sábado, 6 de junio de 2009

Pequeñas Semillitas 0747

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0747 ~ Sábado 6 de Junio de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Entiende la Trinidad quien ofrece amistad, quien construye humanidad, quien cultiva el perdón, quien promueve solidaridad, quien lucha por la justicia, quien acompaña en procesos de liberación, quien no vive para sí mismo, quien se gasta por los demás, quien es capaz de dar vida y dar la vida.


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, dijo Jesús a las gentes en su predicación: «Guardaos de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones. Esos tendrán una sentencia más rigurosa.
Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: «Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de los que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir».
(Marcos 12, 38-44)

Comentario
Hoy, como en tiempo de Jesús, los devotos —y todavía más los “profesionales” de la religión— podemos sufrir la tentación de una especie de hipocresía espiritual, manifestada en actitudes vanidosas, justificadas por el hecho de sentirnos mejores que el resto: por alguna cosa somos los creyentes, practicantes... ¡los puros! Por lo menos, en el fuero interno de nuestra conciencia, a veces quizá nos sentimos así; sin llegar, sin embargo, a “hacer ver que rezamos” y, menos aún a “devorar los bienes de nadie”.
En contraste evidente con los maestros de la ley, el Evangelio nos presenta el gesto sencillo, insignificante, de una mujer viuda que suscitó la admiración de Jesús: «Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas» (Mc 12,42). El valor del donativo era casi nulo, pero la decisión de aquella mujer era admirable, heroica: dio todo lo que tenía para vivir.
En este gesto, Dios y los demás pasaban delante de ella y de sus propias necesidades. Ella permanecía totalmente en las manos de la Providencia. No le quedaba ninguna otra cosa a la que agarrarse porque, voluntariamente, lo había puesto todo al servicio de Dios y de la atención de los pobres. Jesús —que lo vio— valoró el olvido de sí misma, y el deseo de glorificar a Dios y de socorrer a los pobres, como el donativo más importante de todos los que se habían hecho —quizá ostentosamente— en el mismo lugar.
Todo lo cual indica que la opción fundamental y salvífica tiene lugar en el núcleo de la propia conciencia, cuando decidimos abrirnos a Dios y vivir a disposición del prójimo; el valor de la elección no viene dado por la cualidad o cantidad de la obra hecha, sino por la pureza de la intención y la generosidad del amor.
Rev. D. Enric Prat i Jordana (Sort-Lleida, España)


Santoral Católico

San Marcelino Champagnat



Marcelino Champagnat, sacerdote francés que fundó la congregación de los Hermanos Maristas. Nació el año 1789, el mismo año de la Revolución Francesa, en Rosey al sur de Lyon. Sus padres, Juan Bautista y María Teresa, tuvieron 10 hijos, Marcelino fue el noveno. Durante su infancia, trabajó en casa: su familia poseía una pequeña granja y un molino. A los diez años comenzó a ir a la escuela, pero a los pocos días se desanimó y no volvió. A los catorce años, pasó por su casa un buen sacerdote que iba "reclutando" jóvenes para el seminario; se fijó en Marcelino y le animó: "Tienes que estudiar para ser sacerdote. Dios lo quiere." Y Marcelino se decidió.

Ingresó en el Seminario menor y comenzó sus estudios... con muchos problemas: como no había ido a la escuela, apenas sabía leer y escribir. Suspendió el primer curso y "le invitaron" a quedarse en su casa... Pero Marcelino no se desanimó y continuó estudiando. Después de muchos esfuerzos, fue pasando los cursos y pasó al Seminario mayor, en Lyon. Tenía ya 24 años. Allí, junto con otros seminaristas compañeros de estudios, empezó a madurar la idea de fundar una congregación de Hermanos, dedicados a la enseñanza y a la catequesis de los niños. Tres años después fue ordenado sacerdote y lo destinaron a La Valla. En el pueblo los niños no tenían escuela ni catequesis, y los mayores apenas iban a la iglesia. Marcelino empezó a hablar con la gente, se hizo cercano a todos, y el pueblo lo aceptó de buen grado.

Tras una fuerte experiencia con un joven moribundo, el P. Champagnat decide fundar una congregación de Hermanos que se dedicaran a la enseñanza y a la catequesis de los niños y jóvenes, especialmente los más necesitados. Enseguida dio los primeros pasos, y el 2 de enero de 1817 reunió, en una casita alquilada cerca de la parroquia, a dos jóvenes que le habían manifestado su deseo de ser religiosos. Se llamaban Juan María Granjon y Juan Bautista Audras. Éste fue el principio de los Hermanos Maristas. Pronto acudieron otros jóvenes. Marcelino les ayudó a organizar su vida en comunidad: oración y trabajo, formación personal, sencillez y pobreza. Y una filial devoción a la Virgen María, bajo cuya protección se puso, desde el primer momento, la naciente congregación. Después de un periodo de formación, el P. Champagnat les dio un hábito religioso y los jóvenes firmaron sus primeros compromisos (votos). Al cabo de un año, Marcelino abrió una escuela en La Valla y en seguida se hicieron cargo de ella los Hermanos. Después de esta primera escuela vinieron muchas más. Los párrocos y alcaldes de los pueblos vecinos se disputaban a los Hermanos. Así, el Instituto de los Hermanos Maristas comenzó a crecer, no sin dificultades, y hubo que construir una nueva casa, porque en La Valla ya no cabían todos.

Marcelino Champagnat fue un gran hombre que llevó a cabo una obra extraordinaria: cuidó como un buen pastor a la gente de su parroquia, atendió a huérfanos y ancianos, pero sobre todo se consagró a la educación religiosa de la juventud. Ciertamente, aquello no fue nada fácil. Su austeridad personal y el trabajo incansable fueron minado su salud. Murió en la madrugada del 6 de junio de 1840, a los 51 años, rodeado de sus Hermanos. Sus restos descansan en la capilla de Ntra. Sra. del Hermitage. En el momento de su muerte, la congregación tenía cerca de 300 Hermanos (más 50 que habían muerto ya), 50 casas y escuelas, y alrededor de 7.000 alumnos.

E P. Marcelino Champagnat fue declarado Beato en Roma, por S. S. Pío XII, el 29 de Mayo de 1955, domingo de Pentecostés. Tras un largo y detallado estudio, los expertos habían declarado la autenticidad de dos milagros obtenidos por su intercesión. La ceremonia de canonización del P. Marcelino Champagnat fue celebrada el domingo 18 de abril de 1999.


Pensamiento


"La persona que ha perdido la aptitud de borrar sus odios está vieja, irreparablemente"
José Ingenieros


Tema del día :
Para humanizar el mundo


1) Para saber

Leía un chiste sobre un papá que tenía un hijo llamado Pablo el cual se pasaba enfrente de su computadora: jugando, “chateando”, viendo el famoso “youtube”, etc. Por fin consigue iniciar una conversación y le expresa sus deseos: “Pablito, hijo, ya se que la vida moderna no deja tiempo para platicar sobre nosotros, pero me gustaría conocerte más, saber tus inquietudes, tus anhelos, tus aficiones, tus amigos, en fin, quiero conocerte más”. El hijo con toda naturalidad, antes de retirarse a su computadora, le contesta: “Por supuesto papá, te añadiré como amigo en facebook y para cualquier duda consulta mi blog, hasta luego.”
Es notorio lo mucho que algunas sociedades han ido progresando en cuanto a innovaciones técnicas, aunque desgraciadamente hay países que viven rezagados. A muchos jóvenes les es difícil imaginarse vivir sin aparatos electrónicos, el celular o sin “chatear”. Si bien, el progreso técnico ayuda mucho al hombre, hay un peligro: perder en calidad humana. A veces la sociedad se ha ido tecnificando a costa de humanismo.
En vistas a esa deshumanización, hace pocos días Benedicto XVI ha presentado en un lema la clave para volver a humanizar la sociedad y la cultura. El lema consiste en solo tres verbos que ayudarán al hombre a no olvidarse de lo esencial: “Ora et labora et lege”, es decir, “Reza, trabaja y lee”. El Papa tomó el mensaje de san Benito añadiéndole la lectura.

2) Para pensar

Un profesor les hacía a sus alumnos una interesante propuesta: “Si hubiera un banco que te acreditara en tu cuenta 86.400 monedas cada mañana, pero que no fuera válido acumular el saldo disponible para el día al siguiente y, al final del día, cancelara todo la cantidad que no hubieras usado. ¿Qué harías?”
Todos los alumnos contestaron que sacarían cada día hasta el último centavo y gastarían todo el dinero.
El profesor les dijo entonces: “Pues bien, tal banco si existe y se llama tiempo. Cada día te acredita 86.400 segundos y cada noche da por perdidos cuantos hayas dejado de emplear provechosamente. Ya no puedes gastar los segundos que no usaste. Cuando no usas lo disponible ese día, el único que pierde eres tú. No existe recuperación de fondos y tampoco es posible girar cheques sobre el mañana. De cada persona depende invertir este precioso caudal de horas, minutos y segundos para obtener el máximo provecho.”

3) Para vivir

Y para aprovechar bien el tiempo, habría que invertir en las tres acciones que el Papa nos recomienda: Orar, trabajar y leer.
Orar nos permite darle la prioridad de Dios en nuestra vida, y así no vivir con miras puramente humanas y limitadas.
Mediante el trabajo nos hemos de santificar sirviendo a los demás. Y por último, la lectura, podremos comprender mejor a las personas y a la realidad; y nos alimentarnos de las riquezas de la cultura para asimilarla y transmitirla, siempre y cuando sea una lectura basada en la verdad.
Decía el portavoz del Papa, que Benedicto XVI es un testimonio personal y un ejemplo en quien esas tres acciones ya han hecho que sea un hombre de oración, trabajo y cultura, aportando un gran bien al mundo.

Pbro. José Martínez Colín


Humor


Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, uno de los visitantes le preguntó al Director, qué criterio se usaba para definir si un paciente debería o no ser Internado.

- Bueno, - dijo el Director, - hacemos la prueba siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un balde y le pedimos que vacíe la bañera. De acuerdo a cómo vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no.

- Ah, entiendo - dijo el visitante. - Una persona normal usaría el balde porque es más grande que la cucharita y la taza.

- No - dijo el Director, - ¡una persona normal sacaría el tapón! Usted, ¿qué prefiere:... una habitación con o sin vista al jardín?

(Dedicado a los que pensaron en el balde)


Meditación breve


Es preciso tener fuerza para ser firme, pero es preciso tener coraje para ser gentil.
Es preciso tener fuerza para defenderse, pero es preciso tener coraje para bajar la guardia.
Es preciso tener fuerza para ganar una guerra, pero es preciso tener coraje para rendirse.
Es preciso tener fuerza para estar en lo cierto, pero es preciso coraje para tener duda.
Es preciso fuerza para mantenerse en forma, pero es preciso coraje para mantenerse en pie.
Es preciso tener fuerza para sentir el dolor de un amigo, pero es preciso coraje para sentir los propios dolores.
Es preciso tener fuerza para soportar el abuso, pero es preciso coraje para hacerlo parar.
Es preciso tener fuerza para quedarse solo, pero es preciso tener coraje para pedir apoyo.
Es preciso tener fuerza para amar, pero es preciso tener coraje para ser amado.
Es preciso tener fuerza para sobrevivir, pero es preciso coraje para vivir.

"El camino del encuentro" - Fragmento
Jorge Bucay


Pedidos de oración


Pedimos oración por la salud del Padre Héctor Aguilera, sacerdote de Córdoba, Argentina, próximo a cumplir ochenta años de edad, fundador y director de la Casa del Niño, en Unquillo, donde viven y se educan cientos de niños abandonados en edades que van desde recién nacidos a adolescentes, hasta que logran edificar su persona y su futuro... El Padre Aguilera se encontraba de viaje en Turquía, cumpliendo un viejo sueño que era recorrer los caminos de San Pablo, y ha sufrido un accidente cerebrovascular por lo que ahora se encuentra muy grave. Pidamos a Dios y a la Santísima Virgen que ayuden a este hombre maravilloso que tanto bien ha hecho durante muchos años por los más desposeídos.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús


6. -La agonía del Corazón de Jesús

También Jesús llora. ¿Recordáis el Huerto de los Olivos? Allí, el Corazón de Jesús fue expuesto al dolor, al miedo, a la tristeza. Aquí Jesús te renueva aquella triste escena. Pide adoradores, tiene sed de almas, y está solo, abandonado, olvidado. Solo en la noche. Solo en las largas jornadas. Siempre solo. ¿Irá quizá alguno a hacerle compañía?
Jesús vive en el sagrario y es abandonado por el hombre. Quiere ser su comida y sufre el rechazo. Derrama por él su sangre y la derrama inútilmente.
En vano el señor llama adoradores a su altar. En vano llama a las almas a la comunión; pero los hombres se obstinan en vivir lejos de Él. Por eso, Él está triste.

Web Católico de Javier


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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