martes, 25 de mayo de 2010

Pequeñas Semillitas 1081

PEQUEÑAS SEMILLITAS
Número 1081 ~ Martes 25 de Mayo de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
En este día tan significativo para los argentinos, que conmemoramos el bicentenario de nuestro primer grito de libertad, que seis años después llevaría a la Independencia, invito a los nacidos en esta tierra a reflexionar sobre una frase corta, simple pero muy profunda en significado, orginada en la Iglesia de nuestro país, y que dice así:

“La Patria es un don de Dios, la Nación es un deber de todos”


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora en el presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros».
(Marcos 10, 28-31)

Comentario
Hoy, como aquel amo que iba cada mañana a la plaza a buscar trabajadores para su viña, el Señor busca discípulos, seguidores, amigos. Su llamada es universal. ¡Es una oferta fascinante! El Señor nos da confianza. Pero pone una condición para ser discípulos, condición que nos puede desanimar: hay que dejar «casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio» (Mc 10,29).
¿No hay contrapartida? ¿No habrá recompensa? ¿Esto aportará algún beneficio? Pedro, en nombre de los Apóstoles, recuerda al Maestro: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido» (Mc 10,28), como queriendo decir: ¿qué sacaremos de todo eso?
La promesa del Señor es generosa: «El ciento por uno, ahora en el presente (...); y, en el mundo venidero, la vida eterna» (Mc 10,30). Él no se deja ganar en generosidad. Pero añade: «Con persecuciones». Jesús es realista y no quiere engañar. Ser discípulo suyo, si lo somos de verdad, nos traerá dificultades, problemas. Pero Jesús considera las persecuciones y las dificultades como un premio, ya que nos ayudan a crecer, si las sabemos aceptar y vivir como una ocasión de ganar en madurez y en responsabilidad. Todo aquello que es motivo de sacrificio nos asemeja a Jesucristo que nos salva por su muerte en Cruz.
Siempre estamos a tiempo para revisar nuestra vida y acercarnos más a Jesucristo. Estos tiempos y todo tiempo nos permiten —por medio de la oración y de los sacramentos— averiguar si entre los discípulos que Él busca estamos nosotros, y veremos también cuál ha de ser nuestra respuesta a esta llamada. Al lado de respuestas radicales (como la de los Apóstoles) hay otras. Para muchos, “dejar casa, hermanos y hermanas, padre o madre...” significará dejar todo aquello que nos impida vivir en profundidad la amistad con Jesucristo y, como consecuencia, serle sus testigos ante el mundo. Y esto es urgente, ¿no te parece?
Rev. D. Josep RIBOT i Margarit (Tarragona, España)


Santoral Católico
San Gregorio VII, Papa


Hildebrando de Soana, toscano, nació hacia el 1028 y parece que comenzó la vida monástica en Cluny. Después de haber colaborado con los Papas san León IX, que lo nombró abad de San Pablo, y Alejandro II, fue proclamado Papa unánimemente por el pueblo. Era el 22 de abril de 1073. A los ocho días los cardenales confirmaron la elección, que él aceptó con “mucho dolor, gemido y llanto”. Tomó el nombre de Gregorio VII y llevó a cabo con mucha valentía el programa de reformas, que él mismo había impulsado como colaborador de sus predecesores: lucha contra la simonía y la intromisión del poder civil en el nombramiento de los obispos, de los abades y de los mismos pontífices; restauración de una severa disciplina sobre el celibato.

En el concilio de Maguncia los clérigos gritaron: “¡Si al Papa no le bastan los hombres para gobernar las Iglesias locales, trate de buscar ángeles!”. El Papa confiaba sus penas a los amigos con cartas que revelan su espíritu sensible, sujeto a profundos desalientos, pero siempre dispuesto a seguir la voz del deber: “Me rodean un inmenso dolor y una tristeza universal—escribía en enero de 1075 al amigo san Hugo, abad de Cluny—porque la Iglesia oriental se aparta de la fe; y si miro hacia occidente, al mediodía o al septentrión, casi no encuentro obispos legítimos por la elección o por la vida, que gobiernen el pueblo cristiano por amor a Cristo. Lo hacen por ambición mundana”.

Al año siguiente comenzó el duro choque con el emperador Enrique IV, que se humilló en Canosa, pero inmediatamente después retomó las riendas del imperio, se vengó haciendo elegir un antipapa y marchando sobre Roma.

Gregorio VII, abandonado por los mismos cardenales, se refugió en el Castillo de S. Ángelo, de donde lo liberó el duque Roberto Guiscardo. Después el Papa se retiró en destierro voluntario a Salerno, en donde murió al año siguiente, pronunciando la famosa frase: “He amado la justicia y odiado la iniquidad”. Su cuerpo fue sepultado en la catedral de Salerno. Fue canonizado en el 1606.

Acostumbrados a ver en este Papa al luchador férreo contra el revoltoso emperador, no debemos olvidar al humilde siervo de la esposa de Cristo, la Iglesia, por cuyo decoro él trabajó y sufrió para que “permaneciera libre, casta y católica”. Son las últimas palabras que escribió desde el destierro de Salerno para invitar a los fieles a “socorrer a la madre”, la Iglesia.


Pensamientos


"Cuando la patria esta en peligro,
todo está permitido, excepto, no defenderla"
José De San Martín


"Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo,
tantas dificultades que se vencerían rápidamente
si hubiera un poco de interés por la patria"
Manuel Belgrano


Tema del día:
Declaración del Bicentenario


Vivimos las celebraciones del Bicentenario de nuestra Patria Argentina. Este acontecimiento nos convoca a celebrarlo y vivirlo con responsabilidad, grandeza y sentido fraterno.

El año 2010 evoca con memoria agradecida el bicentenario de la Revolución de Mayo, aquel movimiento liderado por prohombres que desearon y realizaron esfuerzos para dar los primeros pasos para la institucionalización de nuestra comunidad nacional. Este camino histórico iniciado en mayo de 1810, donde la Iglesia también fue protagonista y aportó su pensamiento y sus valores, reclama hoy de nosotros, acciones coherentes, responsabilidad protagónica, participación democrática consciente, crítica y comprometida. Sin dedicación personal a la construcción del bien común, será muy difícil gozar de la equidad que nuestro pueblo reclama y necesita.

Como Acción Católica Argentina, comunidad de fe, familia cristiana, institución formada por niños, jóvenes y adultos, hoy queremos invitar a todos los hombres de buena voluntad a un acto de generosidad, a recrear los canales de participación ciudadana que permitan que emerja nuevamente lo mejor de nuestra argentinidad, nuestros sueños y esperanzas, la capacidad organizativa que produzca frutos con eficacia, que promueva el bienestar y la superación principalmente de los hermanos con mayores necesidades materiales y espirituales. No queremos vivir presos del desaliento, de la impotencia, del temor. ¡Promovemos la Cultura de la Vida! ¡Queremos recuperar la fuerza vital de las familias, la vecindad y los barrios! Necesitamos confiar en nuestros representantes a través de una interacción sistémica, orgánica, real.

A nuestros gobernantes y legisladores, constituidos por el voto popular en los estamentos de gobierno, les decimos: necesitamos que ustedes den testimonio de grandeza, de generosidad, de solidaridad. Necesitamos que recorran caminos eficaces para el consenso de políticas públicas, la gobernabilidad y la definitiva mejora de las condiciones de vida de todos los argentinos.

A los dirigentes de los distintos sectores sociales: con ustedes sentimos la necesidad de recuperar un trabajo comunitario organizado, que promueva y realice el bien general por encima del interés sectorial y que priorice la equidad distributiva permitiendo la inmediata promoción de nuestros niños, jóvenes, adultos, y ancianos sumidos en la pobreza para que, incluidos en los sistemas de salud, educación, justicia y trabajo, puedan proyectarse con dignidad.

Ciudadanos todos de nuestra Patria: pidámosle a Dios, fuente de toda razón y justicia, la alegría, la paz interior y la fortaleza para vivir esta celebración de la comunidad nacional, con espíritu festivo y de generosa entrega; y que nos dé las fuerzas necesarias para ser “una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”.

Acción Católica Argentina
Consejo Nacional
Buenos Aires, mayo de 2010.


Nuevo video


Hay un nuevo video subido a este blog
dedicado a la conmemoración del Bicentenario Argentino.
Para verlo tienes que ir al final de esta página


Mayo: Mes de María


Día 25

Finales de julio de 1637. Miguel Juan Pellicer, natural de Calanda (Teruel) tuvo un accidente durante su trabajo. Cayó al suelo y le pasó por encima de la pierna derecha una de las ruedas del carro de su tío rompiéndosela más o menos a la altura del tobillo. Le llevaron al hospital de Valencia y, al ver que cada vez empeoraba más, lo trasladaron a Zaragoza donde llegó a primeros de octubre, con mucha fiebre y la pierna totalmente gangrenada. Antes de ingresar en el hospital fue a la iglesia del Pilar, donde se confesó y comulgó.

Ya en el hospital, viendo los médicos que la pierna no tenía curación decidieron cortarla por debajo de la rodilla. Se la serraron sin más anestesia que una bebida bien cargada de alcohol mientras él se encomendaba a la Virgen del Pilar. Después de la operación, dos médicos enterraron la pierna en el cementerio del hospital.

Cuando se repuso de la operación, pasó dos años y medio pidiendo limosna en la puerta del Pilar y durmiendo en una posada o en los bancos del hospital. Regresó a Calanda. Una noche soñó que se untaba el muñón con el aceite de la lámpara de la iglesia del Pilar. Al entrar sus padres en la habitación notaron una extraña fragancia; la madre se aproximó con el candil a su hijo y vio que le salían de entre las sábanas no una sino las dos piernas. Era su misma pierna amputada: con antiguas cicatrices de niño y la lesión cerca de tobillo que le hizo el carro cuando le pasó por encima. Además se comprobó que la pierna enterrada en el cementerio del hospital no estaba. Todo el pueblo fue testigo del milagro y el párroco celebró una misa en acción de gracias.

¡Qué grande eres, Madre mía! No necesito ver milagros, porque ya has hecho miles. Pero sí necesito que aumentes mí fe cada día, hasta tenerla tan grande como la tuya. ¡Creo, Madre, pero haz que crea más y más!

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.

Texto escrito por José Pedro Manglano Castellary (Sacerdote)
Tomado del Web Católico de Javier
http://webcatolicodejavier.org/


Pedidos de oración


Pedimos oración por Juan Facundo y su hijo Tomasito, ambos de Córdoba, Argentina. Hace una semana se incendió la casa familiar y Juan Facundo, de sólo 23 años, logró salvar del interior a sus tres hijos. Ahora Juan Facundo está internado con graves quemaduras que compromenten el ochenta por ciento de su cuerpo, y su hijo Tomasito con algo menos de gravedad. Los otros dos niños resultaron ilesos. Pedimos a Jesús por la recuperación del papá y del hijito.


Pedimos oración por el bebé Santiago C. F. de El Salvador, que nació tres meses antes de lo previsto y está luchando por su vida. Lo depositamos en las manos amorosas de Jesús y de María.


Pedimos oración por las numerosas víctimas de accidentes de tránsito que hemos tenido en las rutas de Argentina en este fin de semana alargado por los feriados del Bicentenario. Entre ellos los integrantes de la Escuela de Golf del club Estudiantes de Olavarría (cinco muertes en ese choque) y por todas las demás víctimas de diversos accidentes.


Pedimos oración por Anabella, una bebita nacida en Rosario, Argentina, hace menos de una semana y que tiene una cardiopatía congénita por lo que está medicada y deberá someterse a un cateterismo para determinar tratamiento futuro. Que la Santísima Virgen de Lourdes esté junto a ella y a sus padres para interceder ante Dios y que todo salga bien.


Pedimos oración por Roberto, de Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina, para que María Auxiliadora le dé fuerzas para seguir con mucha fe su tratamiento oncológico.


Pedimos oración por el niño Diego Alejandro V. C. que tiene un año y ocho meses y vive en Bogotá, Colombia, y está hospitalizado por una virosis intestinal, rogando al Divino Niño Jesús que lo ayude a sanarse pronto y crecer sin quebrantos de salud.


Pedimos oración por la salud de Ruth, de Lima, Perú, viuda y madre de dos jóvenes, que está enferma y no encuentran lo que tiene. Que María Santísima la acompañe, la fortalezca e interceda por ella ante su Hijo Jesús, para conseguir su sanación.


Pedimos oración por Alma, niña de Olavarría, Argentina, nacida por cesárea urgente practicada a su mamá por hipertensión arterial, y ahora se encuentra en neonatología. Rogamos por la pronta recuperación de la bebé y su mamá Guadalupe.


Pedimos oración por Pablo L. de 66 años de edad, que vive en Ciudad de Guatemala, es diabético y tiene muy descontrolada su enfermedad. Vive solo en su casa con su esposa Amanda, quien sufre convulsiones y problemas neurológicos por un accidente. Que el Buen Jesús tenga misericordia de ambos y los ayude a sobrellevar sus dificultades.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Oración por la Patria


Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, que no caiga yo en la herejía de la acción por la acción, sino que realice con diligencia mis obras por amor a Ti y a los hermanos y busque siempre tu gloria; que comprenda como los Santos que la oración es un nuevo y sólido modo de acción, porque nos pone en contacto con Dios, que es el ser más activo posible. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.