jueves, 10 de septiembre de 2009

Pequeñas Semillitas 0837

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0837 ~ Jueves 10 de Setiembre de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
El mayor problema que hemos tenido para poder encontrar lo que llamamos felicidad, es que siempre hemos querido buscarla en las cosas externas, en aquello que podemos ver, oler, tocar, morder o meternos al bolsillo.
Empieza hoy a buscar dentro de ti, en tus recuerdos gratos, en los dones que la vida te ha otorgado, en las personas que amas y te aman, en tus realizaciones por pequeñas que sean.
¡Te sorprenderás!


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los ingratos y los perversos.
»Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá».
(Lucas 6, 27-38)

Comentario
Hoy, en el Evangelio, el Señor nos pide por dos veces que amemos a los enemigos. Y seguidamente da tres concreciones positivas de este mandato: haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Es un mandato que parece difícil de cumplir: ¿cómo podemos amar a quienes no nos aman? Es más, ¿cómo podemos amar a quienes sabemos cierto que nos quieren mal? Llegar a amar de este modo es un don de Dios, pero es preciso que estemos abiertos a él. Bien mirado, amar a los enemigos es lo más sabio humanamente hablando: el enemigo amado se verá desarmado; amarlo puede ser la condición de posibilidad para que deje de ser enemigo. En la misma línea, Jesús continúa diciendo: «Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra» (Lc 6,29). Podría parecer un exceso de mansedumbre. Ahora bien, ¿qué hizo Jesús al ser abofeteado en su pasión? Ciertamente no contraatacó, pero respondió con una firmeza tal, llena de caridad, que debió hacer reflexionar a aquel siervo airado: «Si he hablado mal, di en qué, pero si he hablado como es debido, ¿por qué me pegas?» (Jn 18,22-23).
En todas las religiones hay una máxima de oro: «No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti». Jesús es el único que la formula en positivo: «Lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente» (Lc 6,31). Esta regla de oro es el fundamento de toda la moral. Comentando este versículo, nos alecciona san Juan Crisóstomo: «Todavía hay más, porque Jesús no dijo únicamente: ‘desead todo bien para los demás’, sino ‘haced el bien a los demás’»; por eso, la máxima de oro propuesta por Jesús no se puede quedar en un mero deseo, sino que debe traducirse en obras.
Rev. D. David AMADO i Fernández (Barcelona, España)


Santoral Católico

San Nicolás de Tolentino

Desde su nacimiento fue consagrado al servicio de Dios por su madre, quien al verse entristecida por no haber tenido hijo alguno, pidió con todo su amor y fe al Padre Celestial que le concediese la gracia de tener uno. Era un niño todavía cuando emprendía largas caminatas para entregarse a la oración en una cueva cercana a la ciudad para imitar a los ermitaños, que moraban en los Apeninos. A edad muy temprana recibió las órdenes menores y se le otorgó una canonjía en la Iglesia de San Salvador de Sant´Angelo, pero el santo, abrigaba en su corazón el deseo de consagrar todo su tiempo, sus pensamientos y deseos directamente a Dios, deseo que pudo alcanzar cuando fue aceptado por los frailes agustinos de Sant´Angelo.

En 1270 fue ordenado sacerdote en Cignoli y en aquella ciudad llegó pronto a ser famoso entre la población por la muchas maravillas que obraba; sin embargo no permaneció ahí mucho tiempo ya que, durante cuatro años, estuvo en continuo movimiento entre uno y otro de los monasterios y misiones de su orden.

Posteriormente, el santo fue encomendado a emprender una campaña de moralización y de prédica callejera en la ciudad de Tolentino que había sufrido grandemente a causa de las guerras civiles. San Nicolás se entregó en cuerpo y alma a esta misión, logrando la conversión y el arrepentimiento de muchos pobladores.

Falleció en 1305 a causa de una penosa y larga enfermedad; fue beatificado en 1446.


Pensamiento


"No dejes que tu supuesta experiencia de vida te transforme en una máquina. Usa esta experiencia para escuchar siempre la voz del corazón"


Tema del día :
El cansancio de la vida


¿Quién no ha sentido en algún momento de su vida tristeza, amargura o resentimiento? Nadie escapa a estos sentimientos, y el sentirlos de vez en cuando es normal, es parte de nuestra naturaleza humana.

Llorar es bastante sano cuando se trata de un acontecimiento eventual, el llanto es parte de la liberación. Pero ¿qué pasa cuando estas emociones quedan alojadas en nuestro corazón de manera permanente?... ¿cuando el dolor, la amargura y la tristeza representan nuestra propia personalidad?

Hoy en día los males provenientes del corazón son muy comunes; los rompimientos familiares, la frustración, la represión, el fracaso y lo que llamaríamos "el cansancio de vida" se apodera de nosotros cuando vemos que a pesar de nuestro esfuerzo, las cosas "nunca funcionan", "todo nos sale mal" porque "la vida ha sido muy injusta con nosotros".

Es entonces cuando el resentimiento, la autocompasión y la tristeza pueden quedar instalados en nuestro corazón de manera permanente.

Esta actitud hace que todo en la vida lo veamos a través de un "cristal empañado", es decir, nuestra perspectiva de vida se torna gris, ya no vemos la belleza de la vida, los buenos momentos se vuelven indiferentes ante nosotros, dejamos ir oportunidades y empezamos a crear una realidad falsa al creer que "nadie nos quiere" o "todos quieren hacerme daño", nuestra visión actúa y distorsiona todo desde nuestro cristal empañado.

El guardar por mucho tiempo esta actitud o este sentimiento, además de prolongar nuestro sufrimiento, nos trae como consecuencia enfermedades derivadas de "un corazón triste"

Ningún medicamento, dieta o ejercicio pueden evitar o curar enfermedades si no nos conectamos con la alegría de vivir, con el amor a la vida. La alegría es la única medicina para un corazón que revive constantemente en su presente las heridas del pasado. Sin la alegría, nuestra vida se frena, nuestros pasos se alentan, ya no queremos saber de nada.

Estamos tan deprimidos y con un constante dolor de piernas, que ya no podemos dar un paso más. Sufrimos también a causa de nuestra soledad por tener nuestro corazón cerrado al amor. No sabemos darlo, mucho menos recibirlo. Seguimos sufriendo porque las pastillas no son suficientes para un corazón que frena el amor, que lo tiene por esencia, pero no lo deja salir (se ahoga y se asfixia hasta morir).

"Semillas de Vida"


Meditación breve


Estamos acostumbrados a pensar que todo asunto tiene dos caras: correcto/incorrecto, bueno/malo, derecha/izquierda.
Esta forma de pensamientos binario puede llevarnos a ignorar muchas soluciones posibles a nuestros problemas. "Así es el juego", decimos, como si la vida fuese una competencia. Las relaciones son un área en la que muchos de nosotros nos negamos a admitir que una cuestión puede tener muchas respuestas correctas.
Quizás estemos encerrados en patrones de conducta que nos garantiza la infelicidad. Podemos asumir el papel de víctimas: "¡Todo me pasa a mí!", o de tiranos: "Todos me obedecen, pero nadie me quiere".
Si examinamos nuestro papel, usualmente nos damos cuenta de que el resultado pudo haber sido diferente si en una situación dada nos hubiésemos comportado de manera distinta. Con frecuencia actuamos como si estuviésemos programados de un modo binario simple; sin embargo, tenemos poder para, en cualquier momento, elegir otra forma de funcionamiento.


Pedidos de oración


Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Mabel, fallecida en Rosario, Argentina, por un cáncer diseminado. Que el Señor la reciba dulcemente en su seno y la Virgen María consuele a su familia (esposo e hijos).


Pedimos oración por Rossina U. que vive en Cajamarca, Perú, que ha sido operada en el día de ayer, para que Dios y la Virgen de la Merced le otorguen una completa recuperación.


Pedimos oración por Milagros M. L. que se encuentra hospitalizada en Caracas, Venezuela, sin diagnóstico defintivo aún pero con sospechas de tumor en cerebro. Oremos para que Dios todopoderoso permita que sea algo benigno y curable.


Pedimos oración por Carlos y María Paula C., que son hermanos y viven en Bogotá, Colombia, y están cursando en estos días afecciones de estómago del tipo de las gastroenteritis virales. Rogamos por esta querida familia, incluyendo a sus padres Carlos y Trini para que Nuestro Señor Jesucristo los asista, los proteja en su salud y los bendiga generosamente.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Palabras de Jesús


Ustedes son la sal de la tierra. Mas si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada fuera y pisoteada por los hombres. (Mt 5, 13)

Nosotros los católicos somos la sal del mundo, debemos dar buen sabor a este mundo, impregnarlo de espíritu cristiano. En cambio hoy muchos de nosotros ya nos hemos vuelto sal sin sabor, porque no practicamos los Diez Mandamientos ni las enseñanzas de Jesús en el Evangelio. Estamos a tiempo todavía de enfervorizarnos echando mano a los sacramentos y a la oración, y así difundiremos el buen sabor de Cristo en este mundo cada vez más alejado de Dios y que necesita de cristianos comprometidos y valientes, prontos a dejarse pisotear por defender la fe y las costumbres cristianas. Recordemos que Dios suele castigar los pecados de su pueblo con la invasión y dominio de pueblos extranjeros. Si nosotros los cristianos claudicamos, nos volvemos sal sin sabor y seremos dominados por los infieles y ateos.

Jesús, en Vos confío.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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