martes, 23 de octubre de 2012

Pequeñas Semillitas 1849


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1849 ~ Martes 23 de Octubre de 2012
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Mes del Rosario y de las Misiones
   

Alabado sea Jesucristo…
“Amar hasta que duela”, afirmaba Teresa de Calcuta. Había aprendido la “lección” del Señor: amar hasta el sacrificio, hasta servir y dar la vida en rescate por una multitud.
Es natural que “no simpaticemos” con el sacrificio y el sufrimiento. Pero, ¿podemos evitarlo? ¡Cuánto sacrificio reclama la vida cotidiana, el amor de los padres hacia sus hijos, el ejercicio de la caridad! El cristiano no puede hacer de la Cruz un “objeto de arte” o el símbolo de lo que sufrió “otro”. El cristiano sube con Cristo a la Cruz para participar también de la gloria de la Resurrección. Estamos comprometidos a hacer nuestra parte en la redención de la humanidad ofreciendo al Señor la realidad de nuestra vida concreta: los gozos y las fatigas; las alegrías y las tristezas; la enfermedad y el dolor; el cotidiano esfuerzo de vivir el Evangelio.
¡Todo cristiano tiene que “morir” para que la humanidad viva! Y hacerlo humilde y anónimamente, como Jesús que no vino para ser servido, sino para servir y dar la vida en rescate por una multitud.
“El Domingo”


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!».
(Lc 12,35-38)

Comentario
Hoy es preciso fijarse en estas palabras de Jesús: «Sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran» (Lc 12,36). ¡Qué alegría descubrir que, aunque sea pecador y pequeño, yo mismo abriré la puerta al Señor cuando venga! Sí, en el momento de la muerte seré yo quien abra la puerta o la cierre, nadie podrá hacerlo por mí. «Persuadámonos de que Dios nos pedirá cuentas no sólo de nuestras acciones y palabras, sino también de cómo hayamos usado el tiempo» (San Gregorio Nazianceno).
Estar en la puerta y con los ojos abiertos es un planteamiento clave y a mi alcance. No puedo distraerme. Estar distraído es olvidar el objetivo, querer ir al cielo, pero sin una voluntad operativa; es hacer pompas de jabón, sin un deseo comprometido y evaluable. Tener puesto el delantal significa estar en la cocina, preparado hasta el último detalle. Mi padre, que era agricultor, decía que no se puede sembrar si la tierra está "enfadada"; para hacer una buena siembra hay que pasearse por el campo y tocar las semillas con atención.
El cristiano no es un náufrago sin brújula, sino que sabe de dónde viene, a dónde va y cómo llegar; conoce el objetivo, los medios para ir y las dificultades. Tenerlo en cuenta nos ayudará a vigilar y a abrir la puerta cuando el Señor nos avise. La exhortación a la vigilancia y a la responsabilidad se repite con frecuencia en la predicación de Jesús por dos razones obvias: porque Jesús nos ama y nos “vela”; el que ama no se duerme. Y, porque el enemigo, el diablo, no para de tentarnos. El pensamiento del cielo y del infierno no podrá distraernos nunca de las obligaciones de la vida presente, pero es un pensamiento saludable y encarnado, y merece la felicitación del Señor: «Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!» (Lc 12,38). Jesús, ayúdame a vivir atento y vigilante cada día, amándote siempre.
Rev. D. Miquel VENQUE i To (Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Juan de Capistrano
Religioso Predicador


Nació en Capistrano, diócesis de Sulmona, Italia, en 1385. Hijo de un caballero francés o alemán que murió cuando Juan era joven.

Estudió con esmero en la Universidad de Perugia (Cerca de Asís). Fue abogado y juez. En 1412 fue nombrado gobernador de Perugia por Landislaus rey de Nápoles, quien tenía control de esa ciudad. Luchó contra la corrupción y el soborno.

Cuando estalló la guerra entre Perugia y Malatesta en 1416, Juan trató de conseguir la paz, pero en vez lo tomaron prisionero de guerra. En la cárcel decidió entregarse del todo a Dios. Tuvo un sueño en el que vio a San Francisco que le llamaba a entrar en la orden franciscana. Juan se había casado justo antes de caer preso, pero el matrimonio nunca se consumó y fue anulado.

Entró en la orden franciscana en Perugia el 4 Octubre de 1416. Tenía 30 años por lo que el maestro de novicios lo puso a prueba dándole los mas humildes oficios. Fue discípulo de san Bernardino de Siena quien le enseñó teología. Se distinguió como predicador aun siendo diácono. Ordenado a los 33 años. Por 40 años fue predicador itinerante por Italia y otros países. Una vez en Brescia (Italia) predicó a una multitud de 126.000 personas que habían venido de las provincias vecinas. Por su radical llamada a la conversión y su sencillez, la gente lo relacionaba con San Juan Bautista. Traían las cosas de superstición y ocultismo y las quemaban en hogueras públicas. Tenía gran fama por su don de curación y le traían a los enfermos para que les haga la señal de la cruz. Como San Bernardino, propagó la devoción al nombre de Jesús, por lo ambos, junto con otros franciscanos, fueron acusados de herejes. El defendió al grupo con éxito.

Muchos jóvenes le seguían a la vida religiosa. Estableció comunidades franciscanas. Escribió extensivamente, sobre todo contra las herejías de su época. Muchos de sus sermones se conservan. Dormía y comía poco. Hacía mucha penitencia. Dos veces la comunidad franciscana lo eligió como vicario general. En visita en Francia conoció a Sta. Colette, reformadora de la orden de las clarisas, con la que simpatizaba.

Juan tenía gran don para la diplomacia. Era sabio y prudente, sabiendo medir sus palabras para que estas sirvan la voluntad de Dios. Cuatro Pontífices (Martín V, Eugenio IV, Nicolás V y Calixto III) lo emplearon como embajador en muchas y muy delicadas misiones diplomáticas con muy buenos resultados. Tres veces le ofrecieron nombrarlo obispo de importantes ciudades pero prefirió seguir siendo un pobre predicador. Fue nuncio apostólico en Austria donde predicó extensivamente y combatió la herejía de los husitas. También predicó con gran fruto en Polonia, invitado por Casimiro IV.

En 1451 el Sultan Mahoma II se lanzó una campaña con el fin de lograr la conquista de Europa. Conquistó a Constantinopla en 1453 y entonces se preparó para invadir a Hungría. En 1454 Servia cayó en sus manos. Las noticias procedentes Servia eran horribles: quienes se resistían a renunciar a Cristo eran torturados. Todo lo que fuese cristiano era destruido o confiscado.

En 1454 Juan Capistrano participó en la dieta de Frankfort y se dispuso a preparar la defensa de Hungría. Fue a Hungría y predicó una cruzada en defensa de la cristiandad. A la edad de 70 años el Papa Calixto II lo comisionó para dirigirla. En Szeged unió el ejército de campesinos que había reunido con el ejército de Hunyady y ambos se dirigieron a Belgrado. Se decía que los cuarteles parecían casas de religiosos mas que campamentos militares porque en ellos se rezaba y se predicaba la virtud. Se celebraba misa diaria. A Juan Capistrano le tenían un gran respeto.

Los musulmanes que atacaban a Belgrado contaban con 200 cañones, 50.000 de caballería y una gran flota que penetró por el río Danubio. Ante la superioridad de las fuerzas enemigas, los cristianos pensaban retirarse. Pero intervino Juan de Capistrano convenciendo a Hunyady a que atacara la flota turca a pesar de ser mucho más numerosa. En el momento en que los defensores de la ciudad se iban a retirar dándose por vencidos, Juan los animó llevando en sus manos una bandera con la cruz y gritando sin cesar: "Jesús, Jesús, Jesús". Recorrió todos los batallones gritando entusiasmado: "Creyentes valientes, todos a defender nuestra santa religión". Juan nunca utilizó las armas de este mundo sino la oración, la penitencia y la predicación. Mientras se luchaba en Belgrado, el Papa pidió rezar el Ángelus por la victoria. Los musulmanes fueron vencidos y tuvieron que retirarse de la región. Así se ganó la batalla de Belgrado el 21-22 de julio de 1456.

San Juan de Capistrano había ofrecido a Dios su vida por salvar la cristiandad. Dios le aceptó su oferta y pronto murió junto con Hunyady víctimas del tifo. Los cadáveres de los muertos en batalla causaron una epidemia de tifo que también contagió al santo que ya estaba débil y anciano. Murió en Villach, Hungría, unos meses mas tarde, el 23 de octubre.

Beatificado el 19 Diciembre 1650 por Inocente X. Canonizado: 16 Octubre 1690 por Alejandro VIII. En Estados Unidos su nombre es famoso por la misión franciscana en California que lleva su nombre, lugar conocido por ser sitio de migración de golondrinas.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

"Entre todos los homenajes
que se deben a la Madre de Dios
no conozco ninguno
más agradable que el Rosario"

San Alfonso María Ligorio


Tema del día:
Para ser buenos evangelizadores


1) Para saber

Con motivo del “Año de la Fe”, se dio inicio también a un Sínodo de Obispos cuyo tema es “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”. Este Sínodo, que reúne a varios obispos de todo el mundo, terminará el 28 de octubre, por lo que podemos estar encomendándolo estos días.

En un discurso que el papa Benedicto XVI había dado a los nuevos evangelizadores, quiso reflexionar sobre las palabras inspiradas en la Sagrada Escritura: “La Palabra de Dios crece y se multiplica”.

El Papa hacía ver la necesidad de transmitir la Palabra de Dios, teniendo en cuenta que hoy en día encuentra un rechazo, hay modos de pensar y de vivir que están lejos de la búsqueda de Dios y de la verdad. El hombre contemporáneo está, a menudo, confuso y no consigue encontrar respuestas a tantas preguntas que agitan su mente con respecto al sentido de la vida y a las cuestiones que alberga en lo profundo de su corazón. Desgraciadamente, al hombre actual se le propone una felicidad efímera, que lo contenta sólo un instante, pero que deja, enseguida, tristeza e insatisfacción.

No obstante, la semilla de la Palabra cae también hoy en un terreno bueno que la acoge y produce fruto. En el mundo, aunque el mal hace más ruido, continúa existiendo un terreno bueno. Por ello no hay que cansarse de esparcir la buena semilla.

2) Para pensar

Además, continúa el Papa, no podemos caer en el pesimismo, sino todo lo contrario. Hemos de tener la certeza de que la Palabra de Dios continúa creciendo y difundiéndose. Esta seguridad proviene de que la fuerza de la Palabra no depende, en primer lugar, de nuestra acción, de nuestro “hacer”, sino de Dios, ¡Debemos dejar que Dios actúe!

Esta actitud la tenía Santa Teresa de Jesús. En su época era utilizada una antigua moneda española llamada maravedí. Así se entiende lo que solía decir la santa con buen humor y no menos sentido sobrenatural: “Teresa sola no puede nada; Teresa y un maravedí, menos que nada; Teresa, un maravedí y Dios, lo pueden todo”.

3) Para vivir

Si realmente queremos saber sacarle provecho a nuestra vida, solo Cristo nos enseña el verdadero arte de vivir, el camino de la verdadera felicidad, porque Él mismo es el camino de la vida. El mundo de hoy necesita personas que lo anuncien y testimonien. Pero ese anuncio debe estar fundado en una relación intensa con Él, en una intensa vida de oración. Dice el Papa que el mundo necesita personas que hablen a Dios para poder hablar de Dios. Es decir, primero hemos de hablar con Dios, hacer oración, y así podremos saber hablar de Él.

El Papa nos invita este “Año de la Fe” a ser signos de esperanza, y a comunicar a todos la alegría de la fe con el entusiasmo que proviene del estar movidos por el Espíritu Santo, confiando en la promesa hecha por Jesús a la Iglesia: “He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Sabiendo, además, que contamos con la protección de la Virgen María, Estrella de la nueva evangelización.

Pbro. José Martínez Colín


Noticias:
Siete nuevos Santos


Benedicto XVI canonizó este domingo, 21 de octubre, en la Plaza de San Pedro del Vaticano a siete nuevos santos, entre ellos la primera india “piel roja” de la historia en ser elevada a los altares, Kateri Tekakwitha; y una religiosa española, María Carmen Sallés y Barangueras.
El Papa elevó a los altares, además, a Jacques Berthieu (1838-1896), sacerdote de la Compañía de Jesús y mártir; a Pedro Calungsod (1654-1672), laico catequista y mártir; a Giovanni Battista Piamarta, (1841-1913), sacerdote, fundador de la Congregación de la Sagrada Familia de Nazaret y de las Humildes Siervas del Señor; a Marianne Cope, (1838-1918), religiosa profesa de la Congregación de las Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco de Syracus; y a una laica Anna Schäffer, (1882-1925).

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Pensamientos sanadores


El sentido del vínculo

Hemos sido creados por Dios como criaturas sociales, con la apremiante necesidad de vincularnos los unos a los otros. De este modo, se construye la familia y se tejen todos los lazos sociales.
Sin embargo, también pudimos haber heredado de nuestros antepasados, modelos enfermos en la manera de relacionarnos. Si a esto se suman las rupturas afectivas, las infidelidades, las traiciones, etcétera, los daños al sentido del vínculo pudieron pudieron ser devastadores, tanto para quien ha sido lastimado como para las personas que están a su alrededor.
No obstante, al poner nuestra esperanza en Dios y al contemplar el modo que Jesús tuvo de relacionarse con la gente, gradualmente recibimos del Espíritu Santo, la restauración del sentido de la vinculación. Así, nos liberamos de todo modelo negativo y comenzamos a disfrutar de la verdadera amistad, familiaridad y fraternidad con quienes nos rodean.

¡Qué bueno y agradable es  que los hermanos vivan unidos!... Es como el rocío del Hermón que cae sobre las montañas de Sión. Allí el Señor da su bendición, la vida para siempre. Salmo 133, 1 y 3.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Elizabeth S., que vive en Bogotá, Colombia, quien padece de severos dolores en la espalda sin que se haya entregado un diagnóstico satisfactorio por parte de los médicos, por lo que la ponemos en las Santas Manos de Señor para que sus dolores sean calmados y que con la intercesión de nuestra Madre, la Virgen Santísima, puede realizar sus labores sin inconvenientes de salud.

De la misma ciudad de Bogotá, pedimos oración por toda la familia de nuestro amigo Carlos C., su esposa Trini, sus hijos Carlos y María Paula, su madre Carlota, sus hermanos, hermanas, familias y seres queridos. El Señor los colme de bendiciones y la Virgen Santísima siempre haga presencia en sus hogares.

Pedimos oración por el niño Francisco Leonel M., de 3 años y 4 meses, internado en la ciudad de Resistencia, Argentina, con un cuadro severo de neumonía y también por su mamá, con 8 meses de embarazo, al lado del pequeño hijo y también por el papá que sufre en silencio y además está sin trabajo. Que el Niño Jesús lo acompañe en este duro trance y María Santísima fortalezca a papá y mamá en la espera de la recuperación.

Pedimos oración por estas personas de Buenos Aires, Argentina: Enrique K., por su operación de cáncer de tiroides y otras complicaciones de salud; Mercedes B., con enfermedad neurológica y gran deterioro físico y anímico; y por Mercedes K. que es hija de Mercedes y hermana de Enrique, que presenta angustia y depresión por miedo a perderlos. Que el amado Beato Juan Pablo II interceda ante Jesús por estas tres queridas personas para que el Señor les conceda las gracias de salud que están solicitando.

Pedimos oración por Anita, que tuvo un accidente y está grave en Campana, Buenos Aires, Argentina. Tiene 13 años y es del grupo de la Pastoral de la Basílica Inmaculada. Oramos por ella a la Virgen para que la proteja e interceda ante Jesús por su pronta recuperación.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


"Intimidad Divina"

Diversidad de función

La santidad es única para todos los cristianos, porque único es su contenido esencial, la caridad. La caridad es de por sí operativa y tiene un dinamismo interior que no puede faltar en ninguna vida espiritual: celo de la gloria de Dios y de la salvación de los hombres, oración y anhelo de unión con Dios y deseo de comunión con los hermanos para congregarlos a todos en el único Pueblo de Dios. Formamos un solo cuerpo, dice San Pablo, que se realiza y crece en la única caridad de Cristo (Ef 4, 16); sin embargo “no desempeñan todos los miembros la misma función”, porque tenemos “dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada” (Rm 12, 4-6). De este modo, aunque todos tenemos la misma vocación cristiana que de por sí es apostólica, cada uno la lleva a la práctica de un modo particular, determinado por su vocación personal, por la gracia y por los dones recibidos.

El Vaticano II esboza las características fundamentales de la actividad apostólica de las diferentes categorías de cristianos. Los sacerdotes “están destinados principal y expresamente al sagrado ministerio” (LG 31); y “en el ejercicio mismo de la actividad pastoral” deben representar y expresar la caridad del buen Pastor, dedicándose generosamente al cuidado del rebaño que les ha sido confiado (PO 14). Los laicos, en cambio, tienen el encargo de “obtener el Reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios”; pues “viven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de los deberes u ocupaciones del mundo”, están llamados para que “contribuyan a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermento” (LG 31). Ente los laicos la actividad apostólica asumirá diferentes formas según las responsabilidades familiares y sociales, y según la profesión de cada uno.

En fin, “los religiosos, en virtud de su estado, proporcionan un preclaro e inestimable testimonio de que el mundo no puede ser transformado ni ofrecido a Dios sin el espíritu de las bienaventuranzas” (ib). Su apostolado consiste sobre todo en un testimonio auténtico de vida evangélica, de modo que sean para todos los creyentes “signo” de la trascendencia de Dios y de la primacía absoluta de las realidades y de los bienes eternos. Y aunque todos realicen su vocación encarnando del modo más fiel posible el misterio de Cristo y llevando “el género de vida que el Hijo de Dios tomó” sobre la tierra (LG 44), cada familia religiosa lo hace de una manera especial, según su propio carisma. La actividad apostólica de los consagrados se diversifica conforme al tipo de instituto a que pertenecen: contemplativo o activo, dado a la predicación o a la enseñanza, a las misiones o al cuidado de los enfermos. Mas para todos –sacerdotes, religiosos o laicos– el camino mejor para la santificación personal y para la fecundidad apostólica, es el indicado por la voluntad de Dios, el cual distribuye las vocaciones y los dones según su beneplácito.

Sed Vos, Bien mío, servido venga algún tiempo en que yo pueda pagar algún cornado de lo mucho que os debo. Ordenad Vos, Señor, como fuereis servido, cómo esta vuestra sierva os sirva en algo… Fortaleced Vos mi alma y disponedla primero, Bien de todos los bienes y Jesús mío, y ordenad luego modos cómo haga algo por Vos, que no hay ya quien sufre recibir tanto y no pagar nada. Cueste lo que costare, Señor, no queráis que vaya delante de Vos tan vacías las manos, pues conforma a las obras se ha de dar el premio. Aquí está toda mi vida, aquí está mi honra y mi voluntad; todo os lo he dado, vuestra soy, disponed de mí conforme a la vuestra. Bien veo yo, mi

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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