sábado, 23 de octubre de 2010

Pequeñas Semillitas 1192

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1192 ~ Sábado 23 de Octubre de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Deja de vivir en el pasado; lo pasado ya pasó y nada puede devolverlo ni modificar lo que ocurrió. Inicia hoy, ahora, una nueva manera de sentir y de pensar. Aprende positivamente de tus errores, pero no te quedes en ellos. No conserves (por ningún motivo) resentimientos ni rencores. Perdona y perdónate a ti mismo. Los errores pasados son una carga muy pesada que nos impide avanzar en la vida. Perdónate, perdona a los demás y olvida… así podrás crecer como persona.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo».
Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?’. Pero él le respondió: ‘Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas’».
(Lucas 13, 1-9)

Comentario
Hoy, las palabras de Jesús nos invitan a meditar sobre el inconveniente de la hipocresía: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró» (Lc 13,6). El hipócrita aparenta ser lo que no es. Esta mentira llega a su cima al fingir virtud (aspecto moral) siendo vicioso, o devoción (aspecto religioso) al buscarse uno mismo y sus propios intereses y no a Dios. La hipocresía moral abunda en el mundo, la religiosa perjudica a la Iglesia.
Las invectivas de Jesús contra los escribas y fariseos —más claras y directas en otros pasajes evangélicos— son terribles. No podemos leer o escuchar lo que acabamos de escuchar y leer sin que estas palabras nos lleguen al fondo del corazón, si realmente las hemos escuchado y entendido.
Lo diré en plural personal, ya que todos experimentamos la distancia entre lo que aparentamos ser y lo que somos de veras. Lo somos los políticos cuando nos aprovechamos del país proclamando que estamos a su servicio; los cuerpos de seguridad cuando protegemos a grupos corruptos en nombre del orden público; el personal sanitario cuando suprimimos vidas incipientes o terminales en nombre de la medicina; los medios de comunicación social cuando falseamos las noticias y pervertimos al personal diciendo que lo estamos divirtiendo; los administradores de los fondos públicos cuando desviamos una parte de ellos hacia nuestros bolsillos (individuales o de partido) y alardeamos de honestidad pública; los laicistas cuando impedimos la dimensión pública de la religión en nombre de la libertad de conciencia; los religiosos cuando vivimos de nuestras instituciones con infidelidad al espíritu y a las exigencias de los fundadores; los sacerdotes cuando vivimos del altar pero no servimos abnegadamente a nuestros feligreses con espíritu evangélico; etc.
¡Ah!: y tú y yo también, en la medida en que nuestra conciencia nos dice lo que tenemos que hacer y dejamos de hacerlo para dedicarnos únicamente a ver la paja en el ojo ajeno sin querer darnos cuenta siquiera de la viga que ciega el nuestro. ¿O no?
—Jesús, Salvador del mundo, ¡sálvanos de nuestras pequeñas, medianas y grandes hipocresías!
Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret (Vic, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Juan de Capistrano, Predicador


Considerado como uno de los predicadores más famosos que ha tenido la Iglesia Católica, San Juan nació en Capistrano, en la región montañosa de Italia, en 1386. Fue un estudiante sumamente consagrado a sus deberes y llegó a ser abogado, juez y gobernador de Perugia. Tras caer preso a causa de una guerra civil, el santo reflexionó sobre su actitud en la vida, dándose cuenta que en vez de dedicarse a conseguir dinero, honores y dignidades en el mundo, era mejor trabajar por conseguir la santidad y la salvación en una comunidad de religiosos, por lo que decidió ingresar a la orden franciscana.

A los 33 años fue ordenado sacerdote y luego, durante 40 años recorrió toda Europa predicando con enormes éxitos espirituales. Tuvo por maestro de predicación y por guía espiritual al gran San Bernardino de Siena, y formando grupos de seis y ocho religiosos se distribuyeron primero por toda Italia, y después por los demás países de Europa predicando la conversión y la penitencia.

Luego de su muerte, se reunió los apuntes de los estudios que hizo para preparar sus sermones, sumando 17 volúmenes. La Comunidad Franciscana lo eligió por dos veces como Vicario General, y aprovechó este altísimo cargo para tratar de reformar la vida religiosa de los franciscanos, llegando a conseguir que en toda Europa esta Orden religiosa llegara a un gran fervor, no sin antes sortear una serie de dificultades y obstáculos.

San Juan tenía mucha habilidad para la diplomacia; era sabio, prudente, y medía muy bien sus juicios y sus palabras. Había sido juez y gobernador y sabía tratar muy bien a las personas. Por eso cuatro Pontífices (Martín V, Eugenio IV, Nicolás V y Calixto III) lo emplearon como embajador en muchas y muy delicadas misiones diplomáticas y con muy buenos resultados. Tres veces le ofrecieron los Sumos Pontífices nombrarlo obispo de importantes ciudades, pero prefirió seguir siendo humilde predicador, pobre y sin títulos honoríficos.

En 1453 los turcos musulmanes se habían apoderado de Constantinopla, y se propusieron invadir a Europa para acabar con el cristianismo. Entonces San Juan se fue a Hungría y recorrió toda la nación predicando al pueblo, incitándolo a salir entusiasta en defensa de su santa religión. Las multitudes respondieron a su llamado, y pronto se formó un buen ejército de creyentes. Los musulmanes llegaron cerca de Belgrado con 200 cañones, una gran flota de barcos de guerra por el río Danubio, y 50.000 terribles jenízaros de a caballo, armados hasta los dientes. Los jefes católicos pensaron en retirarse porque eran muy inferiores en número. Pero fue aquí cuando intervino Juan de Capistrano. Jamás empleó armas materiales; por el contrario, sus armas eran la oración, la penitencia y la fuerza irresistible de su predicación.

El santo falleció el 23 de octubre de 1456.


Pensamiento


“Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos;
hay personas que nos hieren y nos dejan cicatriz,
pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida
y nos marcan para siempre”
.

Historias:
Un Obispo que no será noticia


Este obispo no será noticia. Y es que las buenas noticias, las que te dejan con una lección de vida y con una inquietud para hacer algo por los demás, parecen tener la vida comprada –y las portadas vetadas–. Y si para colmo el protagonista es un obispo católico, más aún.

Monseñor Andrew Francis es obispo de Multan, una diócesis en Pakistán, país en donde a la dificultad de una enorme extensión del territorio se suma el que las cruces son escasas y las medias lunas de las mezquitas la realidad omnipresente de la geografía de aquel país asiático.

Las recientes catástrofes que allá han provocado las lluvias, con millones de desplazados y personas que han quedado sin más que con la vida que llevaban puesta –si bien les fue–, han precisado una movilización urgente de ayuda humanitaria.

Y a la vanguardia de este auxilio ha estado este obispo que no será noticia pero que no por ello deja de regalar caridad en obras sin distinción de religiones: “Salimos al encuentro de todos los necesitados, sin vacilación: muchos son hindúes, que en nuestra diócesis se han visto gravemente afectados por las inundaciones; hay pocas familias cristianas. También hemos prestado ayuda a musulmanes extremistas: por ejemplo, fui con la cruz de Obispo en torno al cuello, a las madres, escuelas coránicas muy generalizadas en la diócesis de Multan. Como Obispo, he llevado ayuda humanitaria a muchos conocidos por sus ideas bastante radicales. He sido bien recibido, valorado y me dieron las gracias”, refirió a la agencia FIDES (cf. 09.10.2010).

Y a esta caridad de obras la acompaña siempre la de la palabra hecha consuelo, cercanía y testimonio de identidad. Actúa no a nombre propio sino de aquella institución a la que pertenece y representa. Monseñor Francis está orgulloso de ser un obispo católico, por eso, dice: “Me muevo con el hábito y la Cruz de Obispo. Yo soy, ante todo, un sacerdote católico y mi presencia, en sí, expresa la cercanía y la solidaridad de toda la Iglesia católica hacia los desplazados víctimas de las inundaciones. En ellos vemos a Jesucristo que, como dice el Evangelio, está desnudo, hambriento, sediento, y que nosotros debemos sanar”. Y es que su identidad es el reflejo de algo más profundo que le mueve a hacer bien.

Con su labor humanitaria llega a más de 25 mil personas. Para llegar a muchas zonas de su extensa diócesis tiene que recorrer a pie miles de kilómetros. Sumados diariamente, la caminata es más que olímpica.

Pero tiene clara la meta: “Hoy nuestra tarea en esta terrible tragedia es mostrar el amor de Dios a todo ser humano independientemente de su religión, comunidad de pertenencia, estado social”. Y a pesar de que Pakistán es totalmente lo opuesto a Disneylandia –al menos para un cristiano–, esa conciencia de saberse amado por Dios y de amar a Dios le lleva a decir: “Estoy feliz de ser cristiano en Pakistán, a pesar de las dificultades, incluso en esta tragedia"

Este obispo no será noticia. Pero no hace falta serlo para hacer el bien con todo lo mejor de sí mismo y para arrastrar a otros con el testimonio convertido en obras concretas de amor por los demás.

Autor: Jorge Enrique Mújica, LC
Fuente: http://es.catholic.net/sacerdotes/315/735/articulo.php?id=48100


DOMUND


Mañana se celebra el Domingo Mundial de las Misiones 2010 (DOMUND), bajo el lema "Queremos ver a Jesús".

Para conocer de qué se trata y responder a las preguntas que todos nos formulamos sobre el tema, invito a entrar en el siguiente link del Web Católico de Javier, que responde ampliamente todas las dudas o inquietudes que podamos tener sobre el tema: http://webcatolicodejavier.org/domund.html

También se puede ingresar a otros dos links presentados por el Web Católico de Javier:

- Historia de las Misiones:
.
- Testimonios sobre Misiones:

Humor en la oficina


Jefe: - Este es el cuarto día que usted llega atrasado esta semana. ¿Qué conclusión saca de eso?
Empleado: - Que hoy es jueves...


¿Cómo consigues que tus empleados lleguen puntuales al trabajo?
Sencillo, tengo 30 empleados, pero sólo 20 estacionamientos.


Mientras mi jefe actúe como si me estuviera pagando un buen sueldo... yo actuaré como si estuviera haciendo un buen trabajo.


- Usted me prometió subirme el sueldo, cuando estuviera conforme conmigo.
- ¿Y cómo puedo estar conforme con un empleado que quiere que le suban el sueldo?


Jefe de Personal: - Aquí buscamos un empleado que no se amilane ante ningún trabajo, y no se enferme nunca.
Postulante: OK, yo le ayudo a buscarlo.


- Jefe, ¿puedo salir hoy día dos horas antes? Mi mujer quiere que la acompañe a hacer compras.
- Por ningún motivo.
- Gracias jefe, yo sabía que usted no me iba a desilusionar.


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Felipe de Urca


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, nos dice tu siervo Juan Pablo II que Tú construyes el Reino de Dios a través de la historia humana, ayúdanos a construir este Reino de Dios dentro de nosotros mismos, para mejor merecer el Reino de los cielos. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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