmente al Espíritu Santo para que actúe sobre Fernando con sus dones y gracias y permita una posibilidad de recuperación. Y pedimos a la Santísima Virgen que acompañe y sostenga a su esposa Carmen Rosa y a toda su familia que confía en verlo mejorado.

Pedimos oración por Leonardo R. L., de la ciudad de México que tiene un Linfoma Hodgkin Esclerosis Nodular, tiene 13 años y está en quimioterapia. También pedimos por la salud de Álvaro G. Z. que fue trasplantado del hígado en Guadalajara, México y está un poco delicado.  Que Juan Pablo II y a la Santísima Madre de Dios para que intercedan ante Dios Nuestro Señor por Leonardo y Álvaro y que pronto se restablezcan totalmente.

Pedimos oración para que el Señor atienda generosamente las necesidades físicas, materiales y espirituales de nuestra lectora y amiga Elsa S. de Buenos Aires, Argentina.

Pedimos oración por el niño José Antonio R., quien tiene 10 añitos, fue intervenido por una hernia y ahora le falta otra operación de un riñoncito, él es de la Ciudad de León, Nicaragua. Que Dios, nuestro Señor Jesucristo y la intercesión de la Nuestra Madre la Virgen María, obren sobre él para que sea sanado  completamente.

Pedimos oración por la salud de María Teresa A., de 77 años de edad, de Buenos Aires, Argentina, que está internada y va a ser operada por cáncer de estómago apenas su deteriorado estado general lo permita. Que la Virgen de Lourdes interceda por ella ante Jesús para que todo esto resulte favorable.

Pedimos oración por Martha R., de México, internada por aneurisma cerebral, rogando que Juan Pablo II y la Virgen María intercedan por su recuperación.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com


"Intimidad Divina"

El espíritu de pobreza

El Concilio señala como lacra propia de nuestro tiempo el que muchos, aún entre los cristianos, “incurren como en una idolatría de los bienes materiales, convirtiéndose en siervos en lugar de señores de ellos” (AA 7); y propone como remedio una vuelta sincera al espíritu de pobreza propuesto por Cristo a todos sus seguidores. “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. No amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban; amontonad más bien tesoros en el cielo…, porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mt 5, 3; 6, 19-21). Estas palabras no están reservadas a un grupo de elegidos, sino dirigidas a las muchedumbres, a cuantos quieren seguir la doctrina de Jesús; y es interesante notar que el discurso de la Montaña se abre justamente anunciando la bienaventuranza de la pobreza. El hombre, en efecto, está tan ávido de bienes terrenos, tan preocupado de poseerlos y acumularlos y tan sujeto a ellos, subyugado por ellos, que sólo cuando logra deshacerse de su lazos, puede comenzar el camino a la santidad o al Reino de los Cielos.

El Evangelio no condena el uso ordenado de los bienes terrenos y tampoco el esfuerzo honesto por conseguirlos según la propia condición y necesidad. Jesús mismo ha elegido para sí la vida de obrero y ha querido ganarse el pan con el sudor de su frente; y así era considerado comúnmente como el “hijo del carpintero” (Mt 13, 55). Un padre, una madre de familia, tienen el deber de proveer a las necesidades de sus hijos y de asegurarles los medios convenientes de subsistencia. Pero deben evitar engolfarse en los negocios hasta el punto de no tener tiempo ni libertad suficientes para atender a las cosas del espíritu, al culto y servicio de Dios.

Otro aspecto del espíritu de pobreza inculcado por el Señor es el deber de la limosna. Al joven rico no le pidió Jesús sólo vender sus bienes, sino también dar lo recabado a los pobres; y lo mismo propuso a todos sus seguidores: “Vended vuestros bienes y dad limosna” (Lc 12, 33) El concepto de pobreza evangélica no incluye sólo el desasimiento de los bienes temporales, sino la privación de los mismos en favor de los indigentes. El egoísmo y la avaricia son diametralmente opuestos al espíritu de pobreza, el cual sólo es auténtico cuando se abre a la caridad con los hermanos. Sobre este punto se alzó con energía la voz del Concilio recordando  “que la mayor parte de la humanidad sufre todavía tan grandes necesidades, que con razón puede decirse que es el propio Cristo quien en los pobres levanta su voz para despertar la caridad de sus discípulos” (GS 88); y por otra parte, todos “los hombres están obligados a ayudar a los pobres, y por cierto no sólo con los bienes superfluos” (ib 69).

Señor Jesús, que te halle a ti, el verdadero pobre…, que siendo rico, hízose  por nosotros pobre… Te contemplo cuán rico eres: todas las cosas fueron hechas por ti. Te contemplo en la pobreza: el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros… ¡Oh pobreza la de mi Señor! Nace en un estrecho albergue y, envuelto en pañales de niño, es colocado en un pesebre. Después tú, Señor de cielos y tierra, Creador de los ángeles, autor y ordenador de todas las cosas visibles e invisibles, mamas, lloras, te nutres, creces, toleras la edad y ocultas la majestad… ¡Oh pobreza! (Serm. 14, 9).

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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